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Diario de un poeta reciencasado, 1916
Excerpt from Diario de un Poeta Recién Casado (1916)
El dÃa de ayer no es sino un sueño y el de mañana es sólo una visión. Pero un hoy bien empleado hacé de cada ayer un sueño de felicidad y de cada mañana una Visión.
El dÃa de ayer no es sino un sueño y el de mañana es sólo una visión. Pero un hoy bien empleado hacé de cada ayer un sueño de felicidad y de cada mañana una Visión.
368 pages, Paperback
First published January 1, 1994
18 people are currently reading
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About the author
Juan Ramón Jiménez
481 books239 followers
Platero y Yo
(1914) ranks as most famous work of Spanish poet Juan Ramón Jiménez, who introduced modernism to Spanish verse and won the Nobel Prize for literature in 1956.
He won this prize "for his lyrical poetry, which in Spanish language constitutes an example of high spirit and artistical purity."
See also http://en.wikipedia.org/wiki/Juan_Ram...
He won this prize "for his lyrical poetry, which in Spanish language constitutes an example of high spirit and artistical purity."
See also http://en.wikipedia.org/wiki/Juan_Ram...
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Community Reviews
Displaying 1 - 21 of 21 reviews
October 1, 2023
3’5
«Porque no se trata de decir cosas chocantes […] sino de decir la verdad sencillamente, la mayor verdad y del modo más claro posible y más directo» sin embargo, lo que J. R. J no nos dice es que va a repetir los mismos temas y motivos hasta el aburrimiento. Creo que ese es el principal problema del libro, que se hace terriblemente largo y repetitivo y, por mucho que me guste la estructura circular, en este caso no aporta absolutamente nada.
Eso sí, la esencia del poemario es preciosa: la poetización de lo cotidiano, de la salida del sol, las olas, el contraste del cielo y el mar, una tormenta, la llegada de la primavera… y los poquitos poemas de amor dedicados a Zenobia.
«El humo y la nieve lo ennegrecen todo por igual, uno a fuerza de luto, otro a fuerza de nitidez»
«De pronto, esta conciencia triste de que el mar no nos ve; de que no era
esta correspondencia mantenida días y noches por mi alma
y la que yo le daba al mar sin alma,
sino en un amor platónico»
«Porque no se trata de decir cosas chocantes […] sino de decir la verdad sencillamente, la mayor verdad y del modo más claro posible y más directo» sin embargo, lo que J. R. J no nos dice es que va a repetir los mismos temas y motivos hasta el aburrimiento. Creo que ese es el principal problema del libro, que se hace terriblemente largo y repetitivo y, por mucho que me guste la estructura circular, en este caso no aporta absolutamente nada.
Eso sí, la esencia del poemario es preciosa: la poetización de lo cotidiano, de la salida del sol, las olas, el contraste del cielo y el mar, una tormenta, la llegada de la primavera… y los poquitos poemas de amor dedicados a Zenobia.
«El humo y la nieve lo ennegrecen todo por igual, uno a fuerza de luto, otro a fuerza de nitidez»
«De pronto, esta conciencia triste de que el mar no nos ve; de que no era
esta correspondencia mantenida días y noches por mi alma
y la que yo le daba al mar sin alma,
sino en un amor platónico»
January 27, 2023
Quién no ha leído este libro no sabe lo que es la poesía
June 24, 2025
Como con cualquier poemario, algunos poemas me han encantado, otros me han parecido muy repetitivos.
«Se le ha salido el alma hacia la noche
y es forma de su cuerpo —niebla suave—,
y, alejada, en los oros interiores
de su mente, la demostrada carne,
se le ven los colores, por el sueño,
fuertes aún en la pálida ternura
en que está ya, de su sencillo desnudarse».
«Se le ha salido el alma hacia la noche
y es forma de su cuerpo —niebla suave—,
y, alejada, en los oros interiores
de su mente, la demostrada carne,
se le ven los colores, por el sueño,
fuertes aún en la pálida ternura
en que está ya, de su sencillo desnudarse».
July 8, 2025
“¡Desnudo ya, sin nada
más que su agua sin nada!
¡Nada ya más!
Éste es el mar.
¡Éste era el mar, oh amor desnudo!”
