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El asedio animal

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El asedio animal está formado por cuatro relatos cuyo eje narrativo es el cuerpo mutilado y que se entrelazan entre sí formando una novela. Las historias suceden en el norte de Colombia, alrededor de un pueblo llamado Hukuméiji, cercano a Cartagena, a Santa Marta, al mar y a un río caudaloso, en una región montañosa, de vegetación abundante y lluvias copiosas. Las cuatro historias son narradas en primera persona por mujeres y hombres jóvenes pertenecientes a un grupo social desfavorecido y que en algún momento son despojados de partes de su cuerpo ―la lengua, las manos, las piernas, los ojos―, padecen la muerte de sus seres queridos, e incluso han sido despojados de su tierra. Así, el cuerpo conecta a los personajes con el mundo, la tierra, la naturaleza, con su familia y comunidad, pero también es el lugar donde se manifiesta el horror de la violencia ejercida por el poder político, económico y social que castiga, vulnera y decide sobre los seres humanos, su dolor y deseo.

101 pages, Paperback

Published January 1, 2021

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About the author

Vanessa Londoño

3 books16 followers
Vanessa Londoño es abogada de la Universidad de Rosario de Bogotá, y maestra en Escritura Creativa de la Universidad de Nueva York. Su trabajo ha sido publicado en medios internacionales como Revista Brando (Argentina), The Clinic (Chile), El Malpensante (Colombia), Vice (Mexico), Americas Quarterly (Estados Unidos) y El Faro (El Salvador). Su primer libro Asedio animal, fue publicado en el 2020 por la editorial Almadía. Ganadora del 5to Premio Internacional de Literatura Aura Estrada y el Premio Nuevas Plumas de la FIL Guadalajara.

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Displaying 1 - 30 of 97 reviews
Profile Image for julieta.
1,332 reviews42.5k followers
August 14, 2021
El lenguaje, la manera en como Vanessa usa el lenguaje me pareció lo más hermoso de este libro. Pero me causa un conflicto extraño. Vivimos y crecemos, quienes crecemos en Latinoamérica, conscientes de la violencia, por desgracia, está presente en nuestra vida cotidiana, hacia donde quiera que veamos. Acá está retratada, está presente, pero solo como imagen. No se cómo decirlo, está presente de una forma muy fuerte, y triste. Pero lo más triste quizás sea el que sea estática. Situaciones en donde vemos a los personajes sin poder decidir nada, víctimas de una realidad que los sobrepasa. Una realidad, que nunca cambiará: Víctimas siempre. Están retratados, solo congelados sin posibilidad de moverse de ahí. Eso me frustró, porque les quita su dimensión de personajes vivos, como si los viéramos solo revolcándose a través de un vidrio, pero sin que dialoguen o se muevan en un presente posible, que les diera la oportunidad de cambiar su situación, y me pareció triste que no hubiera una historia que les diera esa posibilidad, que los tuviera congelados en un retrato de esa forma. Pero sí que me gustaría leer algo más de Londoño, creo que tiene una voz super linda, y me encantaría saber cómo evoluciona.
Profile Image for Lucinda Garza Zamarripa.
289 reviews871 followers
September 15, 2022
Vanessa Londoño utiliza un lenguaje tan delicado como punzante para escribir sobre la memoria de la violencia que transforma a los cuerpos mutilados, acompañados para siempre por los fantasmas de lo que ya no está ahí. La fruta se pudre en el suelo, los olores suben de los charcos y la suciedad se asienta en cada recoveco posible, todo nos recuerda a los horrores que asedian, listos para cercenar la carne y el espíritu.

Este es un texto con partes que encajan como un puzzle, y que invita tanto a devorarlo todo de una sentada como a procesarlo de poco a poco, terminarlo y volver a leer con todavía más detenimiento. Es, definitivamente, uno de mis highlights literarios del año.

[4.5]
Profile Image for Alejandra Carrillo.
174 reviews27 followers
February 19, 2022
Este es un libro que sin duda hay que leer de una sentada y con café porque sus imágenes son muy fuertes, a veces difíciles de tragar.

Pero esta tan hermosamente escrito que no puedes parar.

Hubo episodios en los que sentía que habría preferido no haber leído, porque a pesar de vivir en un país en el que esas muestras de terror son el pan de cada día, leerlas así como parte ineludible de la vida de los personajes incapaces de escaparse, es duro.

Sin embargo creo que hay en el objetivo y las herramientas narrativas de las que echa mano la autora algo que vale la pena cuestionarnos

Leí en una crítica que se le hizo al libro que la cualidad estática de la crueldad en las historias era desoladora e innecesaria. Pero justo, según ha contado la autora este es un mecanismo crítico sobre cómo las historias del horror que vivimos en Latinoamérica (provenientes muchas veces del colonialismo, el racismo y en general la precariedad que trae consigo el “progreso”) son contadas como artículos de segunda mano por los corporativos de noticias o en general por sectores privilegiados que mantienen el monopolio de las historias.

