Bob Miller ha creado el paraíso con el que siempre soñó: una granja en lo alto de un valle, a cinco kilómetros del pueblo más cercano, donde él y su esposa Liz viven y crían a su hijo de siete años, Tommy, cultivando su propia comida, hilando y tejiendo su ropa, fabricando sus propios muebles. Él mismo construyó la casa en la que habitan, sin teléfono ni televisor, sin automóvil, sin más conexión cotidiana con el mundo exterior que los viajes diarios de Tommy a la escuela. Allí viven, piensa Bob, y allí vivirán siempre.
Bob y Liz se enorgullecen del estilo de vida autosuficiente que han escogido, pero si de algo se siente verdaderamente orgulloso Bob es de Tommy, ese chico entusiasta, receptivo, obediente y dispuesto a dejarse guiar por su padre. Por eso nunca habría imaginado que un día su hijo fuera capaz de agarrar dos muñecas de una compañera de clase y destrozarlas. Sin embargo, ese día llega y a Bob le recorre un escalofrío. Algo va mal, realmente mal, y él no lo ha visto venir.
En La mejor voluntad, un súbito arrebato de violencia es el detonante que removerá los cimientos del aparente edén familiar de los Miller. En una narración que avanza con paso inexorable hasta un final impactante, Jane Smiley, con su distintivo talento para retratar las relaciones familiares, se sumerge en los miedos y las esperanzas que depositamos en nuestros hijos, y una vez más subraya los modos en que, sin darnos cuenta, boicoteamos nuestros propios sueños, incluso cuando actuamos con la mejor de las intenciones.
Jane Smiley is a Pulitzer Prize-winning American novelist.
Born in Los Angeles, California, Smiley grew up in Webster Groves, Missouri, a suburb of St. Louis, and graduated from John Burroughs School. She obtained a A.B. at Vassar College, then earned a M.F.A. and Ph.D. from the University of Iowa. While working towards her doctorate, she also spent a year studying in Iceland as a Fulbright Scholar. From 1981 to 1996, she taught at Iowa State University. Smiley published her first novel, Barn Blind, in 1980, and won a 1985 O. Henry Award for her short story "Lily", which was published in The Atlantic Monthly. Her best-selling A Thousand Acres, a story based on William Shakespeare's King Lear, received the Pulitzer Prize for Fiction in 1992. It was adapted into a film of the same title in 1997. In 1995 she wrote her sole television script produced, for an episode of Homicide: Life on the Street. Her novella The Age of Grief was made into the 2002 film The Secret Lives of Dentists.
Thirteen Ways of Looking at the Novel (2005), is a non-fiction meditation on the history and the nature of the novel, somewhat in the tradition of E. M. Forster's seminal Aspects of the Novel, that roams from eleventh century Japan's Murasaki Shikibu's The Tale of Genji to twenty-first century Americans chick lit.
In 2001, Smiley was elected a member of The American Academy of Arts and Letters.
La segunda novela que leo de la autora y me ha gustado más que la primera. Heredarás la tierra es larga y se me hizo larga mientras que La mejor voluntad es corta y se me ha hecho corta.
El protagonista es de esos personajes que a ratos me caía mal y a ratos muy mal, pero quería/necesitaba seguir leyéndole. Ese empeño por construir un paraíso para su familia y para sí mismo, donde todo esté milimétricamente programado. Bob Miller, su yoísmo y cómo la vida siempre puede llevarnos por otros caminos… forman parte de una historia que no olvidaré.
Probablemente pase a ser uno de mis libros favoritos de la historia. Narrativamente redondo de una forma muy sutil, discursiva y políticamente interesantísimo, me gusta mucho el lugar que ocupa el trabajo, cómo se habla de lo divertido y lo inesperado, cómo la sospecha y los pensamientos que no nos atrevemos a nombrar lo embarran todo.
LA MEJOR VOLUNTAD. Al principio reconozco que se me hizo un pelín cuesta arriba por la cantidad de descripciones y detalles de la vida en el campo de un matrimonio pero después la historia se centra en los personajes y la cosa cambia. Te engancha.
La lectura genera desasosiego porque sabes que algo sobrevuela a los protagonistas pero no sabes lo que es. Os la recomiendo.
