Oltre a essere un grande narratore, Horacio Quiroga è uno straordinario fotografo: la prima volta che esplora la foresta amazzonica ne rimane stregato. Alberi imponenti, vegetazione ricca, un pulsare di vita animale, versi, luci e ombre che lo travolgono tanto da convincerlo a trasferirsi a Misiones. "Misiones, come ogni regione di confine, è ricca di tipi pittoreschi," scrive in questa raccolta di otto racconti tra loro collegati a comporre un seducente mosaico. La giungla e gli uomini, la migrazione e la violenza contro i propri simili: storie forti, che lasciano una ferita come una zampata di belva o un morso di serpente. La zona di frontiera tra Argentina e Brasile è una terra selvaggia, teatro di un doppio esilio. L'uomo è lontano dalla civiltà senza più regole o vincoli morali, mentre la natura un tempo incontaminata ha perduto irrimediabilmente la purezza, violata dalle forze dell'uomo. Gli esiliati, grazie alla luminosa traduzione di Ilide Carmignani, ci consente di scoprire una penna ancora poco nota in Italia.
Horacio Silvestre Quiroga Forteza was an Uruguayan novelist, poet, and (above all) short story writer.
He wrote stories which, in their jungle settings, use the supernatural and the bizarre to show the struggle of man and animal to survive. He also excelled in portraying mental illness and hallucinatory states. His influence can be seen in the Latin American magic realism of Gabriel García Márquez and the postmodern surrealism of Julio Cortázar.
Me hubiese gustado mas un desarrollo del lugar común de los cuentos, creo que se queda algo corto, pero lo que deja ver del mundo construido es bastante bueno. Los personajes (los tipos) son muy particulares y a la vez queribles. Pero en mas de los casos la acción le gana a la caracterización y ahí es en donde me deja con esa sensación de que falta algo mas. Por suerte los remates hacen que como unidad los cuentos sean redondos.
Il filo che, a volte con dolcezza, a volte con brutalità, ci conduce attraverso le parole dell'autore è la morte. Quiroga ne parla, nei suoi racconti, tra realtà e finzione, con un verismo verghiano che spappolerebbe qualsiasi intestino. Un libro breve ma d'intensità inaudita. Una lettura matura e potente.
Un puñado de historias rurales entrelazadas en dónde Quiroga se expresa contando las aventuras de hombres de pueblo, sus desafíos, malos hábitos y especialmente lo que los lleva a la muerte o a cometer un crimen a algunos de ellos, desde morir en paz, sobrevivir a explosiones de dinamita y morir de una forma inesperada o cometer una tragedia bajo la locura que provocó el alcohol. Quiroga tiene un toque especial para las muertes, le da un giro inesperado y súbito a cada trama que me encanta.
Me gustó mucho esta unión cinematográfica que comparten los cuentos, no podes perderte nada porque cada cuento revela y comparte un poco del otro. Y la naturaleza de Misiones como gran protagonista te hace parte de un magnífico escenario. Lo que no sé, sin todo el contexto y la teoría lo hubiese disfrutado de esa manera.
Horacio Quiroga retrata a morte, Missiones e seu habitantes, tanto passageiros como os que por ali ficam, com uma ambientação bem construída na forma de contos.
Una colección de cuentos un poco dispares. Parte con "El regreso de Anaconda" y esa frase mítica que para mi resume la obra de Quiroga, en la que la Naturaleza juega siempre un papel, si no principal, siempre determinante:
"Cuando Anaconda, en complicidad con los elementos nativos del trópico, meditó y planeó la reconquista del río, acababa de cumplir 30 años".
Pero el resto de los cuentos, ya se sabe, no tienen nada que ver con este universo y están todos centrados en un poblado de Misiones y en la descripción de personajes que el autor considera "desterrados", no sólo de su país y de la civilización, sino que de la vida misma. Los llama "ex hombres" y "despojo humano", pero al mismo tiempo los admira por su caracter que califica de "pintoresco" y "extraordinario". Y es cierto que estos personajes son, si no admirables, al menos de leyenda, lo suficiente para sustentar las historias que se tejen alrededor de ellos.
El problema es que Quiroga, como le repitieran en alguna ocasión, no sabe escribir, con lo cual me refiero a que no sabe llevar a término sus historias, que se quedan en la descripción de un momento, de una situación o de un personaje, lo cual no es sufciente para tejer un relato coherente, con más finalidad de la que tendría una fotografía de esos mismos instantes.
Lo mejor de Quiroga son entonces esos momentos en los cuales su pluma alcanza una belleza o una poesía que trascienden la historia misma y que son más frecuentes en algunos tipos de relato, en los mejores logrados. Quiroga podrá ser el padre del cuento corto latinoamericano, pero su maestría reside en frases y momentos que se vuelven inolvidables aún cuando la historia que los aloja ya se haya perdido en el olvido de su falta de finalidad.
