Angelina Beloff, a romantic Russian exile and painter, continuously writes to Mexican artist, Diego Rivera, her companion of ten years, and although her letters are never answered, they eventually become a vehicle for her own personal expression and exploration
Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor was born on May 19, 1933, in Paris, France. Her father was French of Polish ancestry and her mother a Mexican who was raised in France. When she was nine Poniatowska's family moved to México City. She grew up speaking French and learned English in a private British school. However, her knowledge of Spanish came from talking with the maids, so her written Spanish was largely colloquial. Poniatowska developed ties with the Mexican lower class in her youth and thus gained a sense of belonging to and an understanding of the Mexican culture. She felt and thought of herself as completely Mexican and of Spanish as her native language. Her works include characters who belong to the underprivileged classes, and she often gave voice to the powerless of her country.
She started writing as a journalist in 1954 and interviewed many famous Mexican and international writers. Many of these interviews can be found in her Palabras Cruzadas (1961; Crossed Words) and later in her Todo México (1990; All of Mexico). Besides her famous interviews, she also wrote several novels, short stories, chronicles, plays, and poems.
Among her novels are Hasta no verte, Jesús mío (1969; Until I see You, My Jesus), which earned her the Mazatlan Prize; Querido Diego, te abraza Quiela (1978; Dear Diego, love Quiela); La "Flor de Lis" (1988; The "Flower of the Lily"); and Tinísima (1992; Tinisima). Other narratives include Lilus Kikus (1954; Lilus Kikus; later an expanded edition appeared as Los cuentos [The Accounts] de Lilus Kikus in 1967); De noche vienes (1979; You Come at Night); Ay vida no me mereces (1985; Life, You Don't Deserve Me); Domingo 7 (1982; Seventh Sunday); Gaby Brimmer (1979; Gaby Brimmer); Todo empezó el domingo (1963; Everything Started on Sunday); and El último guajolote (1982; The Last Turkey).
Her chronicle La noche de Tlatelolco (1971; Massacre in Mexico) earned her the Javier Villarrutia Prize. She refused to accept it because she did not want to identify herself with then-President Echeverría's political establishment. Other chronicles include Fuerte es el silencio (1980; Silence Is Strong), and Nada, nadie: las voces del temblor (1988; Nothing, Nobody: The Voices of the Earthquake).
In theater, her play Melés y Teleo (1956; Melés and Teleo) uses a word game in the title, meaning "you read to me and I read to you." Finally, her poetry can be found in the Spanish publications Rojo de vida y negro de muerte, Estaciones, and Abside.
Ponistowska's skill as a novelist was her ability to combine fact with fiction. She lent her voice to the voiceless, but at the same time she took a step back and let the victims come forward to express their needs and pain, letting the Mexican people speak through her. Her settings were mostly in Mexico, and her characters were either Mexicans or people such as Angelina Beloff (Querido Diego, te abraza Quiela) or Tina Modotti (Tinísima) who lived important passages of their lives in Mexico. Many of her female characters are at the mercy of men. Their lives are ruled by a world made up of double standards. They try to do the right thing, but in the end they lose the men they loved and for whom they sacrificed. It is clear then that these women are never really appreciated.
Poniatowska had a great affinity with women and liked to write about them. But she also was interested in the poor, the weak, the street children, and the powerless. Interviewing the common people of Mexico became her trademark. After her first publication (Lilus Kikus, 1954), her writings became more and more political. For example, in Querido Diego (1978) Quiela's story is completely personal. It focuses upon her and her lover, the famous painter Diego Rivera. By comparison, in Tinísima (1992) Poniatowska reveals not just Modotti's emotional life but also her professional and political life as a communist.
