Un libro para entender, de una vez por todas y con explicación científica incluida, por qué nos pasa lo que nos pasa a los milenials.
«¿Qué es el cerebro milenial?», dices mientras clavas tu pupila en mi perfil de Instagram.
Ansiedad, síndrome del impostor, nuevos tipos de amor e identidades, redes sociales... y un montón de cosas son los temas centrales de esta generación marcada por las crisis económicas, la precariedad laboral y los memes virales.
Un retrato social actual para entender por qué somos como somos y qué define a la generación milenial desde el punto de vista neurológico y científico. Un libro de divulgación accesible y divertido para finalmente descodificar y entender cómo funciona el cerebro milenial.
Gustoume bastante pero deume raiba a falta de perspectiva feminista nos artigos empregados, entendo que non é culpa do autor se non da falta de investigación en mulleres. E faltoume mais contido en alguns dos temas a tratar.
Quitando iso, repito, gustoume moito 💕 Moi interesante e lectura amena.
Gustame que non fale catastroficamente dos temas ou de forma extremista e que procure dar os maximos puntos de vista posibles.
el libro está mal escrito. Una buena parte del libro trata del tema LGTBI pero sin nada más que lo que puedes leer de manera bastante más concisa y mejor descrita en la entrada de Wikipedia. Rellena páginas y páginas con un ejercicio de "ni sí, ni no, ni todo lo contrario". Cuestiones que se podrían resolver en un par de líneas aquí sirven para rellenar páginas con un estilo de escritura infantil y cutre. Luego cuando toca la parte de redes sociales y tecnología es ya delirante. El autor que es un instagramer pues quiere evitar tirar piedras contra su propio tejado y deja en una equidistancia absolutamente vergonzosa la cuestión de cómo afectan el smartphone y las redes sociales a las generaciones que hemos vivido en ella. El libro está lleno de una moralina petulante. Una auténtica bazofia de libro. de cabo a rabo.
El autor hace un recorrido neurocientífico por cuatro grandes bloques de la sociedad actual: el sexo, el colectivo LGBTI, las redes sociales y la salud mental.
Da datos sobre lo que ocurre en nuestro cerebro en diferentes aspectos, y habla sobre las influencias y consecuencias en la sociedad y nuestro día a día.
É un libro que pode disgustar porque non fala de "esto é así e punto". É un libro que plantea preguntas máis que dar respostas, pero preguntas necesarias, preguntas ben enfocadas e, sobretodo, preguntas ben aplicadas nun contexto. Encántame como Nacho non deixa de lado esto último en ningún momento e converte o mundo científico nun mundo político (como tería que ser).
Trata dunha forma didáctica e accesible a todo o mundo unha serie de cuestións que por época histórica nos interesan especialmente á xeración millennial. O contido científico está moi ligado á reivindicación política, cousa que a min me parece imprescindible en toda obra divulgativa. Se o persoal é político, o científico tamén o é. Por máis obras de divulgación que teñan uns obxectivos ideolóxicos tan claros e sexan tan amenas de ler e doadas de asimilar !
Siento ponerle esta nota, porque sigo a Nacho en redes y me encanta su contenido, pero tengo que ser honesta, y el libro me ha decepcionado un poco. Tampoco digo que sea culpa del autor, creo que más bien yo tenía unas expectativas equivocadas sobre el contenido del libro. Creo que mete demasiado tecnicismo, se pasa con las referencias lo que te saca de la lectura, y en general parece más destinado a neuropsicólogos que a un público más general.
En general demasiado texto, se puede resumir en algunas lineas. Demasiado tema LGTBI y sobre el tema de la salud mental solo menciona el estrés, incidiendo demasiado en la parte técnica. El único capítulo que merece la pena leer es el de las redes sociales (aunque también hay mucho texto) y el de la generación de cristal, aunque se nota que el mismo es instagrammer…
A ratos la lectura es fluida y a ratos un tostón. Se contradice porque menciona que dará datos imparciales y demás y mete su opinión continuamente por el medio.
[...] Una de las sugerencias que plantea [Meredith Chivers] es que es posible que, en mujeres heterosexuales, elementos del contexto, así como diferencias individuales, tengan más peso en el procesamiento de estímulos sexuales que el género que protagonice el estímulo erótico.