Aquí la tragedia parece contada así sin matices dejando un terreno árido tras de sí que si bien no busca darnos palmadas en la espalda con la promesa de que todo estará bien, si busca plantearnos preguntas sobre la utilidad de las historias y de cómo podríamos restituir esos miembros (esas historias) mutiladas.
Profile Image for Ana Lanuwe.
117 reviews532 followers
August 22, 2022
Debo confesar que al principio me costó concentrarme, no sé por qué me perdí en la descripción de ese "cementerio de barcos" y tuve que releer con calma para sumergirme en esta historia. Después, creo, entendí la razón. Es un libro para leer con la atención al 100 por ciento y sin prisa porque es una narración repleta de descripciones crudas, reales pero poéticas y bellísimas que para un lector en modo automático pueden pasar desapercibidas.

Confesión # 2: !Qué manera de escribir la de esta mujer!

Los cuatro relatos me erizaron la piel y algunos renglones me obligaron a tomar aire para no llorar o disminuir las náuseas. Tuve incluso que releer varias partes para confirmar que la imagen que se me estaba dibujando en el cerebro era fidedigna a lo que estaba descrito en el texto. Estas páginas me dolieron en el cuerpo, en el corazón y si hay algún lugar donde duela la impotencia, ahí me dolió también. El dolor impotente de saber que estas cosas han ocurrido y siguen ocurriendo en el mundo sin que sepamos o hagamos algo para cortar esa dinámica social de raíz.

Confesión # 3: el mejor relato es el último, quizás porque es el que recoge todos los anteriores, los une y sirve de explicación de imágenes y situaciones que se nos habían develado de manera menos concreta.

El final me encantó: crudo y poético como toda la narración de la novela.

Frases que subrayé:

- "Tengo la sensación de que siempre que pasa algo importante llueve; pero a veces me pregunto si lo que sucede, en cambio, es que el acto de recordar desencadena una especie de lluvia sobre la memoria, y que por eso las imágenes se nos devuelven siempre difusas, como vistas en un cristal empañado.". (Pág. 57)

- "Me va pareciendo ahora que el deseo es la unidad de medida de nuestra existencia, la evidencia de que frente a él, el amor es un incidente." (Pág. 63)

- "Me tomo años darme cuenta de que rebelarme contra las asignaciones de ese cuerpo podía llenarme de poder y no de culpa." (Pág. 47)

- "Pensé también en. los libros que releemos hasta el agotamiento; en los libros que manoseamos tratando de descifrar el significado inútil de las frases que nos desconciertan, y cuya lectura compulsiva empieza a desprender las páginas que van debilitando ese cerrado amarre del cordel. Así me sentí cuando te vi, con ese tipo de tristeza que al principio creemos menor pero que en realidad delata un vacío indeterminado e inasible; un tipo de vacío culposo por darnos cuenta de que incluso el exceso de cuidado tiene la capacidad de ahogar y de destruir; de infligir esa vejez que yo te había impuesto de tanto quererte..." (pág. 107).
Profile Image for Los libros de Bruno Los libros de Bruno.
339 reviews44 followers
April 4, 2023
Qué manera de escribir.
Es un libro corto de sólo cuatro capítulos, donde vemos la violencia a grandes rasgos.
Eventos trágicos y personajes que se quedan en la mente.
Creo que aquí hay una excelente narradora.
Saludos a quien me lea.
Profile Image for Mer.
18 reviews3 followers
January 24, 2023
Todavía decido si es un libro terrible, sí me aburrió o si no lo entendí.
Me hizo acordar a una entrevista a Brenda Navarro en la que se quejaba de una cierta exigencia que suelen tener las escritoras latinoamericanas sobre tener que contar siempre cosas terribles, cuanto más terribles mejor, sobre sus países de origen. Bueno, acá Lodoño cae en esa exigencia y hace una novela de cosas terribles. En lo personal me parece ya un recurso bastante trillado
Profile Image for Juan Rincón.
Author 4 books17 followers
December 29, 2022
Colombia: un país de cuerpos líquidos y miembros fantasma. Entrevista a Vanessa Londoño sobre El asedio animal

Por: Juan Camilo Rincón. Periodista, escritor e investigador cultural

 

Para la escritora colombiana Vanessa Londoño, ganadora el Premio Nuevas Plumas de la FIL Guadalajara, “vivimos aglomerados y con lo justo en un país tan amplio y rico donde todos podríamos gozar de los mismos derechos”. En El asedio animal (Planeta), ganadora del premio mexicano Aura Estrada 2017 y finalista del Premio Nacional a Novela Publicada 2022 del Ministerio de Cultura su autora crea, desde un lugar político, territorios que son personas y se funden con ellas en sus propios dolores, memorias y despojos.