However, Poniatowska's style often made it difficult fo
دیه گوی عزیز ، کیلا تو را در آغوش می کشد ، کتابی ایست از النا پونیاتوسکا ، نویسنده مکزیکی . او در این کتاب بر اساس نامه هایی که آنجلینا بلوف ، همسر اول دیه گو ریورا ، نقاش و دیوار نگار سرشناس مکزیکی ، پس از جدایی به او نوشته ، تلاش کرده با استفاده از نامه های انجلینا بلوف و آفریدن کیلا ، تصوبری از زنی رها شده و رنجور از عشق را به نمایش بگذارد. پونیاتوسکا در این کتاب، با ظرافتی زنانه و از دریچه نگاه آنجلینا یا کیلا خواننده را با دردها، رنجها و عشقی نافرجام روبرو میکند. اساس کتاب او را نامه های بلوف تشکیل داده ، نامه هایی که تمامی بدون پاسخ مانده اند ، آن چه در این نامه ها دیده می شود سیمای زنی ایست که بر اثر جدایی ویران شده و تا سال ها ، نتوانسته خود را از بار غم نجات دهد . او به هر بهانه ای برای ریورا نامه می نویسد و هر بار هم عاجزانه از او می خواهد تا به او پاسخ دهد . مشخص است که التماس بلوف هیچ اثری بر نقاش نداشته ، سال ها بعد ، هنگامی که در یک کنسرت ، نگاهشان به هم می افتد ، ریورا بدون این که همسر سابق خود را به جا بیاورد ، از کنارش رد می شود ! کتاب خانم پونیاتوسکا از آن جا که خط داستانی مشخصی ندارد و دانش چندانی هم در مورد ریورا و زندگی پر ماجرای او نمی دهد را نمی توان جذاب و خواندنی و یا چندان مفید دانست .
Una mujer más que idolatraba a Diego Rivera. Interesante conocer un poco de Angelina Beloff, mujer y artista a través de estas cartas dirigidas al amor de su vida.
Entonces estaba poseída, Diego, y tenía solo veinte años. Nunca me sentí cansada, al contrario, me hubiera muerto si alguien me obliga a dejar esa vida. Evité el teatro, evité los paseos, evité hasta la compañía de los demás, porque el grado de gozo que me proporcionaban era mucho menor que el placer intensísimo que me daba aprender mi oficio.
Yo creo que la pintura es así, se le olvida a uno todo, pierde uno la noción del tiempo, de los demás, de las obligaciones, de la vida diaria que gira en torno a uno sin advertirla siquiera.
Bueno, ya lo hice con Bradbury, Murakami, y le va a tocar a mi adorada Poniatowska, pero ni hablar. Todos tenemos un desliz de vez en cuando.
No está mal escrito. Es más, tiene la mágica nostalgia con la cual escribe. Los elementos de siempre que nos cautivan: post-guerra, Paris, pintores apasionados, iconos históricos, el rol femenino como centro de la historia.
Quizás últimamente me he vuelto una lectora más exigente, o tal vez sea que me lo recomendaron y me hice grandes expectativas . Atribuyo que no me impresionó tanto al hecho de que después de que leí "Leonora", me parece que ambas historias comparten elementos similares, sólo que una se pude decir que es el "cuento corto" de la otra.
Tampoco me gustó mucho el hecho de la mujer dependiente emocionalmente. Angelina Beloff es sin lugar a dudas una mujer fuerte, que puede sobrevivir por ella misma cuando se trata de buscar alimento, cuidarse cuando está enferma, encontrar trabajo etc... Pero se reduce a poco menos que un inútil ser humano cuando el hombre que ella ama y adora profundamente simplemente la ha olvidado, es más la ignora por completo. Me enferma leer que esta mujer que pudo ser totalmente independiente pierde su dignidad para suplicarle a un hombre que ya no le ama ni le interesa en lo más mínimo.
No es un libro malo. Sólo que abusa mucho del enfermizo síndrome de las mujeres que siguen apegadas emocionalmente a un verdadero patán.
La verdad Poniatowska tiene muchos mejores libros. Me consta.
Este libro es la viva imagen de lo doloroso que es amar, extrañar y desear a alguien y que la otra persona ignore tu existencia por completo *se va a llorar*
Angelina Beloff fue una dibujante rusa de renombre, mantuvo una relación amorosa con el muralista mexicano Diego Rivera, pero, después de que el chatito regresa a México, Quiela nos relata abatida la vida en París sin su amante, recurriendo con murria a las memorias que crearon juntos durante una década. A partir de cartas no correspondidas, observamos el desarrollo de sus emociones y decisiones.
Desde la primera epístola, Quiela exhibe su vulnerabilidad ante la ausencia del Diego: “Siento que yo también podría borrarme con facilidad”, un eufemismo– basado en sus últimas ilustraciones– a la desaparición o, inclusive, a la muerte.
La dependencia emocional es más palpable en las siguientes cartas, construyendo en el paralelismo “yo adentro del silencio, yo adentro de ti que eres la ausencia” la estructura social en la que ella y sus coetáneos se dinamizan; elles en un inicio preguntando por Diego sin obtener respuestas; elles alejándose de Angelina al no obtener lo deseado.