(CLIX, ‘Desnudo’)
“¡Oh, qué alegre, qué bueno
es tener corazón!”
(CXCIII, ‘Iberia’)
Es un poemario que consta de seis partes: ‘Hacia el mar’, poemas en Madrid y Andalucía incluyendo su pueblo natal Moguer; ‘El amor en el mar’, poemas escritos en el viaje en barco a América; ‘América del este’, con poemas escritos ya en Estados Unidos; ‘Mar de retorno’, de nuevo en barco a España; ‘España’, poemas de su patria nuevamente; y ‘Recuerdo de América del este escritos en España’, más poemas de Estados Unidos. Viene introducido por un genial texto del sánscrito, ‘Saludo del alba’ que dice:
“¡Cuida bien de este día! Este día es la vida, la esencia misma de la vida. En su leve transcurso se encierran todas las realidades y todas las variedades de tu existencia: el goce de crecer, la gloria de la acción y el esplendor de la hermosura.
El día de ayer no es sino un sueño y el de mañana es sólo una visión. Pero un hoy bien empleado hace de cada ayer un sueño de felicidad y de cada mañana una visión de esperanza. ¡Cuida bien, pues, de este día!”
En una nota JRJ comenta que este es un libro provisional, y aunque varios de los 243 poemas (algunos en prosa y otros en verso) no sean mucho más que ocurrencias que el autor apunta en un diario, no deja de ser un libro bellísimo, con gran parte de sus poemas dedicados al (a la) mar, al cielo y a elementos de las ciudades en las que está, pese a que esperaba un contenido más romántico debido al título del libro. Aunque siendo justos, tampoco faltan algunos poemas de amor, que incluiría entre los más bellos de la colección. Me encantaron los poemas que muestran un cariño auténtico por España, de contenido patriota, especialmente los que escribe en su regreso en barco (CXCIII ‘Iberia’, CXCVII ‘Dentro’, CXCVIII ‘Cádiz’, etc.), de cada ciudad que ama y también, por ejemplo, el que escribe al ver un retrato de un niño atribuido a Velázquez en el Museo Metropolitano de Nueva York: “En un caerse de temprana tristeza pensativa, me mira, desde el rincón, el niño. ¡Qué acariciar el de su nostálgica almilla española! Son los ojos más bellos y más dulces que he visto aquí, manantial sin fin de bellas miradas, que miran desde tantas partes. Yo estaba pensando con nostalgia en el otoño de New York, ahora que entra la primavera. Y de pronto, he aquí el otoño.” (CL, ‘Retrato de niño’). Juan Ramón Jiménez tiene una manera de escribir su voz interna e impresiones que personalmente adoro, que al leerlo hace sentir su sensibilidad de poeta casi como propia, especialmente en prosa. A continuación algunos de mis poemas, o fragmentos de poemas, favoritos:
“¡Gracia, enredo divino
sin cabo y sin salida; luz,
gracia, del color; gracia, alegría
de la luz; color, gracia,
de la alegría!”
(de ‘Gracia’, XII)
XVIII, Tú y Sevilla
A Sevilla le echo los requiebros
que te echo a ti. Se ríen,
mirándola, estos ojos que se ríen
cuando te miran.
Me parece
que, como tú, llena ella el mundo,
tan pequeño y tan mágico con ella, digo,
contigo, ¡tan inmenso,
tan vacío sin ti, digo, sin ella!
¡Sevilla, ciudad tuya,
ciudad mía!
“El momento parece una canción levantada de un sueño, y nosotros su héroes. Sí, somos la verdad, la belleza, la estrofa eterna que perdura, cogida con la rima, en el centro más bello y entrevisto de una poesía eterna que conocemos siempre, y que siempre estamos esperando, nueva, conocer -¿el segundo cuarteto de un puro soneto marino?- ¿Dónde estamos? ¿De qué tiempo somos? ¿De qué novela hemos salido? ¿Somos una estampa? ¿Llegamos?
