Pablo Casacuberta (Uruguay, 1969). Publicó los libros Ahora le toca al elefante (1990), La parte de abajo de las cosas (1992), Esta máquina roja (1995), El mar (2000), Una línea más o menos recta (2001) y Aquí y ahora (2002). Ha dirigido cortos experimentales y ficcionales, animaciones y un largometraje. Como artista visual participó en varias muestras colectivas, en Uruguay y en el exterior, particularmente Immediate (Reino Unido, 1999), Composición de lugar (Montevideo, 2004) y Settimana del Uruguay (Venecia, 2007). A partir de una muestra de fotografías llamada Apariciones, publicó en 2007 un libro homónimo que reúne las fotos de la exposición. Escipión (interZona, 2012) es su última novela.
Si bien -y creo que por ello las valoraciones medias del libro- la trama no tiene mucho, me parece que la pomposidad y la precisión con las que se describen los profundos y tortuosos hilos de pensamiento del protagonista y narrador es, simplemente, maravillosa.
Me ha encantado regodearme en los complejos laberintos sintácticos, que una vez superados revelaban poco más que el pensamiento de una persona neurótica y tan inteligente como victimista.
Quizá el incondicional amor que siento por Uruguay y la capacidad de sus nacionales por conversar y profundizar sin límites de intensidad me afecte, pero creo que el autor ironiza constantemente, jugando sin parar con el lector. Lo hace, por ejemplo, acerca del terreno común que comparten los libros de autoayuda y la divulgación científica comercial: aportar al lector un pedacito de comprensión acerca del inaprensible universo, que le reconforte por un rato.
Y sí, a mí me han hecho sonreír -y también reconfortado- las teorías científico-trascendentales de David Bandenbauer. Serán más ciertas, menos ciertas, no lo sé. Pero, de alguna manera, me ha hecho sentir mejor al pensar que los seres vivos somos un reducto de voluntad, una pequeña resistencia a la devoradora entropía del universo. Y entonces sí, seguramente sea verdad eso de que "todos los libros son de autoayuda".