La protagonista, trasunto de la propia autora, siente la necesidad de relatar y desgranar una etapa de soledad, marcada por una ruptura sentimental y la marcha de sus hijos, cada uno en un lugar que no puede visitar.
Durante estos meses, en los que nada parece poder reconfortarla salvo la compañía de sus gatos, aparecerá en su vida un hombre que siempre le gustó, pero al que nunca hizo caso.
Junto a él, decide subirse a un coche y cruzar cualquier frontera que se interponga en su camino, dispuesta a recorrer los kilómetros que sean necesarios con tal de encontrarse con los suyos, especialmente con su hermana, su tía, enferma y muy mayor, y su hijo.
El transcurso de estos días será la excusa inevitable para repasar los momentos clave de su existencia, vistos desde una óptica obligadamente distinta, y plantear sus reflexiones como mujer, como madre, como hija y como amante.
El tiempo se detuvo, pero las emociones siguieron impulsando las horas.
Una mujer y dos gatos.
Un grito desgarrador sobre un final, que se convierte en un principio.
Ayanta Sánchez Barilli, es hija del escritor Fernando Sánchez Dragó y de la profesora de historia y filosofía Caterina Barilli, que falleció prematuramente. Ayanta nació en Roma y ha vivido en Italia, Kenia, Marruecos y España. Estudió danza clásica y arte dramático. Fue actriz de teatro cine y televisión desde 1988 hasta 2000, año en el que empezó a colaborar en la Cadena Cope como crítica de libros y de teatro. Lleva dos años dirigiendo el espacio «Un año de amor» del programa La mañana. En 2005 La Esfera de los Libros publicó "Un año de amor".
Qué horror. Recomiendo no perder el tiempo con este remedo de libro. Es tedioso, no hay historia ni tensión de ningún tipo, y no tiene interés alguno saber cómo viven las personas privilegiadas de este mundo mientras tanta gente ha perdido sus empleos y a sus seres queridos durante la pandemia. Terrible de verdad.
Este ha sido mi primer contacto con la autora, hasta ahora era desconocida para mi. La verdad que elegí el libro por el título y no sabía lo que me esperaba. ¿Que me he encontrado? Un libro lleno de reflexiones, sentimientos, recuerdos, tristezas, alegrías, locuras, rebeldías, empatía.
Este libro lo veo como un diario de un tiempo del coronavirus, como una mujer se enfrenta sola con sus dos gatos a esta cuarentena, la cual es periodista y trabaja en la radio. De una mujer que vive entre dos países Italia (Roma donde nació y tiene a parte de su familia) y españa.
Es una crítica social, a cómo estuvimos en cuarentena. Acatábamos las órdenes de quedarnos en casa o salir solo para lo necesario, las horas en que debíamos salir. Y esa parte rebelde, que por estar con los tuyos eres capaz de saltarte todo.
De como los los hospitales estaban desbordados, y como nuestros viejitos morían solos.
De como los humanos y personas somos seres sociales y necesitan estar con otros, hablar, una caricia, un abrazo unos besos.
En ese tiempo de soledad reflexiona sobre su vida, de sus matrimonios fallidos, de que se casó joven, de su hija en cuarentena y que le lleva lo que necesita de como están tan cerca y no pueden tocarse, de como viven los PCR. Y lo celebran. Reflexiona de que toda la vida ha estado cuidando del prójimo y ella se ha perdido. Y decide ocuparse de ella, darse tiempo para ella y buscar su felicidad.
De ese primer beso de niña en la alberca, de ese gran amor de juventud, y las mariposas que le hace sentir ese hombre, de como los humanos somos capaces de recorrer kms, por vernos, tenernos y sentirnos.
De como atraviesa 2 países para estar en sus últimos momentos con su tía, se Segunda madre.
De como vive la enfermedad de su tía en Italia, su segunda madre, como hace lo posible por encontrarle hospital.
Ha sido un libro que en alguna situaciones me he visto reflejada, me ha hecho sentir y reflexionar. Y esta pandemia nos ha hecho a mucho darnos cuenta de lo que verdaderamente es importante para nosotros. La familia, los nuestros, nuestra felicidad y lo que nos hace felices.