A pesar de ser patente su depresión, ocasionalmente se observan destellos de autovalidación. Descrito bellamente por Poniatowska en una paradoja anafórica contextualizada en una visita de Angelina al Museo Louvre, relata: “Lloré mientras veía los cuadros, lloré también por estar sola, lloré por ti y por mí, pero me alivió llorar porque comprender, finalmente, es un embelesamiento y me estaba proporcionando una de las grandes alegrías de mi vida”.
Transcurridos unos meses, en su última carta, renuncia completamente a Diego tras el conocimiento de su nueva amante –referencia implícita a Lupe Martín, una escritora mexicana que posó para Rivera, recreando “El canto” para su mural “La creación”; se casaron en 1922 y tuvieron dos hijas–. El término de la obra es sublime. Con gracia e ironía, Poniatowska finaliza con un apóstrofe que zanja rotundamente el fuerte apego a Rivera.
La senda literaria está embellecida por la grata mano de Elena Poniatowska que, con majestuosidad, muestra la habilidad de contrastar las emociones de Quiela a lo largo del tortuoso año. El uso de las estrategias narrativas, la dicción y el pensamiento elevan la lectura y generan una íntima relación con les lectores. La emblemática autora logró convertir unas prestigiadas cartas sin respuestas en una sombría mente artística que nos deslumbra por su complejidad.
«Sigo siendo tu pájaro azul, sigo siendo simplemente azul como solías llamarme, ladeo la cabeza, mi cabeza herida definitivamente, y la pongo sobre tu hombro y te beso en el cuello, Diego , Diego, Diego a quien tanto amo».
Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego Diego ad infinitum...
“Pero soy tu pájaro al fin y al cabo y he anidado para siempre entre tus manos.”
Publicada en 1978, Querido Diego, te abraza Quiela es una breve novela epistolar que me ha parecido el primer atisbo a las extraordinarias obras que Elena Poniatowska escribiría años después sobre grandes mujeres que tuvieron un papel importante en la vida cultural y artística de México o que estuvieron vinculadas a figuras públicas de la vida nacional, como Tina Modotti, Lupe Marín, Leonora Carrington, entre otras. En este brevísimo libro, Poniatowska imagina la vida de Angelina Beloff, pintora rusa y primera esposa de Diego Rivera, en un París desolado no solo por los años de la posguerra en 1920, sino también por el abandono del artista. Quiela, como le decía Diego, le escribe cartas al pintor contándole sobre su existencia, lo difícil que le resulta volver a pintar, pero sobre todo, la pena que siente ante su ausencia y su silencio. Diego se fue de Europa diciéndole que le hacía falta el cielo de su país, la mitología, la fuerza de la tierra, pero no se llevó a Angelina. Ella le escribe rogando unas palabras, algún mensaje que le indique que enviará por ella pero él nunca responde. Y este abandono, sumado a la pérdida del hijo de ambos, hará que Quiela dude de su misma, de su talento y de su arte. Si bien las cartas son ficción, resulta desgarrador leerlas pues la autora ha construido escenas brutales de la vida de una mujer que se sentía sola y perdida ante un mundo –exterior e interior– que cambió frente a la muerte, la pobreza y el abandono. Y no es difícil imaginar que, aunque no exista mucho material sobre la vida de Beloff en esta época, Poniatowska se acercó muchísimo a lo que pudo sentir esta mujer joven pero traicionada ante la partida de su amante, porque lo que es cierto es que Diego jamás volvió a Europa y en México volvió a casarse, sin volver a hablar con su ex mujer.
Esta novela me ha gustado porque, en un texto breve, la autora logra recrear no solo la vida de Angelina Beloff sino también un contexto histórico y artístico complejo, desolado, pero a la vez rico en personajes, corrientes y arte: con apenas una serie de cartas cortas, no resulta difícil imaginar la Europa después de la Primera Guerra Mundial, las penurias de los artistas de la época, la fascinación por la cultura mexicana y latinoamericana, e incluso, el pasado de la pintora en la rusa imperial. Sin embargo, debo reconocer que es quizá esta brevedad lo que me impide darle las cinco estrellas de calificación: me hubiera gustado conocer más, con mayor detalle, la relación entre Diego y Angelina, cómo ella lo apoyó, los buenos momentos que vivieron en Europa, más de su niñez en Rusia, y, sobre todo, cómo siguió adelante cuando resultó evidente que él no volvería. Sin duda, en la pluma de Poniatowska, una novela más larga sobre Beloff resultaría extraordinaria, por las voces, los matices, las pasiones de cada uno de los personajes que la rodearon y el cambiante mundo de las primeras décadas del siglo XX. Con todo, este es un texto apasionante y emotivo sobre una figura que, a pesar de ser relativamente desconocida, vuelve a la vida mediante este homenaje de la escritora mexicana.
