Le déficit de confiance en soi frappe de très nombreuses femmes : doute obsédant, peur permanente de l'échec, autodévalorisation, sensation d'être illégitime... Dans la vie professionnelle, certaines sont rattrapées par le syndrome d'imposture. Pourtant, il n'y a aucune fatalité : on peut apprendre à croire en soi ! Même les femmes qui s'estiment les plus incapables, même celles qui doutent d'elles depuis l'enfance. Élisabeth Cadoche est journaliste et auteure. Elle a écrit des fictions, des émissions et plusieurs séries documentaires pour la télévision. Après une carrière à New York dans la finance et la publicité, Anne de Montarlot est devenue psychothérapeute. Elle exerce à Londres depuis quatorze ans. • Un ouvrage qui mêle informations, ÉTUDES SCIENTIFIQUES, récits et interviews. • Des clés pour PRENDRE CONSCIENCE DE SA VALEUR, s’affranchir du regard des autres, apprendre à s’aimer, à oser… • Des outils pour aider les femmes à briser le plafond de verre de leurs ambitions et à S'ÉPANOUIR PLEINEMENT.
Uf. No. Para mí es un no. He de aclarar que es cierto que la traducción deja mucho que desear y lo vuelve un mazacote bastante monótono. Me arrepiento de no haberlo leído en versión original.
Aún así, hay muchos aspectos del libro que me dejaron bastante perpleja. Creo que el título es engañoso ya que es una especie de libro de autoayuda para mujeres empresarias con tintes feministas que a mí no me acaban de cuajar. Tiene buenas referencias (por ejemplo, el libro de Beard que cita es una delicia de leer, o la Historia de Duby y Perrot es un clásico en ámbito de la historiografía feminista) pero, en mi opinión, se queda corto. Otra cosa que me disgustó es el segmento de la población que emplea como ejemplo: mujeres white-collared (o sea con estudios superiores o dinero para start-up), yo (que sufro el síndrome como la que más) no me vi reflejada en ningún ejemplo a excepción de los relacionados con los trastornos alimenticios. Como comentaba una amiga que también lo leyó, obvia el "suelo pegajoso" en favor del "techo de cristal" y esto es... bueno, es bastante clasista.
Creo que es un tema al que se le podía haber sacado mucho más partido, pero las autoras deciden tratarlo la mayoría del tiempo desde la psicología barata y el feminismo liberal. Me importa una mierda que Hillary Clinton tenga síndrome de la impostora. No me identifico ni me identificaré jamás con ella. Tampoco quiero superar las dudas para triunfar siendo empresaria. Para eso prefiero seguir dudando eternamente.
Dios mío, al menos hubiera sido chistoso pero ni eso. Es el libro de feminismo blanco más blanco que he leído. Las experiencias están bien ridículas. Y contradictorias. Está bueno si quieres reírte de estas mujeres. Supongo.
Elisabeth Cadoche y Anne De Montarlot recopilan en este libro las creencias limitantes en las que se mueve la mujer actual a consecuencia de la sociedad y lo que se nos ha hecho creer. Un conjunto de textos en torno al problema de autoestima que impide a la mujer creer en sí misma y desarrollar todo su potencial, ejemplos de mujeres conocidas y desconocidas para entender las causas y consecuencias, así como herramientas para superar estas negativas creencias.
✔️ Puntos fuertes: lenguaje sencillo, capítulos temáticos, ejemplos sencillos.
❤ Te gustará si: buscas una lectura para mejorar tu inteligencia emocional, descubrir las trampas mentales en las que caes como mujer y sus causas psicológicas para poder superarlas.