A través de cuatro personajes que resisten con sus mutilaciones en un campo violentado y olvidado, Londoño materializa su interés en los miembros fantasma que siguen revelando historias. Rebeliones ante la autoridad indígena, brujas que ven muñones, mujeres que crecen como el maíz, niños que se revuelcan en los cañitos, silencios animales, cosechas que comparten una sincronía con los cuerpos. Todos son y habitan una región de la ficción dentro del país fantasmal que es Colombia.

 

Cuéntanos sobre la crudeza y la violencia que atraviesan El asedio animal.

Vivimos en un país de mutilados en muchos sentidos, no solamente reales sino también simbólicos; y un país de muchos despojos en varios niveles. Creo que el libro no es tanto de mutilaciones sino de miembros fantasma, de los miembros que aparecen y persisten en su dolor, en su presencia y en su incomodidad. Indago más en las cosas que cuentan esos miembros fantasma que ya no están pero que se siguen sintiendo. Es como cuando alguien que ha afrontado una pérdida, para poder tramitarla se mira al espejo y abre la mano contraria, pero el espejo hace la ficción de que está abriendo el miembro que ya no está. El libro se centra en ese reflejo de lo que ya no está pero que todavía tiene una historia que contar. Vivimos en un territorio supremamente desigual y no solamente es Colombia, sino toda Latinoamérica, que ha tratado de compensar esas desigualdades a través de la violencia extractivista, de la violencia de los cuerpos. En territorios donde es tan marcada la ausencia del Estado, creo que es inevitable que emerja la violencia. Este es un libro muy violento pero a la vez muy luminoso; tiene varios momentos de luz y ondulaciones de un lado a otro.

¿Dónde nace la idea de contar cuatro historias para construir la novela?

Esta es mi primera novela y era muy difícil enfrentarme a un territorio que no sabía dónde iba a terminar. Mientras avanzaba iba resolviendo los problemas que el libro no planteaba, tal vez porque, al ser el primero, no tenía todavía proyectado hacia dónde iba. Primero, había una búsqueda de lenguaje más allá de las historias, que era lo principal, y el deseo de dejar algo recolectado que salta de la ficción a la no ficción todo el tiempo. Mi intención era conservar algo de memoria histórica de lo que les ha pasado a muchos pueblos indígenas y de lo cual se conoce poco. Ellos tienen su propio sistema de justicia, ejercen su propia jurisdicción y han estado completamente atravesados por violencias que la gente no ve; solo los ven cuando transgreden la ley o se enfrentan a la fuerza pública. Desde el colonialismo son pueblos atravesados, afectados y saqueados por la violencia. Ellos sí se han dedicado a registrar todo lo que les ha pasado, aunque nadie los ve.

Ahí es muy interesante el abordaje desde la jurisdicción indígena.

Yo tenía un interés en rescatar algunas sentencias orales indígenas que reconstruyo desde muchos puntos de vista, mirando las de distintos pueblos y uniéndolas en un caso que es ficción pero que tiene ese origen. Ellos han sido tan víctimas como los de El Nogal, ¿no? Han sido reclutados a la fuerza, sometidos, despojados, instrumentalizados por el Estado para combatir a la guerrilla como sucedió con los nasas, por ejemplo, con el argumento de que la guerrilla estaba tomando sus territorios. Quería, por una parte, hacer que perdurara de alguna manera ese testimonio de las sentencias indígenas, que no están a disposición de todo el mundo y entonces nadie se entera. Hay historias que se arman y se nutren desde muchos lugares. En viajes que hice escuché relatos de las víctimas, leía noticias y me era inevitable tratar de reescribir algunos mitos fundacionales. Por ejemplo, en la mitología griega y en las metamorfosis de Ovidio se cuenta cómo hay una mujer a quien violan y le cortan la lengua para que no pueda hablar, pero ella teje y en el telar aparece la identidad de su violador. Entonces busqué una forma de reescribir ese mito en el contexto latinoamericano.

¿Cómo logras dignificar y posicionar la verdad de las víctimas desde un lugar literario?

El libro arranca con un epígrafe de William Faulkner que dice: “El momento en que nos damos cuenta de que la tragedia es de segunda mano”. Las tragedias se revenden y se comercian en el mercado, y eso ha pasado siempre en Colombia: las víctimas pierden su lugar de enunciación y hay otras personas que lo usurpan, como pasó en el proceso de paz. Mucha gente que nunca había vivido la violencia usurpaba los lugares de las víctimas revendiendo tragedias. En la novela mi apuesta era precisamente una visión de cómo hay muchos grises en esa historia, pues quien finalmente termina contando lo que supuestamente ocurrió es el hombre blanco. Ahí hay un niño indígena que dice: ¿por qué cuentan una historia que no saben si pasó, y que tampoco les pertenece? Esta es una tragedia de segunda mano para ustedes. Creo que el lector termina confiando en quien cuenta la historia pero no sabe si eso fue así, y es el hombre blanco el que termina llenando los vacíos de la historia, diciendo qué pasó y qué no. Entonces sí había una intención de cuestionar cómo se ha narrado la violencia en Colombia, desde qué lugares se ha hecho esto, cómo se ha usurpado el lugar de enunciación de una víctima. Es la idea de esa historia.

