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Las killer gringo
102 pages, Book
First published June 28, 2021
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Community Reviews
Displaying 1 - 9 of 9 reviews
September 5, 2021
Primera novela del escritor colombiano Jarol Ferreira. En medio del caos, la rumba, la droga y la depresión, este libro nos da una muestra de la juventud del Caribe colombiano, sus anhelos y sus excesos. Toca seguirle la pista a Ferreira.
October 17, 2021
Un texto escrito con una jerga juvenil, con gran economía verbal que plantea un tema muy actual: el sin futuro de un sector de nuestra generación.
May 27, 2024
Tuve una época de excesos o, como prefiero decir, de hedonismo. Pero no el romantizado por Epecurio sino el peligrosamente decadente que encarnó Calígula. La prematura muerte de N., una de esos tipos que vivió cada dia de su vida como si fuera el último (hasta que lo fue, después de una sobredosis celebrando que llevaba seis meses limpio), me hizo parar. Él, mientras preparaba una jeringuilla y me veía bajarme un litro de guaro de un solo tirón, me dió uno de los mejores consejos que he recibido: "Alejate del perico porque, por como le das al trago, vas a terminar muriendo de intoxicación etílica".
No pude evitar recordarlo a él y a esa etapa de mi vida mientras leía esta novela, una que muestra, de manera cruda, directa, intima y sin adornos, la movida nocturna de una ciudad caribeña sin nombre, pero que bien puede ser esta o aquella que tanto abundan, turística pero pobre, en la que las drogas, el sexo, la fiesta, la música electrónica, el rock, las prepago, los amigos muertos, los jibaros, los gringos y los locales se mezclan en la decadencia propia de la desigualdad.
No es una novela de denuncia ni cargada de moralidad y moralejas. Contada en primera persona, lo que logra de manera magistral es narrar una realidad, con el lenguaje, visiones e idiosincrasia propio de su protagonista, una mujer joven, urbana, en un empleo de mierda que lo poco que le paga lo usa para la rumba.
Confieso que cada vez estoy disfrutando más este estilo literario, fresco y sin pretensiones, en ocasiones hilarante y en otras decadentes, como la vida misma.
***
Lo conocí en un baño de aeropuerto. Suena sórdido, pero así fue. Alguien botó el periódico en el piso del cubículo y, aunque normalmente no recojo papeles que pueden estar cagados, esta vez no me pude resistir. Y es que, mientras estaba sentado en el inodoro, alcancé a leer parte de una columna de opinión que se mostraba entre las hojas mal dobladas del diario. Hablaba sobre un gato muerto en el tejado. Realmente, ahora que lo recuerdo, no era del gato sino del olor a mortesina que los alertó en primer lugar y que terminó anidandose tanto en su casa como en sus fosas nasales. «Es un puto demente el que escribió esto", pensé con legítima admiración. Siendo un periódico local y habiendo migrado poco tiempo después, no pude volver a leer a tan fabuloso columnista. Hasta ahora.
Fue en la @filbogota. «Recomiendame alguna novedad, pero caribeña», le dije a la buena gente de @reynaranjoeditores. Lo que me pasaron fue la primera novela de este autor. No hice la conexión. Fue solo días después, leyendo la biografía del autor en la parte posterior del libro, que caí en cuenta: «¡Este tipo es el mismo de la columna del gato!». Su libro, de inmediato, ascendió en la lista de espera literaria de mi biblioteca.
Más allá de eso, no conocía nada de su vida. En los últimos días averigüé que su interés artístico empezó en el grafiti, continuó hacia la acuarela y la poesía (ha ganado varios reconocimientos) para finalmente acercarse, no sin algo de temor, a la narrativa.
Aunque es claramente pretencioso de mi parte juzgar su estilo habiendo leído tan poco de él, me atrevo a decir, a juzgar por la novela y la columna, que es sórdido, directo y crudo, de aquellos que están menos interesados en las figuras literarias que en generar emociones en el lector, lo cual, para hacerlo bien, requiere de un gran talento. Y Jarol, créanme, lo tiene de sobra.
No pude evitar recordarlo a él y a esa etapa de mi vida mientras leía esta novela, una que muestra, de manera cruda, directa, intima y sin adornos, la movida nocturna de una ciudad caribeña sin nombre, pero que bien puede ser esta o aquella que tanto abundan, turística pero pobre, en la que las drogas, el sexo, la fiesta, la música electrónica, el rock, las prepago, los amigos muertos, los jibaros, los gringos y los locales se mezclan en la decadencia propia de la desigualdad.
No es una novela de denuncia ni cargada de moralidad y moralejas. Contada en primera persona, lo que logra de manera magistral es narrar una realidad, con el lenguaje, visiones e idiosincrasia propio de su protagonista, una mujer joven, urbana, en un empleo de mierda que lo poco que le paga lo usa para la rumba.