Abandonado en la página 83 (con un tremendo cabreo, así que se viene reseña larga). Compré este libro en la zona de ensayos feministas en una librería, pero me he encontrado con un libro de autoayuda con añadidos de feminismo liberal burgués, un poquito de transfobia, de clasismo y de machismo. Qué importante es clasificar bien los libros… y también leer críticamente, claro. Estas dos autoras se acercan al tema de la confianza en las mujeres y, como no mencionan ni el patriarcado ni el capitalismo (y por lo tanto no lo analizan), rodean el tema y pasan de largo. Además, utilizan eufemismos como “dominio masculino” que lejos de hacer un favor, sólo destacan el miedo que tienen a llamar a las cosas por su nombre. A estas autoras no les importa que seas una mujer con una vida estándar (incluso mediocre, sin ser esto algo descalificativo), porque tan solo van a analizar la confianza de mujeres ejecutivas, ricas y con grandes responsabilidades en tu puesto de trabajo. Si tienes un trabajo a jornada parcial en una tienda, eres cajera o limpias escaleras, la confianza que tengas o no en ti misma no es importante. Me imagino incluso a las autoras preguntándose “¿Sabrá la clase obrera lo que es sentir confianza?” Por si fuera poco, además está escrito con afirmaciones que no llevan a ninguna reflexión y que pueden ser muy dañinas. Todo está vacío de contenido crítico. Voy a ir analizando algunos fragmentos: “El control del cuerpo, que nos traiciona con el paso del tiempo, es asimismo motivo de decepción y vergüenza” (página 27). Para empezar, TU CUERPO NO TE TRAICIONA, es inevitable que tu cuerpo cambie con el paso del tiempo, y esos sentimientos de vergüenza, decepción y odio surgen de un contexto social opresivo, NO PUEDES OBVIAR EL CONTEXTO SOCIAL al hacer afirmaciones como esa (que además no llevan a ningún sitio en las frases que siguen a lo largo del párrafo; esto es una constante en todos las citas que hago en esta reseña). Posteriormente le dedican un apartado a la relación con el cuerpo, exponiendo textos (que no criticándolos, por lo que están de acuerdo con ellos) de Christine Bard: “ Pero les quitas el corsé a las mujeres y se crean un corsé interior, la obligación de estar delgadas y musculosas, con cuerpos de jovencitas. Las mujeres siempre se reducen a su cuerpo; en la representación de género que existe en el dominio masculino, las mujeres son la naturaleza, lo biológico, la reproducción, los órganos sexuales…” (página 77). Todo en este fragmento está MAL, FATAL. Esa obsesión con el cuerpo, esa mala relación, ES IMPUESTA DESDE FUERA. Una mujer no nace odiando su cuerpo y queriendo cambiarlo, es la sociedad (y concretamente la mirada masculina) la que detona todos esos sentimientos, NO SE PUEDE OBVIAR. Además, ¿lo tránsfobo que es este fragmento? Estoy sin palabras. Para las autoras es muy fácil atribuir rasgos sociales como si fuesen intrínsecos a la mujer por su propia naturaleza o genética. “La noción de legitimidad es especialmente inexistente en las mujeres, para quienes el criterio de éxito se parece al estatus y al poder, conceptos con los que las mujeres a veces se pueden sentir incómodas” (página 32). Estos sentimientos de incomodidad que pueden experimentar las mujeres respecto a sus carreras laborales, SON TAMBIÉN APRENDIDOS SOCIALMENTE, y del mismo modo sucede con los hombres, que también viven en sociedad como nosotras, aunque a las autoras no se les haya ocurrido pensar en ello. Sobre las pinceladas (más bien brochazos) de machismo, las autoras nos regalan perlas como esta: “Deberíamos permitirnos triunfar, brillar, ser felices. No obstante, a menudo es una vana ilusión cuando este sentimiento de ilegitimidad persiste, puesto que la mujer sigue siendo su peor enemigo.” (página 37). La noción de enemistad entre las mujeres ha sido fomentada y alimentada por el patriarcado para aislarnos y debilitarnos, estas afirmaciones hacen más daño de lo que se puede pensar en un principio y no son tan ingenuas. Creo que las propias autoras no son conscientes (o eso espero, porque si es a propósito…) de lo integrado que tienen algunos conceptos que habría que revisarse antes de intentar escribir un libro sobre feminismo.
