Madrid, verano de 2010. Corren los días del Mundial de fútbol y, mientras los ojos de todos están puestos en los tortuosos avances del equipo de España en Sudáfrica, la comisaria María Ruiz se enfrenta a un tenebroso crimen: un joven ha aparecido asesinado. Sin identidad visible. Sin pistas aparentes. Sin móvil. Mujer atractiva, concienzuda y tenaz, María iniciará una investigación que se complicará cada vez más. Pero no está sola: el veterano periodista Luna, un maestro de la profesión hoy acorralado por la crisis y la era digital, y Tomás, brillante informático de la policía, serán claves para llegar hasta el fin. La intriga será para ellos tan trepidante como la que acompañó a la selección nacional hasta su gesta final.
Es periodista, subdirectora del diario El País y colaboradora de la Cadena SER.
Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, ha estado vinculada desde sus inicios a la cobertura de noticias de Internacional, ha sido corresponsal en Moscú, enviada especial en una veintena de países en conflicto y redactora jefa de esta sección. La información sobre el mundo, la política, los cambios sociales, el impulso de las mujeres, la transformación de un gran periódico en plena revolución digital y los libros son algunas de sus pasiones.
Es una novela entretenida y los personajes son interesantes, sobre todo, los dos principales: la comisaria Ruíz y Luna, el periodista. No me ha gustado el desarrollo de la trama en forma de capítulos cortos que iban pasando de un personaje a otro. Tampoco hay mucha tensión narrativa y el tema principal (no diré cual es) ha sido tratado ya en incontables ocasiones y de mejor manera. El final está muy visto y la sorpresa es nula. Me esperaba mucho más.
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It is an entertaining novel and the characters are interesting, especially the two main ones: Commissioner Ruíz and Luna, the journalist. I didn't like the development of the plot in the form of short chapters that passed from one character to another. There is not much narrative tension and the main theme (I won't say what it is) has already been dealt with countless times and in a better way. The ending is very familiar and there is no surprise at all. I expected much more.
Hay algo en esta novela que no termina de convencerme. Quizás los personajes, un poco “forzados”. Quizás las situaciones descritas; no por no ser reales, que lo son, más bien por como las maneja la autora.
La inclusión del mundial de Sudáfrica que ganó España como ambientación podría estar mejor reflejado. He leído novelas con ambientaciones similares que te metían más en el ambiente.
Como producto policial no es en absoluto descartable. De hecho, pienso seguir leyendo a la comisaria Ruiz. Sólo espero que refine un poco más el estilo, y sin duda pasará de tres a cuatro estrellas sin la menor vacilación. 3,5 para “Verano en rojo”. Pero el “medio” romance de la protagonista se lo podía haber ahorrado.
Muy bien hilada, tensa, entretenida, con un tema que últimamente es muy actual (los casos de pederastia en el seno de la iglesia), la comisaria Ruiz es una sabuesa muy digna. Tras haber ejercido como psicóloga en la policía, hace años dejó esta parte del trabajo para convertirse en una policía más, e ir subiendo hasta llegar a comisaria. Cuando aparece el cadáver de un chaval en el parque Juan Carlos I de Madrid en medio del mundial de fútbol de Sudáfrica, María no lo duda y se vuelca en la investigación. Siguiendo diversas pistas llegará a Santander donde encontrará nuevos elementos para tirar de más hilos. Lo único que me jode es, de nuevo, la historia de amor subyacente. Parece que ninguna protagonista fuerte y bien puesta es capaz de eludir a Cupido. En fin...
Me ha decepcionado bastante. La trama, que de novedosa tiene poco, es lo único que se salva, porque creo que es lo único que tiene trabajado la autora. Lo de explicar la investigación y que sea creíble, es otra cosa.
La organización policial que dibuja es dantesca. ¿No hay jefes?. ¿El único periodista que sigue la noticia es un veterano que no sabe entrar en Google?... ¿en serio que estos crímenes no interesan a las tele morbo...?
Y el final malo malo, tan habitual últimamente en la novela negra (especialmente en la protagonizada por mujeres, que parece que tienen que ser SuperWomans y resolver las cosas ellas solitas).
Los personajes sosos, con diálogos infantiles. Los móviles siempre sin batería, qué cosas... El Mundial pinta en la novela lo mismo que un partido de curling. Las distancias inexistentes. Y la opereta sentimental, de folletín mediocre.
