QUINO, Joaquín Salvador Lavado, nace, hijo de inmigrantes españoles, andaluces, en la ciudad de Mendoza (Argentina) el 17 de julio aunque en los registros oficiales conste nacido el 17 de agosto. Desde que nació se lo llamó Quino para distinguirlo de su tío Joaquín Tejón, pintor y dibujante publicitario con quien a los 3 años descubre su vocación. Comienza la escuela primaria donde descubre que su verdadero nombre es Joaquín y vive las dificultades de su personaje Felipe: «Me angustiaba tanto que en los primeros tres meses tenía malas notas, pero después terminaba el año con notas altas, aunque nunca era el primer alumno y eso me daba bronca».
“¿No sería hermoso el mundo si las bibliotecas fueran más importantes que los bancos?”
Una vez escuché que solo los borrachos y los niños dicen la verdad. Así que no es de extrañar que Quino eligiera para protagonizar sus tiras a una niña.
En ‘Mafalda Presidenta’ encontramos las viñetas de humor de Quino más ácidas y afiladas. Y es que el dibujante argentino no deja títere con cabeza.
Me encantaría que Quino hubiera hecho que Mafalda viajara a España y nos diera un poco de caña, porque mira que nos hace falta…
Como todas las tiras de Mafalda, ese humor que caracteriza al personaje es divertido, audaz y pícaro. Pero lo que más he disfrutado es su falta de pelos en la lengua. Critica todo y a todos. Una crítica inteligente, sarcástica y satírica.
He pasado del amor según Mafalda, al feminismo según Mafalda, para acabar con la Mafalda más política y, seguramente, la más polémica.
Pero prefiero mil veces la transparencia, la sinceridad y las bofetadas de Quino y Mafalda a las mentiras y la corrupción.
Es gracioso porque todos nos podemos identificar con las viñetas y las reflexiones a las que llega Mafalda y sus amigos con las cuestiones políticas, porque sí, estas viñetas son sobre la política mundial, en especial de la época en que fueron escritas, sin embargo, varias de ellas se podrían aplicar a nuestra ilustre realidad.