¿Quién es Yna? ¿Por qué su diario íntimo, crónica de su enamoramiento de Alejandro en 1990, ha aparecido en un contenedor de Zaragoza? La protagonista de Estaré sola y sin fiesta no puede evitar hacerse estas preguntas cuando encuentra el viejo cuaderno manuscrito de Yna. Hay algo en la prosa sencilla de esa desconocida que la empuja a querer saber más. Su historia tiene una fuerza contagiosa que, a pesar de la distancia, la obliga a pensar en sí misma, hasta el punto de dejar toda su vida en pausa para dar comienzo a una investigación que la llevará a Bilbao, Barcelona, Salou, Peñíscola y, finalmente, de vuelta a Zaragoza. ¿Es cierto que nadie fue al cumpleaños de Yna el 11 de mayo de 1990? ¿Tiene sentido que el amor de su vida nunca la llamara? ¿A qué respondía esa gran obsesión romántica? ¿Y dónde estarán ahora sus protagonistas? ¿Seguirán vivos?
Con ecos de Roberto Bolaño y Julio Cortázar, la jovencísima filósofa y escritora Sara Barquinero construye una asombrosa historia de deseo y de intriga que recorre España, y que es la primera piedra de un ambicioso proyecto narrativo: un regreso a la novela filosófica sin renunciar al pulso vertiginoso.
Por momentos pensaba “no me gusta a dónde está yendo esto”, pero a la vez no podía parar de leer, de sentirme mal por la soledad de Yna, por la de Carlos, de querer meterme en el libro y zarandear a la protagonista. Me gusta mucho el desdoblamiento de la trama en la segunda parte, también que se retrate la desesperación de la espera no como algo deseable, sino como algo que puede destruirte. Vengo pensando hace tiempo que debe haber otra forma de querer y de desear que no consista en esperar todo el tiempo a que venga alguien o a que ese alguien diga o haga algo. Me gusta que en esta novela los personajes se consuman de esperar, y que lo hagan sin la pátina de glamour del amor romántico, sino desde la oscuridad de un cuarto poco ventilado donde se amontonan las pastillas y las botellas de alcohol. He sentido un peso en el estómago durante la mayoría de la lectura, y de algún modo el final, sin sacar a los personajes de la miseria, me ha aliviado. Me gusta mucho que acaben diciendo algo tan obvio y cierto como que hay que vivir. Porque, pues, bueno, es verdad, ¿no?
Sinceramente, me esperaba más de esta novela. Más profundidad, más relevancia. La trama sobre la búsqueda, como excusa para mostrar lo perdida que se encuentra la protagonista en su propia vida, la necesidad de recurrir a un estímulo externo para salir de la monotonía y el sinsentido, realmente pierde fuelle a medida que avanza la historia. Descubrir quién era Yna y la relación que le unía a Alejandro me mantuvo enganchada durante un tiempo... Después, me empezó a dar igual. El comportamiento infantil e insufrible de la protagonista terminó eclipsando lo bueno.
“Hoy se queda un rato así, totalmente relajada, recreándose en ese amor tan violento, en cómo Yna se esforzaba en brillar para una persona, solo para una persona ausente (...) Y le angustia esa idea, la de una mujer enamorada y sola que corta el tiempo en pedacitos en la cocina sobre una encimera de pladur descolorido”.
Tengo opiniones contradictorias con este libro. Para empezar, no sabía si darle tres o cuatro estrellas: es algo que he estado pensando mientras se acercaba el final, y al final he optado por la segunda opción porque, antes que nada, ha sido una lectura que me ha ayudado a desbloquearme de la pereza que me daba últimamente leer novelas. Creo que una de las cosas más importantes de esta obra es precisamente esa: es una historia atrapante con la que es fácil sentirse identificado, si bien quizás no tanto con la protagonista, al menos por mi parte sí con Yna, con su espera y su desesperación. Resulta sencillo acceder al universo sentimental obsesivo femenino que se refleja por el diario de Yna y que conecta tan mágicamente con mi lectura anterior, "Pura pasión". Me gusta mucho esta óptica temática de la espera, la soledad y todas las posibilidades que plantea el libro a este respecto: cada personaje parece estar esperando algo, añorando algo, sintiéndose atado a alguna cosa o persona que no puede alcanzar. Me ha gustado analizar y leer bajo esta perspectiva, buscando los puntos comunes que conectaban a todos los personajes.
Sin embargo, también he sentido muchas veces leyendo que la historia no avanzaba, no tanto por la resolución de la trama, sino por las reflexiones que se daban a raíz de esta. Me hubiera gustado acceder a más pasajes de introspección de la protagonista; creo de verdad que estos eran las mejores partes de la novela y que hacia la segunda mitad del libro en adelante, exceptuando los momentos con Julián, la narración se hace más lenta y pesada porque no escucho la voz de quien está en la historia. Los juegos de silencio en literatura me parecen necesarios, pero la verdad es que también hubiera querido ver cómo estos contrastaban con el ruido.
