En Desvelos de verano prevalece una atmósfera comú la del calor, la del verano; un entorno que, en el contexto de historias de pueblo o ciudades chicas, combina lo abierto con lo opresivo, el aire libre con el encierro (encierro incluso al aire libre). Martín Kohan deja de lado nuevamente la irreverencia de la que es capaz su literatura y, en un arte del manejo de la economía, esboza cada última línea dejándonos el pulso acelerado y con hambre de más.
En los cuentos que integran este volumen prevalece una atmósfera comú la del calor, la del verano; un entorno que, en el contexto de historias de pueblo o ciudades chicas, combina lo abierto con lo opresivo, el aire libre con el encierro (encierro incluso al aire libre).
El verano es el protagonista omnipresente en varios de los cuentos. Un protagonista harto, por momentos ahogado y cansado de sí mismo, que define la perspectiva y el tono de los otros personajes hasta llevarlos a un desenlace inesperado. Ese clima predomina y acaso contagia aun a los cuentos que no participan de ese tiempo ni de esa geografía. El conjunto se cierra con una intencional un espacio moderno, un aeropuerto, en tiempos de Guerra Fría. El estilo es clá una escritura casi enteramente suscitada por la lectura de Cesare Pavese. Este libro es un ejercicio virtuoso que nos demuestra cómo nuestras lecturas se funden y resignifican en la escritura.
Martín Kohan hace a un lado una vez más la irreverencia de la que es capaz su literatura y, en un arte del manejo de la economía, esboza cada última línea dejándonos el pulso acelerado y con ganas de más.
Martín Kohan es un escritor argentino y profesor de Teoría Literaria en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de la Patagonia.
Sus obras se publican en editoriales como Einaudi (Italia), Serpent’s Tail (Reino Unido), Seuil (Francia) y Suhrkamp (Alemania). Ciencias morales (2007) es su novela más popular y ha sido llevada al cine con el nombre "La mirada invisible", bajo la dirección de Diego Lerman. En la película Kohan interpreta el breve papel de empleado de una tienda de discos. También con Ciencias morales ha ganado el Premio Herralde de Novela 2007.
En 2014 recibió el Premio Konex - Diploma al Mérito como uno de los 5 mejores novelistas del período 2008-2010 de la Argentina.
Son todos relatos muy atmosféricos, así que disfruté bastante de esta antología.
Aunque me hubiera gustado que todos los relatos tuvieran el mismo hilo conductor, el verano y el calor opresivo, porque hay varios sobre el final que nada qué ver y eso me sacó de onda, más allá de que no estuvieron mal.
una colección de cuentos cohesiva, pero que se quedó corta. muy pocos cuentos verdaderamente me gustaron y en la mayoría me quedé pensando "¿eso es todo?" el concepto del libro me gusta y la sensación asfixiante del calor en el verano está lograda. pero la verdad es que, siendo kohan, esperaba más
La pluma de Kohan es una de las más fascinantes de la región a día de hoy, y creo que este compilado de relatos es una fiel muestra de aquello. Que en tan poco espacio sea capaz de concentrar historias con una atmósfera tan densa, es muy llamativo, considerando que cada uno de los cuentos no pasa de las cinco planas.
Muy bueno. La única razón por la que no le doy 5 estrellas es porque siento que se queda corto con la cantidad de relatos incluidos, lo cual deja una sensación en la antología de que falta contenido.
3.5 destaco mucho El desvelado y La desvelada. Situaciones en las que nos vemos reflejados en la manera de actuar de los personajes, sentí los cuentos muy honestos, como no queriendo caretearla. Muy buenos!
Muy lindo libro para leer en el verano. Definitivamente es una excelente lectura para cuando vas en el bondi o cuando te vas de vacaciones. Hay algunos cuentos que me gustaron más que otros, entre ellos "La adivina", "El ahogado", "La desvelada" y "Felicidad". Infinidad de temas abordados, pero los que más me gustaron fueron esa tensión entre el saber y el no saber; el hecho de hacer oídos sordos, mirar para otro costado y como la culpa hace presencia después; las historias de pueblo chico y sin dudas la asfixia que produce el calor.
La primera vez que leo algo de Kohan y a mi parecer, es un viaje de ida.
Son cuentos con tramas e ideas muy buenas pero a todos o casi todos, les falta potencia, o algo que vos puedas decir "que cuentazos". Aún así, me encantó como escribe el autor así que pronto voy a estar leyendo más de su obra.
Los primeros cuentos me resultaron más entretenidos que los últimos, especialmente los vinculados directamente al verano y sus desvelos. A pesar de esto último, es un libro entretenido y fácil de leer.
Difícil elegir un cuento solo como excelente porque son todos buenísimos. Hacía tiempo que un libro de cuentos no me dejaba tan fascinado por la contundencia de cada uno. Maestro Kohan...