Decidí leer este libro porque lo recomendaron en Deforme Semanal y UF. Al principio pinta bien porque se intenta explicar el origen sociocultural del síndrome de la impostora, y aunque las autoras no dicen nada que yo no haya leído antes y no profundizan demasiado, nunca está de más recordar que el síndrome de la impostora es una experiencia casi universal por el tipo de sociedad en la que vivimos.
Lo que me sobra por completo son los testimonios de mujeres (en su mayoría procedentes de familias acomodadas, con buenos trabajos y vidas personales relativamente asentadas) que no confiaban en sí mismas hasta que les pasó algo terrible (¡incluido una enfermedad!) y cambiaron para siempre su forma de pensar y de actuar y ahora son importantes empresarias o ejecutivas. Ha habido momentos en los que no sé si estaba leyendo un libro "feminista" o un libro de ese señor que dice ser psicólogo y que se pasea de vez en cuando por platós de televisión afirmando que si tienes depresión es culpa tuya estar triste porque siempre hay gente pasándolo peor que tú.
Por último, tampoco ayuda la traducción al castellano, que deja bastante que desear. Y como las dos autoras son francesas, la mayoría de ejemplos y estudios que citan en el libro son franceses, que es algo que de por sí no está mal, pero a mí no me dice nada.
Este libro presenta un feminismo superficial, cómodo, adaptado a las demandas del capitalismo y del patriarcado sin cuestionamientos profundos acerca de la subordinación de las mujeres y sus implicaciones en nuestra salud mental, social y profesional. Tiene apartados tan rompedores y transgresores como "los hombres también son ejemplos" e "incluir a los hombres". Además, la traducción es muy mala. Si alguna va a leerlo y puede escoger, probablemente la versión original mejorará (un poco) la experiencia.
Me han sorprendido mucho las críticas que he leído de este libro y por eso me animo a recomendarlo.
Es un libro fantástico que pretende analizar un complejo plenamente arraigado en el género femenino. Mediante ejemplos reales, descripciones basadas en publicaciones científicas, ordena los factores que determinan que el síndrome del impostor exista y afecte principalmente a la mujer. Creo que es una lectura imprescindible para auto conocerse mejor dentro de la sociedad y la educación que recibimos. Evidentemente NO ES LA LECTURA DEFINITIVA del tema (y no creo pretenda serlo), y es por eso que a lo largo de la lectura te sugiere infinidad de material que uno puede consultar para profundizar más en algunos temas concretos.
En conclusión, me ha gustado mucho, se lee muy bien por su buena estructura y es apto para todos los públicos. Ni libro de autoayuda ni completamente científico. A leérselo todo el mundo!
Acabo de terminar este libro y es todo lo malo que te puedas esperar de un libro de autoayuda.
¿Autoayuda para quién? ¿Para quién ya haya cosechado su éxito y tenga dudas sobre si vivir en el Barrio Salamanca o en la Moraleja?
Pretende ser un libro feminista diciéndote: "mira todas estas mujeres de éxito que también han tenido el mismo síntoma. ¡Eres como ellas!". Gurl.... you wish.
Lo he escuchado en audiolibro y han sido 7 horas totalmente desperdiciadas.
Considero que es un muy buen libro. No tiene trama, no es una novela. Es un libro de psicologia y ahora que estoy mas interesada por ella me ha encantado leerlo. Tiene mensajes muy importantes para la vida y siento que es, en cierto modo, ese empujon que necesitamos a veces para seguir adelante. Lo recomiendo mucho.
Se m'ha fet repetitiu i m'ha faltat una capeta més teòrica: el síndrome de la impostora també és culpa del capitalisme. M'ha sobrat França. A més, tots els exemples son heteroblancscis, mandreta. Patriarcat i capital, aliança criminal.
Este libro me habría encantado si mis padres fueran directivos de alguna empresa, hubiese estudiado un par de másters y pudiera dedicarme a escribir sin preocuparme por pagar el alquiler.