Íbamos corriendo sin cabeza a todos los sitios y a veces hemos dejado pasar cosas importantes. La pandemia nos frenó en seco, y fue un toque de atención, tuvimos tiempo para estar más pendientes de los nuestros y cosas que antes no le dábamos importancia ahora lo hacemos.
Si han sufrido ansiedad esta pandemia, deben leer o escuchar este libro. Tiene una forma de reflejar lo que todos vivimos, lo que todos pensamos y como lo superamos poco a poco.
“Lo peor de esta historia es el miedo. El miedo a enfermar, el miedo a salir, el miedo a vivir. El miedo a morir. Han dado en la diana, porque el miedo es la mayor fragilidad de Occidente. El miedo es un sinónimo de alarma. Es un estado de alarma. Metafórico y real.” ~ Una mujer y dos gatos de Ayanta Barilli.
A veces cuando pienso en el comienzo de la pandemia y en esos meses de confinamiento todo me parece un sueño. Echo la vista atrás y siento que estoy recordando una película que nunca imaginé que viviría en primera persona. Precisamente de esos meses es de lo que va esta historia. Ayanta Barrili se queda sola en su casa tras la partida de sus hijos y el reciente divorcio de Luis. Le hacen compañía sus gatos.
La periodista sigue trabajando en la radio y en el libro nos cuenta a modo de diario aquellos días: las calles vacías, el miedo al contagio, la escasez de medios higiénico-sanitarios, las colas en las farmacias y en los supermercados, el miedo a la soledad, a la distancia de los seres queridos…, en fin, ¿qué os voy a contar? Y sin olvidar una critica a la falta de previsión y de organización pero también a cómo se olvidaron y dejaron en un cajón diagnósticos médicos porque no eran coronavirus.
Un libro entretenido que se lee de un tirón. Poco más de 200 páginas narradas en primera persona por la escritora con capítulos cortos, –hipercortos, diría yo–, y que al leerlos aun sientes que todo aquello podría haber sido un sueño. Correcto. Por lo demás ni frío ni calor.
Diario del confinamiento, un poco caótico y sin sentido. Necesitaba acabarlo, porque no sé dejar un libro a medias, pero entre todo junto he podido sacar poco en claro.
Aunque después de conocer hoy a la autora, me ha gustado mucho escucharla y su forma de expresarse. Ahora me apetece leer su otro libro y conocer esa historia.
No esperaba nada y me lo ha dado todo. Me acerqué a este libro por el título y pq era cortito, pensé que sería ligero. Pues no. Ni va de gatos, ni es ligero. Y además toca revivir pandemia y confinamiento! Tenía todas las papeletas para que no me gustara, pero algo me hizo seguir... Y menos mal, pq me ha encantado!
Un libro de no ficción donde la autora nos narra todas las sensaciones y vivencias que vivió durante la época de encierro por el Covid, la autora tiene una pluma fascinante y te puedes sentir identificado con la autora con mucha facilidad.
No esperaba algo y me dio todo. Al principio pensé que sería una de esas historias superficiales sobre la cuarentena por la covid; sin embargo, es narrada desde su punto de vista rebelde y lleno de amor.
Notas rápidas y superfluas de cómo la protagonista vivió la pandemia desde la comodidad de su casa. El título es completamente aleatorio y no refleja nada de la obra. No aporta nada, ni trama ni reflexiones más allá de la superficie ni conclusiones. No lo recomiendo.
Nos cuenta el día a día del confinamiento del covid que hemos vivido, pero en su persona. Hoy he conocida a Ayanta en un encuentro y me ha gustado escucharla.
No esperaba nada de este libro. No había leído ni siquiera la sinopsis. Lo elegí en audible porque la extensión del audiolibro me venía bien para pasar la tarde. Me he encontrado con un libro íntimo, sencillo y sensible que he disfrutado.
Algunas frases que he destacado y no querría olvidar:
[Spóilers]
"Ahora quiero dedicarme a mí misma. Me habría gustado nacer hombre. Y no lo digo como una reivindicación feminista, lo digo como una verdad indiscutible: los hombres nacen con tiempo; las mujeres, no."
