Mientras estamos muertos cuenta la historia de una familia de clase obrera que va progresando en los años opresivos del tardofranquismo. El hijo, convertido en experto en fugas, como todos los animales con los que crece, narra la vida familiar a veces como historia de terror, a veces como comedia. Con una mirada original que rompe las convenciones del género, Ovejero habla de tensiones familiares, de violencias silenciosas, del deseo de escapar a las limitaciones de clase, y también de amor, creando un juego de espejos en el que no se refleja tanto el autor como el lector.
Nacido en Madrid en 1958. Licenciado en Geografía e Historia. Ha vivido varios años en Alemania y Bruselas y vive en la actualidad en Madrid.
Ha publicado novelas, libros de cuentos, poesía, teatro y libros de viajes. Ha recibido los premios Ciudad de Irún de poesía, Grandes Viajeros de libros de viajes y Primavera de novela.
Sus artículos y relatos han aparecido en diferentes periódicos y revistas, tanto en España como en el extranjero.
Ha dado conferencias en universidades e instituciones culturales en España, Italia, Estados Unidos, Bélgica, Francia, Argentina, Ecuador, México y otros países.
Es miembro de la Asociación Internacional de Literatura y Cine Españoles Siglo XXI (Alces XXI)
Me gustan los libros de relatos. Me parece maravilloso como en pocas páginas se condensa tanta intensidad,tanta fuerza y tantas emociones.
Y más me gusta cuando ,como en este caso, los relatos individuales,a modo de piezas de puzzle forman un maravilloso retrato de la sociedad de una época.
Dieciséis relatos en los que vemos la evolución de una familia durante los últimos años de la dictadura y la difícil relación del autor con su padre.
Al leer estos relatos ,vemos la infancia en una familia con una educación autoritaria, con relaciones contradictorias o con la autoexigencia de cumplir las expectativas sociales o familiares.La infancia en esos años en los que prevalecían sentimientos de humillación, impotencia , desesperación y de querer escapar del papel que nos ha tocado en la vida.
La vida de una familia de clase obrera en la que una violencia considerada normal en esa época(física,verbal o emocional,gritada o silenciada ) va forjando las personalidades de cada uno de sus miembros. Porque siempre digo que la infancia condiciona nuestro futuro y lo que vivimos entonces y sufrimos nos hacen ser lo que somos, pensar como pensamos y actuar como actuamos.
Pero no solo hay rabia y dolor. Hay mucha ternura, hay ironía y hay amor. Hay sentimientos,emociones y una vida que puede ser la de cualquiera de los que vivieron esa época .
Leed relatos ,leed estos relatos porque conmueven ,te sacuden y no te sueltan. Porque es maravillosa la prosa cercana,sencilla, elegante y directa. Porque eso es lo que buscamos al leer ,esa sacudida que te deja con el alma temblorosa.
Me ha emocionado desde el primer relato en el que muestra una incomprensión absoluta hacia el padre hasta el último en el que reconoce que "no conocía tanto a su padre". Me ha conmovido porque esto es fruto de una evolución personal por la que muchos hemos pasado.
"Al escribir no lograré cambiar relación real con mi padre , tampoco pretendo sustituirla con un inventada. Lo único que puedo cambiar son mis propias emociones "
Qué emocionante es presenciar la forma en que «Mientras estamos muertos» que empieza como una serie de relatos crudos y efectivos sobre una infancia en el tardofranquismo, se va elevando y expandiendo hasta conformar un libro extraordinario gracias a la viveza de la imaginación, la versatilidad de la prosa y dos premisas narrativas que son también actitudes vitales.
Por una parte, la incorporación de lo colectivo a lo autobiográfico —‘Todo lo que sucede a nuestro alrededor nos sucede a nosotros’ se titula uno de los mejores textos—; por otra, la ampliación de los registros: a la crudeza casi asfixiante de las primeras páginas, José Ovejero añade la ironía, la marcha de la Historia a través de las historias individuales, lo sentimental y lo erótico, el examen de conciencia, el giro fantástico, la exploración de lo que fue y lo que pudo haber sido.
«La escritura es la forma que tengo de tejer los lazos invisibles a los que no he sabido o podido aferrarme en la realidad. No es un refugio; es, por el contrario, un pasillo por el que acceder a las habitaciones cerradas de mi vida, como individuo y como parte de la sociedad» (’Enterrar al padre. Segunda versión’).