En una primera instancia la prosa parece más cuidada que la temática, pero tras el debate y puesta en común de ideas (he aquí la genialidad del #Zoe'sBookClub), la tensión entre la acción y la inacción es tan potente como aquella imagen de la dualidad estaticidad-explosividad del verano que Kohan plasma al comienzo del libro.
El hilo conductor de esta antología es la atmósfera opresiva de los meses de verano en los pueblos del interior. Una atmósfera que conduce al desvelo, a quedarse puertas afuera observando lo que hacen los vecinos, a coquetear con los peligros de ríos y mares, a dar rienda suelta a deseos prohibidos y a concurrir a eventos que normalmente no suscitarían tanto interés. Los 13 cuentos son muy breves, de no más de diez páginas, y constituyen viñetas “a la Carver”, donde se presentan situaciones extremas con una distancia quirúrgica que las hace aún más perturbadoras.
Mi reacción inicial a la lectura fue pensar que no estaba a la altura de las novelas del autor, y que esperaba más. Pero a medida que fueron pasando los días (me gusta dejar que las lecturas se decanten un poco antes de reseñar) comencé a percibir la sutileza y la ironía de Kohan para narrar estos relatos, que no son los 13 igual de buenos, pero tienen algunas joyitas:
🪟ENFRENTE: Las tardes de verano en las sierras empujan al narrador al jardín, donde sus vecinos desenfrenados se pasean desnudos y no ocultan su frenética actividad sexual. Todo cambia cuando percibe que hay una niña con ellos. ¿Qué hacer?
🎣 EL AHOGADO: Una excursión de pesca y un hallazgo macabro que deviene obsesión.
😳 LA DESVELADA: Florencia no logra dormir y Osvaldo, que no puede convivir con ella, aceptaría cualquier cosa con tal de que pueda volver a conciliar el sueño. Cualquier cosa.
🌊 ALGAS: Marta, cansada de fracasar en todo lo que emprende, se adentra en el mar. ¿Logrará que esto sí le salga bien?
En estos cuentos Martín Kohan tiene la habilidad de meternos en las historias casi de forma abrupta. Muy pocas veces sigue la estructura básica de introducción, nudo y desenlace. Y nos deja también a nosotros decidir de qué forma termina. El cuento nos genera alarma, el pensar siempre que algo está por pasar, pero sólo lo intuímos, el autor lo abandona en ese momento, la historia va decantando por sí misma. En algunos casos, como por ejemplo en El Ahogado, los lectores ya conocemos lo que en el pueblo recién al final comienzan a sospechar.
Hay ciertas cosas en común entre los cuentos: - La mayoría de las historias transcurren en pueblos o parajes. - Los protagonistas lo pasan mal en esta estación del año, sintiendo un calor casi claustrofóbico, una sensación de asfixia, un calor incómodo, que también lo sentimos nosotros al leerlo. Me hizo acordar en ese sentido, pero al contrario, a La verdad increíble, de Tove Jansonn, donde el frío lo sentimos en la piel. Acá transpiramos y nos desvelamos con los protagonistas.
Son 13 cuentos cortos o muy cortos. El desvelado, El Ahogado, La siesta y Sed fueron de los que más me gustaron, pero todos me parecieron muy buenos.
Me gusta leer los cuentos de a uno o dos, degustándolos, darles su tiempo e incluso releerlos y no leer todo el libro seguido como si fuera una novela.
Partiendo de la premisa en la que todos los cuentos se sitúan durante esos días de verano donde no podemos acordarnos de nuestro nombre, en algunos de ellos las palabras sol, temperatura alta, humedad y mosquitos no se dejan siquiera entrever. Dejando eso de lado, varios de los cuentos son espectaculares y cuentan con una prosa y un ritmo espectacular. En cambio, otros me dejaron con el sabor agrio que deja la limonada mal hecha de enero. En conclusión, ni muy muy ni tan tan para ser Kohan.
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Lectura llevadera. Kohan retrata muy bien la cotidianidad, en ella se mete cosas que pueden pasar a otro género. En un limite muy bien logrado. Me gustó, pero no me encantó. Bueno para lectura de transporte, por ejemplo, el subte. Tramo corte, cuentos cortos y no requiere un esfuerzo extra. Ideal para cerrar el año o para algo ligero y bueno.
"Desvelos de verano". En estos cuentos de Kohan vamos a poder disfrutar de una lectura que nos hará sentir "en casa" ya que a través de diferentes expresiones, sentimientos, pensamientos vamos a coincidir con los personajes con respecto a la atmósfera del calor, que nos asfixia de alguna manera y nos libera en otras.
Que buen libro porfavor. Me gustaron muchisimo todos los cuentos y senti que cada uno tenia esa sensación del calor, del verano. Por eso para mi es ideal como lectura en la playa. Al autor lo quiero mucho, estuve investigando y ya se con que libros seguir de él. Khoan i loviu.
Disfruté mucho de los relatos y, una vez más, caí rendido ante la prosa de Martín Kohan. Su forma de narrar me cautiva y me invita a leer más. El argumento de los cuentos es simple, pero no por ello aburre.