…Pero la estampa se cae y se apaga. ¡Nunca una tarde se ha apagado tanto! El cielo baja de nuevo y el mar sube, y nos dejan tan pequeños como el día. Otra vez la angustia por horario, la niebla, la nariz fría, el poco trecho, el menos. Los que nos hablamos hace un instante, nos despegamos los silencios. Me paseo sólo a babor enlonado y chorreante. Volvemos a no llegar nunca, a empujar las horas con la imaginación, navegando a un tiempo, en dos barcos, a maldecir del mar igual, aburrido, solo, el eterno mármol negro veteado de blanco, ¡sí, mármol!, a un lado y otro del barco pesado, del oso este maloliente…. El papel se me cae… Ya no sé escribir…”
(de ‘Llegada ideal’, LIV)
LXIV, Bebimos
Bebimos, en la sombra,
nuestros llantos
confundidos…
Yo no supe cuál era
el tuyo.
¿Supiste tú cuál era el mío?
“La negra va dormida, con una rosa blanca en mano. -La rosa y el sueño apartan, en una superposición mágica, todo el triste atavío de la muchacha: las medias rosas caladas, la blusa verde y trasparente, el sombrero de paja de oro con amapolas moradas.- Indefensa con el sueño, se sonríe, la rosa blanca en la mano negra.
¡Cómo la lleva! Parece que va soñando con llevarla bien. Inconsciente, la cuida -con la seguridad de una sonámbula- y es su delicadeza como si esta mañana la hubiera dado ella a luz, como si ella se sintiera, en sueños, madre del alma de una rosa blanca. -A veces, se le rinde sobre el pecho, o sobre un hombre, la pobre cabeza de humo rizado, que irisa el sol cual si fuese de oro, pero la mano en que tiene la rosa mantiene su honor, abanderada de la primavera.-”
(de ‘La negra y la rosa’, LXXXIX)
CXIX, Serenata espiritual
Ahora, que estás dormida,
puedo, solo, adorarte,
sin serme, con tu parte,
mi fe correspondida.
¡Qué bien, dar uno, entero
su afán, sin recompensa!
¡Esta es la vida inmensa,
el amor verdadero!
…Duerme, que yo, extasiado,
te adoro; que yo sigo,
pensándolo, contigo,
tu sueño remontado
hasta los altos fines
de esos cielos abiertos
a los que son, despiertos,
dignos de sus jardines.
¡Qué bien, ver la hermosura
que copia lo infinito
en el blancor bendito
de esta tu ausencia pura;
seguir atentamente
esa desentendida
realidad, que es la vida,
más alta de tu frente!
Cual si muerta estuvieras,
en tu latente calma,
te adoro, con mi alma
entre dos primaveras…
Duerme, que así me abismo
en tu amor sordo, ciego,
mudo para mi ruego,
cual si fueras Dios mismo…
“El claro oro de luz de las cinco se dilata inmensamente, hasta romperlo, en su marco de colores nuevos, como si fuera el alma ansiosa de la tarde que quisiera ser todo el mundo, mostrarse en toda su hermosura, desbaratar la naturaleza que la contiene para crear otra naturaleza más divina. Se enciende, se enciende… Todavía no puede… Y, poco a poco, apagándose otra vez en maravillosa retirada de color con luz, se va al ocaso suspirando inmensamente por una verdad que aún parece mentira.
Mañana, ya con un poco más de fuerza, dirá: ¡Mañana!”
(de ‘Día de primavera en New Jersey’, CXXIV)
“Decimos: ¡Ya está todo!
Y los ojos se vuelven, tristemente,
buscando no sé qué, que no está con nosotros,
algo que no hemos visto
y que no ha sido nuestro,
¡pero que es nuestro porque pudo serlo!
¡Adiós! ¡Adiós! ¡Adiós! a todas partes, aun sin irnos,
¡y sin querernos ir y casi yéndonos!
…Todo se queda con su vida,
que ya se queda sin la nuestra.
¡Adiós, desde mañana -y ya sin casa-
a ti, y en ti, ignorada tú, a mí mismo,
a ti, que no llegaste a mí, aun cuando corriste,
y a quien no llegué yo, aunque fui de prisa
-¡qué triste espacio en medio!-
…Y lloramos, sentados y sin irnos,
y lloramos, ya lejos, con los ojos
contra el viento y el sol, que luchan, locos.”
(de ‘Víspera’, CLIII)
CXCVII, Dentro
¡Patria y alma!
