Briny y Ayla son mellizas y tan diferentes por fuera com por dentro. Briny es autista, y Ayla no encaja en los estándares de una adolescente corriente. Briny tiene miedo a la lluvia, y Ayla, a no ser el centro de la vida de su familia.
Una historia en la que dos mundos distintos encajan y se complementan. Una oda contra el acoso escolar y a favor de la diversidad.
May R. Ayamonte, 1996, es graduada en Estudios Ingleses con dos másteres en enseñanza y literatura con perspectiva de género; activista y militante de movimientos sociales, lectora voraz y onubense.
Tiene hasta la fecha doce novelas publicadas, entre las que destaca: De Nadie (Destino, 2017), Contra Corriente (Destino, 2018), Mar Profundo (Edebé, 2021), Las niñas salvajes (Contraluz, 2022) y Las aguas sagradas (Contraluz, 2023), Canela y sal (Anaya, 2023) y Los hijos malditos (Contraluz, 2024).
Actualmente se dedica a escribir, dar conferencias y dar charlas de fomento de lectura para colegios e institutos
Hay libros que tienen cierta magia. No solo por lo que cuentan, sino por cómo lo cuentan, y Mar profundo es así. El estilo de May crece y nos presenta una pluma más madura, más seria, pero al mismo tiempo sin perder esa frescura que le caracteriza.
En esta novela tenemos la historia de dos hermanas que pese a ser mellizas, no son idénticas. Una cuida a la otra, y se muestra de una manera increíble esa dinámica entre ellas. Dinámica que, por cierto, no deja de ser dura y complicada de gestionar en la vida de un adolescente. Me gusta que no todo sea de color de rosa, que se muestren tanto las partes buenas como las malas del autismo.
Mar profundo está pensada como lectura en institutos, quedando además finalista en uno de los premios más importantes de la literatura juvenil en España. Creo que es un libro idóneo para las edades a las que está dirigido, porque no solo plantea temas que no se suelen hablar con facilidad, sino que el resto de personajes que conforman la historia tienen todo el sentido dentro del ecosistema del instituto. Es fácil identificarse con las situaciones de las protagonistas, y May lo pone muy fácil para hacerte sentir lo que hay en sus páginas.
Terminarás con el pecho lleno de esperanza y deseando conocer más de estas protagonistas. Es una novela corta que cumple con su función, y lo hace tan bien, que probablemente quieras releerla en cuanto la dejes. ¡Más libros como este! Super necesario.
May, deja de escribir, por favor. Otra novela que es un calco de las anteriores. No, no en cuanto a la historia, sino en cuanto a la fórmula que utiliza. Ayla (si no recuerdo mal, es ella y no su melliza) tiene pensado estudiar literatura en la universidad y siempre ha preferido quedarse leyendo en vez de hacer lo que las otras personas de su edad hacían. Por eso, además, ha sido la friki. ¡Anda, qué casualidad! (Aviso de Emma). De nuevo, los diálogos no aportan naaaaaaaaaaada. Las protagonistas de este libro solo hablan de qué bien le queda la ropa la una a la otra, qué guapas son (en esta historia, de nuevo, todos los personajes son guapos) y de chicos. Por favor. ¿No hay otras cosas de las que puedan hablar las mujeres? ES QUE LE PASA EN TODOS LOS LIBROS. Lo de ser feminista y tal ya si eso para otra ocasión. Además, me parece que las protagonistas tienen cinco años en vez de diecisiete. Nunca he quedado con un chico y estoy nerviosa, jijijiji. MADRE MÍA DE MI VIDA. ¿Es así como tenemos que relacionarnos con el sexo opuesto? ¿Desde la vergüenza y el niñerío? Que es un chico (que ni siquiera te gusta), es una persona normal y corriente, no un dios. La redacción no puede ser más aburrida, es que ya no puede haber más relleno. Acciones cada dos por tres como: suena el despertador, me miro en el espejo, bajo a desayunar, me cambio de ropa... NO SON NECESARIAS (a menos que sean relevantes para la trama, pero no es el caso). ES RELLENO. PUNTO. Si me las pones en cada página, antes de llegar al capítulo dos ya habré cerrado el libro. Y el tema de las enfermedades. Ya está bien. YA.ESTÁ.BIEN. POR FAVOR. YA. Estoy CANSADA Y ENFADADA con el tema del cáncer. Es un tema extremadamente delicado, en especial para las personas