Hay libros que te remueven por dentro. Pulsan teclas que liberan recuerdos y sentimientos profundos. Te emocionan y sabes que volverás a releerlos, de manera detenida. Subrayando. Es lo malo de sacarlo de una biblioteca...
Y, además, me ha servido para 'reconciliarme' con los libros de relatos. Cataclismo existencial.
Este libro de relatos es lo mejor que he leído en mucho tiempo, el discurso crudo entre autobiografía y ficción, las lecciones veladas de escritura, la honestidad del autor. Otro acierto editorial de Páginas de espuma.
(Audiolibro) Me encantó esta obra autobiográfica en la que Ovejero describe la relación con su padre y otras minucias familiares. ¡Y narrada por él mismo! Qué lujo haberme asomado a su existencia mediante su voz.
Excelente. Me ha encantado la forma de escribir de Ovejero y también el planteamiento del libro, que es un conjunto de relatos, pero que está escrito como un todo.
Muchos de los cuentos, tal como están escritos, parecen autobiográficos. El protagonista, alter ego del autor, cuenta la historia de su familia, centrándose en la relación distante que mantuvo con su padre y en el ascenso social de sus progenitores, que consiguieron alcanzar una posición bastante próspera a base de mucho trabajo, viniendo de la pobreza. Pero al protagonista, que también es escritor, le gusta reflexionar sobre la escritura y en esas reflexiones se observa un claro deseo de difuminar la realidad:
"Yo tampoco soy un testigo fiable; al fin y al cabo, soy escritor, y dónde iríamos a parar si los escritores nos viésemos obligados a respetar la veracidad de los hechos, la cronología y las cadenas causales. Francamente, de hacerlo así, la literatura sería una mierda; una crónica de sucesos salpicada de metáforas.
Me han gustado mucho esas reflexiones, muchas de las cuales comparto como escritora.
Hay dos relatos que me han gustado especialmente:
Él, ella: un relato que cuenta en un único y largo párrafo, la historia de sus padres, desde antes de conocerse hasta que el padre muere.
Unas botas de trescientos cincuenta pavos: el argumento gira simplemente en torno a si comprar o no unas botas caras, pero este tema tan aparentemente simple, da pie a reflexionar sobre ideologías políticas, conciencia de clase e incluso clasismo y elitismo en el mundo literario.
Siguen sin atraerme los relatos cortos, pero en este libro los relatos van adquiriendo una correlación que te hacen olvidar esta técnica. Sinceramente lo he disfrutado; en cada una de sus historias vas descubriendo el trasfondo de una vida. Supongo que habrá mucho de ficción, entre otras cosas porque hablar de nuestro pasado a años vistas siempre implica que nuestra memoria lo ha ido distorsionando. A veces nosotros mismo darnos formas a nuestros recuerdos; esto es lo más sorprendente de nuestra mente. Yo mismo me voy dando cuenta como he ido dando forma a recuerdos dramáticos míos, y me imagino lo mismo en la mente del autor. No es que los legitimemos, pero si que adquieren otra comprensión en el tiempo. A veces hasta llegamos a perdonarlos.
Los que ya conocemos al autor, sabemos un poquito de su vida. Creo que cada libro esconde siempre mucho del autor. En este caso, J. Ovejero es de esos escritores que no esconde sus dramas. Os gustará
Precioso para ver un ejemplo de narraciones tan diferentes en un mismo libro. Indudablemente hay una voz conductora, esa frialdad, y ese casi humor negro. Por ocasiones aterra y en otros momentos te aterra más que te guste esa enorme frialdad. Unas imágenes preciosas. Quede con frío después de leerlo y aún así quiero repetirme algunos de sus cuentos.
Hace dos años leí su «fantabulosa» novela «Humo», que desde entonces no he dejado de recomendar. Y ahora he dado con esta otra genialidad, que, obviamente, también recomiendo.
¿Un libro de relatos cortos o novela? Pues igual estamos ante 16 cuentos o relatos, pero la verdad es que te lo lees como una novela. Todo está relacionado con todo, con él mismo, con la vida, con su vida, con sus vidas, con la de todos. Todo es real. Todo es ficción. Todo es lo que quieras que sea. Pero curiosamente no deja de ser, a su vez, algo muy concreto: una marcada época de España; donde el querer prosperar no era más que el ferviente deseo de alejarse de unos padres, de su pobreza, por los que mucho solo sentían (vergonzosamente, valga la redundancia) vergüenza.