¿Cómo fue el trabajo narrativo alrededor de la reconciliación vinculada a la memoria?

Hay una mujer que se dedica a recorrer la cronología de las memorias de las otras personas. Ella va recuperando los miembros que les quitaron a los demás y en su cuerpo renace la memoria histórica. Hay un ejercicio colectivo de memoria y el libro se resuelve hacia allá, o por lo menos eso es lo que intenté. Yo quería que el recorrido final de esta mujer no fuera geográfico, sino a través de la memoria de lo que les había pasado a los otros personajes, o sea, una construcción colectiva de la memoria histórica, de no olvidar porque en mi cuerpo viven los demás cuerpos. Mientras yo recuerde, todos esos cuerpos tienen vida. Creo que la única forma de construir un proyecto en un país como este es la memoria histórica.

¿Cómo equilibraste esos momentos de luz con los episodios de violencia?

Creo que una forma de luz dentro del libro es el lenguaje, que está instrumentalizado para desautomatizar al lector. Acá la idea es desarmarlo para contarle la historia en otro lenguaje en el que no está acostumbrado a escuchar este tipo de narraciones, porque usualmente lee estos códigos de violencia de unos modos específicos. La única forma de metabolizar lo que está pasando es a través de un lenguaje trabajado y de momentos de luz, y la apuesta fue por crear ese diálogo entre dos cosas que parecerían irreconciliables. En Colombia el hombre blanco cisgénero por lo general no solamente omite al otro, sino que además cree que su lugar de enunciación le permite abarcar la realidad del otro y teorizarlo desde un lugar donde no conoce sus realidades. Eso ha sido parte fundamental del conflicto: desconocer sistemáticamente al otro y silenciarlo; esa es la peor forma de violencia. Pero estamos en un momento muy importante de cambio donde hay una mujer negra que reclama su lugar de enunciación y todo eso hace que tiemble el establecimiento. Lo que ella representa es esa capacidad de ocupar un espacio y reclamar una voz que ha sido históricamente omitida, silenciada, y viene a hacer eso nada más y nada menos que en el espacio público.

¿Crees que tus personajes rompen estereotipos?

Creo que ahí no hay nada nuevo. En la primera historia, por ejemplo, hay sencillamente una actualización de lo que hizo Antígona cuando dice: me rebelo ante una ley humana que es injusta porque tengo un compromiso ético superior; me están diciendo que no entierre a mi hermano porque supuestamente es un traidor, y me lo dice mi otro hermano. Él se va a quedar sin enterrar y eso es una profanación, un asalto absoluto a la ley divina, a la ley humana. En la novela actualizo ese conflicto en una mujer a la que le dicen que no puede hacer algo y ella se rebela, asumiendo las consecuencias que eso trae. No sé si eso es romper moldes, pues eso está planteado desde que la humanidad empezó a pensarse a sí misma, pero siempre se nos olvida y caemos en unas jerarquías de poder que nos hacen actualizar y reubicar ese y otros mitos todo el tiempo.

Es muy interesante el modo en que planteas la relación de tus personajes con un territorio que, además, tú misma creaste. ¿Cómo funciona eso?

Esa era la idea: crear un territorio centrifugado de ficción. El texto entrega pistas de coordenadas de dónde podría ser, pero no es ningún lugar. Tiene sus propias ficciones pero yo sí quería crear un mapa de un territorio que uno sintiera que podía ser real. Yo tenía la intención de que el territorio fuera el personaje principal de la novela porque de otra forma se trataría de historias aisladas. Finalmente el ejercicio que hacen los personajes es ir recorriendo un territorio y sus memorias personales dentro de él. Por otra parte, hay unos cuerpos que son casi líquidos porque hacen parte del paisaje y este, de alguna manera, también retorna a las anatomías de los personajes. Hay personajes que se dan cuenta de que el tiempo transcurre en su biología humana igual que en lo vegetal del paisaje, en los sembrados. Se borran las fronteras entre las anatomías humanas y el lugar. Eso es algo que me parecía importante pensar: los seres que en sí mismos son territorio.

Por ejemplo, cuando una de las mujeres describe su desarrollo y lo compara con el crecimiento del maíz, y ahí marca esa relación. ¿Esa fue la intención?