Los genitales de las personas intersex suelen ser catalogados como patológicos y anormales al no corresponderse con los cánones binarios acerca de cómo son los cuerpos masculinos y femeninos. Por esta razón, con mucha frecuencia las personas intersex son sometidas a procedimientos médico-quirúrgicos, normalmente irreversibles, destinados a que el aspecto de sus genitales se ajuste a la norma. En las últimas décadas, el colectivo de personas intersex ha denunciado activamente que gran parte de estas intervenciones tiene lugar durante la infancia, sin el consentimiento pleno, libre e informado de la persona, lo que constituye una vulneración de sus derechos a la integridad física.
Así, en un mundo dividido por géneros, en el que hombres y mujeres han estado relegados a labores y actividades diferentes, es de esperar que tanto sus habilidades cognitivas como su estructura cerebral muestren una especialización diferente. [...] Debemos tener cuidado a la hora de interpretar las diferencias cerebrales entre hombres y mujeres como diferencias de sexo, pudiendo ser más bien, diferencias de género.
Una de las principales conclusiones de los estudios de Joel es que, aunque existen algunas diferencias de sexo/género en el cerebro, la mayor parte de los cerebros humanos conforman mosaicos únicos, con algunas características más comunes en mujeres, otras más comunes en hombres y otras comunes en ambos sexos, lo que Joel ha denominado mosaicismo cerebral. Estos resultados que sugieren que los cerebros humanos no pueden ser divididos binariamente en las categorías de hombre o mujer han sido replicados en estudios recientes que evidencian que la perspectiva de un conjunto de géneros refleja de manera más adecuada la variabilidad en la arquitectura cerebral que la de dos categorías estancas.
De la crítica de Frances se desprende algo clave en salud mental: lo adaptativos o funcionales que resulten unos pensamientos, emociones o conductas depende del contexto en el que nos movamos. Exactamente los mismos fenómenos pueden ser tildados de normales o adecuados en un contexto y de anormales o exagerados en otros.
¿Qué se considera normal o saludable en un entorno que prima la productividad por encima de la conservación de la salud? ¿Por qué asumimos que somos nosotros los que enfermamos dentro de un contexto que integramos como neutro o saludable? ¿Por qué el diagnóstico de depresivo me lo llevo yo si no puedo funcionar en mi trabajo? ¿Por qué no diagnosticamos a mi trabajo como depresógeno si no me ofrece las condiciones para vivir de manera digna, sin experimentar estrés de manera crónica?
En este sentido, se está extendiendo la creencia de que ser neutral en una situación de opresión hacia un grupo vulnerable implica favorecer al opresor, siendo esa neutralidad realmente una forma de lavarse las manos de una responsabilidad colectiva. Por esa razón, muchos defendemos que no es suficiente con no ser fascista, homófobo, machista o racista, sino que, en su lugar, debe practicarse el antifascismo, antihomofobia, el feminismo y el antiracismo. La base siempre es la misma: ser tolerante con la intolerancia amenaza cuestiones tan importantes como los derechos humanos de millones de personas en todo el mundo.
[Sobre efectos neurotóxicos del cortisol. Amígdala, córtex prefrontal e hipocampo, son tres estructuras que tienen una mayor densidad de receptores de cortisol] Así, en situaciones de estrés crónico, la amígdala, promotora de las respuestas de miedo y ansiedad, incrementa sus conexiones y su tamaño, mientras que el hipocampo, inhibidor de esas respuestas, las disminuye.
En este punto debes recordar que, en condiciones de salud, el hipocampo suele hacer una función inhibitoria sobre el eje HHA, disminuyendo la secreción de cortisol. Sin embargo, en condiciones de estrés crónico, los altos niveles de cortisol acaban intoxicando al hipocampo, impidiéndole ejercer bien su función de freno, provocando aún más liberación de cortisol. Curiosamente, consistente con la propuesta de que el estrés crónico es una de las principales causas de depresión, existe cierto consenso en que los participantes diagnosticados de trastorno depresivo mayor muestran hipocampos más pequeños (con menor volumen) en comparación con controles sanos. Según estas propuestas, es en el hipocampo [...] donde encontraríamos el enlace entre el estrés crónico y la depresión.