que tenemos a alguien cercano que ha pasado o está pasando por esta enfermedad. DEJA DE METERLO EN TODOS LOS LIBROS SI NO TE VAS A INFORMAR NADA. Si alguien que esté pasando/haya pasado por esta enfermedad lee que el padre de las protagonistas se va a morir (ahora estoy recordando a la madre de Eric de Besos entre líneas, donde también está fatal tratado) porque tiene cáncer, le hundes la vida, además que no es cierto. Esta enfermedad pillada a tiempo y con el tratamiento adecuado SE CURA. Siento que meter el cáncer en una historia es la excusa perfecta para quitarse a un personaje de encima y meter algo de dramita. Además, el cáncer no es únicamente muerte. Ya que metes dramita con esta enfermedad, diré lo que es esta enfermedad (de nuevo, de mi propia experiencia de tener a una persona cercana en mi vida en esta situación): 1) La vida te cambia y no solo a ti, sino a tus seres queridos. Empiezas a contar de manera inconsciente los días que sigues viviendo sin que te aparezca nada nuevo. Hasta llegas a pensar que un simple dolor de garganta puede ser un síntoma de una posible metástasis. 2) Es cada prueba médica, la angustia de no saber qué te va a pasar, las largas horas en el hospital, las noches sin dormir de la preocupación, la necesidad de terapia psicológica, los llantos, los arrebatos de ira, incluso con las personas de tu alrededor que no tienen ninguna culpa. Y todo esto incluso curándote. Así que no, el cáncer no es morirse sí o sí y "ya, qué pena". En fin, y si me quieres hablar del autismo, habría sido interesante que la historia estuviera contada desde el punto de vista de Briny. Es más, solo se nos transmite que es tímida y tiene un retraso (que tiene un retraso... sin comentarios). Es que yo trabajo con autistas ofreciéndoles terapia y, mira, lo siento, pero el autismo no es como se pinta en este libro. Y no podía faltar el chico que se burla de ti y te insulta, pero luego "no pasa nada". Creo que esta historia tiene un gran potencial al leer la sinopsis, peeeeeeeeeeeeero al adentrarte en las páginas, te das cuenta de que, por cómo se ha llevado la trama, se ha quedado en eso: potencial (Espera, ¿trama? ¿Qué trama? Si no hay). No sé qué se ha querido contar en esta historia más allá de "qué guapa eres", "voy a quedar con un chico, ay que vergüenza" y "tu padre se va a morir porque tiene cáncer y le quedan tres meses de vida" (¿es que no hay más enfermedades por ahí?). Y fin, que ya no quiero seguir escribiendo. Siento si lo que he escrito suena muy agresivo, pero es que con el tema de las enfermedades me he irritado muchísimo.
En esta novela, más corta de lo habitual, nos sumerge de lleno en el mundo del autismo, un tema poco tratado en las novelas. En él se representa el sufrimiento y la frustración, así como el apoyo y aceptación que requieren.
En la pluma me he encontrado con una May más madura respecto a sus anteriores novelas. Bien escrita, capítulos cortos y muy fluida.
Todos los personajes me han gustado. Las dos protagonistas me conquistaron enseguida por la conexión que tienen y en especial la forma en la que Ayla cuida a Briny.
Esta novela ha sido finalista del Premio Edebé XXVIII. Muy educativa, fácil de leer y un paso adelante en la carrera de la autora que augura un futuro muy interesante.
A ver, que sean sus amigos no quiere decir que no puedas decirle LA VERDAD. Si sus críticas solo se les van en alabanzas no le van a dar la oportunidad de saber qué está haciendo mal y va a seguir repitiendo los mismos errores de siempre. Si realmente quieren ayudarla, corríjanle los errores por amor a Dios, pídanle que busque información sobre los temas que va a tratar, hay muchas paginas donde se puede investigar sobre el cáncer y sobre el autismo, hay artículos que te lo retratan de cómo es en realidad y así no queda como ignorante, lo mismo le pasó con Besos entre líneas, la misma formula, amigos yéndose en alabanzas al libro cuando está super mal escrito y lo peor es que tiene otros amigos ESCRITORES y ninguno le dice las cosas en las que está fallando.
Le están haciendo un mal pero terrible al hacerle creer que está escribiendo bien cuando no lo está. Basta.