Claro, eso fue totalmente deliberado. No solamente la relación entre la mujer y la naturaleza, sino además entre esos cuerpos que son líquidos, que van hacia el paisaje y este retorna a ellos. Hay una frase de Barry López que cita Yásnaya Elena en su Manifiesto sobre la diversidad lingüística, que dice que uno debería esforzarse por conocer el territorio como se conoce a una persona porque los lugares y la naturaleza manifiestan apegos y tienen una psique, una profundidad, una violencia. Cuando uno conoce un lugar en su profundidad es como conocer a una persona; el paisaje y la naturaleza también tienen un carácter. En mi novela ellos se entrometen en los personajes. Yo tengo abuelos campesinos y cuando uno crece en esos contextos hay una forma de entender el tiempo que pasa por uno, por las labores agrícolas, por el cuidado de los animales.

https://www.eltiempo.com/cultura/musi...
Profile Image for Hector Zaragoza.
65 reviews1 follower
August 8, 2021
El protagonista de estas historias es Hukuméiji, un lugar al norte de Colombia. Los acontecimientos que viven los habitantes o las 4 voces que conocemos son viscerales y las palabras que ha colocado la autora son fenomenales e incómodas sobre todo si acostumbras a imaginar lo que estás leyendo.
Hukuméiji asedia a sus habitantes, desde niños que son víctimas de abuso, hombres a los que les han disparado en los ojos hasta mujeres que son mutiladas. Es grato encontrarse con la última voz, es la más fuerte y la más consciente de todas o al menos eso imaginé porque habla por las voces pasadas y se atreve a decir que "la vida aquí no es sino un sueño agotador" en el que ya no hay Dios a quien verle la cara por la deuda que todos cargan en los bolsillos.
Sin embargo, hubo algo en las dos primeras partes que no me convenció, pero sirvieron para imaginarme a Hukuméiji como un lugar sucio y contaminado, con el suelo lleno de lodo y un mar convertido en un cementerio de barcos. ¿Cómo escapar de Hukuméiji? Si los habitantes saben que ni mirando al cielo un Dios podrá mirarlos. O tal vez todos los habitantes ahora son como los cerdos y no pueden mirar hacia arriba, a menos que los vayan a sacrificar.
Profile Image for Francisco Gabriel.
137 reviews11 followers
January 9, 2022
Muy corto pero excelentemente escrito. La autora tiene una manera perfecta de lenguaje escrito para transmitir esa desolación y violencia que desafortunadamente ya es normal en toda Latinoamérica. Denle una oportunidad.
Profile Image for Laubythesea.
594 reviews1,946 followers
October 5, 2022
Pequeña pero matona, así es ‘El asedio animal’.
 
La autora colombiana Vanessa Londoño no necesita más de 100 (intensas) páginas para crear un gran universo y encerrarlo en una pequeña localidad, Hukuméiji, desde el cual explora la presencia y origen de la violencia en su país. Esta se cierne como una nube negra, una tormenta arrasadora e insalvable sobre unos personajes que vemos sobrevivir o buscar una salida.
 
La trama se presenta en forma de lo que un primer momento parecen relatos pero que con el avance de las páginas ves claras interconexiones entre ellos y, de hecho, sin leerlos todo no tienes la imagen completa.
 
Empecé esta lectura en verano porque lo vi colorido, cortito y pensé ¡perfecto para leer en la pisci! No, amiga. Leí el primer relato y me dejo con el estómago revuelto y maravillada al tiempo, pero me di cuenta de que era un libro que para disfrutarlo como merecía, necesitaba estar en casa, en silencio y con toda mi concentración.
 
Os cuento porqué. Es un libro que utiliza muchas expresiones y vocabulario que no había oído en mi vida (si sois de Colombia o otros países de Latinoamérica con vocabulario común, quizá no necesitéis esa concentración extra). En cualquier caso, el uso de ese lenguaje no fue en ningún caso una barrera, más bien un plus, meterme de lleno en ese pueblo tan lejos de mi hogar, pero sí que requería toda mi atención.
 
Por otro lado, la autora a la hora de presentar las historias juega muy bien al despiste, a que el lector esté desubicado, perdido, como en una habitación a oscuras a la que poco a poco la visión se va acostumbrando y entonces, con el paso de las páginas, vas siendo capaz de discernir qué ocurre.
 
Teniendo en cuenta que el libro busca afrontar el tema de la violencia en su más amplio espectro no hay cabida para esperar un libro bonito. Es triste, durísimo, descorazonador, crudo… y al mismo tiempo, no podía soltarlo, la prosa de la autora me ha fascinado, hace bonito lo terrible, tiene mucho de oral y sentía como si alguien me susurra al oído estas vivencias llenas de pesadillas con una bellísima musicalidad sin tratar ni un momento de protegerme. Verdades dichas a la cara.
 
El final es un broche de oro que me emocionó sobremanera.
 
No es un libro que pueda recomendar a todo el mundo, pero a mi me ha encantado, sobrecogido, atrapado. Si te gusta (aunque sea de vez en cuando), salir de tu zona de confort lectora, llenarte de barro, sufrir… ¡Toma nota de este libro!
Profile Image for Diletta.
Author 11 books242 followers
October 21, 2022
Un libro che intreccia poche storie con una grazia, una pazienza e uno stile impeccabili. Tutto il male del mondo tracciato in poche parole usate con cura immensa.
Profile Image for Nela.
491 reviews24 followers
September 8, 2022
Es mi primer libro de Londoño, que vengan muchos más.

