Después de sorprendernos, hipnotizarnos y divertirnos con dos best-sellers como Taxus (2017- 2019) o El Don (2020), Isaac Sánchez vuelve a la carga con una nueva novela gráfica en la que ha estado trabajando durante los dos últimos años de su vida, pero para la que lleva preparándose desde siempre: Baños Pleamar. Se trata de una propuesta introspectiva e intimista en la que el lector se verá transportado a una época que ya no existe, a un pasado creado a través de la exactitud de los recuerdos de un niño y las historias contadas boca-oreja. Una historia desgarradora y cruda por momentos que, a través de su ritmo, conseguirá emocionar y estremecer al lector. Una de las obras del año.
Ante la contaminación de sus playas floreció un singular tipo de negocio llamado "Baños" que aunaba a pie de costa restaurante y piscina. Espacios pantagruélicos que dotaron de vida a unas afueras antaño desamparadas. Esta es la crónica de uno de esos insólitos recintos. La historia de "Baños Pleamar".
Isaac Sánchez (Badalona, 1983), más conocido como Loulogio, la apasionan los cómics desde la más tierna infancia, que dedicó en gran medida a dibujar monstruos y superhéroes. Tantas horas de práctica dieron fruto en forma de un álbum, El regreso del hombre pez, que le valió el premio Josep Coll del Salón del Cómic de Barcelona. Y mientras iba haciendo páginas, Sánchez se convirtió en Loulogio, cómico y youtuber de éxito, responsable de doblajes como La Batamanta o Pajilleitor Plus, de blogs humorísticos como La mejor escena de ninjas de la historia del cine o el Hércules del chino. Ha recorrido todo el país con sus monólogos y participado en programas de televisión, pero el virus de las viñetas seguía corriendo por su interior y ha cristalizado en forma de una excelente trilogía de tebeos, Taxus, protagonizada por un personaje llamado Benito que despierta en lo que parece ser el otro mundo y se me embarca en una odisea en la que se cruza con dioses y monstruos en una historia tan épica como cercana.
Isaac Sánchez (también conocido como Loulogio) lleva ya cinco años dedicándose íntegramente a dibujar y contar historias. Y es en esta novela donde claramente acaba de consagrarse como uno de los mejores narradores y dibujantes que tiene nuestro país (de hecho, probablemente también a nivel internacional). Contando una historia salida de sus recuerdos, y con una muy inteligente forma de narrar desde su perspectiva de niño, baños de pleamar nos invita a recorrer los ecos de una Badalona ya extinta y una España que salía, poco a poco, de épocas muy oscuras de su historia. Isaac realiza un titánico ejercicio de sinceridad en esta novela. Narrando primero esa vida de aventuras en la adversidad. Con su familia luchando por salir adelante contra todo, y contándonos como él vivió todo ese proceso. Y, posteriormente, haciendo que la historia de un giro y se centre en el drama de los personajes. Es en ese punto donde "baños de pleamar" se eleva a la categoría de obra maestra indiscutible y consigue tocarnos el corazón con una fuerza imparable. Vais a reír con esta historia, vais a llorar también y, principalmente, vais a emocionaros con uno de los mejores finales que yo he leído. Sinceramente, solo puedo aplaudir a dos manos ante la valentía de un autor que ha decidido saltar al vacío y abrirse en canal ante sus lectores. Enorme. Gracias por darnos esta historia.
Supe que esta historia me iba a doler casi desde el principio, pero no imaginaba cuánto. Y es que 'Baños Pleamar' es un pedazo de vida plasmada en un puñado de viñetas encerradas en papel. Pero el papel habla, canta, grita, late.
¿Sabéis esa sensación que te golpea inesperadamente y te hace volver la vista a un momento determinado de tu pasado? Revives a personas, lugares, instantes. Sabes que no volverán, que jamás podrás rebobinar tu vida y ni siquiera los recuerdos son un consuelo. Porque nada es real. Todo se distorsiona. Se apaga. Muere. Es el tiempo, que pasa inexorable y te arrebata la verdad. Y aunque quedan los recuerdos, estos son traicioneros, volátiles. Percepciones. Sentimientos a veces tan fuertes que duelen porque sabes que el pasado es inalcanzable, que nada te hará regresar. Que los recuerdos no pueden sostenerse.
El camino que seguimos se bifurca, pero es un camino de ida con espacio reducido. Y hay personas (y otras cosas) que perdemos. Los dejamos por voluntad o nos son arrebatados. Parte de nosotros también se va. Son nuestras decisiones. Es la vida.