"[...] cuando yo era pequeña, a mi padre le encantaban mis cursiladas. Le llenaba el escritorio de dibujos, de flores secas, de mensajes de buenas noches. Me sentaba a su lado y fingía leer, fingía escribir, solo para despertar su admiración. La misma que sentía yo por un hombre que me parecía el mejor de los hombres. Que me parece el mejor de los hombres."
"Le imagino leyéndome ahora. Te imagino, padre. Y un poco me da la risa, porque no puedo evitar reírme de mí misma y también de ti. Lo único que te pido es que no me expulses nunca del paraíso al que me trajiste. Porque tú, y solo tú, me convenciste de que esto era el edén. Con tus carantoñas, con tus cuentos, con tus viajes, con cada una de tus letras. Y yo me lo creí. Y volé agarrada a las crestas de un dragón, con una pluma como espada. Para conocerlo todo, para escribirlo todo. Y aquel ser mitológico, noble y valiente, capaz de hacerme atravesar ilesa el apocalipsis, eras tú. Eres tú. No lo olvides."
Todo esta mal...desde el título...los gatos tienen cero protagonismo en la historia...podrían bien ni existir y nada cambiaría, entonces por que asignarle ese protagonismo (capaz que un bait para que la gente amantes de los michis lo lea) Me suena a una crónica de la autora sobre su recorrido de la cuarentena durante el covid19. Es una historia de nada sobre nada. No pasa nada, no hay ningún tipo de conflicto. Más de una vez queda en evidencia la dependencia emocional de la protagonista para con los otros ya que el dramatismo por el encierro (a pesar de no estar confinada ya que podía ir a trabajar) escala de forma abrupta. Es un libro de capítulos cortos donde narra días vacios en donde la protagonista se queja más y más del encierro conforme pasan los días, aunque en ningún momento esta realmente encerrada ya que desde el día 1 comenta que lleva comida a sus amigos y rompe la cuarentena repetidas veces. Pd: si juntamos todas las veces que aparecen los gatos, no llegamos a 1 página entera. Pensé que el libro iba a estar más dirigido a como la compañía de los michis le hizo más tolerable el encierro, pero no.
𝖮𝖯𝖨𝖭𝖨𝖮́𝖭: A modo de diario, de una manera clara, directa y sencilla, una mujer y dos gatos nos lleva a rememorar los duros días de pandemia y confinamiento. Nos habla de sentimientos y emociones que se van desgranando a medida que el tiempo avanza. Ayala nos deja esta autobiografía cargada de añoranzas y nostalgia.
El tiempo se detuvo, pero las emociones siguieron impulsando las horas.
Venía de leer un thriller muy intenso así que necesitaba algo mucho más ligero y fácil de leer. Y es así como esta lectura cayó en mis manos.
¿De qué va? Es un libro de aventuras “coronavíricas”, una especie de catarsis “covideana” que va a ser nuestro deleite durante gran parte de la lectura.
Cuando llegó la pandemia y el confinamiento, nos cuenta la autora, tuvo que quedarse fuera de casa, sola y con sus dos gatos. A partir de ahí nos comparte su experiencia.
Como todos saben, ella nació en Roma y trabaja en España, por tanto, siempre fue algo así como dos mitades hilvanadas, que ahora ya no tenía a sus dos países a dos horas, sino a dos días y con todas las restricciones existentes. Eso, nos cuenta, le partía el alma.
A pesar de todo, nos narra cómo va acostumbrándose a la nueva normalidad que el gobierno impone a sus ciudadanos. La manera de cómo éstos les sacan la vuelta a las normas. Ella también. Es una desobediente profesional.
Nos muestra lo complicado del confinamiento. No sólo por la soledad, sino porque al fin y al cabo necesitamos al otro, somos personas sociales porque nuestro cerebro es social; necesitamos aprender a vivir con las otras personas, a sentirnos iguales y a sentirnos diferentes, también.
Nos hace pensar en lo triste que es ver partir en soledad a una generación importante para nosotros que son nuestros viejitos.