Yo soy «algo más chica» que Ovejero pero es muy reconocible esa determinada sociedad/generación/época de este país, de la que tanto escuché hablar, y que mis padres y abuelos (cada uno desde su perspectiva) vivieron. Da igual que si Madrid que si Sevilla. Todo era la misma mierda. Incluso hoy hay cosas que siguen siendo mierda. Problemas en las casas porque sencillamente se hace lo que yo diga (cámbiese «yo» por «un hombre»); temor a hablar, opinar, o, incluso, pensar; amores de por vida; y aparentar, aparentar, y aparentar, y, si se puede (claro que sí), sonreír.
Una joya, de verdad. ¡Leed a este hombre, por Dios! • ¿Qué encontraréis en este libro? El «modus vivendi» de toda una generación. • Erratas encontradas: 6 (🤦🏻♀️ ¡psicoanalista ven a mí!). • FRASES SUBRAYADAS: ➰«[…] si no te encariñas, no duele». ➰«Uno no debe encariñarse con nadie porque así no te duele cuando sufren». ➰«Los silencios se parecen aún menos que la manera de hablar; basta con oír a una persona estar callada para saber mucho sobre ella». ➰«[…] un hombre violento al que recuerdo entrando en el dormitorio de su hija con la cara roja de rabia no sé por qué motivo y liándose a cinturonazos con la chica aún adolescente antes de que despertara y pudiera saber la razón del castigo». ➰«Todo lo que sucede a nuestro alrededor nos sucede a nosotros». ➰«¿Basta con escribir sobre el mundo que nos rodea para saldar las deudas?». ➰«A mí la realidad se me pega a la piel; yo sí me siento culpable, soy testigo y verdugo, soy consciente, un ojo insomne, un ojo sin párpados […]». ➰«El camino que tomo es también el mapa de mi conciencia, y mi indiferencia me define tanto como mis gustos y mis fobias». ➰«El hospital se me vuelve insoportable, sus olores, sus ruidos, los análisis, los diagnósticos […]». ➰«[…] y ahora me acuerdo de aquel momento en el que pude poner una imagen clara a las diferencias de clase incluso entre proletarios e hijos de proletarios, cuando vi que un compañero sacaba un bocadillo de fideos y garbanzos, los restos de la comida del día anterior […]». ➰«El cordel enlaza la historia de la humanidad, desde el Cromagnon hasta el cíborg». ➰«[…] vivir es como excavar un túnel sin saber si al final habrá salida, tenga o no luz, pero una salida […]». ➰«[…] la ironía es una manera de distanciarnos de nuestras propias emociones, de quitarles importancia, de librarnos de su poder […]». • Lectura para 2 de los #24retosdelectura: 9.- Novela que tenga algo autobiográfico 22.- Un libro viajero (me acompañó en dos viajes en tren; en uno de ellos mi asiento fue el suelo #GraciasRenfe). • #LeoYComparto #bookish #DimeUnLibro #bookaholic #booklover #instalibros #bookworm #bookstagram #Libros #blogloqueleo #MisLecturas #JoséOvejero #PáginasDeEspuma • #MientrasEstamosMuertos de @joseovejero2021 @paginas_de_espuma / #ColecciónVocesLiteratura
«Un cuento es todo lo que yo diga que es un cuento si consigo que se lo crean. A partir de ahí puedo hacer cualquier cosa siempre que funcione. Puedo jugar.» José Ovejero
Ovejero tira tanto de oficio que se permite trabajar con el género moldeándolo y configurándolo como quizá la novela no le permite tanto. El fondo, la composición, el contenido, diferentes técnicas, saltos, formas narrativas,... Dice de esta autoficción que es una autobiografía colectiva. ¡Vaya si lo es! Porque en estos cuentos hay un reflejo de todos nosotros, de nuestra historia y cómo nos enfrentamos a ella al echar la vista atrás ahora que hemos huido de lo que no queríamos o no supimos enfrentarnos. Porque el tema común de todos ellos que vertebra el libro es la huida.