Y el alma también es como la patria,
perdidas, dentro, sus orillas dobles
en el oro infinito de lo eterno.
Una abriga a la otra
como dos madre únicas
que fueran hijas de ellas mismas,
en turno de alegrías y tristezas.
Todo y sólo está en ellas;
a ellas tan sólo hay que entregarlo todo,
de ellas tan sólo hay que esperarlo todo,
de la cuna a la muerte.
…Ahora que el cuerpo entró en su patria,
el alma se le entra.
¡Así, bien lleno! ¡Así, todo completo!
¡Con mi alma, en mi patria!
CXCIII, Iberia
¡Iberia de oro, que entreveo y aen la bruma,
llegando cada vez más roja
-leones hechos tierra-
frente al ocaso de donde venimos!
¡Iberia mía, coronada de cúmulos de malva y de ópalo!
¡Iberia, desde este
viento puro y sereno que nos trae!
-¡Oh, qué bueno, Dios mío,
es tener corazón!-
¡Leones hechos tierra!
¡Muros de tierra seca,
primeros, guardadores, con su capa
de arrugas, de la madre
pobre, seria y herida!
-¡Oh, qué bueno, qué bueno
es tener corazón!-
¡No! ¡Irás sacando, España,
como esta tarde para mi alma, enfrente
del sol que ha de salir, por ti, mañana,
toda tu alma a flor de tierra, ardiente, joven,
tierra hecha leones,
llamas en vez de muros!
-¡Oh, qué alegre, qué bueno
es tener corazón!
CCIX, Qué bien le viene al corazón
¡Qué bien le viene al corazón
su primer nido!
¡Con qué alegre ilusión
torna siempre volando a él; con qué descuido
se echa en su fresca ramazón,
rodeado de fe, de paz, de olvido!
…¡Y con qué desazón
vuelve a dejarlo, pobre y desvalido!
¡Parece que, en un trueque de pasión,
el corazón se trae, roto el nido,
que se queda en el nido, roto el corazón!
Otros poemas dignos de mención son: VIII ‘¡Giralda!, XXIV ‘Puerto real’, XXX ‘Monotonía’, LI ‘¿No ves el mar?’, XLVII ‘Fiesta natural’, LXV ‘Túnel ciudadano’, CX ‘Desvelo’, CXXX ‘Me siento azul’, CLI ‘Ausencia de un día’, CLVII ‘Nostalgia’, CLXVIII ‘Hoy eres tú’, CCXXX ‘Author’s Club’.
más que su agua sin nada!
¡Nada ya más!
Éste es el mar.
¡Éste era el mar, oh amor desnudo!”
(CLIX, ‘Desnudo’)
“¡Oh, qué alegre, qué bueno
es tener corazón!”
(CXCIII, ‘Iberia’)
Es un poemario que consta de seis partes: ‘Hacia el mar’, poemas en Madrid y Andalucía incluyendo su pueblo natal Moguer; ‘El amor en el mar’, poemas escritos en el viaje en barco a América; ‘América del este’, con poemas escritos ya en Estados Unidos; ‘Mar de retorno’, de nuevo en barco a España; ‘España’, poemas de su patria nuevamente; y ‘Recuerdo de América del este escritos en España’, más poemas de Estados Unidos. Viene introducido por un genial texto del sánscrito, ‘Saludo del alba’ que dice:
“¡Cuida bien de este día! Este día es la vida, la esencia misma de la vida. En su leve transcurso se encierran todas las realidades y todas las variedades de tu existencia: el goce de crecer, la gloria de la acción y el esplendor de la hermosura.
El día de ayer no es sino un sueño y el de mañana es sólo una visión. Pero un hoy bien empleado hace de cada ayer un sueño de felicidad y de cada mañana una visión de esperanza. ¡Cuida bien, pues, de este día!”