Eso sí, me ha encantado que en 2010 te ofrezcan un Renault 5 cuando alquilas un coche. Un toque de lo más vintage que acaba por rematar las dos estrellas.
Escogí este libro por recomendación de una amiga y no me he arrepentido. Un gran libro, una gran novela negra de una escritora de la tierruca.
La protagonista es la comisaria María Ruiz, ex-psicóloga, que se ve envuelta en la investigación de la muerte aparentemente sin sentido de un joven en un parque madrileño. Pero pronto este caso tiene ramificaciones que casi llegan a la conspiración, en una investigación que deja Madrid para trasladarse a Santander y Lerma.
Aunque la trama parece trillada, el modo de contarlo es muy especial. La autora te atrapa casi desde la primera línea, alternando escenas protagonizadas por un extraño atormentado, la comisaria Ruiz y el curtido periodista Luna, en un baile de máscaras, que poco a poco van cayendo.
Un libro malísimo, lioso, lento , soso y aburrido. La trama consiste, sobre todo, en páginas que no aportan nada a la historia, los personajes son pobres, los diálogos aún más, el final de folletín y el estilo literario es tan mediocre que me confirma que es una autora de la que prescindir .
Hay que tener en cuenta varias cosas para poder reseñar correctamente esta novela negra sin caer en ciertas opiniones que he leído sobre ella por aquí.
- La primera es su año de publicación: 2012. Si se hubiera publicado ya en los años 20 de nuestro siglo, las dos siguientes habría que desestimarlas y decir que es una novela tirando a regular.
- La segunda viene de la primera: en aquella época la sobredosis de novela negra no existía y comenzaban los años donde los autores españoles se empezaron a dedicar en masa al tema del thriller.
- La tercera mama de las dos anteriores: en 2012 el tema central de la novela no estaba trilladísimo. Ahora en 2023 o ya en 2018 o 2020, si podríamos decir que el tema IGLESIA-PEDOFILIA sí está más que visto.
Por lo tanto, y teniendo en cuenta esto, la novela es más que correcta. No es una maravilla y el final, algunos personajes y ciertos desarrollos cojean un poco (a veces bastante). Pero se lee rápido y es entretenida (insisto, siempre considerando que salió en 2012).
demasiado lento. no me ha enganchado hasta más de la mitad del libro, y eso que el argumento es jugoso. el estilo de la autora es demasiado detallista y hace que pierdas el hilo de la lectura en los pasajes más insignificantes, desconectándote de la trama, bastante buena. sin embargo, me he enganchado a la comisaria Ruiz y le daré alguna oportunidad más.
VERANO EN ROJO Berna González Harbour Una novela policiaca clásica. Acabas de abrirla y ya aparece el primer cadáver. Y a enseguida la investigación, llena de aciertos por parte de la comisaria María Ruiz y de sus hombres. Y ahí empieza también la narración clara y fluida de la autora.
realmente le doy un 3,5. me ha gustado y me ha enganchado, pero no puedo evitar sentir un poco de rechazo hacia las descripciones que hace al principio sobre todo. en fin, supongo que tengo otra forma de ver las cosas, pero me chirría que una mujer describa así a otra mujer y que se repita tanto lo atractiva que es la comisaria como si fuese su característica más importante. pero la historia en sí muy buena y muy necesaria
Pese a que he disfrutado bastante la lectura de "Verano en rojo" y lo he leído en apenas tres días, hay algunos aspectos de la novela que me han resultado poco satisfactorios:
Aunque la trama y la investigación policial se desarrollan a buen ritmo, no hay demasiadas sorpresas. Esto, en sí mismo, no tiene porqué ser algo negativo pero en cierta manera, la investigación policial del caso en esta novela acaba resultando demasiado sencilla: encuentran pruebas, las muestran a testigos quienes les señalan a los implicados y de los implicados se centran en el culpable y obvian al resto, sin saber muy bien porqué. Por otro lado cuando se empieza a desvelar la trama, la resolución del caso pierde "emoción". En este aspecto, todo es muy lineal. En la investigación no hay recovecos, callejones sin salida, pistas que despistan. Todo es demasiado "plano".