En resumen, me ha gustado, lo recomiendo, me ha hecho querer leer novelas otra vez, también me ha dado ganas de escribir; pero creo que a la larga se me olvidará.
De verdad se me ha hecho insoportable leer esto. Es que no habla de otra cosa que del tio que le gusta y no le hace caso y es algo aburridisimo - no hay ninguna dimension en el personaje.
La protagonista de nuestra historia se encuentra por casualidad un viejo diario en una papelera y decide recuperarlo para echar un vistazo a los escritos de la desconocida a la que le pertenece. Poco a poco irá (e iremos) sumergiéndose en la vida de la dueña del diario, y se agarrará a los misterios de su vida como si fuesen los de su propia historia, obsesionándose con cada detalle nuevo que descubre. 'Estaré sola y sin fiesta' es una lectura muy ágil y sencilla de leer que, a pesar de lo surrealista que resulta, engancha de principio a fin. La pluma de la autora es muy directa, lo que hace que puedas leer la novela prácticamente del tirón.
No sé si la intención de la autora ha sido crear una atmósfera de angustia existencial alrededor de la protagonista, pero desde luego yo he interpretado el libro de esa manera. Podría decir que en la novela hay muchas incógnitas que no terminan de resolverse y sería verdad, pero es que esas incógnitas me daban igual, porque para mí lo más importante e interesante de la historia ha sido ver cómo la protagonista enmascaraba sus problemas personales y disconformidad vital en una obsesión repentina por una vida que no le pertenece, como si quisiera huir de su realidad a través de ese diario inesperado.
Sinceramente, esta idea me ha parecido muy interesante y muy bien llevada, y a pesar de pensar que la protagonista estaba un poco zumbada en más de una ocasión, he sentido sus desilusiones y he entendido perfectamente sus locuras.
La protagonista sin nombre me ha resultado muy antipática toda la novela. Si a eso le sumamos un hueco generacional que no sé ni cómo ni de qué llenarlo, el resultado es que no he entendido nada. Y tampoco tengo por qué hacerlo, la verdad, pero siento que todo lo negativo (y es mucho) que podría decir es injusto porque quizá algo se me escapa. O no.
Me ha faltado algo al final, siento que se queda a medio gas. No he acabado de entender a la protagonista y eso me sacaba un poco, pero el resto de historias me han gustado bastante.
Parecía tener todos los ingredientes para ser una de esas novelas que se devoran, pero más bien ha sido una de esas novelas que leo rápido solo por quitármela de encima.
El libro empieza con la protagonista encontrando un diario en la basura. Se obsesiona y busca a la autora y su potencial amante. Búsqueda que se prolonga durante 300 tortuosas páginas sin mucha más acción principal que esa. Protagonista a la que he acabado queriendo dar un par de bofetadas por caprichosa, incoherente y estúpida. El final, apañado en un par de páginas, ha sido como beberse el último trago de una taza de té que se ha quedado frío - insípido y aburrido; deja indiferente.
La prosa es ligera, por lo que se lee con relativa facilidad. Una pena, tenía esperanzas en esta novela :(
me ha faltado de todo: me he sentido desconectadísima con la historia, me daba bastante igual si la prota conseguía su cometido (como que a esa parte de misterio, del diario, le faltaba bastante garra y que no se desinflase tan rápido), me hubiese gustado un personaje principal mejor desarrollado (aunque sí diré que clava bastante el vivir un episodio depresivo y la desgana/apatía generalizada). no sé. me he quedado un poco igual.
Creo que me ha conmovido especialmente la manera en que la suciedad de una vida desordenada materializa la tristeza del que la habita. La mayoría de los personajes cruzan la novela buscando limpiar sus respectivas intimidades, pero qué pocas herramientas tenemos, qué fácil es sentirse solo.
Cuánto de Pura pasión hay aquí. Qué obsesivo y doloroso resulta a veces el pasado. También el enamorarse sin ser correspondida. Pero con qué delicadeza y claridad se trata en este libro.
No sé muy bien qué pensar de este libro. Me da la sensación de que la autora está desesperada por que empaticemos con la protagonista, a la que ni siquiera le da un nombre, como si pudiera ser cualquier chica normal... lo que no es así.
Entiendo que la novela busca visibilizar la depresión, el peso de las malas decisiones, cómo nos marcan nuestras carencias afectivas de la infancia/juventud etc. Pero, en mi opinión, no lo consigue. Para mí se queda todo vacío, insuficiente, banal.
Y no es por el estilo, que es de lejos lo mejor de la novela. El libro está bien escrito a rabiar, tan bien que me lo he leído a buen ritmo y ha logrado incluso enmascarar lo absurdo de la protagonista y su historia.
Es imposible aguantar o sentir una mínima empatía por la chica sin nombre que narra la novela. Creo que he leído a pocos personajes tan insoportables, tan egoístas, tan poco interesantes. Le da igual todo, no tiene ni una sola preocupación y, para colmo, me intentan colar la excusa de la depresión. Es cierto que hay pautas de su conducta que encajan ahí, pero cogidas con pinzas. Y no justifica ni de lejos todo lo que hace.