Nos encontramos en Hukuméiji, en algún lugar de Colombia.

En cuatro historias , Vanessa Londoño nos hace reflexionar que la pobreza, injusticias y crimen no son cosa del pasado, no son tema de moda, es lo que pasa: el presente. Es triste, doloroso, cruel pero muy real.

Las historias están contextualizadas en un microespacio, pareciera cualquier país latino o centro americano en un estado de constante animalidad, asedio, persecusión.

Los cuerpos mutilados marcan pauta de gran intensidad en la narración, dentro de la brutalidad hay lenguaje poético. Todo es arrastrado por la lluvia torrencial, es cómo si la naturaleza les recordara y a su vez tratara de limpiar lo que viven.

UNO: Narra Alaín, su madre Fernanda Huanci es castigada por usar botas de caucho, no debió hacerlo por ser india, la pusieron a cargar piedras arrodillada sobre semillas de algodón y después le cortaron las piernas; fue azotada y amarrada. Alaín tiene una relación con Lásides.

DOS: El tiempo se mide con la naturaleza, la cosecha. Narra Yarima. La cosecha era entregada a la iglesia sin importar su propia hambre. Asedio de criminales a las jóvenes adolescentes. La lluvia torrencial arrastra con todo. Yarima huye porque no quiere caer con ellos. Se vuelve partera, conoce a Aníbal, sin embargo; la encuentran, lo desaparecen a él y a ella le cortan la lengua.

TRES: Despojo de Tierras, expropiación de campos con pagares sin valor para poner una plantación de palma y una planta de etanol. Un personaje se queda ciego.

CUATRO: La voz de la narradora resume las tres anteriores historias, comparte su dolor con su pareja, en esta historia la juzgan por haber robado ganado y por ese motivo le cortan las manos, vive con una deuda.
Profile Image for Manolo V.
401 reviews15 followers
September 6, 2023
Libro corto desorganizado, aburrido, morboso y exageradamente trágico. Está escrito con demasiado artificio y adorno, usa figuras poéticas rebuscadas, al igual que construye las frases de manera muy cargada. Me pareció pretencioso y lento. No sé si habrá más libros de esta escritora pero este si creo que es muy malo. No sentí talento aquí.
Profile Image for Julián Floria Cantero.
388 reviews157 followers
August 6, 2022
Si alguna vez escribo un libro, quiero hacerlo igual de bien que Vanessa. Me quedaba por momentos sorprendido de lo bien que ilustra escenas tan crudas y violentas de una manera tan lírica pero también tan natural.
Profile Image for Daniela.
79 reviews
September 3, 2022
Hay fragmentos que están escritos con una delicadeza y un oído brutal, pero me costó seguir el hilo narrativo y me costó acabarlo
Profile Image for PaperDreams55.
224 reviews105 followers
September 22, 2022
No conocía a esta autora colombiana y me encanta descubrir nuevas escritoras y novelas.
En "El asedio animal" hay una mezcla de personajes que recuerdan, que echan en falta a personas u otros momentos de su vida. Que narran como la vi0lencia les arrancó pedazos y los dejó a merced de la lluvia.
Este libro es asfixiante, el agua está presente en gran parte de la novela, ya sea por las tormentas, el río o la lluvia. Eso genera una sensación de desasosiego constante que hace que los personajes resulten aún más complejos de lo que son. Las historias de todos ellos son muy potentes.
A mí me ha costado reconocerlos, quizás por ese ambiente o quizás porque cada frase del libro dice muchas cosas. Hay que pararse a leerlas dos veces y en algunos momentos eso me generó un poco de confusión.
El lenguaje que utiliza la autora es muy poético, es bello en sí. Hay muchas frases que me parecieron preciosas.
En mi caso, este tipo de escritura me ha resultado demasiado compleja y me ha costado seguir el hilo conductor de la novela.
Creo que es un libro que merece ser leído con pausa, para saborear sobre todo ese lenguaje, aunque a mí no haya terminado de conquistarme.
Es una autora muy interesante y para quiénes es guste la poesía y este tipo de narrativa, es una novela a tener muy en cuenta.
Profile Image for Juan Araizaga.
831 reviews144 followers
January 19, 2024
4 días y 82 páginas después.

Asedio Animal es de esos bonitos libros de los que no entendí más que la mitad. A veces estoy en contra que los escritores, que escriben para sí mismos publiquen. Ya de por sí es complicado entender mi cabeza así de revuelta.

En fin, no siempre culpamos al libro, pero me fue muy difícil captar todo.

No habrá reseña.
Profile Image for Ceciliux.
226 reviews2 followers
October 31, 2022
Me gustó mucho el estilo de Vanessa Londoño, que los lugares y las situaciones sean personajes de la historia me encantó.

