Aunque las historias de fantasmas son tan antiguas como la humanidad, la eclosión de las narraciones espectrales vino a producirse a partir del Romanticismo, que posteriormente transmitió el interés por lo fantasmagórico al periodo victoriano. El avance imparable de la alienante y deshumanizadora industrialización, la propagación de las doctrinas filosóficas materialistas que proclamaban la primacía de lo social y racional frente a lo espiritual, y la paulatina crisis religiosa y del modelo creacionista, propiciaron un giro hacia la esfera de lo gótico y lo fantástico, plasmándose desde una perspectiva literaria en narraciones sobrenaturales y fantasmagóricas, en las que el fantasma ya no aparece para aleccionar moralmente, sino para propagar una sensación de terror e inquietud en el lector y en el inconsciente colectivo.
La presente obra es una antología ‒la más exhaustiva y completa que se ha llevado a cabo hasta la fecha‒ de relatos victorianos y eduardianos, la época dorada del género, cuyos autores se sintieron seducidos por las historias de fantasmas y por el enigma de la existencia. Con castillos ruinosos, desolados cementerios y bosques oscuros como telón de fondo, estas historias pretenden recrear en los lectores ese temor ancestral por lo desconocido y la sorpresa contenida frente al presentimiento de lo inevitable.
Una antología imprescindible e ineludible para los amantes de este género. “Fantasmas” es un compendio de 23 relatos muy bien seleccionados porque el nivel es alto y se mantiene a lo largo de toda la compilación. Ha sido todo un acierto que se nos presenten las historias en orden cronológico porque así el lector va viendo la evolución de las historias de fantasmas en esa época. Una edición de lujo la que ha realizado Akal tanto en encuadernación, notas y una magnífica introducción que resulta muy interesante para encuadrar estos relatos.
Un libro para leer a sorbitos pero sin pausa y con la única compañía de una luz tenue y la luna.
Una recomendación para futuros lectores: una vez leído el relato pasar directamente a la biografía del autor con comentarios que analizan brevemente dicha historia que enriquece aún más la lectura.
Muy mal tenía que darse para que no le diera las cinco estrellas. Desde que le eché el ojo quedé prendado de esta maravillosa y exhaustiva antología, de cuidadísima edición, que reúne 23 relatos, de los cuales, además, solo había leído 3 —El guardavías, El ladrón de cadáveres y El papel pintado de amarillo—. 23 relatos que giran en torno a agentes espectrales de lo más heterogéneos. Una de las cosas que más he agradecido es que me haya descubierto a autores tan estimulantes como Elizabeth Gaskell, Margareth Oliphant, Francis Marion Crawford o Algernon Blackwood, de quienes con toda seguridad leeré más cosas.
Los relatos que más me han gustado, ya sea por la originalidad a la hora de abordar la temática fantasmal o por las increíbles dotes de los autores para generar atmósfera, son: El fantasma de la señora Crowl (J. Sheridan Le Fanu, 1870), El alquiler espectral (Henry James, 1876), La puerta abierta (Margareth Oliphant, 1882), La casa vacía (Algernon Blackwood, 1902), Después (Edith Wharton, 1908) y, cómo no, La casa de muñecas encantada (1923), del grandísimo M. R. James.
Muy acertada y cuidada selección que he disfrutado a sorbos pequeños. A pesar de que casi todos los cuentos son bastante conocidos, me pasa igual que con un buen vino: no me importa nada repetir de cuando en cuando.
Si yo fuese un libro sería este. Me ha hecho especial ilusión darme cuenta de lo mucho que sé sobre el tema al pensar lo mismo al leer los relatos que luego el comentario que se hace de ellos antes de leer el comentario. Y lo mismo con la introducción que habla sobre todo el contexto de la época y las características literarias de la época victoriana y el romanticismo. Me gustan más los relatos de principio de siglo XIX, especialmente “La diligencia fantasma” “El guardavías” y “El cuento de la vieja niñera”