Hace mucho que no leía un libro en el que subrayara tantas cosas.
Qué puedo decir… me ha gustado un montón, he aprendido también bastante y se ha sentido como un abrazo a mi corazón.
Gracias al libro descubrí que padezco el Síndrome de la Impostara y que lamentablemente la mayoría de las mujeres que conozco también; la sociedad ha sido muy cruel con nosotras las mujeres, en la actualidad todavía se nos exige la perfección, lo "correcto" sólo por el hecho de ser mujeres, sin embargo, esto es algo en lo que puedo trabajar, puedo trabajar para ser más amable conmigo misma, recordar que no debo ser muy exigente tampoco y que al final yo soy la que vive mi vida y tratar de cumplir con los roles o estereotipos impuestos en una cultura tan machista y patriarcal es ridículo.
Ojalá más mujeres tengan la oportunidad de leer este libro y que hombres se eduquen un poco más en el feminismo y que logren acercarse más a todo lo que una mujer se enfrenta todos los días, tan sólo necesitan ver qué retos tuvo que enfrentar su mamá, su hermana y preguntarse qué mundo quieren que vivan sus descendientes.
De igual forma, creo que disfruté más el libro ya que tuve la oportunidad de conocer a las autoras, el saber qué las motivó para escribir el libro y que mencionaran que ellas mismas padecen este Síndrome, el cual, también trabajan todos los días en ellas mismas para ser las supermujeres que saben que son.
Qué libro tan malo! Lo leí creyendo que me ayudaría a entender mejor el síndrome del impostor, con la idea de ayudar a mis pacientes (pero también comprender porqué me ocurre tanto a mí). Sin embrago, este libro trata de muchas cosas, menos de lo que promete el título. Es un intento de visión feminista de la falta de confianza de las mujeres, culpando, evidentemente, al patriarcado opresor. No obstante, hablar de cuestiones de género tampoco lo hace bien. Termina siendo un libro de autoayuda, de los malos, que te dicen que tu problema de confianza es culpa de los hombres y que escuchar una canción de Beyonce te va a curar. No se le acerquen siquiera 😌
"No obstante, esta anorexia no es tan grave; dice que quiere perder kilos, pero sin cambiar nada de su forma de alimentarse". "En seis sesiones, Isis ha podido comprender de dónde venía su falta de confianza en relación con su cuerpo: por una parte, se enfrentaba al sobrepreso de su madre, que le daba un poco de vergüenza; por otra, conservaba la imagen de la niña regordeta que había sido y de las consiguientes burlas. Al final comprendió que seguía bloqueada con esta imagen y que la manera en la que se veía no se correspondía con la realidad. Desde entonces, ha vuelto a confiar en sí misma".
¿Esto es en serio? ¿Cómo pueden haber tantas negligencias en un solo párrafo? Por supuestísimo, lectura abandonada, no me hace falta leer más.
Ignorancia de las profesionales sobre lo que es un TCA y consiguiente negligencia al "tratarlo", gordofobia, mala divulgación sobre lo que significa "confiar en una misma" (porque no, un problema de salud mental no se puede resumir a "falta de confianza"), supuesto uso de la psicología humanista para tratar un TCA que encima dicen que resuelven en seis sesiones...
Tot i que he trigat a llegir-ho, he marcat moltes pàgines i hi ha exercicis que posaré en pràctica. També recomana diferents obres. Els últims capítols els més útils, per mi. Nenes, qui ho vulgui li deixo!
Cómo un 3.5, es de esos libros muy de introducción al feminismo y además demasiado blanco (francesas que me imagino no están racializadas porque nunca lo consideran en sus análisis) Tiene cosas rescatables, sí, muchas, pero no es un gran gran libro. Hay cosas que son banalizadas en extremo.
