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El arte clásico

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Mary Beard y John Henderson nos descubren en este libro el mundo antiguo de Grecia y Roma como nunca lo habíamos imaginado, con sus esculturas pintadas de brillantes colores y sus edificios totalmente decorados con frescos y mosaicos.

Su análisis, revelador y emocionante, recorre las delicadas pinturas de las villas pompeyanas, aventura cómo debieron ser las estatuas en todo su esplendor cromático, revela cuál era el sentido de la desnudez femenina en el mundo clásico y nos sorprende con la utilidad que tuvieron los monumentos. Así, nos demuestra cómo las innovaciones artísticas de la Antigüedad se han convertido hoy en las convenciones de nuestra cultura.

Nuevo prólogo a esta edición de Mary Beard.

484 pages, Kindle Edition

Published April 20, 2022

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About the author

Mary Beard

74 books4,152 followers
Winifred Mary Beard (born 1 January 1955) is Professor of Classics at the University of Cambridge and is a fellow of Newnham College. She is the Classics editor of the Times Literary Supplement, and author of the blog "A Don's Life", which appears on The Times as a regular column. Her frequent media appearances and sometimes controversial public statements have led to her being described as "Britain's best-known classicist".

Mary Beard, an only child, was born on 1 January 1955 in Much Wenlock, Shropshire. Her father, Roy Whitbread Beard, worked as an architect in Shrewsbury. She recalled him as "a raffish public-schoolboy type and a complete wastrel, but very engaging". Her mother Joyce Emily Beard was a headmistress and an enthusiastic reader.

Mary Beard attended an all-female direct grant school. During the summer she participated in archaeological excavations; this was initially to earn money for recreational spending, but she began to find the study of antiquity unexpectedly interesting. But it was not all that interested the young Beard. She had friends in many age groups, and a number of trangressions: "Playing around with other people's husbands when you were 17 was bad news. Yes, I was a very naughty girl."

At the age of 18 she was interviewed for a place at Newnham College, Cambridge and sat the then compulsory entrance exam. She had thought of going to King's, but rejected it when she discovered the college did not offer scholarships to women. Although studying at a single-sex college, she found in her first year that some men in the University held dismissive attitudes towards women's academic potential, and this strengthened her determination to succeed. She also developed feminist views that remained "hugely important" in her later life, although she later described "modern orthodox feminism" as partly "cant". Beard received an MA at Newnham and remained in Cambridge for her PhD.

From 1979 to 1983 she lectured in Classics at King's College London. She returned to Cambridge in 1984 as a fellow of Newnham College and the only female lecturer in the Classics faculty. Rome in the Late Republic, which she co-wrote with the Cambridge ancient historian Michael Crawford, was published the same year. In 1985 Beard married Robin Sinclair Cormack. She had a daughter in 1985 and a son in 1987. Beard became Classics editor of the Times Literary Supplement in 1992.

Shortly after the 11 September 2001 attacks on the World Trade Center, Beard was one of several authors invited to contribute articles on the topic to the London Review of Books. She opined that many people, once "the shock had faded", thought "the United States had it coming", and that "[w]orld bullies, even if their heart is in the right place, will in the end pay the price".[4] In a November 2007 interview, she stated that the hostility these comments provoked had still not subsided, although she believed it had become a standard viewpoint that terrorism was associated with American foreign policy.[1]

In 2004, Beard became the Professor of Classics at Cambridge.[3] She is also the Visiting Sather Professor of Classical Literature for 2008–2009 at the University of California, Berkeley, where she has delivered a series of lectures on "Roman Laughter".[5]

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7 (1%)
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6 (1%)
Displaying 1 - 23 of 23 reviews
Profile Image for Alex Pler.
Author 8 books274 followers
August 24, 2022
Los libros de Mary Beard desmontan lo que creías saber y te llenan de interrogantes. Aquí la autora plantea que nuestra visión del arte clásico en verdad es la suma del filtro romano y la posterior idealización al desenterrar piezas y restaurarlas libres de restos de pintura para que luzcan "clásicas".