Inmersos en una atmósfera setentera y ochentera, de incomprensión ante actitudes, silencios y sentimientos ocultos en la familia, el autor te introduce en espacios reconocibles en los que las historias (¿reales?) del narrador se alzan y trascienden, por eso cada cuento se convierte en una estampa en el recuerdo (bueno o malo), y juntos funcionan como álbum de fotografías al que recurrir para estimular la memoria; por eso al final de cada uno requiere mantenerse al margen para terminar de completarlo con cierta perspectiva y tomar conciencia. Pero la lectura de cada cuento también puede funcionar como capítulo, porque hila muy bien con el siguiente. ¿Libro de cuentos o novela? En cualquier caso, me parece una reivindicación de la realidad como núcleo del que emanan las historias.
El suicidio como alienación y desubicación en la sociedad. Las relaciones entre padres, hijos y hermanos. El sentimiento de venganza de una víctima del matón del colegio. Los artificios narrativos del autor para mantener en la memoria la unidad indivisible de unos padres que también existen como individuos que tuvieron su propia historia. La conciencia de clase y el ascenso social de un escritor nacido en el seno de barrio obrero. Costumbrismo, realismo. Inocencia. La opresión y la huida de las expectativas ajenas. Juegos literarios que muestran posibilidades de contar una misma realidad; o que requieren confianza por parte del lector para fortalecer aún más el pacto ficcional entre autor-lector.
He descubierto a un escritor virtuoso, valiente y fascinante. 100% recomendable.
José Ovejero ha establecido hábilmente una especie de hilo conductor en los relatos, que hacen que los leamos con la progresión de una novela; con base autobiográfica, sí, pero con las técnicas próximas a la ficción. La voz del narrador, por lo general, cercana al escritor, en ocasiones toma distancia narrando hechos de manera más objetiva. Un tema que domina, es la conciencia de clase del autor, de sus orígenes obreros. Pero es más bien, el reflejo de un desclasamiento; tanto de sus padres, que ilusoriamente iban progresando socialmente, como de él mismo. Se siente un impostor cuando asiste a premios y a fiestas, pero con el orgullo de haberse ganado lo que es, a base del esfuerzo de sus padres y de él mismo. Por supuesto, se siente ajeno al círculo de escritores preeminente. La figura de los padres adquiere relevancia. La relación con su padre es fría, de mutua incomprensión, lo que genera también un sentimiento de culpa por parte del autor, al no haber podido acceder a los mecanismos internos que movían a actuar de esa forma a su progenitor. Un hombre autoritario y hermético. Por contra, la relación con su madre es totalmente opuesta. Cariñosa con él y responsable de su oficio escritural. La base se encuentra en aquellos relatos orales que contaba a su hermano y a él. Se cuela también en el libro, la sociedad represiva y autoritaria de los años sesenta y setenta, con la predominancia del Régimen dictatorial y la connivencia de la Iglesia. Un ejercicio de memoria valiente, sincero y comprometido.
Dicen las críticas que más que autobiográfica es una novela en la que el lector se siente reflejado. Lo que yo he visto reflejado ha sido una época, la de mi niñez y adolescencia, y una España, la de quienes nacieron en aquella España del Franquismo de los años cincuenta y sesenta. Me ha gustado como describe aquella España en la que los padres pegaban a "los hijos porque no sabían qué hacer con ellos"... "igual que nosotros pegábamos a los más débiles de la clase, nos reíamos de ellos y los torturábamos en la medida de nuestras posibilidades." Y es que hablar de la España de los 70, dice, es como hablar de la vida en un planeta de otra galaxia. Y efectivamente, cuando leemos sus descripciones notamos cuánto hemos cambiado en estos cincuenta últimos años. "No me gusta estar a solas con mi padre", dice, "no es que sea especialmente violento, no más que los padres de mis amigos, no más tampoco que mis amigos." Más tarde añade: "En realidad nunca tomé cariño a mis perros, porque así no sufría cuando mi padre los maltrataba. Eso fue una enseñanza para la vida: si no te encariñarás, no duele."
Me ha gustado mucho la prosa sencilla (los relatos se leen muy bien), clara, directa y enormemente eficaz para transmitir sentimientos, emociones... Hay humor, dolor, ternura, ironía, amor… Interesante la relación con el padre, y cómo cambia con el tiempo.