Presentía que no me iba a gustar. No sé, quizá porque una reseña negativa que leí me pareció bastante convincente o porque la autora sea la misma que coescribió "Besos entre líneas", un libro malísimo, por decirlo menos. Decidí, pese a todo, darle una oportunidad. Había dos opciones: me comía mis palabras y me daba cuenta que realmente era un buen libro, o tenía material de sobra para escribir una reseña hater. Salía rentable por ambos lados. Ahora, después de haberlo terminado (un día después, lo que es raro en mí, ya que suelo hacer las reseñas al instante después de haber terminado el libro) puedo decir que es de lo peor que he leído en mi vida, y eso que existen atrocidades como 365 días, Boulevard (que ni siquiera acabé) o el mismo Besos entre líneas. Aquí vamos. Habrá uno que otro spoiler, por cierto, pero ojalá les dé lo mismo para que no pierdan su tiempo intentando leer este libro.
Se me olvidó mencionar que también quería ver el progreso de May en cuanto a su manera de escribir. Vamos, que el otro libro lo publicó en 2016 y este es de 2021. Cinco años son más que suficientes para evolucionar de un mal escritor a un buen escritor, o uno decente, al menos. Y efectivamente mejoró. La narración ya no es taaaaan mala, pero tampoco es buena. Quedé decepcionado de todas maneras, porque me esperaba un cambio mucho mejor y en realidad su pluma es más de lo mismo, solo que sin errores ortográficos o fallos superevidentes de coherencia. Aún así sigue siendo una narrativa plana, aburrida, con redundancias por doquier y una cantidad de verbos tan ridícula que resulta cansino de leer. O sea, por favor, lean este párrafo, que es el comienzo del segundo capítulo:
"Siete y media. La alarma SUENA estrepitosamente y yo me ABALANZO sobre mi móvil para APAGARLA. ESTIRO las piernas y BOSTEZO varias veces antes de INCORPORARME y ENCENDER la luz de nuestra habitación. MIRO hacia la izquierda y LOCALIZO a mi hermana, con los ojos abiertos MIRANDO hacia el techo. Yo me ACLARO la voz varias veces seguidas hasta que ella me MIRA y SALUDA con la mano".
Perdón por no poner las palabras en negrita como hace toda la gente profesional en Goodreads, pero es que no sé cómo hacerlo (si alguien me da info se lo agradecería, por cierto). O sea pueden ver que es un diálogo pequeñito, y hay TRECE acciones en él. Y solo puse un ejemplo, porque hay muchos más. Cansa bastante leer un montón de acciones que no llevan a nada. Es puro relleno, y del malo, porque hay libros que al menos tienen relleno entretenido. También hay diálogos insulsos que no aportan nada, con acotaciones obvias que tampoco añaden nada a la trama y una voz narrativa muy poco descriptiva y profunda en cuanto a hablar de sentimientos, cuando la historia tiene drama de sobra para ser sentimiental. En resumen: ¿May mejoró su narración? Sí, un poco. ¿Es suficiente para ser considerada una buena escritora? No, para nada. Y eso que solo estoy hablando de la pluma, porque si nos vamos a la historias...
Va de dos hermanas mellizas: Ayla, la narradora y la "protagonista", que es un personaje tan plano que perfectamente podría ser secundario; y Briny, que tiene autismo y le gusta la naturaleza y... poco más. Ah, y tiene autismo. Además no entiende el sarcasmo, se refieren a ella como retrasada y habla en lugar de gritar. Y creo que se me olvidó mencionar que tiene autismo. Ya saben por dónde voy, ¿cierto?
La autora hizo un pésimo trabajo con sus protagonistas. No sabemos nada de Ayla, salvo su nombre y que es hermana de una chica con autismo. Supuestamente no encaja dentro de los estándares de una chica adolescente, y digo supuestamente porque es una vil falacia. Este libro te intenta pintar como que ser un adolescente es salir a fiestas todos los días, estar pololeando y ser una persona supersociable. Esto es falso, obvio. La mitad de las personas adolescentes que conozco nunca han ido a una fiesta, casi ninguno tiene novio o novia, y me atrevería a decir que hay más adolescentes no-sociables que sociables en sí. Lo digo en rasgos generales, claro, porque todos somos distintos, y esto es precisamente lo que May no tiene claro, porque engloba a la adolescencia como una serie de pensamientos y acciones que sí o sí tenemos que tener o hacer para ser considerados jóvenes. Los amontona a todos y les pone una misma descripción esteriotipada, salvo a las mellizas, claro, porque ellas (en especial Ayla, que te dice eso implícitamente a cada rato) "ni sin cimi lis itris idiliscintis". Además, Ayla parece una copia exacta de Ema, el personaje principal de Besos entre líneas. Ambas son tímidas, les gusta leer, quieren estudiar literatura, tienen una hermana con un desorden mental, un perro que sobra completamente, un papá enfermo y, cómo no, es virgen. Es que parece un chiste. Al menos Ema era odiosa y la autora no intentaba