¿A qué llamamos arte griego o romano si la mayoría de lo conservado no se sabe si fue expoliado o una copia hecha en Roma por artistas griegos que la adaptaron al gusto local? ¿Nos gustaría igual el arte clásico si también exhibieran las obras feas o pornográficas, o si las viéramos pintadas y enteras, con las posturas reales y no las que imaginamos?
Profile Image for Nancy.
1,272 reviews53 followers
May 13, 2021
Quick read but I learned more on
Wikipedia than from this book:
It is one big word salad!
#DoNot Waste Your Time with this one!
Profile Image for Clara Morales.
Author 7 books108 followers
July 3, 2023
Como todo lo que lleva la firma de Mary Beard, este es un libro que combina una mirada fresca sobre Grecia y Roma (lo que implica en parte una crítica de la historiografía tradicional) con una gran voluntad pedagógica. Lo que más me ha llamado la atención es la idea que recorre el libro sobre cómo la copia y la imitación son clave en el desarrollo del arte clásico y en nuestra recepción del mismo, a la vez que nos dificultan conocer dataciones, autores o escuelas. Los autores no tienen miedo de señalar lo que no sabemos o aquello en lo que podríamos estar equivocados, y eso siempre lo hace todo más interesante. La edición está muy bien ilustrada, con montones de fotos y planos.
Profile Image for Anna.
508 reviews36 followers
December 28, 2015
I read this because I'm doing a course on Classical art. I really like Mary Beard on TV and think she's a very good presenter. However, as author I actually found her a bit too heavy-going and I sometimes found myself drifting off while reading! I'm not sure that I particularly liked the thematic way the book was organised, I think I personally would have preferred a more simplistic, chronological account of classical art with some basic pointers add to how to recognIse the different periods.
That said, it's still a good book with lots of excellent pictures of most of the important artworks of classical Greece and Rome, so don't let me put you off.
Profile Image for Gonzalo.
130 reviews2 followers
September 29, 2024
¿Recuerdas aquellas clases de arte en la escuela, donde las estatuas parecían tan distantes y los monumentos eran solo nombres en una lista? Mary Beard y J.G.W. Henderson rompen con esa visión estática en El arte clásico: De Grecia a Roma, llevándonos en un viaje vibrante por la Antigüedad. Olvídate del mármol blanco inmaculado; en estas páginas, el arte clásico cobra vida, lleno de color, controversias y preguntas que siguen resonando hoy..



Para muchos, el arte es una rémora del pasado, de los tiempos de la escuela. Algún

documental suelto, una visita a un monumento en las vacaciones y una ligera impresión de que son cosas del pasado. De aquellos estudios escolares se desprendía una sucesión de nombres de estatuas, famosos edificios y descoloridas imágenes, con una serie de características asociadas que uno debía memorizar confiando en que el contexto viniera dado a través de lo que uno recordase de la asignatura de Historia, acompañado todo ello en el mejor de los casos, de las ilustraciones de un libro o de las diapositivas, filminas se decía en la época, aún no sé el motivo, que el profesor de turno proyectaba en una clase a oscuras, sabiendo que sus alumnos no prestarían atención a las mismas, antes bien, se dedicarían a hacer el mono aprovechando la oscuridad.



Mary Beard y J. G. W. Henderson vienen a cuestionar este precario conocimiento en El arte clásico: De Grecia a Roma, una obra que pretende poner en su sitio muchas de las convicciones que venimos arrastrando sobre este periodo del arte desde mediados del siglo XIX cuando diversos estudiosos comenzaron a sistematizar el conocimiento en la materia.



La obra, publicada por La esfera de los libros y repleta de fotografías, mapas y planos, ofrece un excelente recorrido, no tanto por obras concretas sino por cuestiones más generales como el concepto de la copia y la imitación, el uso y sentido del arte en la época clásica o la percepción que se podía tener en aquellos tiempos acerca de cuestiones como el desnudo o la deificación de los gobernantes, temas sobre los que la opinión de entonces fue evolucionando, igual que ocurre hoy en día, puesto que una de las funciones del arte consiste precisamente en cuestionar lo que todos damos por cierto y asumido.



No se trata de destruir mitos, sino de completar vacíos. Comenzamos por el ya muy conocido punto en torno a las estatuas que acostumbraban a estar pintadas, alejadas de ese blanco marmóreo que hoy lucen en los museos, antes bien, los colores brillantes podrían llamar desagradablemente la atención a nuestros ojos hoy más refinados, acostumbrados a una paleta que ha ido evolucionando y que huye de los colores chillones para recrearse en el degradado. Por contra, en los tiempos antiguos la preferencia parecía todo cuanto no resultase tan natural, lo que pudiera resultar llamativo. Porque lo que busca la obra es ofrecer cuestionamientos nuevos, trasladarnos esa idea de que la misma función que hoy atribuimos al arte, se la atribuían los antiguos, que el tiempo también tuvo su reflejo en la concepción artística, en la función de las piezas y de la arquitectura.