Aparte de la investigación, encuentro difícil empatizar con los personajes principales. En mi opinión habría que haberles dado más "cuerpo", más historia personal, más cotidianeidad. Que sea el lector el que descubra y vaya conociendo a los personas sin que la autora tenga que estar (más o menos) constantemente describiendo su personalidad (cierto personaje es descrito, en repetidas ocasiones, como alguien de personalidad fuerte, tajante y borde en vez de dejar que sea el propio personaje quien muestre cómo es).
La historia personal de la comisaria es demasiado tópica. Parece un añadido para intentar dotar de humanidad al personaje más allá de su papel como comisaria de policía. Le falta sustancia y resulta un tanto esquemática.
Por último y quizás lo que más me ha decepcionado de la novela es el distanciamiento de la autora con la vergonzosa realidad de lo que cuenta. En la "nota de la autora", en la que agradece y da breve cuenta de las personas reales que han inspirado algunos de los personajes de la novela podemos leer: "Hay también una Iglesia y unos crímenes. Esta novela es una invención, desgraciadamente inspirada en la sombra de algunos casos reales. A esta institución no se lo vamos a agradecer". Esta nota de la autora, nos hace pensar cual es su postura clara ante la realidad reflejada en los hechos que narra. Sin embargo en la novela, resulta demasiado cauta, contenida. Da la sensación de que intenta no dejarse llevar por su aparente anticlericalismo (o dejémoslo en su no excesiva simpatía por la institución) tratando el tema un poco desde lejos. En este aspecto, creo que la novela hubiera ganado mucho si la autora se hubiera implicado algo más con el tema tratado y hubiera mostrado más de primera mano la corrupción y podredumbre de los implicados. Ante un tema como el tratado, que todos sabemos que refleja una realidad bochornosa y depravada, creo que es necesario señalar con mayor dureza a la institución que permitía que tales hechos se llevaran a cabo.
Pese a todo creo que es una novela disfrutable y no me importaría leer otro libro de la autora.
El tema del libro me ha gustado. Puede parecer que es un tema de moda y que muchos libros tratan sobre él, tanto de ficción como de no ficción. Si embargo, pienso que ha estado escondido tanto tiempo, que cuanto más se saque a la luz mejor. Pero no me ha llegado ningún personaje, los he sentido ajenos, forzados. Como la historia romántica, que me estorbaba continuamente y que si se la hubiera ahorrado la novela incluso mejoraría.
A través de un cuento policiáco Berna González Harbour critica los lados pequeños de la sociedad española. Y como siempre y en todos lugares, hay mucho que criticar, entre ellos el machismo, la homofobia, internet bullying, divisiones regionales, condiciones de vida y deterioro de bienes raíces, la decadencia juvenil, y el racismo hacia latinos.
No obstante, el objetivo principal de su crítica es la iglesia. No solo es la pedofilia que ha estado encubierta y absuelta a través de confesiones demasiado tiempo. Sería barato y sensacionalista de únicamente apuntar a los casos de abuso sexual, y creo que la autora lleva un papel ejemplar en mencionar sus propias experiencias del período del franquismo; mientras que las monjas de su primaria glorifican el generalísmo Franco de ultra derecho, instigan a las niñas de pedir el infierno para una figura como Mitterand.
Se critica la hipocrisía en la iglesia que condena el matrimonio entre hombres, pero incita la homofobia y perdona los curas que van tocando a chiquillos. Una iglesia que, en nombre de la fe y el amor a dios, diaboliza cualquier intento de liberalizar una sociedad conservadora, donde se prefiere la violación al feminismo, a vidas aruinadas y clandestinidad al aborto. No sé cuantas veces la comisaria Ruiz se enoja cuando ve un cura persignarse y clamar al cielo, pero no se puede contar en los dedos de los manos.
No obstante, la novela no está pesada. Sus protagonistas simpáticos son fáciles de asimilar, y la historia se desarrolla a una buena velocidad. Un punto débil es quizás el señalamiento excesivo de la trama. También, la moralidad de sus personajes y sus juzgamientos sobre los demás son a veces duros de tragar. Asimismo, los motivos de los personajes se balancean a veces entre lo unidimensional y lo inverosimil, pero solamente cuando se trata de personajes secondarias. Me gustó mucho el juego amoroso cauteloso entre la comisaria y Tomás, aunque esto en mi humilde opinión no se tenía que justificar con un trauma personal.
