Siamo a Jefferson, centro pulsante di tutti gli umori, rancori e orrori di Yoknapatawpha, nel bel mezzo di una truce storia familiare: il vecchio Anselm Holland, «uomo crudele e violento» sia con la moglie morta giovane che con i due figli gemelli, costretti prima l’uno poi l’altro a fuggire di casa, viene trovato morto agganciato per una staffa al suo cavallo, che reca sul dorso i segni di forsennate percosse; e analoga sorte tocca al giudice incaricato di convalidare il suo testamento, rinvenuto alla sua scrivania con un foro di proiettile fra gli occhi. La struttura, insomma, è quella del poliziesco, con un omicidio e un investigatore, il procuratore Gavin Stevens, che cerca di trovare l’assassino. E a tale struttura il racconto resta fedele, con vari colpi di scena e improvvise chiamate in causa di personaggi fino a quel momento insospettabili, fino all’immancabile scioglimento finale. Eppure la nostra attenzione di lettori è calamitata non tanto dal procedere dell’intreccio, quanto dal campionario di umanità che l’autore ci offre. Innanzi tutto i due gemelli: Anselm Junior iracondo e violento come il padre e forse per questo autopunitivo al punto di ritirarsi a vivere in una specie di baracca sulle colline; Virginius, invece, pacato e riflessivo, che si applica invano a metter pace, ma che poi, quando il conflitto fra il padre e il fratello diventa insanabile, non esita a prendere le parti del primo, chiudendo i rapporti col suo gemello. Sullo sfondo, una proprietà di duemila acri di terreno molto fertile, che il vecchio Anselm aveva ereditato dalla moglie e che aveva lasciato andare in rovina, troppo preso com’era a inseguire i fantasmi del suo cieco temperamento. E infine Granby Dodge, cugino dei gemelli che ospita in casa Virginius dopo la sua fuga dal padre, un tipo mediocre e insignificante, tremebondo e incerto, tranne quando, vestendo i panni del predicatore domenicale, si trasforma in persona autorevole, convincente, sicura di sé. A questa selva di vite irrisolte, dominate per larga parte da istinti inconsapevoli, da voli ciechi di basse passioni, si oppone la lucida retorica del procuratore, che solo per via di parole abilmente disposte in un avvolgente discorso riesce infine a far cadere in trappola l’assassino e il mandante.
William Cuthbert Faulkner was an American writer. He is best known for his novels and short stories set in the fictional Yoknapatawpha County, Mississippi, a stand-in for Lafayette County where he spent most of his life. A Nobel laureate, Faulkner is one of the most celebrated writers of American literature and often is considered the greatest writer of Southern literature. Faulkner was born in New Albany, Mississippi, and raised in Oxford, Mississippi. During World War I, he joined the Royal Canadian Air Force, but did not serve in combat. Returning to Oxford, he attended the University of Mississippi for three semesters before dropping out. He moved to New Orleans, where he wrote his first novel Soldiers' Pay (1925). He went back to Oxford and wrote Sartoris (1927), his first work set in the fictional Yoknapatawpha County. In 1929, he published The Sound and the Fury. The following year, he wrote As I Lay Dying. Later that decade, he wrote Light in August, Absalom, Absalom! and The Wild Palms. He also worked as a screenwriter, contributing to Howard Hawks's To Have and Have Not and The Big Sleep, adapted from Raymond Chandler's novel. The former film, adapted from Ernest Hemingway's novel, is the only film with contributions by two Nobel laureates. Faulkner's reputation grew following publication of Malcolm Cowley's The Portable Faulkner, and he was awarded the 1949 Nobel Prize in Literature for "his powerful and unique contribution to the modern American novel." He is the only Mississippi-born Nobel laureate. Two of his works, A Fable (1954) and The Reivers (1962), won the Pulitzer Prize for Fiction. Faulkner died from a heart attack on July 6, 1962, following a fall from his horse the month before. Ralph Ellison called him "the greatest artist the South has produced".
Mi idilio con Faulkner comenzó precisamente con este libro, cuando nos lo mandaron como lectura en Bachillerato para la clase de Literatura Universal. Después llegaron más obras suyas y, aunque mantuve siempre el ejemplar en mi biblioteca, no me había dado por leerlo hasta ahora. Ni siquiera recordaba que era de temática policiaca, con una estructura muy similar que recuerda a Poirot, Colombo, Sherlock... La prosa es una maravilla, aunque tiende a la repetición y a los parlamentos extralargos, poco verosímiles. La resolución del caso, si bien la otra vez me satisfizo, ahora me ha resultado rebuscada y demasiado artificiosa, pero ha sido una lectura agradable.