Y volviendo al color, olvidemos las estatuas, porque su verdadero reino natural siempre será el de la pintura, donde solo el color construye la ficción de la realidad, el remedo, sin el apoyo de una arquitectura, de una piedra que sugiera ya las formas.



Pero, por desgracia, tan sólo conservamos restos tardíos, dispersos, apenas inteligibles de pintura griega. Sin duda, en la Antigüedad sí sería más accesible para los contemporáneos y, por tanto, la influencia de este arte podemos suponer que pasó a los romanos de quienes tampoco conservamos realmente más que pequeños fragmentos. Por ello, no es de extrañar que el descubrimiento de las villas de Pompeya, con sus paredes repletas de murales supuso toda una revolución en el modo en que se percibió la pintura antigua allá por el siglo XIX.



Pero este descubrimiento nos lleva a nuevas preguntas. Creer que lo que hoy visitamos en la ciudad fantasma es el perfecto reflejo de la pintura clásica sería un error. Para empezar, Pompeya no era la cuna del arte, tan solo una ciudad más, sin especial relevancia, por lo que lo que hoy nos muestra no es necesariamente el mejor producto de su época, tan solo lo que hemos es dado vislumbrar. Tampoco somos capaces de comprender muy bien las funciones que cumplían estas pinturas puesto que no siempre sabemos a qué se dedicaba cada estancia, cada espacio. Y en la propia Pompeya tenemos también la acumulación de diversos estilos que suponemos acumulativos pero que tal vez convivían en el tiempo, donde los motivos geométricos y figurativos combinaban a la perfección con las representaciones tan naturales de personas que tampoco somos capaces de identificar, si se trata de imágenes genéricas, retratos de los verdaderos habitantes de las casas, una idealización, ... Lo que sí podemos tener por cierto es que los interiores de estas viviendas parecían un abigarrado muestrario, repleto de imágenes, tal vez de estatuas, adornos, molduras, trampantojos, tal vez lo más alejado de lo que hoy entendemos como clasicismo. Y a todo ello hay que añadir que cualquier mobiliario ha quedado destruido por lo que aún mayor saturación habría que añadir a este conjunto.





Tampoco conocemos muy bien las funciones de estas pinturas. En las estancias dedicadas a que el señor de la casa recibiera, hiciera sus negocios, se puede pensar que el objetivo era mostrar el poder, la opulencia, tal vez la conexión con figuras míticas, con el poder senatorial, imperial posteriormente, pero en las estancias más privadas, podemos intuir todo tipo de intenciones, desde las más picantes, a las meramente destinadas a evitar ese vacío que tanto parecía aterrar a los antiguos.



Los pocos restos de pinturas en palacios como el de Nerón o en villas a las afueras de Roma tampoco parecen ofrecer mayor luz a nuestras dudas. Por fortuna, las ilustraciones de este libro nos permiten disfrutar de una pequeña muestra de este repertorio pictórico, barriendo la imagen algo distorsionada que tenemos en este punto.



Pero si avanzamos a otras ramas del arte y nos centramos en la escultura, nuevamente los autores nos trasladan otro sinfín de dudas. Para empezar, el cuestionamiento de la atribución de obras a autores famosos y reconocidos. Comencemos por explicar que la estatuaria griega era una industria propiamente dicha en el sentido de que las esculturas podían nacer de la mente y las manos de un famoso escultor, pero lo cierto es que esta imagen era tomada por infinidad de copistas en un tiempo en el que los derechos de autor no eran concebibles y en los que la única forma de difundir esta imaginería era mediante copias, muchas de ellas son las que hoy identificamos con las originales más por tradición que por certeza.



Durante el Renacimiento se recuperaron grupos escultóricos como el Laocoonte, auténtico acontecimiento que asombró a Miguel Ángel o Rafael, y que les influyó notablemente en sus obras. Sin embargo, ni tenemos seguridad de que se trate de los originales citados en los escritos clásicos de Plinio y otros, ni tampoco tenemos la certidumbre de que las reconstrucciones y restauraciones llevadas a cabo sean las correctas. Un brazo cortado es una interrogante y cómo completamos la estatua puede convertir a una afrodita en una

figura recatada o en una exhibición erótica. Cada generación ha gustado de adaptar su visión de estos puzzles incompletos conforme su propia visión del arte de los clásicos.