La muchacha pide psicólogo a gritos y provoca un rechazo visceral. Todo su viaje acaba no importándome porque ella solo me causa repulsión y ni siquiera tengo claro que esto sea buscado. Me da la sensación de que busca que las chicas tristes millenials empaticemos con ella y le otorguemos nuestro nombre: "mira qué perdidas estamos". Pero no sucede así. Tienes que ser una persona de mierda para identificarte con ella aunque solo sea un poquito.
Para colmo, la trama se resuelve sola si eres un poco lista y el final me dio una pereza descomunal. Una vez más, intuyo el mensaje, pero no creo que transmita eso.
ayyyy algunos pedantes dicen que leerse a uno mismo al leer es una forma vaga/simple de entender los libros pero cómo me gusta (y cómo me ayuda!) a mi hacerlo todo el rato "es que soy yo literal" pero visto con la distancia de la ficción y las vidas de otros me ayuda a entenderme cuando ni yo mismo me entiendo es "pura pasión" pero visto desde el punto de vista de la que hace esperar y no del que espera... pensaba empatizar con el que hace esperar para ayudarme a recuperarme de mi proceso de espera pero no ha sido del todo posible... a veces este modo de leer también falla y no pasa nada hay que aferrarse a eso de love is never lost when perspective is earned y este libro va mucho de perspectivas
(+ qué final tan bueno!) (+ además la trama es interesante, ágil y nada forzada)
Me ha resultado triste y un poco sórdido, y no entiendo el por qué ni el para qué de muchas cosas. La prota me parece durante gran parte una sociopata, pero no estoy segura de que fuera esa la intención, luego pasa a parecerme una persona muy deprimida. A pesar de acabar aceptando la idea de q es una persona deprimida y tremendamente perdida, la historia me resulta demasiado inverosímil, y a pesar también de la ligereza y fluidez de la escritura, un poco farragosa. Llega un momento en q no logras distinguir entre los dos Alejandros a los que busca desesperadamente (sin que lleguemos a entender muy bien por qué) porque sus perfiles se parecen demasiado. Un poco lo mismo pasa con todos los compañeros de cama de la protagonista, exceptuando a Julián y a Carlos. A mí no me ha aportado mucho, la verdad. Lo que más me gusta es el final, q al menos cierra un poco la historia, aunq de forma tan inverosímil como el resto. Y no es q piense q todo tenga q ser muy realista en una novela pero sí mínimamente creíble si se dan tantos datos de lugares concretos y personas. No sé. No entiendo a la protagonista ni sus motivos, supongo que porque, salvo algún intento al final, no se explican mucho.
¿Sabéis esa situación de cuando tenéis pendiente una tarea muy importante (estudiar, hacer una llamada, etc) y con tal de no hacerla os ponéis con cualquier otra cosa y termináis limpiando el baño a fondo, caminando 10 km por el barrio o haciendo una mantelería completa a punto de cruz? Pues la protagonista de este libro se mete en un follón tremendo con tal de no enfrentarse con sinceridad a las cosas que no le gustan de su propia vida.
Está bien escrito y es interesante su premisa pero no me ha cuajado bien. Debo abandonar el barco de historias narradas por millennials deprimidas. Seguramente sea un novelón para mucha gente pero mucha palabra para decir que lo que imaginamos de la vida de los demás dice mucho de nosotros mismos.
Sara escribe BIEN. It’s me, hi, I’m the problem it’s me.
El planteamiento de la novela, el objeto encontrado en la basura que desata una investigación, no es tan interesante como en otras novelas. Quizá lo más interesante es la proyección de la protagonista, en una relación casi vampírica de un amor ajeno. También la idea de que todos somos ambas personas en una historia trágica en algún momento de nuestra vida. Con todo, el libro toca muchos palos de forma muy personal. El juego formal en la segunda parte me parece todo un acierto
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muy lindo librito que pone de protagonista a una tía escrita por una tía y se nota mucho y nos gusta todavía más. me encanta que el hilo conductor sea el diario encontrado, como un mapa del tesoro 🌟 me duró un día y una noche y lo disfruté mucho!
Una novela sobre la soledad, sobre pensar demasiado y dedicar energía a cosas que no tienen ningún sentido, sobre no valorar el aquí y el ahora tal como es.
Te la bebes. Pese al manido recurso del diario encontrado, enganchan la historia y las de sus personajes-hongo, tan solos y sin fiesta, tan atrapados en el vivir, el amor y las ausencias. Un viaje-huida alucinada, con un trasfondo que juega al escondite pero que respira revelador.
Un libro que nos hace viajar a diferentes puntos de la geografía española acompañando a la protagonista, una chica que encuentra un diario en un contenedor y se obsesiona con saber qué ha sido de sus protagonistas.
Personajes bien construidos y mucha crudeza a la hora de plasmar emociones. Este libro reflexiona sobre el amor, el deseo y la soledad.