Angélica Beloff, o Quiela, manda varias cartas desde Francia a su amado Diego Rivera, ahora en México. Ella es dependiente de su amor, pero este ya no existen, ni existe una mísera respuesta a las constantes e imperantes llamadas de Quiela.
Construido a base de cartas de un único remitente, nos asomamos a la desolación del abandono de Quiela, mujer leal donde las haya hacia ese Diego que, tras compartir 10 años con ella y un hijo por el camino, se fue para no volver, ni siquiera para acordarse de ella. Duele ver cómo ella cuenta su día a día, o su pasado, o sus encuentros con amigos comunes, y cómo desearía estar a su lado en México mientras es capaz de seguir soportando la decidida falta de respuesta del pintor. Aún así, no faltan los buenos deseos y la comprensión, frutos del verdadero amor que no marchita ni empequeñece.
Una lección de desamor nunca antes sospechada, un lamento en círculos de tinta y correspondencias. Imposible no compartir el malestar. Compártanlo.
Esta novela corta de apenas 96 páginas conmueve y remueve, agita el interior, estremece y te hace empatizar con el dolor y el desamparo de Angelina Beloff, y su infinita soledad, y su amor no correspondido.
Así, de forma epistolar —imposible por momentos no pensar en Carta de una desconocida de Zweig— la autora nos va desgranando en doce cartas la pasión injustificada y destructiva de dicha artista hacia su idealizado Diego Rivera. Doce misivas enviadas de forma obsesiva, compulsiva, mecánica, sobre las aristas de la locura. Doce epístolas huérfanas de solemnidad, anémicas, siempre sin respuesta, siempre sin acuse de recibo alguno, para mayor desespero de una Angelina Beloff cada vez más desvalida e infeliz en un París de infaustos recuerdos.
La petit nouvelle se compone de doce cartas noveladas que Angelina Beloff le escribe a su esposo, Diego Rivera, desde París mientras lo espera y desespera.
Las misivas narran a grandes pinceladas la vida de Angelina, pintora rusa sometida en cuerpo y alma al muralista mexicano. Diego es el dios de la protagonista, su razón de ser y existir.
El relato gira en torno a esta mujer que siempre estuvo a la sombra del genio, su dependencia amorosa, la maternidad frustrada y la negación del talento propio. Imposible no empatizar con ella.
Las cartas que Angelina Beloff le envió a Diego Rivera desde Paris en donde le expresa todo su amor y como este se va apagando ante la indiferencia del pintor. Desde su condición económica precaria porque la abandono de un todo a todo y hasta haber pasado junto a ella años más tarde y no haberla reconocido.
Cartas cargadas de una inmensa soledad y desasosiego, palabras que ella escribió y en las que sólo pedía otras cuantas líneas por parte de su amado.
Frida Kahlo se ha convertido en un personaje viral. Ha dejado de ser la pintora mexicana exitosa a ser casi una marca. Sus imágenes y frases vuelan por el internet y nunca falta aquel que pretende conocer su relación con Diego Rivera. Lo cierto es que de él se sabe poco, y en este libro, Poniatowksa aborda su relación con Angelina.
Angelina Beloff desde parís le envía día a día cartas a su amado Diego Rivera, su pareja desde hace diez años, que se ha ido a México sin ella. Él la llama Quiela, quien fue su primera esposa y una excelente pintora, hechizada por el genio de su marido, cuya relación estuvo marcada por la pobreza y la tiranía del mexicano, pues la misma fue tormentosa, casi tanto como la adoración de ella hacia él. Rivera se presenta como un ser ególatra, un monstruo que hace su voluntad en el arte y el amor. «Ella me dio todo lo que una mujer puede dar a un hombre», diría Rivera. «En cambio, recibió de mí todo el dolor en el corazón y la miseria que un hombre puede causarle a una mujer.» Con un estilo epistolar y muy triste, Poniatowska trabaja con la rudeza misma del amor no correspondido. A través de Quiela refleja a todas esas mujeres que alguna vez han (hemos) sufrido por amor (desamor) y que siguen esperando y despedazándose por él. En Querido Diego, te abraza Quiela aborda a una mujer abandonada, ignorada y que demuestra la dependencia de muchas hacia un hombre.