decirte lo contrario, pero Ayla lo es de un modo muy disimulado y te la intenta pintar como el mejor ser del universo. Es muy buena porque cuida a su pobre hermana con autismo (ya hablaré esto, que es lo peor del libro) y una hija ejemplar que trata muy bien a sus padres y los apoya en todo. Y una envidiosa y egoísta. A ver, te creo que tenga complejos por no ser el centro de la atención y ser la hija "desplazada": ya, te lo concedo, es una inseguridad muy común y realista. El problema es que le tiene envidia a Briny y eso nunca cambia. Además de ser un personaje plano, tampoco hay un desarrollo en ella que la haga darse cuenta de ciertas conductas problemáticas con su personalidad. Y como dije, también es egoísta. Hay una escena del capítulo 6, en donde se nos cuenta que Briny tiene un trauma muy grande con la lluvia y le dan unos ataques de ansiedad muy fuertes cuando empieza a llover. La cosa es que, tal y como se los esperaban, empieza a haber una tormenta muy fuerte esa tarde y, lógicamente, Briny se empieza a estresar. Y adivinen qué es lo primero en lo que piensa Ayla (palabras textuales del libro): "Uf, espero que pase pronto la tormenta, lo último que necesito es no dormir antes de ir a clase mañana de nuevo". No sé si se refiere a que no podrá dormir por el sonido de la lluvia o por los gritos de su hermana, pero weón, LE ESTÁ ENTRANDO UN ATAQUE DE ANSIEDAD MUY FUERTE A LA HERMANA QUE SUPUESTAMENTE AMAS Y LO PRIMERO EN LO QUE PIENSAS ES EN ESO. Yo leí esa frase y quedé impactado.
Pero ojo, que no es lo único problemático del capítulo, hay más, que también pasa a ser mi siguiente problema con el libro: se trata de pésima manera del autismo. Efectivamente a Briny le entra un ataque en el que empieza a gritar y a romper cosas, y a su hermana no se le ocurre nada mejor que hacer que agarrarla con fuerza en contra de su voluntad y "dejando que grite, que me dé puñetazos y que patalee hasta que se agote". Quiero hablar, y recomendarle a toda la gente, que si ven que alguien está teniendo un ataque agresivo de ansiedad, déjenlo solo, no se le acerquen y por nada del mundo lo atrapen entre sus brazos. Esto no va a hacer más que estresar a la persona y además tú puedes salir lastimado. La autora te pinta como que hacer esta práctica es algo maravilloso y muy bueno para calmar a su hermana autista. NO, NO LO ES. Y lo peor es que según May este libro iba a ser puesto a leer por niños de colegio. Me gustaría reírme, pero no lo hago porque me parece preocupante que mensajes tan tóxicos y erróneos se estén mostrando como buenos y recomentables.
Siguiendo con el autismo, quiero hablar de Briny. Ella forma parte del espectro autista y se hace mucho énfasis de eso en todo el libro, como si fuera lo único que posee. Es la verdadera protagonista de una historia que lamentablemente no es de ella, porque la narradora es Ayla. Supongo que la autora tomó esa decisión porque no se atrevió a buscar una voz narrativa diferente, en la que claramente las cosas con Briny estarían narradas de otra manera. El caso es que siempre se habla de ella, pero nunca se hace mención (al menos directa) de lo que siente o piensa. La vemos en segundo plano y es imposible empatizar con ella por lo mismo. Hubiese quedado mucho mejor ella como narradora en lugar de Ayla, o por lo menos haber escrito el libro con ambas narraciones intercaladas, y en cada una de ellas conociéramos la historia de las hermanas y sus propios conflictos, como en Te daría el sol. Pero no, Ayla es la única narradora y eso invisibiliza a Briny y también a la propia Ayla, que como dije al principio parece un personaje secundario. Me hace gracia que se mencione en la novela que el autismo es el realidad un espectro y que todas las personas autistas son diferentes, pero la autora solo narra un mismo tipo de autismo. Además de Briny, se hace mención de un chico llamado Marcos, que parece ser igual que Briny y entenderla perfectamente, incluso al final se hacen pololos (cosa que ni siquiera tuvo sentido ni desarrollo). También hay un personaje que se llama Lola (que está de relleno, al igual que casi todos) que menciona que tiene una tía con autismo y que por eso entiende muy bien a Briny, como si también tuvieran el mismo tipo de autismo. Esto no es así claro, porque como dije es un espectro y es muy amplio, y hubiese estado mejor que la autora hubiera mostrado a varios personajes autistas, diferentes entre sí, para no caer en el estereotipo y hacerle pensar a la audiencia (especialmente a los niños que van a tener que leer este libro) que existe solo una manera de ser autismo. Eso mismo pasa en series como The good doctor o los primeros capítulos de Atypical (y digo solo los primeros porque abandoné la serie) en donde se muestra un solo tipo de autismo y eso me hizo creer a mí mismo que esa era la única