El concepto y algunas líneas argumentales son interesantes, pero se "resuelven" de forma muy infantil, convirtiéndolo en un libro de autoayuda bastante ñoño (además poco comprensible para el público español ya que hay muchísimas referencias culturales francesas)
La verdad es que no se merece ni una sola estrella, en lo personal dejo mucho que dejar un día y una mañana me bastaron para leerlo, además de que la traducción no ayudo mucho que digamos.
Quiero escribir y plasmar bien lo que este libro me hizo sentir. Hola, soy Maria, más conocida como Cote, tengo síndrome de la impostora hace unos años (diagnosticado) y TAG. Este libro lo empecé a ver en Nextory y lo descargue para el kindle. Pero no fue hasta que lo vi en la biblioteca de Santiago, que dije "ya esta es la señal para leerlo". Así fue, lo traje para mi casa y lo llevé de viaje a mi pueblito. Lo leí con calma, en sí no me gusta de leer los libros de no ficción si no más bien escucharlos, pero este tema ha sido relevante desde el año pasado que necesitaba saber más del tema, necesitaba entender todo lo que pasa por mi cabeza cuando me siento insuficiente y de forma más egoísta, no sentirme sola. Aún no sé si este libro lo cumplió, habla de los distintos tipos de síndrome de la impostora y como este afecta cierto aspecto de nuestra vida o toda nuestra vida. Si una mujer así carece de confianza en sí misma pero, pese a todo, logra alcanzar la cima, nosotras también podemos llegar. También tenemos inseguridades -es nuestro vínculo secreto, nuestra similitud-, y esto nos convierte en semejantes. Esta mujer es mucho más que una inspiración, se convierte en un modelo. Ha sido capaz de controlar su falta de confianza en sí misma, que es nuestra seña de identidad. Literalmente, nuestra seña de identidad.
Algo muy relacionado con el síndrome del impostor, es la confianza en una misma, puede nunca hayas tenido confianza en ti o eventos te hicieron perderla (siento que es como una conversación con mi psicólogo). Tiene que ver mucho con tu crianza y con quien te relacionas, un punto clave son siempre las personas a las cuales tú le das el poder de que sus comentarios te afecten o como tu interpretas esos comentarios. ¿Pero por qué la gente es así? -la pregunta del mundo- porque los criaron así y a sus padres y a sus antepasados. Siempre el ser mujer ha sido difícil en el mundo, siempre se nos prohibieron cosas, derechos y opinar. Entonces no se ve raro que en ciertos espacios, sobre todo mayormente mascunilizado, nos sintamos impostoras. Cuando entre a la carrera, nombraban clase a clase grandes científicos (hombres) que descubrían cosas muy interesantes y ganadores del Nobel. Pero ¿y las mujeres? Bueno, las encontrábamos escondidas en algún video o comentario de blog, si teníamos suerte en algún libro de los que te decían que estudiarás. Debo aclarar que actualmente, eso ha cambiado un milímetro. Pero la paciencia tendrá que ser nuestro aliado.
Esta mujer crece, por consiguiente, diciéndose: "No hay nada que no pueda hacer si lo decido, y puedo hacerlo fácilmente." En cambio, con el tiempo, se encuentraen situaciones en las que no puede sobresalir tanto como ella (o su familia) quisiera. No obstante, se siente obligada a responder a las altas expectativas de personas de su entorno. Empieza a sentir que no está a la altura de sus expectativas y de la visión que tienen de ella. Ha de trabajar el doble con el fin de obtener los resultados escolares deseados y empieza a creer que es, en efecto, una impostora.