Isaac nos traslada a un período de su niñez y nos habla de lo que ganó y perdió hasta ser el hombre en el que se ha convertido. Narrado desde el punto de vista de un niño que lo ve todo aunque se le escape la mitad de las cosas.
Usa la nostalgia, el realismo mágico, su amor por los tebeos y lo bien que se le da contar historias para captar nuestra atención y rompernos un poquito el corazón.
Me ha parecido una historia biográfica muy entrañable, donde Isaac habla de su niñez en una piscina donde trabajaba su familia. Me gusta porque lo hace todo muy natural y sin omitir detalles, plasmando los personajes típicos que hay en las piscinas, tanto buenos como malos. Me ha parecido mucho mejor que la trilogía Taxus, qué tendré que volver a leer porque no me acuerdo.
Nunca he sido muy de cómics, novelas gráficas o como le queráis llamar a este formato, pero sigo desde años la trayectoria de Isaac y al saber de qué trataba esta obra sabía que tenía que comprarla.
Y qué gran acierto. He reído, al comienzo, sobretodo rememorando esa forma de hablar y esa vida tan de la época; he sufrido y me he enfadado, hacia la mitad, al vislumbrar los problemas que se avecinaban; y he llorado, al final, por toda la emotividad que emanaban las páginas.
Así que por todo esto, solo me queda por decir: Gracias, gracias Isaac por dejarnos a todos adentrarnos en tus recuerdos y en tu historia.
La declaración inicial («no está basado en hechos reales; son mis recuerdos») otorga mayor veracidad a lo que suponía vivir en los ochenta en el extrarradio. Es extraordinaria la radiografía de una época, heredera de unos tiempos terriblemente grises, con unas cuantas pinceladas certeras en el trasfondo. La visión es muy tierna, aunque al final me ha trastocado un poco el exceso sentimental.
Este cómic es muy delicado e íntimo. He amado a ese cantante de copla y he llorado su muerte. Los personajes están muy bien caracterizados e Isaac logra algo muy dificil: plantear su historia sin que todo gire todo el tiempo en torno a sí mismo. Bravo.
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Desde que escuché los primeros años de vida de Isaac, supe que me encantaría ahondar más y más en aquellos recuerdos, ¡y cuánta emoción tuve cuando supe que iba a poder leerlos! Desde que el autor confirmó en sus redes que iba a escribir esta historia sabía que iba a conseguir leerla, dando igual el qué pasara o cuánto dinero tuviese.
Hoy, por fin en mis manos y ya acabado, puedo decir que ha sido una de las lecturas más dulces y desgarradoras que habré podido leer jamás. Yo como Isaac, peco bastante de vivir en recuerdos y edulcorarlos, y ha sido el espejo más perfecto en el que me he podido contemplar. Aún escribiendo esto con lágrimas secas por mi cara, sé que he sanado aunque sea un poco.
Comentaría algo acerca de la maestría con la que Sánchez domina el ritmo, la ilustración, narrativa visual y demás, pero es algo que creo que uno ha de descubrir por sí mismo.
Ufff que carrusel de emociones final. Lo he ido entreleyendo con otras obras y el final si me lo he metido solo en una tarde. La historia es la del propio Lou en el chiringuito en el que creció y sus recuerdos, de hecho hay personajes deformados por ser recuerdos (uno es un ratón, por ejemplo).
Destacar a los propios Baños como un gran personaje, no solo como el escenario, a su padre, Andrés, que aunque toda la obra sea un homenaje a su familia, es su padre el gran homenajeado. Y su madre, Palmira, que se siente como la villana de la historia de la historia, por momentos cae bien pero tiene muchos momentos de generar empatía.
El final de lo obra es algo que me ha emocionado bastante, es una simple conversación pero es brutal. Luego al final viene tambiem una visita que hizo poco antes de sacar esta obra. En fin, una delicia está Baños Pleamar, regalo de cumpleaños que me hizo Abian, gracias.
Una historia muy cercana y totalmente generacional. Isaac ha dejado aquí parte de su infancia y de su crecimiento personal y se nota, es precioso y mágico a la vez, cotidiano y especial.
Bueno, pues ya son dos los cómics con los que he llorado. Me impresiona lo mucho que abre su alma este autor en esta obra, sumamente íntima y personal. Divertida y emotiva a partes iguales, una interpretación del cómic y todo lo que puede plasmar y comunicar. Una obra maestra, enhorabuena.
