La “singularidad solitaria” del poeta Matías Moscardi concibió un libro que en su concreción son, básicamente, dos. El primero resulta de la voluntad de dedicar a la “máquina infante” una obra que explique a la gente pequeña quién fue Deleuze, y la utilidad de su obra y hallazgos. El segundo es aquel que puede prescindir de esta premisa y funciona como una máquina poética de gran riqueza y dinamismo: “El gran Deleuze” es el gran poema del entusiasmo. Ambos libros funcionan en simultáneo, en paralelo y en serie, no desaparece el uno en el otro, y cuando finalizamos su lectura nos sentimos como después de haber transcurrido por una fiesta. ¿Y las máquinas infantes disfrutaron? A lo mejor a lo loco, por obra del poema del entusiasmo. Pero, sepámoslo, esta fiesta no es para las máquinas infantes más pequeñas, es un libro gordo con una bocha de conceptos filosóficos explicados con calidad y gracia, para leer, dialogar y elaborar en grupo, para detenerse cada dos pasos. Un libro de ida y vuelta, exigente pero entretenido, con su poema del entusiasmo que proyecta luz a sus moléculas tan ricas, y sea así un gusto volver a ellas para pensarlas otra vez.
«El gran Deleuze» es el nuevo libro de Matías Moscardi, editado por @beatrizviterboeditora e ilustrado por @aruki__
El título, en verdad, es más largo. Algo así como «La poderosa magia filosófica de El gran Deleuze para pequeñas máquinas infantes». Y sí, es un libro distinto. Una multiplicidad de libros, para usar uno de los conceptos que nos enseña.
En sus páginas no solo se cuestiona la idea de libro, sino que se problematiza todo: aparece la filosofía, las pecideas, la multiplicidad, los rizomas, el nomadismo... No sin ayuda de los juegos, las experimentaciones, el análisis del lenguaje, la historia.
¿Es un libro de divulgación filosófica? Sí, pero también y sobre todo es literatura. Nos acercamos a Deleuze como protagonista y a quienes los secundan. Conocemos algo de su historia y nos introducimos en excepcionales momentos de descubrimiento, por ejemplo junto a su gato o mientras se afeita.
Y como si todo esto fuera poco, es un libro puente que nos lleva no solo a investigar más sobre filosofía, sino también a otros libros: Graciela Montes, David Wapner, Carolina Hughes, Mary Ann Hoberman... pero también puente a Harry Potter, Cómo entrenar a tu dragón, el Che Guevara, Maradona, Buscando a Wally, los músicos de Bremen, Instagram o Los Simpsons.
¿Es un libro para chiques? Sí, especialmente para esas pequeñas máquinas infantes curiosas y ansiosas por leer, saber más y divertirse en el camino. Pero también para grandes, siempre y cuando no sean "adultizados adultos", personas que cierren las puertas a nuevas formas de pensar y a la imaginación.
En lo personal, lo disfruté muchísimo y creo que, además de sacudirnos las ideas y refrescarnos algunos conceptos, este libro presenta una interesante y atractiva forma de acercarnos a les chiques. Es una puerta de entrada para plantear actividades creativas para nosotres mismes, para jugar en casa, en talleres o en el aula, para desordenar nuestro mundo adultizado y animarnos a mirar más y mejor. "Porque pensar en chiquito es, verdaderamente, pensar en grande".
La poderosa magia filosófica de EL GRAN DELEUZE es un libro para pequeñas máquinas infantes, que no son solamente los niños, sino todos quienes no somos unos adultos adultizados. Aquí, Matías Moscardi repasa las principales lecciones de la filosofía deleuziana creando al personaje del Gran Deleuze que es un cuerpo de dos cabezas: Deleuze y Guatari. La narración es simple y graciosa y presenta los conceptos, como el rizoma y el devenir animal, de una manera tan clara que se hace un todo con las bellas ilustraciones de Aruki. Lo mejor son los ejemplos bibliográficos en cada caso, resaltando el inmenso valor de escritores infantiles y de sus obras llenas de multiplicidades. Un libro ideal para devenir máquina infante.