Cierra con la única carta verdaderamente real de toda la historia, pues el resto son producto de la ficción y concluye que Quiela era dependiente a Diego, quien la abandona y la deja pasando hambre en París. El amor no es ciego, nos hace ciegos y la dejaba siempre con el beneficio de la duda, esperando verlo regresar o que él la mandara a buscar, terminando bajo la sombra de un hombre que no hizo más que destruir a cada una de las mujeres que se enamoraban de él.
La mexicana describe el dolor de una manera preciosa, en un libro que, a pesar de ser tan crudo, es hermoso. Querido Diego, te abraza Quiela es una novela magnífica, que en me ha gustado muchísimo y que refleja esa dependencia que muchas hemos manejado alguna vez y que sólo trae como consecuencia los lamentos de una mujer que se durmió en la esperanza. En definitiva, una novela muy bien elaborada, que recuerda que la belleza de las palabras va más allá de lo que cuenten. Un libro desgarrador, que reúne los lamentos de una mujer que sufrió, lloró y que te deja una sensación de vacío.
PD: No esperen encontrar un final concreto, pues no lo hay.
No voy a reseñar el libro pero si me gustaría escribir sobre un tema -discutido constantemente en estos tiempos- del que se puede reflexionar por algunos fragmentos del libro.
Hace unos días estuve en una conferencia y los panelistas hablaron sobre #LeoMujeres. Una de ellas afirmaba que no veía necesario -en su caso- esta iniciativa porque ya sea por el azar o por instinto, cuando pudo escoger sus lecturas, ella siempre llegó a libros escritos por mujeres. Otros decían que la literatura es universal, y que da igual si es escrita por hombres o por mujeres.
En las cartas, Angelina menciona que Diego pasaba la mayor parte del tiempo en su estudio pintando y que si no fuera por ella, él ni siquiera comería. Incluso, dice que con tal de estar junto él, se conformaría con mezclar sus colores, limpiar su paleta, tenerle los pinceles en perfecto estado y convertirse en su ayudante. Las mujeres a lo largo de la historia fueron recluidas al ámbito privado, su oficio se centraba en el hogar, en la atención a sus maridos y sus hijos. Pocas tuvieron los recursos para dedicarse a oficios que las obligaban a estar la mayor parte del tiempo ocupadas. ¿Cómo podían escribir o pintar si se dedicaban a las tareas del hogar? La iniciativa de #LeoMujeres no pretende crear el mensaje de que las mujeres escriben mejor que la escritura entre hombres y mujeres es distinta, lo que se busca es que las mujeres, que no fueron -ni son el algunos casos- privilegiadas en tiempo, libertad y recursos, sean visibilizadas, porque no es mentira que la mayor parte de los libros en nuestras estanterías son escritos por hombres. De hecho, técnicamente, las mujeres que en los siglos pasados escribieron sí fueron "privilegiadas" -de cierta manera- porque lograron escribir a pesar de los ¿obstáculos? No conocemos, ni conoceremos, cuantas quisieron escribir y no pudieron hacerlo por todos los factores ya mencionados.
Lean mujeres, compartan los libros, ayudemos a que sean conocidas.
"דייגו היקר" מורכב משני חלקים: החלק הראשון הוא אסופת מכתבים בדיונית שכתבה כביכול הציירת הרוסיה אנג'לינה בלוף לצייר דייגו ריברה.
הזוג היה נשוי במהלך 10 שנים וחי בפריס שם נולד בנם , שחיי בין השנים 1916 עד 1918. הילד נפטר וריברה נטש את אנג'לינה בלוף לטובת אישה אחרת ממוצא רוסי ממנה נולדה לו ילדה. לאחר מכן בשנת 1921 עזב למקסיקו שם נישא לציירת פרידה קאלו.