Creo que el párrafo se explica lo que me pasó. Yo vivía en una burbuja en un pueblito más pequeño que quedaba cerca de una ciudad mucho más pequeña. En mis primeros años hasta ser una preadolecente solo sabía información que me daba mi mamá y la televisión. Mi mamá siempre incentivo mi educación y nunca me exigió ser algo, pero que si tenia que ser algo. Y cuando llegue a la Universidad fue literalmente como si la burbuja explotara, fue abrumador. No todo era cuentos de Hadas y el síndrome de la impostora comenzó a rumiar. Es difícil de explicar que te sientes como una impostora cuando en el exterior ven tus logros y tu no quieres mostrar tu batalla interna (o eso crees). Es difícil de decir que: te sientes tontas, que has logrado cosas y que no te parecen nada, que siempre deberías hacer más, que logras el máximo y no te causa placer te parece suerte (siempre hay algún motivo loco, nunca tu esfuerzo), que no te mereces nada de lo que tienes, que solamente tuviste suerte, que nada es tuyo, que todos son mejores que tú. Eso es lo otro, la adicción a compararse con cualquiera. Algo que me dijo mi psicólogo una vez "Tú solamente crees que la estas pasando mal y que los demás no tienen problemas, pero si los tienen, y siguen. Tienes que dejar de compararte con los demás, esta es tu batalla". Pero las obsesiones no se van de un día para otro y es una batalla constante.
Si creces con un discurso crítico o negativo en la cabeza la forma en que harás las cosas siempre se verá como insuficiente. Más concretamente si eres perfeccionista; en ese caso, nada estará a la altura de tus expectativas, e incluso si lo consigues, no dejarás de desplazar el objetivo; nunca lo lograrás del todo.
Otra cosa que me pregunto mi psicólogo era cuál era mi vara. Yo sonreí y le dije que no lo sabía. Él me preguntó si conseguía el máximo. Yo le respondí: fue por que tuve suerte esta vez. Me dijo que no existía una vara, que mis estándares conmigo misma eran muy altos que ni yo sabía la cima.
Cuanto antes comprendas que todo cambia, que las cosas que te pasan no te definen, que todo será distinto y que no tienes tanto control sobre lo que ocurrirá después, más aprenderás a vivir el presente. Encuentra tu punto de anclaje y abre la mente a lo que aparecerá.".
Mientras leía este libro, lo busque para marcar que lo estaba leyendo aquí y me sorprendió ver la calificación, que no es mala, solo que esperaba que fuera más alta. Y los comentarios destacados eran todos negativos, uno me marcó, que hablaba que este libro servía para reírse de las historias de estas mujeres. Fue una cachetada para mí, yo que me había sentido identificada y empatizaba con cada manifestación del síndrome con la historia de estas mujeres, hizo que empezará a rumiar. ¿Es graciosa alguna historia que leí? ¿Soy una broma yo que me sentí identificada con cada una de ellas? -llevaba la mitad del libro- ¿estoy tan loca que causó risa? ¿Si decido contar como es estar con el síndrome otros se reirán y no le tomarán el peso, que es con el que cargo día a día? Quizás eso es lo lindo de leer y en cierta parte me alegro que gente no se sintiera identificada con las experiencias, no es algo bonito por lo que pasar y creo que son muy afortunadas. Lo subjetivo de la lectura es lo que la hace tan rica ¿no?
No temas decir no al silencio, a la ausencia, al sufrimiento. Si la relación no puede continuar es porque, para mantenerla viva, habrías tenido que dar demasiado de tu propia vida. En cuanto lo entiendes, puedes salir victoriosa de una historia de amor infeliz, victoriosa de una batalla que has llevado cabo contigo misma más que con el otro, feliz al fin de poder decir no a quien te ha hecho infeliz y poder así decir no a tu desgracia.
El libro abarca muchos temas y me parece que logra crear un espectro donde se puede ver como se manifiesta el síndrome de la impostora, lo acompañan relatos de mujeres que lo padecen y quienes han luchado contra él para lograr ser más felices. Trata tantos temas que es difícil de abarcar. Pero no quiero dejar este comentario, sin contar, que lo que más me marcó fue un relato, donde a una señora (ya no recuerdo cual) le ofrecieron el puesto de dirección y ella se sentía como una impostora por lo que no fue. Se autosaboteo. El autosaboteo es un tema complejo, yo me he visto tomando decisiones desde adolescente donde me he autosaboteado incontables veces y aún hoy en día lo hago, donde el "felicitaciones" es una herida nueva que se abre y donde mi mente me dice que debería haber hecho más, donde cada logro es insuficiente. Donde la batalla se hace cada vez más complicada y espero mirar en unos años más este comentario y verlo como un recuerdo, no como una constante.