En una nota JRJ comenta que este es un libro provisional, y aunque varios de los 243 poemas (algunos en prosa y otros en verso) no sean mucho más que ocurrencias que el autor apunta en un diario, no deja de ser un libro bellísimo, con gran parte de sus poemas dedicados al (a la) mar, al cielo y a elementos de las ciudades en las que está, pese a que esperaba un contenido más romántico debido al título del libro. Aunque siendo justos, tampoco faltan algunos poemas de amor, que incluiría entre los más bellos de la colección. Me encantaron los poemas que muestran un cariño auténtico por España, de contenido patriota, especialmente los que escribe en su regreso en barco (CXCIII ‘Iberia’, CXCVII ‘Dentro’, CXCVIII ‘Cádiz’, etc.), de cada ciudad que ama y también, por ejemplo, el que escribe al ver un retrato de un niño atribuido a Velázquez en el Museo Metropolitano de Nueva York: “En un caerse de temprana tristeza pensativa, me mira, desde el rincón, el niño. ¡Qué acariciar el de su nostálgica almilla española! Son los ojos más bellos y más dulces que he visto aquí, manantial sin fin de bellas miradas, que miran desde tantas partes. Yo estaba pensando con nostalgia en el otoño de New York, ahora que entra la primavera. Y de pronto, he aquí el otoño.” (CL, ‘Retrato de niño’). Juan Ramón Jiménez tiene una manera de escribir su voz interna e impresiones que personalmente adoro, que al leerlo hace sentir su sensibilidad de poeta casi como propia, especialmente en prosa. A continuación algunos de mis poemas, o fragmentos de poemas, favoritos:
“¡Gracia, enredo divino
sin cabo y sin salida; luz,
gracia, del color; gracia, alegría
de la luz; color, gracia,
de la alegría!”
(de ‘Gracia’, XII)
XVIII, Tú y Sevilla
A Sevilla le echo los requiebros
que te echo a ti. Se ríen,
mirándola, estos ojos que se ríen
cuando te miran.
Me parece
que, como tú, llena ella el mundo,
tan pequeño y tan mágico con ella, digo,
contigo, ¡tan inmenso,
tan vacío sin ti, digo, sin ella!
¡Sevilla, ciudad tuya,
ciudad mía!
“El momento parece una canción levantada de un sueño, y nosotros su héroes. Sí, somos la verdad, la belleza, la estrofa eterna que perdura, cogida con la rima, en el centro más bello y entrevisto de una poesía eterna que conocemos siempre, y que siempre estamos esperando, nueva, conocer -¿el segundo cuarteto de un puro soneto marino?- ¿Dónde estamos? ¿De qué tiempo somos? ¿De qué novela hemos salido? ¿Somos una estampa? ¿Llegamos?
…Pero la estampa se cae y se apaga. ¡Nunca una tarde se ha apagado tanto! El cielo baja de nuevo y el mar sube, y nos dejan tan pequeños como el día. Otra vez la angustia por horario, la niebla, la nariz fría, el poco trecho, el menos. Los que nos hablamos hace un instante, nos despegamos los silencios. Me paseo sólo a babor enlonado y chorreante. Volvemos a no llegar nunca, a empujar las horas con la imaginación, navegando a un tiempo, en dos barcos, a maldecir del mar igual, aburrido, solo, el eterno mármol negro veteado de blanco, ¡sí, mármol!, a un lado y otro del barco pesado, del oso este maloliente…. El papel se me cae… Ya no sé escribir…”
(de ‘Llegada ideal’, LIV)
LXIV, Bebimos
Bebimos, en la sombra,
nuestros llantos
confundidos…
Yo no supe cuál era
el tuyo.
¿Supiste tú cuál era el mío?
“La negra va dormida, con una rosa blanca en mano. -La rosa y el sueño apartan, en una superposición mágica, todo el triste atavío de la muchacha: las medias rosas caladas, la blusa verde y trasparente, el sombrero de paja de oro con amapolas moradas.- Indefensa con el sueño, se sonríe, la rosa blanca en la mano negra.
¡Cómo la lleva! Parece que va soñando con llevarla bien. Inconsciente, la cuida -con la seguridad de una sonámbula- y es su delicadeza como si esta mañana la hubiera dado ella a luz, como si ella se sintiera, en sueños, madre del alma de una rosa blanca. -A veces, se le rinde sobre el pecho, o sobre un hombre, la pobre cabeza de humo rizado, que irisa el sol cual si fuese de oro, pero la mano en que tiene la rosa mantiene su honor, abanderada de la primavera.-”
(de ‘La negra y la rosa’, LXXXIX)
CXIX, Serenata espiritual
Ahora, que estás dormida,
puedo, solo, adorarte,
sin serme, con tu parte,
mi fe correspondida.
