Chile, 1822. Terremoto y maremoto en Valparaíso. Lord Cochrane, almirante de la escuadra chilena, le salva la vida al general Bernardo O’Higgins. A manera de agradecimiento, el Director Supremo revela que una vez estuvo a punto de despedirlo y de ofrecerle, como compensación, el archipiélago de Juan Fernández. Y que, en Robinson Crusoe, la isla principal del archipiélago, el corsario Alexander Selkirk escondió en 1704 un tesoro que nadie ha podido encontrar. Todo indica que el tesoro es una reliquia que Selkirk trajo consigo desde una región del estrecho de Magallanes que los aborígenes llaman Las Montañas de la Locura. Este lugar habría sido el primer hogar en la Tierra de un dios venido desde las estrellas, el inmortal Cthulhu. Intrigado, Lord Cochrane parte hacia Juan Fernández junto a su amiga Maria Graham y al capitán Eonet. Lo mismo hace un antiguo enemigo suyo, el capitán Gervasio Corrochano, un ex oficial de la Armada española que ahora está al mando de un buque pirata, el Águila.
Guionista de cine, televisión, radio y cómics. Productor audiovisual y editorial de libros independiente. Periodista de la Universidad Católica, Vive en París desde octubre de 2014.
Cronológicamente este libro se ubica entre el primero (1815) y el segundo (1826). Por si te preocupa tener que leerte antes los anteriores, todos los libros funcionan de manera independiente. Te dan el contexto suficiente para no andar perdido, pero no llegan a spoilearte toda la trama. Por el contrario, te dejan con ganas de leer esas aventuras pasadas. Eso sí, esta aventura finaliza en plan con un GRAN “continuará…” advertidos están.
Esta novela la encontré mucho más “calmada” en comparación a las anteriores, pero llegué a la conclusión de que es porque sucede en un plazo más amplio de tiempo. Ahora bien, no me confundan esta calma con aburrimiento, porque no había espacio para tal al estar envuelto en una tensión constante que explota en el enfrentamiento final.
Fue como estar dentro de una película histórica de piratas, aprendí mucho sin darme cuenta. Si ya en los anteriores la realidad se mezclaba con la ficción al punto en que no podía distinguir una de la otra (salvo por los sucesos sobrenaturales, pero quién sabe…), la perspectiva de María Graham enriqueció mucho el relato.
¡Y qué decir de dicho personaje! Una mujer real que rompió todos los estándares de su época.
Volvemos a encontrarnos con estos toques lovecraftianos que me encantan, ahora mezclados con mitos prehispánicos de la cultural selknam y chilota (esta última haciendo alusión a un evento pasado que estoy ansiosa de leer). Soy muy fan.
¡Lo disfruté de principio a fin y no puedo esperar por el desenlace de esta aventura!
Este libro es el segundo (hasta el momento) y se puede leer fácilmente sin haber leído los otros de la saga, además éste en particular libera pequeños detalles relacionados con los otros libros lo que motiva a leer o releer las otras partes. Está historia atrapa desde el comienzo, ya sea porque los personajes son muy especiales, porque te interesa la historia y mitología de Chile y Sudamérica, o si te gustan las historias de piratas. Leerlo es como mirar una película que cada cierto tiempo te deja al borde del asiento, y no puedes hacer muchas pausas al leer porque necesitas saber sí o sí qué pasa a continuación. Tal vez no juego mucho con el terror como en los otros libros de la saga, pero la acción naval también atrapa. ¡Excelente libro!
Me gusta el toque de fantasía Lovecraft combinado con la historia de Chile que el autor le imprime a este libro. No es una historia extremadamente cautivadora pero entretiene bastante. A pesar de ser una historia ficticia se aprende bastante el lado histórico aporta datos sumamente interesantes. Lo malo es que esta historia no termina aquí si no que continúa en Lord Cochrane en Las montañas de la locura. Me di cuenta solamente al terminar el libro.
Está ubicado cronológicamente entre Cochrane vs Cthulhu y su secuela (Catacumbas), pero en calidad me figura por debajo de ambos, ya que si bien es un libro extremadamente bien escrito y entretenido de leer, me supo más a una gran introducción o una precuela del libro siguiente que a una gran historia.
La gran trama del tesoro de Selkirk se resuelve en un punto, quedando mucho libro por delante y sin ese "gran descubrimiento" que promete a ratos.
Gilberto Villarroel ha construido una gran historia alrededor de hechos verídicos y la mitología prehispánica y Lovecraftiana, su trabajo es admirable incluso en días bajos.
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LIBRAZO. Recomiendo leer los anteriores de la saga ya que si bien se pueden leer por separado, me di cuenta muy tarde que este libro era parte de un universo mas grande y me hubiese encantado leer los anteriores para seguir el hilo de los acontecimientos. Que gran escritor, que gran trabajo de prosa que mezcla la historia de Chile con el mundo de Lovecraft me fascina. Nueva obsesión sin duda
Gilberto Villarroel logra en esta novela una mixtura maravillosa de los mitos de Lovecraft, Cochrane y Selk nam/Chiloé. Las escaramusas navales y terrestres están narradas de forma vivida y correcta. Es un gran libro de ficción histórica fantastica
Dans ce deuxième roman, on reprend le fameux Cochrane quelques années après sa fameuse nuit à Fort Boyard. Et cette fois, après avoir aidé à l'indépendance du Chili et du Pérou (et avoir reçu le tristement fameux "salaire chilien", c'est-à-dire rien), il part pour découvrir le trésor d'un fameux corsaire, trésor pouvant le ramener à Cthulu ! Ce roman reprend la forme très feuilletonesque du premier, il y a donc des chapitres de quatre pages au plus, des moments de construction d'anticipation assez pénibles (il n'imaginait pas qu'il devrait défendre sa vie quelques heures plus tard), des "marin intrépide", "sea wolf" et autres "amiral" toutes les deux pages. Mais il y a aussi de l'aventure ! De la mer ! Des pirates ! Et des monstres lovecraftiens face à un héros de guerre du XIXème siècle. Malheureusement, dans ce deuxième tome, on n'en voit que l'ombre ... Cela dit, ça reste un roman historique vraiment bien pensé, parce que l'auteur est avant tout historien spécialiste de Cochrane. De mon point de vue, ça donne à ce roman un aspect de curiosité historico-uchronique qui pourrait faire le plaisir des amateurs du genre, mais qui aura sans doute du mal à séduire plus largement.