Voi lo sapevate che Faulkner ha scritto anche alcuni racconti gialli? Nemmeno io. Diviso in due parti, nella prima c'è il setting, narrato da una generica collettività: si presentano gli attori, il loro passato, la loro storia, poi i fatti e il mistero. Nella seconda parte compare il detective Gavin Stevens, che ci svela cosa sia realmente accaduto.
"Aveva vissuto abbastanza a lungo per imparare che ogni problema solitamente ha peso e volume solo nella mente impaziente e sconsiderata di quei teorici che, loro no, non hanno nessun problema"
In "Fumo" William Faulkner rivive, quasi per condanna, gli esiti della tragica epopea di disfacimento degli stati del sud dopo la guerra di secessione. Una piccola epopea famigliare, il racconto è brevissimo, con quella miscela di nostalgia e disprezzo tipica di chi non riesce a divellere le proprie radici e le avverte come un peso insopportabile in cui tuttavia si annidano le sue più profonde ragioni di vita.
Primer vez que leo a William Faulkner y me encantó la forma en que trama los hechos del crimen familiar que nos presenta en Humo. El contexto campesino y el perfil psicológico de los personajes en un relato tan breve dan cuenta de la maestría de este escritor. En el relato, el humo no es sólo el elemento que nos permite llegar al criminal y a la verdad, sino también una metáfora de las pistas falsas que evitan al lector ver con claridad el desenlace final. Los libros de Alianza Cien en este formato pequeño son una muestra de un trabajo editorial de bajo costo con texto de gran calidad y sus portadas son de lujo.
Lo que ocurre es que los hombres son movidos siempre, en buena parte por ideas preconcebidas/prejuicios. No son las realidades ni las circunstancias las que nos sorprenden; sino el choque de lo que debimos haber sabido, si no hubiésemos estado tan absortos en la creencia de lo que, más tarde, descubrimos haber tomado por verdad, sin otra base que el haberlo creído así en aquel momento.
Al inicio de la lectura, no entendía de que iba por alguna razón, conforme me fui adentrando, me percaté de lo maravilloso que escribe William. Stevens mientras pasaba sus vacaciones o al menos así decía, influyo sobre mi perspectiva de hacer las cosas.
Este relato de corte policiaco se desarrolla en un pueblo del sur de Estados Unidos y se divide en dos partes: la primera cuenta la historia de dos hermanos gemelos y la tensa relación con su padre, que se niega a darles la tierra que les corresponde, y la segunda es un juicio en el que se analiza el asesinato del juez al que le corresponde el testamento que dejó el padre de los gemelos. Al final se descubre que el padre no murió de muerte natural, sino asesinado, pero el crimen no lo cometieron los hermanos.
Siempre he tenido un pendiente, que no importa que lea siempre hay una referencia hacia Faulkner, empezaré lento, con este cuento ya me doy idea de lo que viene.
"No nos soprendió saber que aun después de muerto, Holland había sestado un último golpe a los únicos a quienes podía herir y ofender: a la carne y la sangre que le sobrevivían".
- Humo, pág. 7
"como si estuviese sentado como un dios por encima de la risa vengativa y burlona de aquel viejo que aun después de muerto y enterrado se resistía a morir".
- Humo, pág. 19
"Pero a los hombres lo que los mueve, en buena parte son las ideas preconcebidas".
Faulkner nos cuenta el entramado familiar tras una herencia y dos muertes. Relatado en primera persona del plural, el narrador se convierte en una especie de conciencia colectiva, que va detallando los antecedentes del suceso y finalmente asiste al juicio donde un resolutivo personaje desenmaraña los hechos y sus motivaciones.
Tiene un estilo muy personal, grandes oraciones, cargadas de la idiosincrasia del sur estadounidense, que parece ser parte del sello del autor. Entretenido y bien escrito.
Jefferson'da yine olaylar olaylar... Bu kez yanımızda Gavin Stevens var; ki kendisi adeta bir Poirot, bir Holmes'tür. Farkıysa önceleri avukat, ardından da savcı olması. Bu sene Faulkner dünyasından çıkamıyorum evet, ama çevirmenin ve dolayısıyla kitabın dilimize çevirilme serüvenini okuyunca neden bu kadar güzel geldiğini de anlıyorum: Zorluklardan doğan bir güzellik bu. Daha önce yazarın hiçbir kitabını okumadıysanız Faulkner dünyasına giriş için ideal olacaktır. Tavsiye ederim. =)
No está mal pero no es el tipo de cuento que elijo. El policial donde el detective tiene un nivel intelectual superior al del resto de la humanidad no es mi estilo.
Primer libro de Faulkner, algo escaso para tener alguna opinión sobre él pero si me ha servido para algún día leer otro suyo. Ha estado entretenido y recordándome alguna peli de Billy Wilder
Un brillante cuento donde un detective con una astucia tremenda, una inteligencia notable, logra a traves de sus argumentos psicológicos resolver un crimen. recomendado.