forma en la que se expresaban y actuaban los autistas. Me parece ofensivo que se hable de Briny como una persona que ni siquiera es pensante, como por ejemplo en un capítulo en donde el papá se desmaya en frente de ella y ella piensa que solo se ha quedado durmiendo. Se hace mención de que tiene el pensamiento de una niña de diez años, y weón, esa edad es más que suficiente para tener un razonamiento crítico y darte cuenta de que si alguien se cae de bruces enfrente tuyo no es precisamente porque se ha dormido y ya. Además es contradictorio, porque a su vez Briny entiende a la perfección lo que es el pololeo y se pone muy nerviosa cuando se va a juntar con este chico Marcos. Vamos, que sabe eso pero no conoce el concepto de desmayarse o estar apta para tener una clase en el colegio. Grita en lugar de hablar, no le importa lo que piensan de ella, no entiende el sarcasmo y es la persona más transparente del mundo, según la misma Ayla. Y sí, hay personas autistas así, pero puta que sería bonito encontrarte una historia en donde no se hablara siempre de los mismos síntomas. Por último sobre este tema (llevo como una hora escribiendo, ups) quiero hablar de una escena en donde alguien le ofrece la mano a Briny y ella no la acepta porque no le gusta el contacto físico. Lo que quiero decir es que esto me parece muy irrealista: las personas autistas (incluyendo la misma Briny, porque igual lo menciona) lo que más desean es encajar y parecen normales, e intentar serlo. Yo no tengo autismo, pero odio el contacto físico y me cuesta mucho saludar a las personas con un abrazo o un apretón de manos, pero igual lo haría porque sé que si no lo hicieran me tacharían de raro o de maleducado. Por lo mismo, no me parece lógico que Briny hubiera rechazado la mano en lugar de aceptarla para intentar parecer una persona normal, que es algo que ella misma dice querer ser. Joder, es que literal te la pintan como una persona sin raciocinio y eso está muy lejos de la realidad.
Pasando al tema de la relación entre hermanas, es lo más tóxico que hay. Es codependiente y nunca hay un cambio en ella. Ayla se la pasa cuidando a su hermana y nunca tiene tiempo para ella y se siente responsable cuando algo le pasa a Briny aunque no sea su culpa. Puede parecer bonito que una persona se preocupe de la otra, y en parte lo es, pero también es horrible y tóxico perder tu propia vida solo para cuidar la de otra. Hay una romantización terrible de eso. Nunca se menciona lo malo; siempre todo es maravilloso. Para mí una persona con autismo no es una carga, peeeero el tipo de autismo que tiene Briny sí necesita un cuidado constante, y no me gusta que solo se hable de lo perfecto y satisfactorio que es tener que gastar todas las horas de tu vida por tener que cuidar a alguien más. Además, Briny y Ayla tampoco se relacionan mucho. Claro, te dicen a cada rato que se quieren y no sé qué, pero se ve poco de eso. Los diálogos son escasos y jamás hay alguna escena medianamente profunda o sentimental de las hermanas. Como dije, la trama y la narración son muy planas y nunca deja pie a profundizar un poco más en los sentimientos. Nunca pelean ni discuten. Nunca se demuestran un cariño real. Parece más bien la relación entre una enfermera y su paciente que entre dos hermanas. ¿Dónde quedaron las peleas y la obvia conexión que hay entre hermanos, más si son mellizas? No hay nada de eso. Es imposible empatizar con nadie ni nada.
Y, ya para terminar, porque de verdad me estoy cansando, quiero hablar un poco de lo fácil que lo tienen la familia, en especial Briny. Si de verdad se quiere hablar de las dificultades de las personas con autismo, deberían haber menos beneficios. A lo que me refiero, es que los papás de Briny tienen caleta de plata. El papá es un exmúsico exitoso y la mamá era modelo o algo así. Tienen la comodidad de mudarse a una finca (sí, ni siquiera a una casa, a una FINCA), pagarle una psiquiátra supercara a su hija y en realidad lo que quiero explicar es que nunca tienen ningún problema en el ámbito económico. Hubiera sido mucho mejor que la familia fuera pobre, o incluso clase media, y el libro se centrara en lo difícil que es acceder a salud mental de calidad cuando no cuentas con el apoyo o los recursos. Habría sido más realista, al menos. O ni siquiera en el ámbito económico, sino también en el social. A Briny la tratan superbién en todos lados: sufre discriminación por parte de un compañero de clase solo una vez y acaba arrepintiéndose al poco tiempo. Esto es una mierda, por el hecho de que lamentablemente la realidad no es así. Muchos adolescentes son inmaduros y discriminadores y aquí te los muestran como si todos fueran blancas palomas capaces de empatizar a la perfección con Briny. JAJAJA, ya me gustaría que fuera así. En fin, todo muy sencillo. Resulta hasta aburrido de leer.
