«La madre de Tommy perdió la cabeza. Cuando llegaba, lo encontraba dormido. Lo despertaba a empellones y lo interrogaba sobre lo que había hecho. Él no se molestaba en responder, iba casi a tientas hasta la refri, se servía un vaso de Coca Cola, mientras su madre se desgañitaba exigiéndole explicaciones. Para nada me hubiera gustado que mi madre, de la que no tengo el menor recuerdo, me hablase así. Pero se hizo tan cotidiano que a él le dejó de importar».
Un científico argentino descubre que los felinos pueden comunicarse con los seres humanos. Después de hacer público este gran hallazgo, su vida su vida profesional y familiar se ven anuladas. Décadas más tarde, su hijo, un reconocido etólogo- estudioso del comportamiento de los animales-, encuentra los apuntes de su padre. Tras dudar de su cordura, decide limpiar su nombre y hacer las paces con su pasado: retoma la investigación y se encuentra con resultados sorprendentes. Toma contacto con un gato salvaje urbano en Manhattan, traduce su historia del idioma gatuno al castellano y, con la ayuda de un autor, la da a conocer al público: el felino le relata la vida de Tommy, un niño migrante que afronta el difícil proceso de adaptación en un lugar hostil y solitario.
Nació en Quito en 1951. Es autor de tres novelas claves de la literatura ecuatoriana contemporánea: Un asunto de familia (1997); Vientos de agosto (2003), ganadora del premio Joaquín Gallegos Lara, y El invitado (2007), con la que obtuvo por segunda ocasión este galardón.
4,5/ 5🌟. Este libro lo leí, aproximadamente, en el 2015, donde recién empezaba con mi afición por la lectura, como obligatorio para el colegio y aún no usaba esta app. En ese entonces, si lo hubiera puntuado, probablemente, le hubiera dado las estrellas completas o una menos, porque me había encantado como no imaginaba. Pienso releerlo pronto y tener una opinión más actualizada de esta historia.