En 1730 una docena de familias canarias partieron de su Lanzarote natal y se embarcaron durante 44 días rumbo al estado norteamericano de Texas en lo que constituyó la primera colonización civil de la historia de los Estados Unidos. Huyendo de la sequía y de la miseria que por aquel entonces asolaban las Islas Canarias, estas valientes familias se lanzaron a una aventura desesperada. Su primera parada fue en La Habana, de donde emprendieron ruta a Veracruz y de allí, en caravanas tiradas por bueyes y mulas, continuaron enfrentando innumerables peligros y vicisitudes a la búsqueda del paraíso prometido. Una historia única de colaboración, de superación, en la que el lector acompaña por mares y desiertos a los viajeros, cuyo únicos patrimonio era una piedra de moler gofio y una descomunal determinación por alcanzar el sueño que se les había prometido.
Alberto Vázquez-Figueroa is a Spanish novelist, inventor and industrialist. His novels have sold over 25 million copies worldwide. He is the owner of A.V.F.S.L, a desalinization company that uses a method of desalinization by pressure, invented by himself.
A mi parecer, demasiado superficial, considerando la gran historia que tiene este tema. Me hubiera gustado que analizara un poquito más la historia y menos enfoque novelístico, pero aún así, Vázquez-Figueroa está conquistándome.
Este libro me desilusionó bastante. Hubiera preferido un libro documental sobre este hecho real e histórico porque la ficción que relata no me atrapó en absoluto. El lenguaje utilizado es anacrónico, con palabras y expresiones actuales que no existían en la época en que se sitúa este hecho histórico.
Una aventura muy propia de las novelas de Vázquez-Figueroa, con una base real y nuevos matices en cuanto a protagonistas, época y objetivos.
La narración es ágil y los diálogos abundantes. La trama ha mantenido mi curiosidad. Los personajes se ubican fácilmente a pesar de tratarse de una obra bastante coral. Además, hay pinceladas históricas y costumbristas que aportan cierta sustancia junto con pequeñas reflexiones bien traídas.
Todo transcurre con bastante rapidez, lo que puede transmitir una sensación de falta de intensidad o profundidad, pero creo que es un acierto (al menos, una opción respetable que aquí funciona bien, en mi opinión) desdramatizar a través del humor sin hacer excesivo hincapié en emociones negativas. Vázquez-Figueroa trabaja con habilidad el histrionismo de los personajes en algunos textos y, en este caso, tiende a la comedia y quizá no resalta tanto los aspectos épicos.
Me da la impresión de que esta novela, bastante breve, reciente, y con un argumento que recuerda a otros títulos de un autor cuya bibliografía es irregular y extensa, ha pasado algo desapercibida. Me ha entretenido mucho, y eso me ha ocurrido con numerosas obras suyas, pero no con todas. Le doy un notable bajo.