Confieso que cada vez estoy disfrutando más este estilo literario, fresco y sin pretensiones, en ocasiones hilarante y en otras decadentes, como la vida misma.
***
Lo conocí en un baño de aeropuerto. Suena sórdido, pero así fue. Alguien botó el periódico en el piso del cubículo y, aunque normalmente no recojo papeles que pueden estar cagados, esta vez no me pude resistir. Y es que, mientras estaba sentado en el inodoro, alcancé a leer parte de una columna de opinión que se mostraba entre las hojas mal dobladas del diario. Hablaba sobre un gato muerto en el tejado. Realmente, ahora que lo recuerdo, no era del gato sino del olor a mortesina que los alertó en primer lugar y que terminó anidandose tanto en su casa como en sus fosas nasales. «Es un puto demente el que escribió esto", pensé con legítima admiración. Siendo un periódico local y habiendo migrado poco tiempo después, no pude volver a leer a tan fabuloso columnista. Hasta ahora.
Fue en la @filbogota. «Recomiendame alguna novedad, pero caribeña», le dije a la buena gente de @reynaranjoeditores. Lo que me pasaron fue la primera novela de este autor. No hice la conexión. Fue solo días después, leyendo la biografía del autor en la parte posterior del libro, que caí en cuenta: «¡Este tipo es el mismo de la columna del gato!». Su libro, de inmediato, ascendió en la lista de espera literaria de mi biblioteca.
Más allá de eso, no conocía nada de su vida. En los últimos días averigüé que su interés artístico empezó en el grafiti, continuó hacia la acuarela y la poesía (ha ganado varios reconocimientos) para finalmente acercarse, no sin algo de temor, a la narrativa.
Aunque es claramente pretencioso de mi parte juzgar su estilo habiendo leído tan poco de él, me atrevo a decir, a juzgar por la novela y la columna, que es sórdido, directo y crudo, de aquellos que están menos interesados en las figuras literarias que en generar emociones en el lector, lo cual, para hacerlo bien, requiere de un gran talento. Y Jarol, créanme, lo tiene de sobra.
January 9, 2025
3,3
Como habría dicho alguna de las protagonistas: Jarol se pasa de piña con la metedera de vicio. Ti ne una voz potente y el ritmo engancha, pero a la octava historia empieza a cansar que los personajes se reúnan para tener sexo, fumar hierba, oler perico y meter pepas. Algunas veces se tejen algunos conflictos interesantes, pero quedan a mitad de camino. Me gusta que no se sepa quién narra porque transmite la confusión, el vértigo, de la vida de los protagonistas. Sin embargo, el registro no cambia, por lo que se siente como si fuera la misma persona que tuvo mil aventuras en diferentes lugares y usando distintos nombres.
Como habría dicho alguna de las protagonistas: Jarol se pasa de piña con la metedera de vicio. Ti ne una voz potente y el ritmo engancha, pero a la octava historia empieza a cansar que los personajes se reúnan para tener sexo, fumar hierba, oler perico y meter pepas. Algunas veces se tejen algunos conflictos interesantes, pero quedan a mitad de camino. Me gusta que no se sepa quién narra porque transmite la confusión, el vértigo, de la vida de los protagonistas. Sin embargo, el registro no cambia, por lo que se siente como si fuera la misma persona que tuvo mil aventuras en diferentes lugares y usando distintos nombres.
November 2, 2024
https://oscarautorblog.wordpress.com/...
Una fiesta, llena de todo, que se va consumiendo como la mayoría de sus personajes, quienes poco a poco se acaban en medio de la misma celebración: esa es la sensación general de la novela, una fiesta de principio a fin, desde la primera chispa, el mayor ardor, hasta que el fuego se consume en un frío desolador.
Una fiesta, llena de todo, que se va consumiendo como la mayoría de sus personajes, quienes poco a poco se acaban en medio de la misma celebración: esa es la sensación general de la novela, una fiesta de principio a fin, desde la primera chispa, el mayor ardor, hasta que el fuego se consume en un frío desolador.
April 18, 2025
⭐3.5/5
Me fascinó que está escrito súper coloquial, con lenguaje oral. El hilo de la historia en sí no me quedó muy claro y se sintió un poco desordenado la presentación de los personajes y los acontecimientos. Fue una lectura interesante y bastante breve.
Me fascinó que está escrito súper coloquial, con lenguaje oral. El hilo de la historia en sí no me quedó muy claro y se sintió un poco desordenado la presentación de los personajes y los acontecimientos. Fue una lectura interesante y bastante breve.
September 16, 2024
Es un libro para leer en una sentada. Me encantó el lenguaje y la cercanía que hace sentir ante una realidad cultural tan lejana de la capital.
October 27, 2024
La describen como una novela hilarante y desoladora… no creo que sea nada de eso.
October 30, 2024
Es entretenida, con un aura nihilista, y presenta un contexto y una diégesis interesantes. Sin embargo, hubiera preferido una estructura dramática más sólida.
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