Reflexiona sobre las relaciones de pareja. Ella misma es un ensayo y error. Se casó dos veces. Y muy joven, a los 29 años tuvo a su hija. Por tanto, se ha pasado gran parte de su vida ocupándose del prójimo. Y el confinamiento le sirvió para decidir que quiere dedicar el tiempo suficiente para ella.
Al respecto, nos dice algo muy interesante, no como una reivindicación feminista sino como una verdad indiscutible: la diferencia con los hombres es que ellos nacen con tiempo de sobra, las mujeres no. Y es hora de pensar en una misma.
Nos cuenta la pérdida de un ser querido no por el virus si no por cáncer. Todos los servicios de salud estaban absolutamente saturados, y a los pacientes de otras enfermedades, los dejaron de lado. Y eso también ocasionó muertes muy dolorosas. Y nos cuenta su experiencia. Ella decidió actuar, nunca jugó papel de víctima y jamás dejó de lado a esa persona a pesar de las circunstancias. Pienso que eso es notable y muy valiente.
A pesar de la tristeza y de la pena, es una mujer que nunca perdió ni el sentido crítico ni el sentido del humor. A esto último le doy un valor inmenso.
En lo personal, mi experiencia con esta lectura ha sido muy interesante y muy divertida. He llorado tanto de pena como de risa. Me he identificado con su sentir y sus experiencias. Lo sentí como un viaje en común. Me gusta que un libro me haga sentir, y esta lectura me hizo sentir como ninguna. Será que al final, todos estamos en el mismo barco. ¿Verdad?
Nos aporta lecciones de vida y, sobre todo, nos damos cuenta que los seres humanos tenemos una capacidad asombrosa para salir adelante.
En conclusión, recomiendo su lectura porque la van a pasar muy bien, se van a divertir mucho y van a reflexionar. Y, sobre todo, van a sentir.
Lo único que no me ha gustado de esta novela es el título. Imaginé que los dos gatos tendrían más peso en la historia, que tendrían más protagonismo. Por lo demás, la autora utiliza una prosa cercana para compartir lo que ha sentido y vivido durante el confinamiento por la pandemia y la progresiva incorporación a la "nueva realidad" y cómo aprovechó para repasar distintos momentos de su existencia: la relación con sus hijos, con su padre, con un amante para terminar enfrentándose a la despedida y la pérdida de una persona muy importante en su vida, su tía.
"Una mujer y dos gatos" son las memorias de Ayanta Barilli, hija del polémico escritor español Fernando Sánchez Dragó, rememorando su experiencia pasando la pandemia del COVID en un departamento, acompañada solo por sus gatos.
Es un libro escrito de forma sencilla, que leí rápidamente en un par de días. Sin embargo, francamente no hay mucho que este libro me aportara. Por momentos, Barilli intenta profundizar en su vida amorosa y su relación con su familia, pero no llega a concluir nada de lo que propone.
En fin, se queda como una lectura más del montón 😑
Si eliges este libro porque esperas que los gatos tengan un papel importante es mejor que pases de largo porque sus apariciones son meramente anecdóticas. Si quieres leer una de tantas historias personales en las que alguien explica cómo ha ido viviendo días a día la pandemia, entonces adelante. Pero no esperes ninguna obra de arte.
Un libro rápido de leer. Cuenta a modo dietario como vivió el confinamiento y primeros meses de la pandemia la propia autora. Te remueve a la vez que te ríes con sus realidades del momento absurdas (como la manera en la que se iba a comprar, los farmacéuticos y las recetas…).
Un libro cuya novela a manera de bitácora introduce al lector a lo más íntimo y profundo de la autora en un período de tiempo que padecemos todos a a nivel mundial de una forma amena, divertida e intensa.
Tremenda porquería es este libro, lo elegí por el título, y los pobres gatos son mencionados 2 veces. Otro libro que va de los privilegiados también lloran. Una basura total, ahorra tu tiempo no lo leas.
Deliciosa lectura de una bitácora de lo vivido en la pandemia y con lo que, de una manera u otra, todos podemos vernos reflejados. Lleno de reflexiones, de sentimientos, y de anécdotas sobre la vida escritas de forma elocuente y amena. Un libro que se lee en dos tardes, y deja con ganas de más.