Verano rojo es una buena novela policíaca, con muchos sucesos e intriga. A mí se me hizo un poco cuesta arriba de leer al principio por la cantidad de personajes que van de una ciudad a otra continuamente y a veces son difíciles de seguir. Los crímenes también suceden en diferentes lugares aunque poco a poco se va descubriendo su origen común. Muy acertado el uso del problema de los abusos a menores cometido por eclesiásticos. Gonzalez Harbor escribe en su nota final: "Esta novela es una invención, desgraciadamente inspirada en la sombra de algunos casos reales". También su personaje principal la Comisaria María Ruiz fue creado inspirado en otra María, la abuela María, perteneciente a una generación de mujeres españolas que no tuvieron oportunidad de desarrollar sus talentos, pero que hubieran sido excelentes comisarias y alcanzado cualquier meta que la sociedad les hubiera permitido. Recomiendo la lectura de Verano rojo, novela que hay que leer con las pilas puestas porque es, de nuevo, otra excelente entrega de una escritorA del género policial.
2,8 Creo que a la novela le falta credibilidad, esa colaboración entre policía y periodismo no parece que sea muy frecuente en el mundo real, como tampoco que un periodista aislado, por muy experto en investigación que este sea, obtenga semejantes resultados que todo un equipo policial pese a los medios y poder con que cuenta la policia. En cuanto al tema de fondo, la denuncia de los abusos a menores y la sodomía en la Iglesia Católica, la autora los muestra como un hecho generalizado en la institución, hecho que es consentido y ocultado por sus jerarcas y no penalizado por la justicia ordinaria. Espero que no sea así, que no un gran número de religiosos sean gays violadores. El proceso de investigación es demasiado lineal, sin recovecos, sin pistas falsas, todo resulta sencillo, lo que hace su seguimiento pierda emoción. Los personajes un tanto lineales. En todo caso la obra es entretenida, tiene un estilo directo que lo facilita, se lee fácilmente.
Tenía ganas de leer a esta autora, es de las que piensas "seguro que sus libros me van a gustar" y la mujer sigue sacando novelas y yo sigo sin leerla, hasta ahora. He comenzado con el primero de la serie de la comisaría Ruiz y, como imaginaba, no me ha defraudado.
La historia transcurre en pleno mundial de fútbol de 2010, cuando España está llegando a la final y ya sabéis lo que pasa (aquí no hay spoiler, jajaja). Un chico aparece muerto y la comisaría junto con su antiguo compañero de Santander y los de Madrid, tendrán que resolver el caso.
Me gusta el personaje de la protagonista, es fuerte y se juega el tipo cuando hace falta, no es miss simpatía pero no le hace falta.
Si os gustan las novelas policiacas y no os habéis estrenado con la autora hacedle hueco porque es muy recomendable.
Es increíble como un libro tan bueno y con tan excelente trama puede ser tan destrozado al final con un tono lacrimógenamente romántico.. (romántico, en serio? era necesario?), es decir la vida de esta inspectora tan inteligente, pujante y vital no era nada si no le ponía la autora la mano de un hombre a su lado???
Nos llevó tan inteligentemente por distintos escenarios haciéndonos pensar con giros bruscos y cambios quién era el personaje que hablaba, hasta poco a poco ir desenvolviendo la trama para hacer eso al final??? Creo la inspectora principal no se merecía eso, pero bueno, quizá se venda más si hay romanticismo, si le damos la ilusión al lector que nada es en vano y que esa "luz al final" es una pareja que atraviesa feliz el arco iris... lamentable No le doy menos de 3 estrellas porque el resto está muy bien logrado, repito: lástima el destrozo del final, una pena
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María Ruiz es una joven comisaría de la policía nacional de Madrid que se encarga de la investigación del asesinato de un adolescente, cuyo cadáver aparece sumergido y lastrado en un estanque. Cuando aparece un segundo joven en Santander, también asesinato de manera extraña, y todo parece indicar que se conocían, la investigación se centrará en un entorno de educación religiosa y posibles abusos.
No puedo decir que la novela haya estado mal, pero no me ha enganchado del todo el estilo. Quizá me ha parecido que en la investigación cada uno iba un poco a su bola, sin demasiada comunicación. Por su parte, tampoco me ha gustado demasiado el personaje de María, aunque al ser inicio de serie quizá debería darle un poco de margen.