Las historias que relata son, tristemente, reflejo de la sociedad en América Latina y eso es desolador. Espero leer algo nuevo pronto de la escritora.
Profile Image for Ismael Morales.
34 reviews1 follower
July 24, 2021
Más como un 4.5, un prosa bellísima, increíble, aunque difícil de leer. "Tengo la sensación de que siempre que pasa algo importante llueve; pero a veces me pregunto si lo que sucede, en cambio, es que el acto de recordar desencadena una especie de lluvia sobre la memoria, y que por eso las imágenes se nos devuelven siempre difusas, como vistas en un cristal empañado".

Una escritora con un potencial inmenso retrata la vida en Colombia y sus complicaciones desde un punto de vista personal por medio de diferentes personajes, podría decir más, pero es una experiencia que se tiene que leer. En 100 páginas logra transmitir más sentimientos de los que uno imaginaría posible, 100% recomendado.
Profile Image for Gumma.
60 reviews9 followers
June 24, 2022
De una crudeza bestial.
Profile Image for Dikana.
61 reviews20 followers
March 29, 2023
Tremendo viaje ha sido este libro. No se me ocurre cómo reseñarlo si no es desde las tripas, porque así es como está escrito y así te deja al terminar, con el estómago encogido.

Asedio animal me ha parecido un texto brutal e inclasificable. Londoño nos adentra en la región rural del norte de Colombia y nos obliga a mirar por la ventana de las páginas el abandono que sufren las personas que viven allí, expuestas sin ninguna protección a la violencia que se cebó con las áreas más remotas durante los convulsos años que han estado décadas manchando de sangre la historia del país. Guerrilleros, paramilitares, autoridades locales corruptas y crueles, depredadores de ciudad que roban sin parpadear a los más débiles, ya sean sus tierras, su sustento, su inocencia o su dignidad. Todo el horror que condiciona las vidas de los olvidados y que estos no tienen más remedio que ir sorteando para sobrevivir en la medida de lo posible.

La novela se divide en cuatro capítulos, y en cada uno acompañamos a un personaje diferente que nos va narrando fragmentos de su historia y de sus pérdidas. En todos ellos, la mutilación física es una constante, utilizada también como reflejo de la «mutilación espiritual» que provoca la pérdida de los seres queridos, del hogar, del modo de vida o de la autonomía. A estas personas no solo les amputan piernas, brazos o la lengua, no solo las dejan ciegas o las violan o las ejecutan directamente; también aparece siempre de fondo el robo de sus tierras en favor de las grandes fortunas, que destruyen plantaciones locales sostenibles para arrasar con sus campos de macro producción o sus fábricas contaminantes, dejándolos en la miseria y destruyendo sus hogares. Ya sea por la violencia física de las guerrillas o por la violencia indirecta de las corporaciones, la gente se ve obligada a huir y convertirse en desplazados, siempre a la espera del próximo revés que vuelva a sacudir sus vidas.

Aunque los capítulos que me han parecido más potentes son los dos primeros, el cuarto ofrece un cierre muy interesante, con una protagonista que desanda el camino recorrido por todos los demás, conectando las tres historias previas y asumiendo en su carne de algún modo sus pérdidas también, además de la mutilación propia. El único pero que le encuentro es el tramo final, las últimas dos o tres páginas, con un cierre apresurado y algo caótico que no creo que haga justicia al resto de la novela, aunque tampoco desluce el conjunto.

En cuanto al estilo, la prosa de Londoño es espectacular. Se sirve del stream of consciousness para meterse en la piel de cada personaje, que nos cuenta su historia con la misma familiaridad que si estuviésemos sentados juntos compartiendo confidencias. Sus discursos saltan de un recuerdo a otro, yendo hacia delante y hacia atrás hasta conformar la imagen completa. Y todo fluye TAN bien, todo es tan inmersivo, que es como estar a su lado en esos lugares, presenciando esos horrores; y al llegar al final y cerrar el libro, me sentí yo misma como si estuviera emergiendo de la selva colombiana. Hacía tiempo que no leía algo con esta calidad literaria y me lo he devorado, a pesar de que la temática era dura de narices y no suelo tener estómago para este tipo de historias. Eso es quizá lo que más me impresionó: que, a pesar de la violencia omnipresente en la novela, en ningún momento sentí que se estuviera regodeando en ello por morbo o se marcara una pornografía del sufrimiento. Creo además que tiene la longitud justa para que no llegue a saturar ni a hacerse cuesta arriba (apenas llega a las 100 páginas).

En conclusión, me ha gustado muchísimo más de lo que esperaba. No creo que sea una lectura fácil ni para todo el mundo, pero la recomiendo a quien esté interesado en la perspectiva de las víctimas de este oscuro capítulo de la historia colombiana, aún tan invisibilizado internacionalmente, y a quien tenga ganas de disfrutar de una prosa sobresaliente.
Profile Image for La Nave Invisible.
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June 17, 2023
Cuando se tiene poco tiempo para leer, o pocas energías en general, la ficción corta puede ayudar bastante a romper con ese círculo de «no me da la vida» y volver a coger el hábito, porque en parte sientes que avanzas más que si te tiras dos meses con el tochaco de turno (con todos mis respetos a los tochacos, por supuesto). Eso es lo que me viene pasando a mí últimamente, y por eso hoy os traigo reseña de dos novelas cortas que no podrían ser más diferentes entre sí, pero escritas por dos autoras latinoamericanas que me ha encantado conocer.