Un matrimonio decide llevar una vida completamente autosuficiente en una granja a varios kilómetros del pueblo más cercano. Todo lo hacen ellos con sus propias manos, no tienen electricidad ni teléfono, cultivan sus propios alimentos para autoabastecerse y apenas usan el dinero, cuando necesitan algo externo realizan trueques. Habían imaginado una vida idílica junto a su hijo en medio de la naturaleza, dándole a su hijo una educación libre de las influencias tóxicas de la sociedad, con la que sólo tienen contacto a través del colegio del niño. Pero los problemas llegan cuando el chico empieza a tener unas conductas extrañas en el colegio y es entonces cuando comienzan a aparecer los conflictos, sacando a la superficie cosas que no se veían a simple vista y haciendo tambalear ese mundo que con tanto ahínco habían construido.
Es lo primero que leo de Jane Smiley y me ha sorprendido mucho la facilidad que tiene para meterse en la mente humana y profundizar en pensamientos complejos, en las emociones y en las relaciones. Me ha gustado que solo haya un narrador, el padre, y que solo veamos su punto de vista, (aunque podamos intuir algo del de los demás a través de él). Me gusta cuando un libro me hace reflexionar sobre cosas en las que yo no me había parado a pensar. Y este lo ha hecho. Toca muchos temas que me han parecido súper interesantes pero muy por encima, casi te los sugiere, sin querer enseñarte o convencerte de nada. Ella lo expone y tú lo analizas y llegas a tu propia conclusión.
Una historia corta que en poco más de 100 páginas da para mucho. Me ha dejado con ganas de más y seguramente pronto lea algún otro de la autora.
ane Smiley es una autora que me gusta bastante y que todo lo que escribe lo narra de una forma que me resulta amena e interesante. Esta novela cuenta la vida de Bob, un padre de familia orgulloso de llevar un estilo de vida autosuficiente y aislado, en algunas ocasiones, del resto de la sociedad. Sin embargo, para Liz, su mujer, y Tom, el niño, hay aspectos que parece que no terminan encajar con este modo de vida. Aunque traten de aparentar que no es así. Me gusta que esos aspectos salgan a la luz poco a poco y de manera indirecta, porque los personajes, en los libros de esta autora, hablan entre líneas, dejan entrever lo que quieren decir. He de reconocer me ha costado empatizar con Bob, por su manera de ser, demasiado pedante en ocasiones, y por la forma de tratar a la familia. Es un libro lleno de descripciones, que han conseguido transportarme a ese pequeño pueblo, aunque reconozco que en ocasiones ralentizan la trama. Sin embargo, no me ha cautivado del todo esta historia. Quizás por el final, que me ha resultado un poco precipitado o quizás por no encontrar ese punto en común con su protagonista. Aun así, me ha encantado volver a encontrarme con la escritura de Jane Smiley. Es una autora a la que voy a seguir muy de cerca.
Si los personajes masculinos no tuvieran tanta importancia en la historia, Reese Witherspoon hubiera hecho ya una serie sobre este libro. Creo que es muy inteligente cómo introduce los temas que quiere abordar, no necesita alardear de estructuras complejas o artificios para construir una historia muy potente, que se fragua lento y al final explota.
Conocí a Jane Smiley en otra novela que espero reseñar en forma. Gracias a lo que vi allí seguí leyéndola. Hay una cualidad limpia en el oficio de la escritura. Sabe contar. Sabe crear voces. Sabe dejar fuera de foco lo que debe quedar fuera de foco y explorar hasta el detalle donde el ojo se detendría. Tiene, creo que es lo que intento decir, don de personajes. Y a partir de ahí todo lo demás fluye.
En La mejor voluntad tenemos a una pareja que decide vivir por fuera del mercado. Tienen una finca, cultivan lo que necesitan, viven sin dinero (no lo requieren), y truecan de vez en cuando por bienes y servicios que les hagan falta. Tienen talento para crear. Y tienen un hijo. Y el hijo va a la escuela. Estamos en la postguerra fría, en Estados Unidos. Televisores y autos. En la casa del niño no hay electricidad.
Ese es el germen. De ahí en adelante es pura capacidad de narrar. Consiguió conmoverme y preocuparme. Consiguió tensionarme mucho. Es una gran escritora Smiley. Creo que seguiré leyéndola. Creo que no conseguiré entender pronto cómo es que lo hace.