Y podría mencionar unos cuantos detalles más que no me gustaron, como el hecho de sacar a relucir a cada rato la belleza física de cada persona que Ayla veía (es que de verdad todo el mundo era guapísimo) o lo infantil que se torna la historia cuando empiezan a querer salir con chicos o cosas así. Hay partes muy cringe.
Le pongo una estrella porque no me ha gustado nada, pero al menos rescato el intento (fallido, obvio) de la autora de querer concienciar sobre un trastorno mental, o también que sí debo admitir que pese a que todo es muy plano, hay una que otra escena emocionante, como la del capítulo quince, que cliché y todo pero me estrujó el corazón.
Este libro está protagonizado por Briny y Ayla, ellas son dos mellizas con una gran diferencia, Briny tiene autismo y por ello tanto su hermana como su familia se han volcado en su bienestar. La obra se encuentra inserta en la Alpujarra, en mitad de la naturaleza y te va contando la vida de las hermanas en su finca.
Es el primer libro que leo de la autora y lo compré sin saber nada de él, la verdad es que me ha gustado mucho, me encanta como muestra el autismo. Por otro lado me ha encantado que se ambiente en la Alpujarra, últimamente todos los libros se ambientan en otros países y leer uno que esté ambientado donde vivo me ha entusiasmado aún más.
A ver, no mentiré. Sabía a lo que me enfrentaba, pero fui con una mente abierta. Y madre mía con lo que me encontré.
Este libro no tiene una trama en sí, lo cual no es malo. Me recuerda a El camino, donde la historia gira en torno a un grupo de chavales en un pueblo, sus idas y venidas y demás. En este caso, nos centramos en dos hermanas mellizas: Briny y Ayla. Sin embargo, hay una diferencia entre ellas: la primera es autista.
De plano, es un concepto interesante, y teniendo en cuenta que es un libro corto, me llamaba la atención. Uno imagina que aquí se haría una crítica de cómo la gente que no tiene mucha idea del autismo percibe esta idea, de cómo algunas escuelas no están preparadas para recibir a este tipo de alumnos, de los problemas que tiene que pasar una familia al criar a una hija con esta condición. Sin duda, es interesante.
Sin embargo, lo que obtenemos es una sarta de acciones que sirven como relleno, un montón de conversaciones de que si ''no quiero novio'', pero vas pensándolo todo el rato (lo cual da a entender que sí quieres novio) y, en general, una historia muy mal llevada.
A pesar de que el mensaje que quiere transmitir es muy bonito, se fastidia por el hecho de que Ayla (la protagonista) es la que lo dice en voz alta al lector. Tampoco ayuda que las conversaciones y la propia narrativa no parezcan de alguien que tiene dieciséis años, es decir, muy infantil o hasta demasiado madura acorde a su edad. Nada naturales. Y también por el hecho de que hay una parte en la que piensas que ella es un poco egoísta, porque se queja mucho de que su hermana es el centro de atención, lo cual me hace pensar que ella QUIERE SER el centro de atención.
Siguiendo con lo del tema de los novios, Ayla conoce a un chico llamado Jose el primer día de clases, y de repente, cuando está hablando con Briny, ya está de: ''Oh, pero es que no quiero tener novio''. PERO QUE OS ACABÁIS DE CONOCER, HIJA MÍA. Seré justo, pasa un mes hasta que pasa esto último, pero aun así, es demasiado pronto, por favor.
También, hay algo que hace Ayla para ''calmar'' a su hermana cuando le da un ataque muy intenso de nervios por la lluvia que... No creo que se deba actuar de esa manera.
Hay además una escena desaprovechadísima con la terapeuta que podría haber dado pie a una conversación entre la familia y esta, de cómo se hablan de estas cosas en estos casos con un profesional, los consejos que le daría. Pero no, es simplemente: ''charlamos sobre el autismo y el retraso como cada vez''. Ah, sí, lo del retraso, en los primeros capítulos, se refieren a esto del retraso como ''lo otro''. Vamos a ver, dime las cosas claras desde el minuto uno.