¡Qué bien, dar uno, entero
su afán, sin recompensa!
¡Esta es la vida inmensa,
el amor verdadero!
…Duerme, que yo, extasiado,
te adoro; que yo sigo,
pensándolo, contigo,
tu sueño remontado
hasta los altos fines
de esos cielos abiertos
a los que son, despiertos,
dignos de sus jardines.
¡Qué bien, ver la hermosura
que copia lo infinito
en el blancor bendito
de esta tu ausencia pura;
seguir atentamente
esa desentendida
realidad, que es la vida,
más alta de tu frente!
Cual si muerta estuvieras,
en tu latente calma,
te adoro, con mi alma
entre dos primaveras…
Duerme, que así me abismo
en tu amor sordo, ciego,
mudo para mi ruego,
cual si fueras Dios mismo…
“El claro oro de luz de las cinco se dilata inmensamente, hasta romperlo, en su marco de colores nuevos, como si fuera el alma ansiosa de la tarde que quisiera ser todo el mundo, mostrarse en toda su hermosura, desbaratar la naturaleza que la contiene para crear otra naturaleza más divina. Se enciende, se enciende… Todavía no puede… Y, poco a poco, apagándose otra vez en maravillosa retirada de color con luz, se va al ocaso suspirando inmensamente por una verdad que aún parece mentira.
Mañana, ya con un poco más de fuerza, dirá: ¡Mañana!”
(de ‘Día de primavera en New Jersey’, CXXIV)
“Decimos: ¡Ya está todo!
Y los ojos se vuelven, tristemente,
buscando no sé qué, que no está con nosotros,
algo que no hemos visto
y que no ha sido nuestro,
¡pero que es nuestro porque pudo serlo!
¡Adiós! ¡Adiós! ¡Adiós! a todas partes, aun sin irnos,
¡y sin querernos ir y casi yéndonos!
…Todo se queda con su vida,
que ya se queda sin la nuestra.
¡Adiós, desde mañana -y ya sin casa-
a ti, y en ti, ignorada tú, a mí mismo,
a ti, que no llegaste a mí, aun cuando corriste,
y a quien no llegué yo, aunque fui de prisa
-¡qué triste espacio en medio!-
…Y lloramos, sentados y sin irnos,
y lloramos, ya lejos, con los ojos
contra el viento y el sol, que luchan, locos.”
(de ‘Víspera’, CLIII)
CXCVII, Dentro
¡Patria y alma!
Y el alma también es como la patria,
perdidas, dentro, sus orillas dobles
en el oro infinito de lo eterno.
Una abriga a la otra
como dos madre únicas
que fueran hijas de ellas mismas,
en turno de alegrías y tristezas.
Todo y sólo está en ellas;
a ellas tan sólo hay que entregarlo todo,
de ellas tan sólo hay que esperarlo todo,
de la cuna a la muerte.
…Ahora que el cuerpo entró en su patria,
el alma se le entra.
¡Así, bien lleno! ¡Así, todo completo!
¡Con mi alma, en mi patria!
CXCIII, Iberia
¡Iberia de oro, que entreveo y aen la bruma,
llegando cada vez más roja
-leones hechos tierra-
frente al ocaso de donde venimos!
¡Iberia mía, coronada de cúmulos de malva y de ópalo!
¡Iberia, desde este
viento puro y sereno que nos trae!
-¡Oh, qué bueno, Dios mío,
es tener corazón!-
¡Leones hechos tierra!
¡Muros de tierra seca,
primeros, guardadores, con su capa
de arrugas, de la madre
pobre, seria y herida!
-¡Oh, qué bueno, qué bueno
es tener corazón!-
¡No! ¡Irás sacando, España,
como esta tarde para mi alma, enfrente
del sol que ha de salir, por ti, mañana,
toda tu alma a flor de tierra, ardiente, joven,
tierra hecha leones,
llamas en vez de muros!
-¡Oh, qué alegre, qué bueno
es tener corazón!