Pero saltemos de capítulo sin abandonar la escultura. Estos griegos y romanos nos

legaron un enorme tesoro que tuvieron que labrar poco a poco. La desnudez que hoy nos parece tan evidente y que ha jugado un importante lugar en la historia del arte, no fue un hecho natural. Los artistas comenzaron por insinuar formas, por levantar levemente vestiduras y, en un largo proceso, tan solo al llegar el periodo helenístico se consagró la belleza del desnudo como un hecho aceptado, hasta entonces el público no admitía sin más la desnudez de una diosa, de un dios, de los mitos de leyenda.



Hay otros conceptos que los clásicos nos legaron y que los autores quieren poner en valor. Así, destaca el busto por encima de todos ellos, la idea de que la representación de una cabeza refleja el total de la personalidad, que este pedazo de carne y hueso no es la representación de una cabeza cercenada, de un decapitado, sino que refleja toda la fuerza y poder de un emperador, de un sabio o un poeta, que el carácter queda reflejado en esa exclusiva parte de nuestro cuerpo.



Y esta cabeza se convierte en la representación del poder imperial en las monedas, un modo de representación de la autoridad que aún hoy mantenemos. Porque la vinculación entre arte y poder también ha sido una constante que se remonta a estos tiempos antiguos. Es sabido que Augusto, inaugurando una costumbre que seguirían todos sus sucesores, hacía distribuir copias de su estatua, idealizada, mostrando la gloria de su fuerza, forzando la realidad puesto que, como en el caso del retrato de Dorian Gray, pero de manera inversa, la imagen de estas estatuas no se fue adaptando al envejecimiento real del emperador, sino que siempre representó la idea del semidiós que regía los destinos del Imperio.



Así que cuando vemos la imaginería del poder en Corea del Norte, la escenografía de Leni Riefenstahl o los carteles de la propaganda soviética, vemos los rescoldos del fuego que encendieron los romanos.



Y qué decir de la arquitectura, de esas grandes edificaciones como el altar de Pérgamo, símbolo del poder de una nación, del orgullo de un pueblo que reivindica su lejana conexión con el pasado ateniense. Qué señalar de los arcos del triunfo, sin duda representaciones en piedra de lo que eran previas construcciones efímeras y ocasionales para recibir al victorioso conquistador de lejanas tierras. La columna de Trajano, otro ejemplo que mezcla la ornamentación, la propaganda, el monumento funerario y la megalomanía a partes iguales.



Estos artistas de los tiempos clásicos también nos legaron la idea de que el arte, sin duda ha de reflejar una idea de belleza, pero de cuando en cuando, la fealdad también debe asomarse en un desconcertante juego en el que la evolución más moderna ha ido ganando soltura hasta el punto de preferir rechazar los ideales de belleza y mostrar lo que de turbio y amargo tiene nuestro tiempo. Estatuas como la de la denominada vieja borracha, Afrodita siendo seducida por Pan o las de niños ahogando ocas. Es arriesgado trasladar a los clásicos lo que nuestra mentalidad moderna puede interpretar de estas imágenes. Tal vez para ellos fueran representaciones del horror y para nosotros meros recordatorios de que en la vida no todo es bello y perfecto.



Como queda dicho, no estamos ante un tratado de arte sino ante un libro que reflexiona sobre el sentido y función del arte clásico en sus propios días y en cómo lo hemos ido interpretando y así, conformando nuestra propia y actual visión del arte antiguo y, por tanto, del que creamos a partir de él. Unas reflexiones siempre bien guiadas y escritas con la habilidad de quien sabe narrar historias que enganchen al lector en un tema tan increíblemente árido como es éste.
Profile Image for Julia.
134 reviews
Read
May 25, 2022
Silly of me to think that a book called 'classical art' was about the classical greek period. (You know, before hellenistic and archaic). But no, it was Hellenistic and Roman instead. Not bad, it's still interesting. I guess it is difficult to write a whole book about the classical period because of dating issues, diffculties to determine origin (is it a greek original? A roman copy? A roman original? A roman original made by a greek? etc) and since we see this period mainly through the art of the romans. That's something that was discussed briefly at some point and I really enjoyed that segment. I also really like the part on Augustus his 'using images for his political strategy' (I liked it so much I requested Paul Zankers book from the library and will be reading that next). I didn't care much for the sexuality/sensuality chapther, they lost me a bit there. But I guess that more because I care more about social/political context. Nice introduction overal
Profile Image for Jenn Phizacklea.
Author 13 books6 followers
March 12, 2023
I read this book in one sitting, I found the discussion within so interesting and the writing so easily digestible. It is a book full of case studies that one doesn’t feel they have to battle their way into, and as always where Mary Beard is involved, there’s an open mindedness towards the topic which is always such a breath of fresh air.
As a deep dive into the problem of art history where it concerns ancient art - and in particular, the difficulties around the Graeco-Roman fusion of styles - it is brilliant. Highly recommend.
Profile Image for MontseMH.
438 reviews10 followers
July 14, 2023
Didáctico y ameno.