Hablando del autismo, parece que no se toca este tema con la seriedad y delicadeza que se debería tocar, casi como si pasase a segundo plano. Y se supone que la novela es sobre las dificultades del autismo.
Y por último, el tema del cáncer del padre. No sé, pero no creo que se haya tocado de la mejor manera.
Mar profundo ha sido una decepción absoluta respecto a todo. Que no se me malinterprete: YO NO TENGO NINGÚN PROBLEMA CON LA AUTORA. No la odio para nada. De hecho, siento curiosidad por saber de su trayectoria como escritora, y me encantaría leer el resto de sus libros, junto con los que están descatalogados y que ojalá se republiquen (como el de Amor Más Allá de la Unicidad, Iris y la trilogía Infinite). Sin embargo, este no ha sido un buen libro para nada. Quizá, ahora que la autora se embarca en el territorio thriller con Las niñas salvajes, pegue un giro de 180º. Solo le deseo suerte a la autora y que ojalá le vaya bien con su nuevo libro, porque también me llama la atención. Para que la gente vea que yo me leo los libros antes de juzgarlos.
4'5/5: ¡Qué historia más sumamente bonita! De corte juvenil trata temas que me parecen muy importantes: el respeto hacia lo no común. Tenemos a dos mellizas, a Briny y a Ayla. Briny es autista y Ayla es su fiel compañera, que le ayuda en todo momento a tener una adolescencia lo más normal posible. Aunque todo está contado desde la perspectiva de Ayla, vamos a ver como se confabula esta familia que se ha mudado a una casona de campo por la zona de la Alpujarra y deben lidiar con unos nuevos comienzos, algo más díficil de comprender para Briny. Los personajes tienen una profundidad de campeonato para ser un libro tan corto y me ha hecho sentir, emocionarme y eso es vital en la literatura. Ambas hermanas tienen una conexión, una sinergia de escándalo y lo que pasa con Ayla se puede entender a la perfección. El mundo no gira sobre ella y eso a veces es contraproducente. Animo a la autora a crear una historia de estas hermanas siendo adultas, son personajes que tienen mucho que contar. El tema está tratado con cariño, pero con realismo y eso es lo vital. Vemos tanto aspectos bonitos como crudos y es fácil ponerse en la piel de las hermanas Romero. Trata más temas que poco a poco se van a ir viendo y algunos me han gustado, pero otros me ha parecido un poco exceso de drama. La recomiendo porque a mí esta historia me hubiese gustado leerla en el instituto
Es el primer libro que leo de esta escritora por que instituto me ha obligado, y será el último. La sipnosis de la contraportada te hace pensar que será un libro epiquisimo pero al leerlo te das cuenta de que la mitad es relleno: "me levanto, me miro al espejo, las gallinas han puesto pocos o muchos huevos..etc" y la otra mitad también relleno pero sobre el autismo y que si no sé que de que el padre se va a morir de cáncer y todo muy triste. También hablar respecto a que se supone que las protagonistas tienen 16 años pero parece que tienen 5 y medio. El final es una mierda, yo sinceramente al terminarlo fué una decepción terrible aunque honestamente no me esperaba nada de que en las últimas dos páginas cambiase la cosa, acaba con la frase de "tú eres mi satélite y yo tu mar". Una clara pérdida de tiempo y dinero, no os lo leáis xd
La historia va de dos hermanas mellizas, Ayla y Briny, en la que esta última tiene autismo. Ahora, si con el libro se quería dar entender más sobre las personas con autismo, creo que la narradora no debió haber sido Ayla sino Briny, o al menos, que tuviera los dos puntos de vista, ya que siendo Ayla la que narra uno solo se entera de que Briny tiene autismo y poco más. Los diálogos me parecieron aburridos y que no aportaban nada la historia, bastante plana por cierto. Capítulos de relleno que podían haberse quitado y no afectaba nada.
“Mar profundo” es una oda contra el acoso escolar, a favor de la diversidad, del respeto y de la empatía. Porque aunque nosotros no lo veamos siempre existen problemas que no se ven en la superficie, y por eso es muy importante llevar la empatía como primer valor en nuestra vida. Ojalá historias como esta consigan cambiar, al menos un poquito, las mentes de las personas. La reseña completa en mi blog: https://burningbooks5.blogspot.com/20...
Amo este libro, como se expresa, me lo mandaron para el instituto y la verdad es hermoso, me encanta como ayla a pesar de que solo se fijan en su hermana por sus trastornos la cuide mucho. Muchos dirán q soy pequeño para decir estas cosas pero estoy suficientemente capacitado para decir que este libro es hermoso y q leería los demás q esta persona publicó.
