En este año de 2021 se cumplen 90 años de la proclamación de la II República Española y también de la publicación del Manifiesto de la Conquista del Estado, el primer aldabonazo político de uno de los personajes más fascinantes de la historia española del siglo XX: Ramiro Ledesma Ramos. Asesinado por las bandas criminales de la "legalidad vigente" republicana en octubre de 1936, cuando sólo tenía 31 años, ha sido el gran olvidado tanto para derechas e izquierdas, como para el Régimen gris del General Franco, que lo ocultó y logró eliminarlo de la memoria popular, y así ha seguido siendo en los años de la Restauración borbónica desde 1978 hasta nuestros días...
La última biografía que se ha escrito de este (intencionadamente olvidado) intelectual para mí es la mejor de todas. Porque ahora que por fin ya podemos disponer de sus Obras Completas recientemente editadas, pudiendo analizarlas meticulosamente, en esta biografía se recoge la evolución de las distintas perspectivas desde las que se ha escrito sobre Ledesma Ramos, incluidas sus escasísimas biografías hasta ahora publicadas. Un personaje razonablemente molesto para muchos, ocultado hasta por los que se declaraban sus seguidores y vivieron muy bien gracias a él... Ramiro Ledesma Ramos fue un auténtico genio, un verdadero entendimiento español como manifestó el gran Ortega y Gasset. Su "delito" no fue su ideología (que también), si no abandonar un futuro brillante y prometedor entre los pedestales españoles e internacionales de la filosofía, la ciencia y la literatura para pasar a ese peligroso y sucio terreno de la política, porque una mente privilegiada y un espíritu noble, leal y valiente como el suyo creían más en la acción directa, en los hechos, en coger el toro por los cuernos antes que quedarse cómoda y cobardemente a valorarlo desde la barrera. Y por ello, él decidió sin ningún género de dudas morir en la plaza coherentemente con su pensamiento, como un valiente, como un héroe español. De las últimas verdaderas joyas intelectuales que perdimos injustamente los españoles.