Sentymentalne spojrzenie na świat, który już nie wróci. Spojrzenie z perspektywy dziecka, więc wszystko trochę zniekształcone, często groteskowe. W sumie baza jest ok, gorzej, że całości towarzyszy formalny chaos. Mam wrażenie, że chwytamy zbyt wiele srok za ogon, dodatkowo w dialogach panuje chwilami niezły bałagan, co w połączeniu z przerysowanym wizerunkiem postaci wprowadza efekt komiksowego ADHD, które nie dawało mi nadmiernej satysfakcji z lektury. Zaledwie średniak
«Me sacaste de mi jaula. Pero no sé vivir si no es en una».
Se dice que la infancia es el paraíso perdido de todos los hombres. Baños Pleamar es el apasionado esfuerzo de su autor por recuperarlo, por volver a los pasillos que le vieron crecer y por ofrecer, tal vez, la estructura y el sentido que la vida real tan a menudo nos niega.
Es un retrato costumbrista de una época y no me extraña que haya conseguido tocarle la fibra a más de uno, especialmente aquellos que por edad, género o circunstancia más se asemejen a su autor. En mi caso ha sido una lectura más desde lejos y no he podido conectar tanto, aunque el aroma a playa y paella nos traigan recuerdos a casi todos los que hemos crecido en este país.
Una obra basada en los recuerdos de la infancia de su autor, con un dibujo ágil y una gama de colores cálidos que enmarcan a la perfección el relato. Es cierto que está muy marcada por la nostalgia de esos años en los que la vida parecía sencilla, los padres superhéroes y la vida estaba llena de momentos de disfrute desde los ojos soñadores de la infancia; también que muestra abundantes tópicos sobre la dedicación al turismo y la familia tradicional. Sin embargo, la narración conecta con quien está al otro lado de las páginas, te llega a las tripas, te divierte y emociona, mostrando desde esos ojos infantiles una historia más compleja sobre decisiones, amor y renuncias. Sobre la vida, al fin y al cabo. Y eso es lo que importa.
Baños Pleamar es un ejercicio de autoficción con fundamento de nostalgia y tintes patrios.
El autor nos desvela, no su pasado (que es inescrutable y no volverá), sino su infancia, con sus verdades y sus fantasías entremezcladas, con recuerdos no del todo nítidos, que aportan cercanía a un relato que se sostiene por veraz pese a la neblina de la ficción.
Realizado a modo de pequeñas historias cortas que transcurren una tras otra, concadenando el gran arco narrativo que es la recta final de la infancia de Isaac, solo el propio autor sabrá si éste cómic ha cumplido o no con su cometido, pues destila una sana ambición personal por explorar sus propias memorias y emociones, y más allá de lo que podamos pensar quienes nos acerquemos a curiosear, me quedo con la sensación de que en última instancia, éste cómic se ha creado para que Isaac homenajee ciertos elementos de su pasado, y que el éxito de esa empresa únicamente queda a criterio del propio creador.
Ojalá que haya conseguido lo que se proponía. Por mi parte, puedo decir que he disfrutado, empatizado, e incluso padecido (por la dichosa empatía) mientras espectaba estas memorias de trazo sencillo pero meridianamente claro.
Es un ejercicio meritorio por bastantes motivos, tanto artísticos como narrativos y una lectura recomendada por su calidad humana y por su acertado uso de la fotografía documental, con especial énfasis en el inesperado uso que le da en las últimas páginas. Ha sido recomendado como uno de los imprescindibles de 2022 por la Asociación de Críticos y Divulgadores de Cómic de España. Acertadamente, en mi opinión.
Conseguí este cómic firmado de 'chiripa' en la feria del libro de Madrid: quería comprarlo en otro momento, un fin de semana que tenía libre, que justo el autor firmaba, pero el mismo viernes que empezó la feria, mi novio quiso pasear por ésta después del trabajo, y me lo encontré firmando en la caseta... ¡Y no había que hacer fila! Creo que fue cosa del destino. Es lo primero que leo del autor, y precisamente me decidí a leerlo porque prometía una historia personal y costumbrista. La verdad, ha llegado a ser mucho más; todo está contado con un aire inocente y dulce, típico de la mirada de un niño. No hay mucha acción, pero lo único que busca es que la historia te remueva por dentro, y al menos conmigo lo ha conseguido. Soy de otra generación, de otra comunidad autónoma y con otras vivencias distintas pero es inevitable no empatizar con la historia y las emociones que de ella emana. El dibujo, por otro lado, se adapta muy bien al tono que quiere expresar; al igual que en el cartel de la Feria del libro, transmite mucha dulzura. En resumen, me ha encantado, has hecho un trabajo precioso, Isaac.
