Me ha costado encontrarle el punto porque escribe con excesivos sobrentendidos y saltos (como si estuviese haciendo la clásica parodia de un francés algo chovinista y pedante) que hacen difícil seguirlo e impide una lectura fluida. Son relatos cortos, ideas apenas esbozadas y por ello que quizá resulte así. Ha sido un ejercicio de voluntad tirar para delante con el librito, pero finalmente reconozco que me enganchaba a leer uno o dos relatos cada vez. Aporta luz y perspectivas originales sobre temas como la felicidad, la cortesía, las relaciones sociales y la vida mundana en general