Quiero destacar la voz de Bob Miller, me ha parecido espectacular. La historia está muy bien narrada, me ha encantado. Ahora quiero leer más novelas de Jane Smiley.
Un matrimonio en Pensilvania lleva una vida autosuficiente gracias a una pequeña granja que construyeron. Viven del trueque y no tienen energía eléctrica en casa. Son pocos los espacios de socialización que tienen, el hijo va a la escuela y la mujer va a la iglesia cada domingo. Todo suena encantador en apariencia, hasta que el niño empieza a mostrar claros signos de insatisfacción por la vida que sus padres le hacen llevar. Gran novela.
Bob y Liz Miller han decidido escapar del consumismo y de la modernidad. Han creado su propio paraíso rural, en lo alto del valle. Ahí está su casa, construida con sus propias manos. Ahí están sus cultivos y sus animales, que garantizan un estilo de vida autosuficiente. No hay teléfono ni auto, porque en este mundo la tecnología no es necesaria.
En este ambiente ha nacido y se ha criado por siete años Tommy, el hijo.
¿Qué puede suceder si Tommy empieza a ir a la escuela del pueblo cercano?
Y sí.
Algo sucede...
"La mejor voluntad" es una novela breve, lúcida, adictiva, que desde el título nos pone en alerta e invita a desandar sin demoras las palabras del padre que narra.
Me quedé pensando... ¿Cuán ambiciosa es la pretensión de criar un hijo dentro de una burbuja? ¿Es posible escapar por completo de las estructuras sociales? ¿En qué lugar se esconde la violencia de las expectativas incumplidas?
Si leíste "Pequeños fuegos por todas partes" de Celeste Ng y te gustó, dejate envolver por las llamas de esta historia.
Otra pequeña joya de Jane Smiley, que aunque escrita en 1989, las reflexiones que contiene serían igualmente aplicables hoy en día. En esta ocasión la autora, con gran sutileza, belleza y algunos momentos de lirismo, nos cuenta la historia de Bob Miller, un hombre convencido que puede vivir al margen de la sociedad y el dinero, cubriendo todas sus necesidades gracias a su habilidad, lo que le brinda la naturaleza, y lo que obtiene reciclando lo que otros no desean (sean animales o cosas). En este sueño de vuelta a "los orígenes" (más bien a la Edad Media, diría yo) ha arrastrado consigo a su mujer Liz, y a su hijo Tom (que ya nació en esa "Arcadia a medida" que se construyeron Bob y Liz, y no conoce otra cosa)... pero, ¿qué sucede cuando no todas las cosas se someten a nuestri control? ¿cuando descubrimos que las personas son menos maleables que la naturaleza? ¿Es posible vivir completamente al margen del mundo moderno en la América rural, si no te queda más remedio que interactuar aunque sea mínimamente? Estas y otras muchas cuestiones afloran en las escasas 130 páginas de la novela, en una trama que se va volviendo cada vez más opresiva y desasosegante hasta alcanzar el culmen en el final. Me ha gustado mucho, y eso que desde la primera página las ganas de pegarle dos "yoyas" a Bob (y alguna que otra colleja a Liz y a Tom) me han dominado muy fuertemente, jeje. (Pero creo que ahí reside parte de la gracia de la historia: en eso y en la bellísima prosa).
Por más que un padre quiera elegir lo mejor para su hijo, nada te garantiza que harás las elecciones correctas. Me ha encantado la reflexión sobre la educación, la alienación de la sociedad, la crianza… El Captain Fantastic de las novelas.
Una novela que no te deja indiferente con ese estilo tan característico de la autora que te hace ser más espía que lector, mostrándote la cara más íntima de los personajes.
Quizás me ha faltado un pelín más de drama al final, ha tenido una resolución muy light para mi gusto. Pero me parece un libro original, magistralmente narrado y merecedor de su fama.