Es muy difícil plasmar una historia así en una narración gráfica, generalmente limitada a un número concreto de páginas (puede que físicamente alto, pero que acota demasiado el transcurso de la historia). A mí me hubiera gustado algo mucho más extenso. ¿Por qué? Porque hay momentos en que la historia se detiene y otros en los que vuela a toda máquina. Si me planteara hacer una narración autobiográfica, me enfrentaría a lo mismo: ¿qué me dejo fuera?, ¿qué es importante y qué no? Para el lector está más claro: aquello que aporta el ritmo necesario para que la historia corra con fluidez. Para el autor, no tanto. Sus vivencias son todas importantes, pero en este cómic no lo entiendo yo así. Dicho esto, el apartado gráfico es extraordinario (y lo que aporta a la narración también). Las únicas pegas que le veo están en el guion. Merece la pena leerlo, seguramente una historia tan personal generará críticas muy diversas, tantas como puntos de vista haya o experiencias tengamos cada uno.
Soy fan de "Loulogio" desde la época de los doblajes, le empecé a seguir en Youtube desde "Café con Lou" hace casi 10 años... y me ha hecho especial ilusión leer esta novela gráfica autobiográfica, súper íntima. La historia en sí me ha parecido que se desarrolla de forma algo rápida, precipitada..., y en ocasiones me hubiera gustado profundizar más en los personajes, pero se nota que es 100% la esencia del autor. Después de ver muchas entrevistas a lo largo de su carrera, puedo empatizar aún más con la historia, porque él ha hablado sobre algunos sucesos aquí recogidos en varias ocasiones. El dibujo tiene muchísima personalidad y se nota que este medio es para el autor su pasión. Me ha gustado mucho, lo leeré de nuevo deteniéndome más en cada viñeta. 4⭐ para el libro, "mis dieses" para Isaac.
Esta novela gráfica levanta pasiones, al ser una novela autobiográfica cada viñeta esta recargada de sentimiento y con gran valor emocional, detalles como la representación de su "tío político" al hacer tal atroz acción y como lo dibuja posteriormente,Se me viene a la cabeza un dicho el cual dice : "una imagen vale que mil palabras", dejándote muy en claro que en esta novela se va a mostrar tanto lo más bonito como lo más crudo de su infancia.
En lo personal creo que Isaac ha conseguido traer una gran obra cargada de sentimiento con un estilo artístico y literario único, también pienso que gracias a que es una experiencia como novela gráfica puede tener un gran atractivo al público adolescente además creo firmemente que aquellos adolescentes que lo leyeran quedarían impactados por la desalentadora realidad de la vida.
Me ha gustado la nostalgia que trasmite sus páginas, el realismo que transmiten los persona(jes), todos tan carismáticos con sus luces y sombras. Desde un punto de vista infantil pero sin omitir nada, y es increíble lo rápido y ameno que se lee. Las viñetas, el dibujo y el color son magníficos, me encanta que transmita tanta tranquilidad y a la vez la acción de la trama. Y que a veces haya diferencias de estilo que acompañan tan bien a la historia, le da más chicha. Y bueno, ese final... lo que he llorado jajaja me ha encantado, es lo que ha hecho que haya terminado como si le hubiera puesto un lazo a la historia.
Qué bonita historia sobre un pasado reciente que no volverá jamás. La infancia, la familia, las vacaciones de verano y como se ve la vida de los adultos desde el punto de vista de un niño. Se nota que el libro parte de los recuerdos de Isaac para hacernos un pequeño homenaje al verano de nuestras infancias, seamos o no de Badalona.
¿cómo pasas de hacer la chorrimanguera a un cómic tan costumbrista que te deja recogiendo lágrimas? literalmente toda la nostalgia de vivir en familia, todo topicazos españoles que me llenan el alma, caricaturas que te descojonas. sonrisas y lágrimas. cómo adoro un buen costumbrismo que te rompe por dentro y te ata al mar.
Pues sí, el autor consigue llevarte a aquella época y a aquel paisaje. Intimista, bien desarrollada y dibujada. Cinco estrellitas porque cualquier historia que me cumunique algo especial, ya sea en comic o en prosa pura y dura, se las merece.
Corto pero muy intenso, un retrato visceral de la infancia del bueno de Loulogio que sirve tambien como homenaje a su padre, una historia muy interesante en la que me gustaria resaltar la figura de una madre oprimida y que queda como gran olvidada. Con razon tiene la puntuacion que tiene, un imprescindible de las estanterias