CCIX, Qué bien le viene al corazón
¡Qué bien le viene al corazón
su primer nido!
¡Con qué alegre ilusión
torna siempre volando a él; con qué descuido
se echa en su fresca ramazón,
rodeado de fe, de paz, de olvido!
…¡Y con qué desazón
vuelve a dejarlo, pobre y desvalido!
¡Parece que, en un trueque de pasión,
el corazón se trae, roto el nido,
que se queda en el nido, roto el corazón!
Otros poemas dignos de mención son: VIII ‘¡Giralda!, XXIV ‘Puerto real’, XXX ‘Monotonía’, LI ‘¿No ves el mar?’, XLVII ‘Fiesta natural’, LXV ‘Túnel ciudadano’, CX ‘Desvelo’, CXXX ‘Me siento azul’, CLI ‘Ausencia de un día’, CLVII ‘Nostalgia’, CLXVIII ‘Hoy eres tú’, CCXXX ‘Author’s Club’.
May 22, 2023
el "calienta que sales" de toda la poesía que me gusta
October 16, 2024
No es lo mejor de Juan Ramón —en mi opinión—, pero es un poemario y un diario que rebosa de un optimismo vital y de una belleza que atrapa.
August 4, 2025
Una carta de amor al mar, creo que igual se tendría que haber casado con él.
December 7, 2024
Me quedo sin palabras para definir este colorido libro. Sus poemas, sus prosas poéticas y la musicalidad y colores en los versos hacen de este "Diario" un libro único, con una gran cantidad de recursos literarios que te hacen querer leer cada vez más. Se observa como se va desarrollando cada vez más su poesía pura y sus sentimientos sobre el matrimonio durante todo el viaje de ida y vuelta a América. Como siempre, Juan Ramón Jiménez destaca por su forma de comunicar su visión del mundo que hace que tus ojos brillen con cada palabra (elegidas con sumo cuidado, perfectas en cada momento y únicas). Es un libro espectacular :)
January 3, 2020
En este poemario Juan Ramón Jimenez inicia sus primeros pasos en el versolibrismo, ya ha adquirido toda la conciencia poética y la belleza que le podían brindar los metros, y experimenta con nuevas formas poéticas, marcando un paso significativo en los inicios del versolibrismo en España. Es escrito durante el viaje en barco que hace para casar con Zenobia.
April 3, 2022
Releido otra vez. Y otra y otra y otra
February 2, 2023
Me quedo con la luna y con Zenobria
June 25, 2024
Psicológico, transcendental y cursi, son las tres palabras que definen este diario.
A lo largo del diario, Jiménez relata su digamos "luna de miel" en America, concretamente en New York, donde el mar también será un protagonista primordial en cada uno de sus poemas.
El punto del diario, es su transición de niño a hombre, cosa que logrará a través del amor y la introspección. Aquí, el mar es el escenario principal de esta transformación, concebido como un lugar indomable y cruel, pero necesario. Aparece en el final de la III parte, y en la IV "Mar de retorno" (En el poema CXCI, como clímax, y en el CXCVII, como consolidación), haciendo una distinción entre el "mar de fantasía": sueños y anhelos irreales, y el "mar de realidad": comprensión y aceptación de lo real. En este trance le ayudará Zenobia, su reciente esposa, con su amor y paciencia.
A su vez, se hacen varias simbologías que nos ayudan a entender mejor este camino hacia la madurez del poeta: Cielo - Profeta o pitoniso, busca respuestas en él; Madre - Cobijo y paz en la adversidad; Amanecer/Primavera - La transición; Nube - Cubre al "niño", ayuda al adulto; Mariposa - Infancia; Sol - Despeja dudas; Luna - Niñez.
En este caso, me he limitado a exponer el diario, todavía no logro que me guste el genero "poesía", pero al menos esta vez lo he pillado, no como con Machado, al que tengo que darle una nueva vuelta.