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Es un libro que está muy bien, si has estudiado psicología, veras que muchas cosas de las que has estudiado en la carrera salen. Para mi gusto, el capítulo de las identidades y orientaciones sexuales es algo extenso, cuando no hay conclusiones concretas al respecto de la neurobilogía, pero pos otro lado da cabida a todo el mundo y eso también está bien… El tema de las redes sociales también me chirria bastante… aunque es cierto que no son santo de mi devoción, hay que reconocer que la conexión que nos proporciona internet, tiene su lado bueno, como gente que vivimos en sitios apartados podamos acceder a muchísimas cosas comp cursos, por ejemplo. Como todo en esta vida, hay que leerlo con una mirada crítica y quedarnos con aquello que creamos más interesante, aquello que nos haga saltar las alarmas, desecharlo o buscar más info para poder crearnos una idea más precisa.
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En este libro, @neuronacho ha elaborado una especie de guía básica de psicología para milenials. Se divide en cuatro temas generales: sexualidad, colectivo LGTBI, redes sociales y salud mental. Además, para quiénes no entendemos mucho sobre psicología, el libro explica conceptos básicos del mundo neurocientífico, como las partes del cerebro o cómo se realiza un estudio, aunque sin dejar de incluir aspectos más complejos.
¡Lectura especialmente recomendada para milenials y zetas que buscan entenderse mejor!
No está mal, trata temas poco habituales en este tipo de libros. Una explicación completa, no biologicista, se centra en el comportamiento humano como algo multifactorial. Sin embargo creo que son temas que, en MI opinión, no me parecen demasiado interesantes. Está genial que la ciencia sea diversa, de eso no cabe duda, y las investigaciones en temas LGTBI me parecen lo más. Pero hay tan poco y lo que hay está tan cogido por pinzas que más que aprender, estás leyendo criticas a estudios, científicos y trabajos. Aún así aprendes cosas, de eso no cabe duda de ello.
Me ha encantado. Trata temas muy presentes para la generación milenial como son la sexualidad, las redes sociales y salud mental de una forma muy accesible, y con un lenguaje claro y directo que hace que, pese a tratar sobre neurociencia, la lectura se haga muy amena, aunque me hubiese gustado que se hubiese explayado un poco más en los capítulos de cómo afectan las rrss a nuestro cerebro. No obstante, totalmente recomendable, un 10.
Quizás es porque soy "de la casa", pero se me ha quedado corto. Está hecho, más que para responder, para preguntar. Se nota en cada página el rigor científico y la completísima bibliografía al final del libro. Supongo que no se le puede pedir más, si es la evidencia que hay pues es lo que hay. En otro orden de cosas, asequible y bien explicado para el público general, para mí en un tono demasiado informal pero en todo caso cumple su función. Ilustraciones chulitas.
Trata temas muy interesantes argumentando diferentes investigaciones, a veces incluso comparando visiones contrarias y añadiendo su opinión personal como investigador neurocientífico. La única pega que le pondría es que en algunas partes da un aluvión de datos y me hizo falta parar un poco para digerirlo todo. Lenguaje accesible para todos, bravo!
En sí el libro es interesante, pero está desproporcionado, el capítulo LGTBI es un sinfín de datos sin llegar a ninguna conclusión, el de salud mental se centra demasiado en el estrés. El capítulo más rescatable, redes sociales.
No toda la obra está centrada en el cerebro Milenial. Es un mix de estudios neurocientíficos que presenta muchas tesis y pocas conclusiones (teóricamente porque es pronto). No me ha encantado.
Me ha gustado el hecho de intentar responder a preguntas coloquiales de forma neurocientífica y aportando estudios que respalden las afirmaciones (aunque en el libro hay también mucha opinión personal). Aporta pinceladas y datos interesantes sobre diversos temas actuales, pero le falta fluidez al pasar de un tema a otro, para mi gusto (a veces, tenía la sensación de que los capítulos no estaban conectados). En resumen, me parece un libro para acercar la ciencia y la psicología a personas que no tengan nada que ver con ello, pero no lo recomiendo para personas que se dediquen a este campo, como es mi caso. Es bastante básico.