המכתבים מלאי כמיהה ואהבה לבעל שנטש ואף לא מגיב לתכתובת קורעת הלב שבה היא מתארת את העוני וחרפת הרעב, את הגעגועים, את תהליך היצירה, את חייה עם הילד שריברה לא רצה. את הצער על אובדן הילד ועל בדידותה. בחלקם הם מתרפסים תוך שהיא מתארת את האופן שבו ביטלה עצמה מפני הצייר ואת מחיר ביטול העצמי.
בסיום החלק הזה, ישנו פרק קצר שבו נמסר כי רק 10 שנים לאחר הפרידה הצליחה אנג'לינה בלוף להגיע למקסיקו בעזרת קבוצת הציירים המקסיקנים. היא לא חיפשה את ריברה כדי לא להפריע לו אבל כשנפגשו במקרה הוא לא זיהה אותה.
החלק השני של הספר הוא תיאור בדיוני כביכול מפיה של פרידה קאלו, אישתו הידועה של ריברה.
פחות התחברתי לחלק הזה בספר. גם בה ריברה בגד עם נשים רבות אבל ההשפעות של הבגידות האלה לא ניכרות בסיפור.
לפי ויקיפדיה, מערכת יחסיהם היתה סוערת והם אף התגרשו ב 1939 ונישאו שוב ב 1940. יחד עם זאת הסערה הזו לא באה לידי ביטוי בחלק הזה שעוסק יותר בתלאותיה של קאלו כמי שסבלה מפוליו ונפגעה בתאונת דרכים קשה.
בעוד שבחלק הראשון, מרכז התכתובת עוסקת במערכת יחסיהם של ריברה ובלוף והשפעתה על יצירתה של בלוף, בחלק השני המחלה והתאונה הן המרכזיות. ציפיתי שתהיה מקבילה בסיפור של קאלו לסיפור של בלוף אבל הסיפורים אינם מקבילים והרגשתי שאני מסתכלת על השתקפות כפולה שיוצרת סטייה בקווי המתאר וצורמת.
הכתיבה של פונייטובסקה מצויינת ויש לקוות רק שיתורגמו עוד יצירות מפרי עטה.
A concise yet compelling book comprises the imaginary love letters sent by the Russian painter Angelina Beloff, at the time exiled in Paris, to her former husband Diego Rivera, who was residing in Mexico. The reader sadly witnesses how her letters remain unanswered. Elena Poniatowska remarkably managed to convey the emotions of a great artist who is ultimately a woman reduced to suffering.
Mmm... Sé que las cartas son ficción, pero el abandono de Diego a Quiela es REAL. Aplaudo que Elena haya tratado de plasmar los sentimientos encontrados de la primer esposa de Diego Rivera, y lo único que puedo decir es ¡Ese vato era horrible!
کتاب زیر صد صفحه است و نامههای عاشقانهی یکطرفه کیلا به دیهگو رو میخونی که پر از رنج و غم و ناراحتیه. عشقی که با مرگ فرزند تموم میشه و حتی فراموش... از نظر عاشقانه بودن، خیلی نرم و لطیفه ولی غمی که داره برام سنگین بود. زنی که انگار افسار زندگی رو از دست داده و هویتش با شوهرش معنا میشه. داستان زندگی خیلی از آدما اینطوریه ولی خب دردناکه. زندگی ادامه داره. توی مقدمه کتاب اومده کیلا چند سال بعد میره مکزیک و اونجا اتفاقی دیهگو رو میبینه اما دیهگو اونو نمیشناسه. این ماجرای عشقهای یک طرفه و سطحیه که ما همیشه پیش خودمون فکر میکنیم واقعی بوده.
Según avanza vas notando la desesperación y el dolor de Quiela, de cómo se aferra a la escritura, a los recuerdos, al arte… a un amor que nunca ha sido bueno y siempre dependiente
(Diego, te odio más)
«En cuanto a mí, puedo afirmar que el dolor de muelas seguirá hasta que se pudra de raíz; entonces ¿no sería mejor que me arrancaras de una vez la muela, si ya no hallas nada en ti que te incline hacia mi persona?»
«Pero soy tu pájaro al fin y al cabo y he anidado para siempre en tus manos».
"Je crois que la peinture, c'est cela, on oublie tout, on perd la notion du temps, des autres, des obligations, de la vie quotidienne qui se déroule à côté de soi sans même qu'on la remarque."
No está mal escrita, pero estoy cansada de leer a mujeres que pasivamente esperan a un hombre que con ellas es indiferente. Quizás en otro momento de mi vida me hubiese gustado más.