En líneas generales, novela entretenida pero regular. Nota: 6/10.
Una novela que discurre por escenarios que me son muy familiares: el parque Juan Carlos I y sus esculturas, la playa de Oyambre en Comillas, Santander, Lerma... y con una investigación que se va construyendo poco a poco, pista a pista, hasta descubrir el lío final. Aún así la novela no engancha, decepciona y no funciona. Los personajes son también muy familiares; ya los hemos leído o visto en el cine. No consigo encontrar nada original en la comisaria María Ruiz (una psicóloga policía... me suena, ¿verdad Bevilaqua?), un equipo que no aparece muy bien definido, donde debería destacar Tomás, el informático que se lió con María; un periodista, Luna, que pertenece a otra época, y luego los curas, pérfidos pederastas. Los capítulos donde describen las andanzas del asesino son absolutamente prescindibles; no añaden nada, no justifican nada y se leen con asco. Un final muy trepidante tipo película de acción que resulta un tanto ridículo.
Esta novela la he leído por casualidad. Vi el comienzo de la película basada en ella. La he leído por su temática: la pederastia en la iglesia católica. El principio ofrece acción, que luego se ve frenada por la acción de la policía y la jerarquía eclesiástica, mientras se introduce otro elemento principal, el periodista que está de vuelta de todo y ahí pierde ritmo, incluso con el antiguo mentor y a la hora de la verdad, toma un sprint que parece que la autora tiene ganas de finalizar el relato. Quizá le de un márgen de confianza más adelante a la Comisaria Ruiz en su segunda aparición.
Acabo de descubrir a esta autora, Berna González Harbour, y su comisaria Ruíz y me han enganchado completamente. La saga está compuesta de tres libros, por ahora, que se pueden leer de forma independiente. Yo comencé con el último y antes de terminarlo ya había ido a la biblioteca a coger los dos anteriores. Recomendada para todos aquellos a los que les guste una buena investigación y las sagas donde se ve como van evolucionando los personajes.
Bueno, más bien sería un 3,5, pero como es la primera novela que leo de esta autora, me voy a estirar. Me ha hecho pasar un buen rato, ha situado su novela en un momento reciente que muchos de nosotros recordaremos (el Mundial que ganó la selección española) y esto me ha conectado ya desde el principio. Además, ha conseguido ser breve y eso últimamente no abunda. Además, parece bastante bien documentada respecto al procedimiento policial y eso también se agradece.
El principio es un poco lento, la introducción, la presentación de los personajes no me engancho, suele pasar, luego poco a poco fui cogiendo carrerilla hasta el final. Me ha gustado bastante, ni es una obra de arte de la literatura, pero pocas novelas de este estilo lo son, y cumple de sobra con su cometido. El tema principal, desgraciadamente esta a la orden del día, es horrible. Muy entretenido
El final me parece desastroso. Demasiado extremo para ser real. Hay como una especie de confusión entre valentía y heroismo con un absoluto sinsentido. Te corta el aliento, sí. Pero de una manera tan extrema que se nota demasiado que es ficticia. En eso pierde mucha calidad una historia que por lo demás está bastante bien hilada.
No conocía a esta autora pero me ha encantado. Me gusta su manera de escribir y sobre todo que la novela es adictiva de principio a fin. No hay momentos de relleno que puedan hacer perder el interés. He visto que esta serie tiene un segundo libro que leeré en breve y pronto caerá algo más de esta escritora.
Cayó en mis manos por casualidad, buscando novelas negras y me gustó bastante. Tanto que busqué el que hace pareja con él, de la misma saga. Lo que más me ha gustado es que se desarrolla en Madrid y que la comisaría Ruiz los tiene bien puestos. Es una novela policiaca al uso, pero como me a mi me gustan las “novelas policiacas al uso” le doy 4 estrellas.
Buena aventura y bien ambientada. Personajes algo estereotipados pero interesantes. Una historia tan real como verdadera. Me gustan estas novelas que se desarrollan en lugares que conoces e identificas. La estructura es perfecta, dosificada paso a paso, con la acción adecuada, con el suspense en su momento, con toques de humor y bien documentada.