Quizás, sin saberlo, las "feministas" que creen borrar las diferencias entre el hombre y la mujer hacen un gran mal a esta última, oscureciendo lo que constituye su grandeza y la fuente de sus más íntimos goces. Meditando los conmovedores ejemplos de la primera madre y de la que fue "la bienaventurada entre todas las mujeres", este libro ayuda a devolver a la mujer cristiana el orgullo y el amor a su vocación de madre. Expresa la admiración y el agradecimiento de todos los hijos de la tierra a quien los trajo al mundo.