«Tengo que contar mi historia, es lo único que me queda».
La frase es de Eloísa –nombre ficticio–, una mujer esquizofrénica que de niña hablaba con los animales y años después amenazó con degollar a un cura en plena misa. Condenada durante la mitad de su vida a un círculo infernal de internamientos psiquiátricos, penurias económicas y exclusión, nunca tuvo la oportunidad de hilvanar un relato sobre sí misma.
A partir de sus encuentros en un remoto pueblo de Galicia, Catalina Murillo toma distancia y deja correr un torrente verbal excesivo y a menudo desbordado por ideas peregrinas, cada cual más extravagante que la anterior. A lo largo de episodios cruciales del pasado de la protagonista –alucinados y alucinantes, pero reales– va tomando relieve un impulso vital sin freno, rabioso e insobornable. Recobrar la propia voz aflora aquí como una vía posible a la cordura.
Tengo Trastorno Límite de la Personalidad y Agorafobia severa. Cuando ha descrito esos momentos en los que los psiquiatras anulaban su persona, su fuerza, su voz... me he visto ahí. Yo no he llegado a estar ingresada (por un pelo) pero he tenido una medicación que no podía mantenerme en pie, se me caía la baba, no sostenía la cabeza, me tenían que bañar... hasta que dije que tenía TLP pero yo no era el TLP. Empecé a reducir la medicación con ayuda de mi médico de cabecera, fui a mi psicóloga (mi faro en mitad de la tempestad) y todo mejoró en un par de meses de una forma increíble. Los psiquiatras no quieren ir a la raíz del problema, quieren un diagnóstico, tenerte dormida o muerta en vida y, si te resistes, al psiquiátrico. Todas estas capas y mucho más vas a encontrar en el libro. Y el final... una guantá sin mano. BRAVO.
Un texto que explora una narrativa interesante a través de un largo diálogo, con asomos de prosa poética. Uno de los grandes logros de Catalina es aislarse como personaje, y dar voz a los protagonistas verdaderos de esta autoficción.
Es una lástima que yo no sea fluida en español y no puedo leer este libro como una persona fluida. A pesar de esto, este libro estuvo muy bien e interesante. La historia de Eloísa es real e impactante, al menos para mí. Eloísa es tan interesante porque a veces ella tiene una historia muy triste y casi solitaria, pero al mismo tiempo ella es una mujer tan fuerte y simplemente vive la vida que quiere. En un momento ella está diciendo algo triste como "tengo que contar mi historia, es lo único que me queda" ( :( ) y el próximo capítulo ella está hablando de orgasmos en detalle. Me gustó leer cómo Eloísa pudo decir cosas muy profundas y raras.
Gracias a Catalina Murillo por contar esta historia, por cuentearnos con este bellísimo personaje de la Eloísa vertical, quien nos advierte que: “-Éxito es respirar. Lo demás es vanidad”. Y: “-Lo anecdótico es evidente. Lo importante es lo mágico. Eso es lo que tiene que contar el libro: la otra historia. Una historia sobre el poder de la imaginación, el poder de los sueños, el poder de la intuición como forma de saltar el muro de la realidad racional y homogénea. ¿Entiendes?”.
Bienvenidos a bordo los locos, los mentirosos y los amantes de la literatura.
Eloísa da voz a un grupo que no escuchamos. Muchas de sus reflexiones son esclarecedoras. Me encantó el capituló Kill Bill, explica la naturaleza y el poder del cuerpo femenino como pocos, así como la referencia a la horizontalidad y la verticalidad. No me gusto el final, un poco forzado a dar la clave, o ¿probablemente yo no la entendí? Ojalá todos tuviéramos un poco de la locura de Eloísa y Alejandro.
This entire review has been hidden because of spoilers.
Decía Foucault que los niños y los locos dicen la verdad, por eso a los locos se les encierra y a los niños se les educa. Un libro delicioso lleno de esas iluminaciones, entre ellas la diferencia (o similitud) entre locura y arte y si algunos locos no serán una evolución de los cuerdos especialmente adaptada para disfrutar la vida.
Me gustó conocer la vida de Eloisa, su desparpajo para tensionar una y otra vez el concepto de locura y cordura. El testimonio de alguien que ha habitado ambos planetas. La rabia que tiene contra los médicos, en especial para con los psiquiatras. La apoyo al cien por cien. Que se metan sus pastillas por el ojete. .
Para todos da dios, y a mi este no me lo dio. No me malinterpreten, Cata es fabulosa y el libro lleno de ella, pero no pude conectar con nadie y sentí que se me terminó el libro sin entender bien para dónde nos llevaba. Puede que lo haya leído a destiempo, o un poco más horizontal que vertical. Mejor léanlo uds y se hacen su propia idea.