Un ensayo extraordinario sobre la belleza de las montañas. Haciendo un recorrido geográfico desde los volcanes de México hasta los Andes del sur del continente, Santiago Espinosa hace un repaso por las sierras, montañas, nevados y volcanes que atraviesan toda la región Latinoamericana, sumado a una búsqueda de la poesía y la palabra como sombras de aquellos parajes portentosos, tan llenos de magia, tan llenos de secretos, mitologías, cuna de civilizaciones antiguas con tradiciones tan distintas a la de las grandes urbes. Todo el libro en sí resulta poético, sublime. Pareciera que vamos sobrevolando aquellas montañas mientras nos recitan al oído poemas de Paz, de Neruda, Huidobro o de Borges. Los máximos exponentes de la literatura y poesía latinoamericana tienen algo en común: han sido grandes admiradores y amantes de las montañas que se imponen ante el mundo como algo bello y majestuoso.
Es un ensayo que también puede leerse como un recorrido o un viaje por las montañas de América Latina. Santiago hace una búsqueda juiciosa de la poesía que se ha formado, de los poetas que se han inspirado en nuestras montañas y, aparte de mostrar ejemplos de sus obras, hace reflexiones personales sobre lo que estoy significa este herencia así no estemos emparentados con la poesía.
Este libro me hizo recordar La invención del viaje, de Juliana González, porque ella trata de hacer lo mismo (un recorrido por los autores y las obras ajenas) solo que Santiago la supera en tanto se nota un esfuerzo por la reflexión personal y los argumentos propios.