[...]

La otra novela de la que quiero hablaros es El asedio animal, de la autora colombiana Vanessa Londoño, que la editorial Almadía trajo a España el año pasado pero que fue publicada originalmente en Latinoamérica en 2021. En la época en la que la editorial nos la ofreció, yo andaba indagando un poco sobre la historia de Colombia y en concreto sobre La Violencia, el nombre que se le da al periodo de guerra interna que ha marcado la vida del país durante la segunda mitad del siglo XX. Ese era justo el escenario en el que se desarrollaba la novela, así que me entró muy rápido por los ojos y se ha convertido en una de las mejores lecturas que ha caído en mis manos en los últimos años.

¿Cómo reseñar El asedio animal? No es una novela al uso, sino más bien un compendio de cuatro relatos en los que sus protagonistas nos narran sus historias, con sus respectivas pérdidas y tragedias. Sirviéndose de un estilo cimentado en el flujo de conciencia o stream of consciousness, a veces como un simple monólogo interior y otras como un diálogo en el que el narrador le habla a otro personaje, Londoño nos coloca delante de distintas víctimas de violencia como si estuviésemos allí físicamente, sentados a su lado para escucharlas. La experiencia terminó recordándome a esos momentos en los que mi padre y mis tías me contaban cosas de la Guerra Civil, esos hechos que dejan una impronta en la memoria, como la instantánea de un recuerdo, que puede llegar a distorsionarse con el tiempo pero que no se borra nunca, porque la marca emocional sigue ahí.

Continúa en... https://lanaveinvisible.com/2023/04/1...
Profile Image for Manuela Calle.
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May 12, 2024
La prosa de la autora, que es bellísima, habla en contraste de una violencia primaria: no solo la infligida y padecida por los hombres, sino la del paisaje. La hostilidad de un lugar que corroe todo, que oxida todo, que permea todo hasta dañarlo.
Y es justo allí donde estas narraciones logran algo maravilloso y horrible a la vez: el daño que padecen los personajes por cuenta de una guerra de la que son víctimas, junto al daño irreversible que provoca el entorno en todo lo que toca, terminan por dibujar una idea de que todo está hecho para podrirse: el cuerpo, el mundo, el agua, el espíritu.

Debo decir que por momentos me incomodó la prosa en exceso adjetivada, que entorpecía la narración, y un poco lo atropellado del desarrollo del último relato. Sin embargo, hay algo monstruoso y bello en los relatos que hace olvidarlo rápidamente.
Profile Image for Manu D.
18 reviews18 followers
October 30, 2024
La utilización de las palabras para describir el lugar y su violencia es hermosa, pero la tensión narrativa y el desarrollo de los personajes no logró captar tanto mi atención y me costó avanzarlo.

“Pero me sigue pareciendo raro que pueda recordar con afecto y hasta con algo de felicidad lo que pasó en esos días llenos de pobreza; y entonces concluyo que tal vez el origen de esa felicidad resarcida, que tal vez el origen de esa felicidad especulada, surja en cambio por contraste. Surge, me digo, porque hoy soy más miserable que entonces.”
Profile Image for Juanjo Velasa.
203 reviews11 followers
November 5, 2022
El uso del lenguaje es espectacular. Muy descriptiva pero que mantiene un buen ritmo. Si así hubiera sido el Premio Alfaguara 2022, otra cosa hubiera sido. El ambiente y la naturaleza que rodean las cuatro historias son fundamentales para comprender el título del libro. Lo puedes leer de una sentada y les recomiendo escuchar el audiolibro ya que es una lectura a la que hay que regresar constantemente con el fin de hilar los cabos sueltos que se van dejando al realizar una primera lectura. Quizá piensas que las historias son aisladas pero al llegar a la cuarta, todo cobrará sentido.
Profile Image for Er Yáñez.
307 reviews4 followers
February 18, 2024
Imágenes bien horroríficas y terroríficas pero escritas con un lenguaje tan justo y honestamente hermoso. En tanta brevedad me vuelvo a enamorar del cuento por ser capaz de condensar tanto de forma increíble.
Profile Image for Lorena Vides Galiano.
71 reviews4 followers
March 5, 2024
Extremadamente bello y violento. Londoño logra que, desde el conflicto, su escritura sea la pequeña luz de la selva. Aún así, duele y quema no tener una resolución, quizás mostrando que en Latinoamérica, en la violencia, nunca pasa nada.

Eso sí, me dejó un vacío en el pecho difícil de llenar.
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