Carrion, el matón al que como venganza le escupe en el bocadillo "abre las puertas a patadas y cuando avanza por un pasillo parece que empuja con su cuerpo enemigos invisibles, ni siquiera echa un vistazo al bocadillo, le da una dentellada de ogro desgarrando el cuerpo de sus víctimas" "Tomarme en serio mí mismo me parece un poco farsante y siempre me hace sentir incómodo pues limita mi capacidad de apasionarme." "No soy escritor porque me fascina la literatura sino porque me fascina la realidad, la literatura me sirve para acercarme a ella, sentirla más... Aunque sé que la literatura no puede ser un sucedáneo de la vida."
Lo leí como parte de mi club de lectura, y lo primero que notamos es que es un libro sorprendentemente breve y rápido de devorar. Aunque se presenta en capítulos temáticos que parecen relatos o ensayos separados, la verdad es que funciona como una novela muy lineal. La obra traza la vida del narrador desde su infancia de clase obrera en el Madrid del tardofranquismo hasta el momento culminante y agridulce de la muerte de su padre, funcionando como una crónica de la memoria, la rabia y el deseo de fuga.
Si bien en el club se comentó que el libro era "duro" por las situaciones de violencia, pobreza y acoso que describe, a mí me pareció más bien una historia normal y corriente para la época y el entorno que retrata. Obviamente, si comparamos esa vida con el 2025, parece áspera, pero Ovejero la pinta como la vida ordinaria de una familia marcada por la incomprensión y las limitaciones de clase. A pesar de esto, el tono general transmite una profunda infelicidad. El libro está impregnado de la frustración del autor (o del narrador) y de un constante resentimiento que, según él, fue el motor de su ascenso social.
Es precisamente en el tema de la conciencia de clase donde encuentro el único "pero". Aunque es el eje central del libro y está narrado con maestría a través de recuerdos punzantes (como el del atentado de Carrero Blanco o el de las botas caras), siento que la crítica social, en ciertos momentos, roza lo populista, restándole matices. No obstante, "Mientras estamos muertos" es una obra esencial para entender el síndrome del impostor y el rencor que deja el origen obrero, y su estructura, con las dos versiones del entierro del padre, es de una brillantez y honestidad emocional innegables.
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Un repaso cronológico por un vida, un relato tan fiel a la realidad como ficcional pero es que, como bien adelanta la sinopsis ¿no es la memoria la primera capa de ficción con la que lo cubrimos todo?
Mientras estamos muertos es un libro que desborda auto conciencia; la del autor, la de la historia y la de una literatura que va vertiendo trucos sobre si misma.
El resultado es un libro tierno y árido a la vez, ágil y sincero.
Me ha encantado. Ha sido un libro que me ha tocado el corazón en muchas ocasiones. José Ovejero tiene una forma de narrar muy directa, donde es capaz de hablar de los acontecimientos más duros del protagonista a través de pocas palabras muy sencillas. Le da un gran aire de realismo al mostrarlo como si fuesen los hechos que él ha vivido. ¿Se compraría las botas de trescientos pavos el autor en realidad? Nunca lo sabremos.
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Son una serie de cuentos con distintos enfoques de carácter biografico que relatan la vida, la suya y las de los que lo rodean, del escritor José Ovejero. También una crítica a la sociedad de su juventud, y un recuerdo de la España de la postguerra. A mí me ha gustado bastante, destacar el formato, que me parece muy interesante, como cambia la voz cantante de la historia, haciéndote pensar, y la forma en que mezcla la realidad y la ficción y te explica porqué lo hace. Me parece una gran obra.
Algo decepcionada con el libro, bien escrito pero nada que ver con Vibración. A pesar de ser ambos libros donde los capítulos son breves, este libro se me queda corto, muchas veces me perdía en divagaciones sin sentido y creo que la historia se diluía. No le pongo menos nota porque no ha disgustado, pero tampoco me ha apasionado su lectura.
Es la primera vez que leo a Ovejero y sospecho que no será la última. 'Mientras estamos muertos' es una cadena de relatos autoficcionados que parten de la infancia y llegan a la vida adulta. Un viaje a través de los miedos, frustraciones, complejos y nostalgias de una voz tan austera como virtuosa.
Hacia mucho tiempo que no me gustaba tanto un libro como éste. Creo que por un lado reconozco mi infancia y entorno en los relatos, y por otro, me gusta que, de una forma muy sencilla transmite emociones muy fuertes.
Si bien empieza muy fuerte, siendo tremendamente autobiográfico, acaba descendiendo al púlpito de la doctrina personal. Como que me ha caído bien y luego ha dejado de hacer cuentos.