Todo lector que se precie debería leer a Smiley, pero muy especialmente quienes estén interesados en escribir encontrarán un precioso catálogo de recursos en el tríptico de la vida familiar conformado por 'Un amor cualquiera', 'La edad del desconsuelo' y 'La mejor voluntad'. Esta última se lee con la tensión creciente de una novela de terror, donde el terror más profundo es comprobar la imposibilidad de controlar tu propia vida y el desarrollo de tus seres queridos. Smiley es una maestra en la construcción de personajes matizados y complejos, en los diálogos más elocuentes y en el desplazamiento narrativo (el arte de contar una cosa hablando de otra), y todo ello en novelas de un centenar de páginas con imágenes perdurables. Aquí, una simple tarde de patinaje sobre un estanque helado (como la gripe en 'La edad del desconsuelo') define mejor la situación familiar que cualquier análisis explícito. Bravo por Smiley, bravo por sus lectores afortunados.
El protagonista se merece todas y cada una de las cosas que le pasan, por su superioridad moral y por ser insoportable. Ni si quiera al final pude empatizar con él. La escritura un 10, es sutil y todo va pasando poco a poco. No le pongo 5 estrellas porque sentí que hacía el final había algo de paja por llenar páginas, pero lo recomiendo mucho.
Un paraíso construido sobre todo a medida del padre, que aspira a ser independiente. 'La mejor voluntad'-Jane Smiley Han pasado más de 30 años de la publicación en 1989 de La mejor voluntad,pero cuando vi en éstos días que la editorial sexto piso ,la sacaba de nuevo ,no dudé en leerla ,ya me había estrenado con dicha autora con Un amor cualquiera y me gustó .Sigue latente en su narración lo que es los temas familiares ,en concreto conyugales pero sobre todo las consecuencias y responsabilidad de si haces bien o no en la educación de los hijos . Se centra mucho en ésta historia con un ritmo pausado y muy descriptivo ,sitiéndote muchas veces allí ,la granja ,donde éste atípico matrimonio decide vivir de forma distinta a los demás ,me explico:Robert Miller el padre agricultor autosuficiente, vive con su esposa Liz y su hijo Tom, en una granja que él pudo comprar por poco dinero después de regresar de Vietnam. Él ha construido y plantado todo en la finca,no tienen electricidad, ni teléfono, ni automóvil, y Bob intercambia mano de obra o bienes por el poco dinero que necesitan para gastos tales como impuestos sobre la propiedad y útiles escolares. ¿chocante ehhhhh ? .......Para mi sí, puesto que años 80 y vivir sin dinero ,sólo con el trueque ..............Desde luego es la vida que soñaban esos padres ,pero a mi me hecho preguntarme y deducir tantas cosas,a partir de que esa vida idílica se les tuerce por su hijo maravilloso,bueno y bondadoso ,que hace que sus vidas ya no son lo que eran .¿cómo puede un niño de siete años ,tambalear y,destruir esa forma de vida ? .A veces la complejidad moral y emocional creo que muchas veces hace que se cree o destruyan ciertas cosas . PD: ¿Es una herencia más ,el cómo nos comportamos con nuestros hijos?
“La mejor voluntad”, sin duda, es el mantra de todos los padres del mundo. Y sí, podríamos decir que esta corta, pero intensa, novela es una oda a la árdua tarea de educar. La empecé anoche y la terminé anoche. 131 páginas del tirón con una narración precisa, ligera y sencilla que esconde golpes a cada página.
La historia relata la vida en el campo de una familia. Los padres deciden dejar el consumismo y las comodidades de la sociedad actual americana y se trasladan a vivir a una granja a unos kilómetros del pueblo. Se autoabastecen: hacen su ropa, muebles, comida… no tienen tele, teléfono o coche. Su hijo de 7 años solamente conoce este tipo de vida. Y quizás este sea el quit de la cuestion.
Un día reciben una carta de la directora de la escuela: el pequeño ha destrozado dos muñecas de una companera. Y no será la única vez. A lo largo de las páginas, se intenta desgranar el por qué de estos comportamientos. Y salen a la palestra grandes temas como la soledad, el racismo, el desconocimiento y las dudas. No esperéis que la autora profundice en ellos, nos ofrece pinceladas y la reflexión es cosa nuestra. Abre el melón y cada uno debe pensar en su ética y moral. Un buen libro, incisivo y directo. Real y de fácil lectura.
Novela corta, se lee en unas horas, aunque mejor tomarse su tiempo para saborear el mundo idílico que la autora crea para los Millers.
