«Un libro que estaba esperando a su autor. Esta Roma desordenada cumple con todas las promesas de felicidad que los viajeros del mundo hemos asociado a las palabras Italia o Roma». Ignacio Peyró
Roma nos permite ser voyeurs de nuestra propia historia. De las tumbas de los etruscos a la mundana Via Veneto, de Nerón a Pasolini, pasando por Caravaggio, Bernini, Borromini y Winckelmann —con escala española en Alberti, Zambrano o Gaya—, este es un libro que se propone juntar de nuevo las piedras de una mampostería eterna para contarlo todo otra vez de la ciudad que lo sabe todo. Una misión enloquecedora, saltando de siglo en siglo, con un ojo puesto en la Roma urbi y otro en la Roma orbe, uno en las reliquias de los santos y otro en los torsos desnudos de las estatuas, uno en la confusión y otro en la calma, en un viaje por la ciudad donde, como en un arca de Noé, se han salvado todas las historias de la historia, y que es la culminante demostración de que el ser humano ha conocido la belleza. Desde una personalísima y poliédrica perspectiva, Juan Claudio de Ramón ofrece, con erudición y la emoción del extranjero que se descubre romano, un mosaico de hechos históricos, anécdotas, curiosidades, gastronomía y calas literarias y artísticas en distintas épocas. Roma desordenada es el apasionado relato del viajero que, felizmente cautivo, se torna habitante de una de las ciudades más conocidas y, sin embargo, por inabarcable, desconocidas del mundo. Y es que «decir que todos los caminos llevan a Roma es menos exacto que decir que de Roma salen todos los caminos».
Juan Claudio de Ramón Jacob-Ernst es un diplomático y articulista español nacido en Madrid en 1982. Actualmente es primer secretario de la Embajada de España ante Italia en Roma. Desde 2011 hasta 2015 fue Consejero en la Embajada de España en Ottawa. Publica de manera regular comentarios políticos en El País y aborda cuestiones culturales en otras revistas como The Objective, Jot Down, Letras Libres, Claves de Razón Práctica o El Ciervo. Se licenció en Derecho y Relaciones Internacionales en ICADE y en Filosofía por la UNED. Le interesan la historia de las ideas políticas, el federalismo, el nacionalismo y el futuro de España y de Europa. Trabaja en un libro de viajes sobre Canadá. Le gustan las conversaciones con final abierto, el cine y la rúcula.
It may seem daring and even foolish to write yet another book on Rome. The reader has already such a rich amalgam of literary testimonies on the eternal city, such as Goethe’s and Stendhal’s, that it begs the question of why anyone would bother reading yet another one, particularly of a contemporary writer, given that mass tourism has eroded much of the original and alluring patina of Rome.
But I saw an article on this book and then it was on display on one of the stands in the recent Madrid book Fair in the Retiro Park. I thought that reading it would help me consolidate my very many memories of my recent five weeks in Rome spent mostly walking and walking around the city.
The title is a suitable one: Disordered or Messy Rome. And that is usually the first complaint of anyone who has not fallen in love with the city and forgives its faults. Rome is a mess: it does not have the harmonious unity of a Florence or the dreamlike waterscape of Venice.
One further aspect that argued for my reading this was that Juan Claudio de Ramón was the Secretary of the Spanish Embassy for five years until Covid began – a similar job to that held by Chateaubriand. His spending his many working hours in the Palazzo Borghese Palazzo just had to offer a very privileged viewpoint.
For this challenge De Ramón has established himself three rules: not to look for ghosts of the past (i.e.: not claiming that he can imagine Goethe walking down the Via del Corso); not to seek originality, but to aim for a candid recording; and finally, to cultivate patience.
The chapters are short and varied – we hear of Caravaggio but also of the pine trees. He mixes typical tourist stops such as the Pantheon, with others less obvious such a Villa Giulia with the Etruscan collection. But he also reminds us of the dreadful political events such as the kidnapping and assassination of Aldo Moro in 1978 as well as the murder of Pasolini. He captures the Roman spirit or the “menefreghismo” and establishes that the figure of the “picaro” is more at home in Rome than in Madrid. For those who hate the Church, he reminds them that to hate the Church is to hate Rome and to hate Rome is to hate history. He notes how the Tiber is not as well assimilated by the town as, for the example, the Seine is, and how important the use of brick by the ancient Romans has been for the way Rome still offers us a wealth of classical ruins. Although these bricks were covered by marble, had they been of solid marble, they would no longer be there but in in the major museums outside of Italy.
I enjoyed reading about modern developments and other monstrosities. I knew about the EUR district, where I had a good walk a Sunday morning. The EUR is Fascist in its origins but has now acquired a futurist glow that makes it a highly setting for films. But I did not know about La Garbatella (for I have not yet seen Nanni Moretti’s “Caro diario”), nor about El Corviale – those urban utopian designs that become urban hells because they are often prompted by a dehumanization of the individual.
Covid did cut short some of the things De Ramón wanted to visit such as the (rare) gothic elements in the difficult to access Monasterio dei santi Quattro Coronati in the Celio. I also tried to access it. The patience he admits one needs in Rome, I certainly felt I had to trigger. But at least he gained access to a collection of ancient marbles, so secret, that he does not even give the name (Villa Torlonia?). And I was glad he had a chapter on Fountains. Not till I looked with more attention at a couple of fountains in Madrid, did it dawn on me, the high quality of those in Rome, to which the tourist, with the selfie-crowds can easily become impervious. My favourite is that of the Tartarugue.