Quiroga ci regala le origini e la storia del tronco originario che darà vita a una delle letterature più ricche. Quiroga è infatti il padre del racconto ispanoamericano moderno. Quiroga ci regala una fotografia, così fedele alla sua passione, di una terra dove uomini e natura si intrecciano fra loro in uno scontro che vedrà vincitori e vinti. È la terra dell’Amazzonia, quella che fotografa, una terra che non concede e non permette.
Ma Quiroga vuole regalarci nuovi dettagli in questa fotografia; disegna una foresta Amazzonica umana e gli uomini come degli animali. Un ribaltamento della prospettiva visiva che si delinea in otto racconti. Nel primo, infatti, gli animali dimostrano di avere un’intelligenza che comunemente è appartenente alla specie umana. L’Anaconda mostra umanità e salva l’essere umano inerte, e quando verrà uccisa deporrà la vita accanto all’uomo esanime. L’uomo è invece un solitario, più vicino al bacio della morte che della vita. Sì è arreso al suo destino, qualunque sarà quest’ultimo. Possiamo vederlo nei restanti sette racconti; tra cui “Gli esiliati”, “L’uomo morto”, “Van Houten” e “I distillatori d’arancia”
Significativamente mejor que "Anaconda y otros cuentos" en promedio, ya que mientras el otro libro tenía un puñado de cuentos destacables (quitando la genial historia que da nombre al libro) entre una mayoría de cuentos bastante sosos y faltos de inspiración, este libro, donde se narra una continuación de las aventuras de la anaconda, sostiene un buen nivel en casi todos los relatos. Muy recomendado para quienes busquen leer a Horacio Quiroga adentrándose más allá de sus cuentos más famosos, aunque para empezar con el autor no lo recomiendo, porque no es su mejor libro. Todos los cuentos son cortísimos, al punto que yo me leí el libro en dos días, ya que en mi edición no pasaba de las noventa páginas. Buen libro para pasar el rato.
En este volumen de cuentos se encuentra la plenitud literaria de Quiroga, a mi juicio superando sus más conocidas obras. Las historias se van entretejiendo y relacionándose entre sí de un modo impresionante y, sobre todo, convincente, sin apelar a recursos románticos o trasplantando motivos europeos en otro paisaje. Un universo autocontenido en la selva de Misiones, donde en uno de los cuentos la humanidad aplasta violentamente a la naturaleza y, en el resto, lo inverso. Nadie supera a Quiroga escribiendo sobre muerte.
Dans l'ensemble ces nouvelles ne sont guère rassurantes et se finissent souvent par la mort du personnage principal. Les animaux semblent avoir de nombreuses vertus : dans la toute première nouvelle, ils font même la révolution bien que fort désunis. Il arrive à la nature de presque prendre le dessus, les hommes meurent de maladies bien et sont victimes des intempéries diverses. le vice est une autre manière de prendre le dessus, du fait de la prolifération de l'alcool qui s'avère un redoutable meurtrier.
Excelente colección breve de cuentos trágicos en los que Quiroga narra de manera magistral la muerte violenta e inesperada de personajes que habitan la hostil zona rural de la provincia argentina de Misiones. Aunque fueron escritas hace cerca de cien años, estas narraciones dan la impresión de ser atemporales. Dato curioso: todos los protagonistas de estas historias llegaron a Misiones procedentes de otras latitudes (de ahí el título de Los Desterrados).
Horacio Quiroga es definitivamente un cuentista con todas sus letras. Los relatos de Anaconda y el regreso de Anaconda son MAGISTRALES! En adición, los demás cuentos nos muestran vívidamente lo salvaje del Paraná y cómo confluyen hombres de todas las nacionalidades, la tierra y los animales. No se equivocan cuando dicen que Quiroga es la “literatura de la selva”.
El libro es bueno, Quiroga es siempre muy organizado al momento de escribir sus cuentos, muy estructurado, y refleja de manera interesante la vida del litoral, en este caso, algunas personas que son de afuera y se van a vivir a la zona. A pesar de que tiene un par de cuentos muy buenos ("El hombre muerto" tiene un desarrollo temporal muy copado), este no es el tipo de cuentos que más me gustan de él. El que más disfruté es el primero, "El regreso de Anaconda", ese me pareció increíble, con unas descripciones e imágenes muy de Quiroga, pero, aunque abre este tomo, se alinea más con otras historias como las de Cuentos de la selva.
Relatos basados en la cotidianidad de la vida y la cotidianidad de la muerte en la selva latinoamericana del Territorio Nacional de Misiones, Argentina.
Horacio oscuro, recio y desesperante como de costumbre. 4 estrellas.
Antes que nada, decir que no sé por qué tarde tanto en reseñar a uno de mis autores predilectos, figura clave de mi lectura adolescente. Trágico, maldito, oscuro y argentino por apropiación cultural, Horacio Quiroga, para mí, siempre será un insoslayable.⠀