Me gusta más el título original. "Good will" ya que con esa idea los padres crean el mundo ideal para sus hijos, en este caso vuelta a la naturaleza y desconexion casi total", pero es eso lo que quieren los hijos? Les preguntamos? Y es ese mundo el que explora Jane Smiley. Me ha encantado.
Creo que no he llegado a conectar con el texto en muchos momentos. Sin embargo, me parece muy enriquecedor que se muestre de alguna forma otros estilos de vida fuera de la sociedad; modos de vida más cercanos a la naturaleza, que son más conscientes del proceso y de lo que cuestan las cosas, y una crianza más constante y verdadera. Quizás se ha centrado en aspectos que yo pasaría más por alto y me focalizaría en otros y por eso no he conectado del todo con ella, pero de todas formas no creo que sea un mal libro. Al revés, creo que muestra una forma diferente de vivir y enseña que una forma de vida diferente a lo que está acostumbrada la sociedad también es valida y completa.
"Me había quedado ya, absolutamente, sin la más mínima idea de cómo criar a este hijo."
"Pero la moraleja de todos los cuentos de deseos es que, aunque estos expresen poder o deseo, su propósito es el de dejar en evidencia la ignorancia: cuantos más deseos cumplidos, más ignorancia constatada."
"Pero me da la sensación de que lo que quieren de mí es que construya un nuevo todo, igual que construí un todo con mi familia, mi granja, mi tiempo; una burbuja, una obra de arte, una expresión completa de todo mi ser."
Me vengo enterando de la existencia de esta escritora y veo que no solamente es muy conocida, sino que sus libros gustan mucho y generan mucha expectativa. Por mi parte, aquí sumida en mi ignorancia, lo empecé a leer porque me lo enviaron y me absorbió. Ya no pude dejarlo hasta que lo acabé. Es muy cortito, igual, pero la cuestión es que tiene una narrativa muy poderosa, sugestiva, muy inteligente. Qué oficio, qué forma de darles vuelta a las cosas, de mostrar diferentes perspectivas con trazos muy simples. No sé, me gustó, me hizo reír, me conmovió. Y luego vi que no es lo mejor de esta autora, así que ya estoy lista para leer más de ella. ¿Qué me recomiendan?
Es una lectura breve y calmada. Tiene un estilo sencillo con el que Jane Smiley abarca temas cruciales con una delicadeza increíble, como si los dejase caer para que tú solo reflexiones. Me ha gustado cómo está escrito y cómo se mueve la historia a través de sus personajes. Si tengo que poner alguna pega es que el final me hubiese gustado que fuera más impactante.
Esta bien, pero... meh!. Quizás no era el momento para leerlo, pero por momentos me resulto aburrido y recién se pone mas interesante hacia el final. Tuve la sensación de que en cualquier momento iba a pasar algo terrible y cuando finalmente sucedió, no me genero nada.
Novela narrativa que aborda temas como el valor del trabajo, la necesidad (o no) del dinero y lo material, y muchos más temas en tan pocas paginas. Además te crea un desasosiego todo el tiempo pensando que algo va a pasar...
Recomendado durante un club de lectura, de rápida digestión aunque no tan directa lección. Estoy deseoso que llegue la puesta en común, ya que estoy seguro de que me dejo muchas lecciones.
El libro narra la vida en familia de una pareja y su hijo, con la peculiaridad de que viven “desconectados” del mundo. Y pasan cosas… hasta ahí sin revelar nada importante de la trama.
Pocas cosas me gustan más que las ficciones sobre familias disfuncionales, desestructuradas (¿no lo son todas un poco?); sobre familias, en general. Adentrarme en la cotidianidad, en las rutinas del día a día. Y en esto Jane Smiley es una maestra. Pero me ha pasado como con 'La edad del desconsuelo': me ha gustado, pero no tanto como me esperaba. Está fenomenalmente escrito, eso sí.
Desde luego engancha y se lee rápido; pero me ha resultado incómodo e inquietante de principio a final. Ha sido como estar dentro de la mente de una persona con una psicopatía que no acaba de comprender cosas tan básicas como el vivir en sociedad y la empatía. Deberían hacer una película de miedo sobre esta familia.
Se lee en un suspiro. Bello e inquietante. He disfrutado con su lectura. Como pega, decir que la autora se entretiene en detalles que me interesan menos que el argumento principal, aunque quizá sean necesarios. 💞