There were a couple of things on which I disagreed. For me the Carbonara is not the main dish in Rome, for one, it is a modern name. The dish I used to compare restaurants was Cacio e Pepe, and that for me stands as the truly Roman pasta. I also disagree with his understanding of why Gothic art is not present in Rome. But for this I am grateful of the wonderful course I took on Medieval Rome, via Zoom during Covid, prior to my Rome stay , which taught me that there was not a complete blank between Roman times and the Renaissance and Baroque. There is a great deal of medieval instances, from churches (St Maria sopra Minerva) to towers (Torre di Capoci), to civic dwellings (casa di Ettore Fieramosca), to frescoes (by Cavally, inside the convente in St Cecilia in the Trastevere). In the EUR he does not mention the very interesting Museum of the Middle Ages (Museo Nazional dell’Alto Medioevo) with unforgettable mosaics from Ostia Antica.
Anyway, this was a thoroughly enjoyable read which made me feel very nostalgic for Rome, which is a sentiment I share with De Ramón. He did not want to leave when his assignment came to an end.
I am not surprised.["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>["br"]>
Si amas Roma, este es tu libro. Me ha hecho recordar por qué amo leer. Una maravilla. Y he viajado a Roma durante un fin de semana que me ha durado la lectura, no podía parar de leer. Pasa a ser uno de mis autores y libros favoritos.
No es una guía sobre Roma; sería absurdo, pues, por suerte, hablamos de un lugar en el que el intento de planificar es un ejercicio vacuo: «Roma ti fa perdere 'nu sacco 'e tempo. Ti deconcentra». Sin embargo, no concibo mi siguiente viaje a la ciudad sin su inestimable compañía.
Libro sobre Roma escrito por el típico escritor de libros sobre Roma. ¿Hacía falta un nuevo libro sobre Roma? Pues probablemente no, pero yo estoy contentísimo de haber contribuido a que otro diplomático con apellidos compuestos pueda seguir rulando de embajada en embajada entreteniendo la idea de que es lord Byron en una exótica capital extranjera y que por favor a mi salud se compre y disfrute de un paquetillo de chicles en piazza navona
Me ha hecho descubrir la literatura experiencial y eso me ha encantado. Sin embargo, me resultaba difícil de seguir por las múltiples elaboradas referencias que incluye.
Interesante si vas a viajar a Roma, porque presenta una visión personal de la ciudad, a la vez que ofrece información interesante sobre algunos monumentos/recorridos. También menciona restaurantes y bares, pero no es una guía de viajes al uso. Algunos capítulos están mejor escritos que otros.
Un canto a Roma, a sus encantos y su caos, como origen de nuestra cultura y civilización por un autor que conoce la ciudad al dedillo, aunque no italiano ni romano. Una obra magníficamente escrita, hecha de paseos por la parte más turística y popular y, sobre todo, por la más desconocida, con datos y curiosidades históricas, apabulla la erudición del autor, con sus lúcidas reflexiones plagadas de referencias cultas. Su lectura es un disfrute, una escritura que pinta estampas, un retablo de Roma. Como dice el prólogo, es imposible leer este libro y que no entren ganas de correr a sacar un billete de avión a Roma.
Puede ser una guía de Roma, sin ser una guia de Roma. Nos cuenta la vida del autor en Roma y todas las anécdotas que tiene la ciudad. Nos habla de la historia de sus fuentes, de su fundación, de su comida…etc. Es un gran libro, pero me ha costado muchísimo leerlo, no me ha enganchado. Y eso que soy un amante de Roma como el que más, pero por desgracia no me ha llegado a enganchar en ningún momento.
No es una guía ni un libro de viajes. No es un ensayo sociológico ni una historia del arte. Es un deambulatorio, un paseo sin rumbo definido, un acopio "desordenado" de imágenes, sensaciones, avistamientos... que, en pequeñas dosis, te descubre una Roma (y alrededores) diversa, divertida, descarada, muy personal. Un buen compañero de viaje.
"El prurito de perfección puede traer aciagas consecuencias. Y sin embargo..., sí, el Temppieto es bello"
"El misterio de aquel crimen comentado en toda Europa, como el de la belleza, quedó sin resolver"
"Pero es que este cuadro me sofoca hasta las lágrimas, hasta el extravagante deseo de querer susurrarle algo, de acariciar su mano, de pedirle que me perdone o me dé consejo"
Bellos relatos sobre Roma, la ciudad que siempre se ha dicho que es eterna y seguramente siempre lo será. Me ha hecho especialmente sentido por tener la posibilidad de vivir en Roma en este preciso momento. Sin embargo, para cualquiera que siente un apasionado amor por Roma, este libro seguramente lo acrecentará. Interesante lectura.
Un placer reencontrarme con tantos detalles que creía propios y descubrir otros nuevos. Quizá un tanto grandilocuente en el tono, pero claro, es lo que tiene hablar de Roma. Para amantes de la ciudad, la historia y el arte.
“Esta ciudad que dicen eterna no lo es para nadie: todos estamos de paso. (…) ¿Nuestros proyectos de futuro? Volver.”
"Un oficio que pone a mi teórico alcance todos los rumbos me resulta menos atractivo que una ciudad que me da todas las épocas. Vuelvo a la capital de mi país; me voy de la capital de mi mundo."