- LXXVII: "Tú, la tú de verdad"
- LXXX: "Pequeños y mansos monstruos medioevales caricaturizados mal por un arquitecto catalanista"
- LXXXI: "El sueño de tantos como duermen en su definitiva vida viva, y al lado, en su definitiva vida muerta" (Cementerio)
- CXI: "El Libro, que ilumina y apaga las imbecilidades sucesivas de su dueño"
- CXVI: "New York, el marimacho de las uñas sucias, despierta"
- CXLI: "Dejarse mandar en lo difícil es, o puede ser, signo de energía. Obedecer en lo nimio y fácil es cobardía, humillación y servilismo"
- CLVI: "Volviendo la cabeza a lo de antes, que ya no es nada" (Pasado)
- CCXVIII: "¡Sencillez, hija fácil de la felicidad!"
- Apéndice I: Despedida (Entero)
A lo largo del diario, Jiménez relata su digamos "luna de miel" en America, concretamente en New York, donde el mar también será un protagonista primordial en cada uno de sus poemas.
El punto del diario, es su transición de niño a hombre, cosa que logrará a través del amor y la introspección. Aquí, el mar es el escenario principal de esta transformación, concebido como un lugar indomable y cruel, pero necesario. Aparece en el final de la III parte, y en la IV "Mar de retorno" (En el poema CXCI, como clímax, y en el CXCVII, como consolidación), haciendo una distinción entre el "mar de fantasía": sueños y anhelos irreales, y el "mar de realidad": comprensión y aceptación de lo real. En este trance le ayudará Zenobia, su reciente esposa, con su amor y paciencia.
A su vez, se hacen varias simbologías que nos ayudan a entender mejor este camino hacia la madurez del poeta: Cielo - Profeta o pitoniso, busca respuestas en él; Madre - Cobijo y paz en la adversidad; Amanecer/Primavera - La transición; Nube - Cubre al "niño", ayuda al adulto; Mariposa - Infancia; Sol - Despeja dudas; Luna - Niñez.
En este caso, me he limitado a exponer el diario, todavía no logro que me guste el genero "poesía", pero al menos esta vez lo he pillado, no como con Machado, al que tengo que darle una nueva vuelta.
- LXXVII: "Tú, la tú de verdad"
- LXXX: "Pequeños y mansos monstruos medioevales caricaturizados mal por un arquitecto catalanista"
- LXXXI: "El sueño de tantos como duermen en su definitiva vida viva, y al lado, en su definitiva vida muerta" (Cementerio)
- CXI: "El Libro, que ilumina y apaga las imbecilidades sucesivas de su dueño"
- CXVI: "New York, el marimacho de las uñas sucias, despierta"
- CXLI: "Dejarse mandar en lo difícil es, o puede ser, signo de energía. Obedecer en lo nimio y fácil es cobardía, humillación y servilismo"
- CLVI: "Volviendo la cabeza a lo de antes, que ya no es nada" (Pasado)
- CCXVIII: "¡Sencillez, hija fácil de la felicidad!"
- Apéndice I: Despedida (Entero)
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March 10, 2018
Encontré por casa el libro de cuando hice COU. ¡Qué diferencia entre leer por obligación y leer por gusto! Lo bueno es que tenía todas las anotaciones de clase y se puede ver más interpretaciones y sentidos a la obra. Sin duda para mi gusto, los poemas sobre el mar son los más hermosos y con más simbolismo.
February 12, 2023
merece 4 estrellas pero esq es demasiado largo😞
April 4, 2024
me lo leí en semana santa y no está mal... no había leído nada suyo antes creo
February 5, 2025
¿Has probado escribir versos cuando estás muy feliz, viajando con tu amade, viendo nuevos sitios y que los poemas no te nazcan cursilones? 😀
September 23, 2015
Decía Joaquín Reyes (a quien odio): "no tengo filtro, no filter; las ideas no pasan por montaje, no hay nadie al volante, lo que pienso lo digo. Soy de traca".
Pues Juan Ramón con la poesía, igual.
Pues Juan Ramón con la poesía, igual.
March 12, 2012
Este libro es de un sentimentalismo que me resulta caduco. Los poemas que me parecieron más interesantes son los dedicados al mar.
Read
March 23, 2016Pues entre el mar y el amor, ejes centrales del poemario, gana la partida el lenguaje, lleno de luz. Gran obra!
December 20, 2025
me gustó mucho
May 1, 2016
Leídos "Mar" y "No sé si el mar es hoy".
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