Los autores presentan al lector un viaje por la historia del arte y como se ha considerado el arte clásico a través de los años. Comprendemos de que polvos vienen esos lodos.

He leído este libro en Kindle Unlimited y tengo que avisar, que tiene muchas fotografías y mapas, que no se llegan a apreciar demasiado bien en ese formato. Para disfrutarlo correctamente recomiendo la versión en papel o al menos digital con tablet a todo color.
Profile Image for meshi.
31 reviews
April 23, 2025
“With the hindsight of history, a wry concluding thought is (let’s face it) irresistible. The blank absence of Jesus from the visual repertoire of these first two centuries of the common era surely ranks as the single most striking fact about the portraiture of classical art from Greece to Rome”
Profile Image for J.
43 reviews
February 4, 2021
Love everything about this book!!!!!!!
Profile Image for Asya.
5 reviews
February 13, 2021
Sanat tarihi sevenlerin zevk alarak okuyacağı bir kitap, okurken bazen müzede geziyormuş hissi uyandırıyor.
Profile Image for Pedro Martinez.
627 reviews9 followers
December 9, 2023
This academic take on Greek and Roman art is joyfully entertaining, interesting and eye opening for the casual reader. The Mary Beard 50% contribution is easy to spot thru the content.
Profile Image for Kennedy!.
76 reviews1 follower
Read
April 25, 2024
i read this as a textbook for a class i hated. it doesnt seem fair to review it lol
240 reviews
March 21, 2025
The space between us feels electric. Let's close the distance and see where the sparks take us, one delicious touch at a time.
Profile Image for Majken Emilie.
48 reviews47 followers
Read
April 18, 2025
I had to dnf this and reader Gardner instead. I don't know why, something about the language just didn't work for me. I'll come back to this
Profile Image for Ellen.
4 reviews
June 15, 2014
This book of Art History is too much art and too little history. It glosses over history (you won't learn more than 'we have no idea where this statue comes from, nor from what time it came, nor how it got here, nor whether it's original, nor who it's supposed to be'), and doesn't get any further than the interpretations of the classical art made since the Renaissance. Although it is useful to realize how much of the art we see is a 16th or 17th century reconstruction and how our own views may influence our interpretation, I got the message after the first few times it was mentioned. I didn't need the next few hundred times.

The authors's interpretations sometimes get really far-fetched and groundless.

Though this book might be of interest to art historians, or to people who enjoy interpreting art, I suggest that people interested in history stay away from this book, since you'll find very little of that here.
Profile Image for Rebecca.
311 reviews131 followers
January 10, 2012
This is a really interesting introduction to the main themes surrounding the Romanisation of Classical Greek art. I especially liked that it started with the wall paintings mostly found in Pompeii as painting was often praised in contemporary texts but we have very little left today. There were also a lot of maps in the back that helped place where everything was going on.
Profile Image for melody ok.
27 reviews10 followers
January 2, 2020
I really enjoyed this book and learned quite a lot but DAMN if it wasn’t a little difficult to push through. There’s a L O T of history and philosophers, ancient historians, cousins of important dudes mentioned. It reads like a textbook, quickly moving from topic to topic. The last two chapters on art and power and portraiture were difficult but ultimately interesting.
Profile Image for Diana.
296 reviews
December 18, 2011
Got this for my kindle which made it almost entirely incomprehensible. Despite this, what I did glean was really interesting and I intend to spend Christmas money on the hardback version so that I can keep it by my side.
Profile Image for Panagis.
2 reviews
February 17, 2016
As someone who is interested in Classicism throughout the ages, this book becomes a marvellous guide to understanding the connection between different periods of those two civilisations and beyond, and also to identifying the archetypes and motifs in classical art.
Profile Image for Midori.
151 reviews6 followers
August 4, 2011
Beard and Henderson scrutinize the certainties of our knowledge in the Ancient Art and show that what our raw material is in fact a construction of our fantasies...
Profile Image for DustyPages.
39 reviews
October 29, 2011
Really gorgeous photo's and a pleasure to read. I came to it as a new-comer to the classical world but I think the confirmed enthusiast would also enjoy this work.
Displaying 1 - 23 of 23 reviews

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