Non o acabei, linme unhas 70-80 páxinas. O primeiro capitulo totalmente en diagonal porque ten un tufillo a autoayuda de “si te sientes mal pues sientete bien jeje” importante. No segundo capitulo aparecen unha serie de citas respecto ás mulleres feitas por señores mais ou menos famosos. Ben, pois aparece citado O retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde. Quidicir, se non sabemos distinguir entre a voz narrativa e a voz do autor ao mellor non estamos pa’escribir libros eh. Así que pechei o libro, fóra, a tomar polo cú
3.7 ⭐️ | Me encontré con varios errores de traducción, cosas que no tenían sentido, aún así, siento que es un buen libro. Ha sido uno de los libros en los que más frases he subrayado y con los que más he aprendido, no solo del síndrome de la impostora, sino de muchos otros problemas socioculturales. Se nota un poco bastante que fue escrito por dos mujeres cis hetero, europeas privilegiadas. Aún así intenté empatizar y no juzgarlas por su privilegio, pues es el mundo que conocen. Se abarcan tantos temas que al final siento que se queda corto y no habla a profundidad del síndrome de la impostora, es más bien un abrebocas al feminismo. Le iba a poner menos estrellas pero los últimos capítulos me han convencido de darle una mejor puntuación. ¿Lo recomendaría? Tal vez, explicando todo lo que acabo de escribir para que la lectora no se sienta decepcionada. Me quedo con las lecciones aprendidas y los pocos momentos en los que me sentí identificada.
A mi me ha encantado y no me voy a extender en esta reseña, solo diré que es un libro de autoayuda pero de muy buen nivel que intenta hacernos ir hasta el fondo para responder porque casi todas las mujeres tenemos este patrón de comportamiento; esto me hizo revisar mi pasado, mi relación con mis padres, hermanxs, maestrxs y otras figuras de poder y así escudriñar que pudo ocurrir allí, que “frase asesina” me marcó, en general, cosas que había dado por sentadas y naturalizadas en mi vida que ahora veo que pudieron ser determinantes para tener en ocasiones muy puntuales, este síndrome.
Me gusta también que el libro trate otros temas que aparentemente no están conectados con el síndrome, como la misoginia entre mujeres, el trato con mujeres jefas, etc., pero que al final todo está conectado.
En fin, lo leí rápido, me atrapó y aprendí de él muchas cosas para, ojalá, poder aplicar en mi vida y agradezco a sus autoras que insistentemente repetían, “¡deja de compararte!”.
Me sorprenden las malas críticas a este libro, me gustó mucho, es muy inspirador y hay mucho aprendizaje, si bien sus ejemplos se enfocan a mujeres empresarias, no hay que tomarlo tan literal, cada una de las lecciones se pueden aplicar a todas las situaciones y todas las mujeres en su día a día.
me ha dado pena porque el tema prometía (y creo que da para mucho), pero se ha quedado en la superficie y ha terminado siendo monótono y aburrido :( no aporta nada
4.5 Libro necesario para todas. El capítulo que trata sobre crianza es fantástico. Tiene recomendaciones de playlist y libros para cuando nuestra confianza no es la mejor .
Me gusto mucho, pero siento que se desvía un poco pasando la mitad. Y aunque entiendo que se enfoca en distintos puntos de crecimiento de la mujer donde el síndrome de impostor puede aparecer, siento que cae en lo mismo de siempre y ya no deja nada nuevo sobre el tema.
Aún así, lo recomiendo porque tiene buenos ejemplo y recomendaciones para hacer florecer nuestra autoestima y seguridad en nosotras. Y es rapidísimo de leer.