Esta es una historia real. Adalberto Amarillo, un actor solitario que recorre el centro de Medellín junto a su perro, no puede olvidar al único amor de su vida: Sonia Quintana, una galerista en bancarrota que migró a Nueva York cuarenta años atrás. Ambos comparten un mismo apetito: la carne humana. La soledad de la culpa es la única que acompañará a ambos personajes a lo largo de su vida. Una culpa asumida y otra, reprimida. La carne humana, el placer insaciable de las bestias, está en manos de un minúsculo y selecto grupo que encuentra en los más desfavorecidos y reprimidos su fuente de alimento, en un país donde matar por matar es un instinto y comer del muerto, una tradición. Entre los paisajes urbanos de Medellín y Nueva York, y el frío profundo de Nebraska, dos bestias saciarán su apetito sangriento para lamentar su condena en vida: no poderse amar.
Los libros son como las personas, tienen capas, como la cebolla y el helado napolitano.
Dependiendo de qué capa estemos hablando, esta puede ser una historia de amores imposibles, una declaración del autor como ser político o una narración de los horrores del mundo.
O si prefieren, como yo, mezclar la comida en lugar de comer por capas, este libro puede ser un delicioso desayuno paisa, que reúne los componentes más deliciosos de la gastronomía colombiana.
Y una vez que hemos dejado de pensar en comida, procedo a hacer drama porque, a pesar de conocer de antemano el libro, terminarlo me dejó un hoyo en el corazón. Porque por donde sea que lo miren, es una historia que deja pensando en lo destrozados que estamos como individuos, en las parejas rotas que terminamos construyendo y en el país que se cae a pedazos.
¿Y qué se hace cuando tienes tantos fragmentos rondando por ahí?
Reconstruir y hacer algo aún mejor.
LECTURA
Tuve la oportunidad de ser una de las lectoras betas de esta novela, que me sorprendió y me llegó al estómago (y al corazón). La forma en que el autor maneja la metáfora entre el canibalismo (literal) y la forma en que los seres humanos nos devoramos los unos a los otros, sexual, afectiva, social y políticamente, deja mucho por pensar y para reflexionar. Además, la música que acompaña la historia ayuda a situarse y sentir mucho más la misma. Estoy muy agradecida por haber podido participar en su proceso y espero reencontrarme pronto con esta historia.
Dos historias que transcurre mayormente en Medellín. El autor te da un pequeño viaje al centro de Medellín, a los lugares icónicos que evoca nostalgia (Ya quiero hacer un tour y conocer). La descripción de recetas que te abren el apetito, música para acentuar la emoción de la historia y escenas divertidas y otras terribles e inimaginables. La primera historia, la del amor imposible de Adalberto y Sonia, dos caníbales atraídos por el instinto. Adalberto, ausente, egoísta e incosciente. Sonia, con un grado de consciencia, no sabe que hacer con la culpa más que repartirla a su pasado, el cuál vive huyendo de él. Por tal razón, a pesar del sentimiento fuerte entre ellos, sea imposible para los dos, estar juntos. La otra historia, la de "la comunidad" que son ese grupo selecto de bestias que se alimentan de nuestra carne con total impunidad, es una "metáfora" (no sé si sea correcto) a la historia de violencia de Colombia. Fácil de leer cómo todos sus libros y siempre con una puya y un mensaje concadenado a "una casa en el abismo" y "aves de invierno", los otros libros que hacen parte de lo que el llama, la trilogía de la soledad.
Este es uno de esos libros que me sorprendió enormemente pues llegué a la historia con una idea que, al momento de iniciar la lectura, fue cambiando poco a poco. Es un libro que uno debe leer lentamente para poderlo procesar adecuadamente, además tiene escenas fuertes que, siento yo, no son aptas para personas de "estómago débil" 😅. Sin embargo, la forma en que el autor hiló la soledad de la culpa, con el canibalismo y con la memoria histórica de Colombia es magistral. También los diferentes estilos narrativos que nos presenta a lo largo del libro, debido a las diferentes perspectivas, hace que la historia sea dinámica. Además, los personajes tienen tantos matices que uno no puede menos que sorprenderse ante las emociones que nos despiertan, que pasan del cariño a la repulsión y luego a la lástima con el paso de las páginas. En general, un libro que recomiendo totalmente para aquellos lectores que quieren La Historia dentro de una historia y que pueden leer escenas fuertes sin verse tan afectados. Para mí, es de estos libros que quiero releer en un futuro para poder apreciar mejor todos los aspectos de esta historia. 🤩
Un gran libro que me voló la cabeza en muchos sentidos. Personalmente, el mejor de la triada de la soledad de este gran autor, la complejidad de los personajes, las metáforas, las referencias, los datos históricos y el desarrollo de la culpa como sentimiento principal, lo hacen una gran obra que vale la pena conocer. Espero con ansias el siguiente libro.
Alucinante! Aqui se te revuelven no solo los sentimientos, también el estómago. Pero con un propósito, el de mostrarnos como estamos inmersos en un mundo, en una sociedad que nos consume y nos devora, nos agrieta y nos hace pedazos y como intentamos escapar, enfrentar o reponernos de ello en medio de la soledad que nos genera nuestras ruinas. Con unas metáforas, unas referencias, una musicalización barbaras.... La talentosa pluma del autor nos muestra una realidad q por mucho q nos cueste aceptar y muchos quieran disfrazar, es lo que es y hace parte de lo q vivimos.
Es un libro que en principio es incómodo de leer, pero luego de pasar la parte inicial se logra entender mejor a los personajes y sus trasfondos. Ambienta de manera interesante historias alternas de la sociedad colombiana. Para finalizar utilizando varios recursos literarios y haciendo guiños a sus otras novelas.