Un libro muy bonito para leer tengas la edad que tengas. Siento que trata la discapacidad con mucho respeto y cariño. Ojalá manden este libro en institutos, porque es una lectura ligera que puede transmitir muy buenos valores.
May ha cambiado mucho su público objetivo con esta novela y siento que le sienta fenomenal. Es de los libros que más disfruté suyos.
Este libro me ha encantado. Mucho más de lo que esperaba, en realidad. Ha sido una historia preciosa sobre el amor de dos hermanas mellizas muy distintas entre sí (Briny es autista y Ayla no es una adolescente como el resto). Una novela corta pero preciosa de la que no quiero hablar mucho para no destriparla, solo decir que me ha encantado y que se la recomiendo a todo el mundo.
No pienso que sea una mala historia, ni una mala construcción de personajes. Pero si me resultó bastante indiferente, y siento que se trató el autismo de una manera que no me gustó del todo.
Brini y Ayla son dos mellizas de Granada, cada una con una personalidad muy diferente de la otra, con una apariencia física muy diferente y con Brini padeciendo autismo y discapacidad cognitiva y Ayla no.
Me he sentido muy identificada con el personaje de Ayla, porque yo también tengo un hermano autista y siento a la perfección los sentimientos de Ayla; que a veces piensa que para los demás única personalidad es "ser la hermana de..." (eso también lo facilitaba la narración en primera persona). También he podido comprender cómo es una persona con autismo con un grado menor del que tiene mi hermano.
El final ha sido demasiado abierto para mi gusto, pero muy esperanzador.
el sentimiento al empezar este libro es totalmente profundo, la sensacion de identificarme tanto con la hermana de la protagonista y el dolor de la protagonista al leerla es otro sentimiento mas, son mellizas y trata el dolor de cada uno, briny es autista y se siente que no encaja en ningun lado, la entiendo demasiado y alya su hermana meliiza es increible, ojala tener un buena hermana como ella en mi vida, la forma en que entiende a su hermana y la ayuda y que realmente esta en sus peores momentos como en los mejores momentos, y mas el bullying la sensacion de ellas juntas luchando es tan personal y profunda que es imposible no emocionarme, son tan diferentes pero por dentro son tan iguales
Briny me he sentido tan identificada en cada uno de sus escenas, el dolor que me provoco saber la herida que nadie entiende el mundo autista duele tanto, hay gente que se desinforma demasiado y es tan duro sobrellevarlo pero jámas se rinde ante ello, muchas personas autistas entendemos como nos sentimos ante ello y mas el acoso escolar es un miedo enorme y ver que su hermana la ayuda y se enfrenta a ello y proteger a su hermana se necesita mucho en este mundo, tambien se enfrentan el entorno familiar como a su padre es tan profunda y me encanta su relacion, en cada escena estaba muy orgullosa de briny en como conseguia las cosas y mas al conocer poco a poco a personas maravillosas como ella, y mas el cambio de ciudad al campo, de casa etc..., mientras que a alya la senti tambien por el entorno de su familia y mas la lucha de su padre que realmente luchando contra un cancer y lo mucho que duele perder a un familiar tambien y el amor hacia ello y la luchadora que es.
El punto más importante o de esta novela es este tema, el autismo, pero no es el único en el que se centra. Relacionado con él, nos habla del acoso escolar y la necesidad de aceptar la diversidad. Briny sufría acoso por ser como es tampoco no es un tema ficticio es la realidad Son muchos los niños autistas que viven una situación similar porque hay mucha gente que cree que el autismo es una enfermedad, cuando no lo es. y mas esa gente que tampoco se preocupa por conocer qué es el autismo y que no acepta que haya personas diferentes. y en vez de criticar hay que ayudar y tener mucha empatia hacia el autismo y las personas autistas tambien cada persona autista es diferente como el habla, a briny le ha costado hablar en el pasado pero gracias a la ayuda de su hermana y su apoyo de su familia pudo hablar ya que le cuesta mostrar sus sentimiento y lo dificil que es relacionarse con los demas
Por eso este libro debería ser obligatorio en las clases y mas se puede hacer un club de lectura ya que se lo recomiendo a la gente de 12-14 y es bueno que varios niños conozcan el autismo y tambien adultos hasta adultos, es una historia llena de sentimientos, incluso me encanta como escribe la autora es tan increible y mas como narra te hace sentir dentro de la historia y sentir una sensacion insuperable