Diego Martín è un professore universitario al culmine dell’ascesa sociale fino al momento in cui uccide un uomo. Le ragioni di questo gesto – fuori da ogni logica apparente – risalgono indietro nel tempo ed è nel racconto della sua storia familiare che, alla fine, scopriremo i segreti che hanno condotto una persona tranquilla a trasformarsi in un crudele omicida. Figlio di immigrati poverissimi, giunti a Barcellona negli anni Cinquanta dalla campagna, Diego non ha mai superato il ricordo dello squallore, delle umiliazioni e delle ferite subite soprattutto da parte di suo padre. Di quell’uomo, vittima di una maledizione che sembra colpire i maschi della sua famiglia, ciò che resta è un’eredità fatta solo di sopraffazione e per il protagonista il desiderio più forte è sempre stato quello di non diventare mai come lui. Per questo se ne è andato di casa che era ancora giovanissimo e ha compiuto ogni sforzo per essere ciò che è ora. Invece, la notizia della morte del padre, che non vede da vent’anni, lo fa precipitare di nuovo in quell’inferno. Tornare in Estremadura, per gestire un’eredità che gli è stata assegnata proprio da quel genitore ripudiato, lo obbliga a rivangare il passato per chiudere i conti con la madre e i fratelli e, soprattutto, con il fantasma che lo perseguita. Per far ciò il prezzo da pagare è però altissimo: diventare il figlio di suo padre...
Víctor del Árbol was born in Barcelona in 1968 and worked for the Catalan government between 1992 and 2012. He studied history in the University of Barcelona. El abismo de los sueños (not published) was a finalist in the prestigious Premio Fernando Lara in 2003. In 2006 he won the Premio Tiflos de Novela with El peso de los muertos. In 2011 he published La tristeza del samurái (Editorial Alrevés), which has been translated to 10 different languages and has received very positive reviews. In addition, La tristeza del samurái was awarded Le Prix du polar Européen 2012 by the French publisher Le Pointe, an award won previously by Philip Kerr and Arnaldur Indridason, among others.
In January, 2013 his novel publishes finalist Breathes for the Wound to the best foreign novel in the festival of Black cinema of Beaune, finalist in the Prize II Broke Negress of Salamanca, finalist to the best black novel 2014 that grants the festival VLNC. Translated into the Frenchman, the prestigious publishing house Rosenbloom (Scribe) has acquired the copyrights in English for Australia, New Zeland, UK and USA. Equally rights of translation have sold to Poland and Bulgaria.
In 2014 Ed. Destino pùblishes A million drops, a succesfull title that has been published in several languages.
Otro libro maravilloso terminado. Me encanta Víctor del Árbol y reservé el libro en mi librería de siempre para tenerlo el mismo día que salió, el día 10 de este mes. Sabéis, quizás no todos, que yo leo varios libros a la vez (3, 4 o 5) dependiendo de las tramas, de lecturas conjuntas o de las ganas que tenga de leerme ese libro. En esta ocasión el de Víctor lo he ido “alargando” me gusta tanto su prosa y sus historias que no quiero que se termine. Pero por otro lado me gusta seguir para ver qué pasa con los protagonistas. En este caso el protagonista es Diego Martin y dos generaciones anteriores, la de su padre y la de su abuelo y los hombres son los protagonistas. Esta narrado en tres épocas distintas. Los secretos familiares, las penurias, los sufrimientos que padecen los personajes hacen que sufras con ellos. El autor no se anda con medias tintas, lo blanco es blanco y te lo va a decir tal cual, a bocajarro, sin adornarlo y sin andarse por las ramas. La historia de Diego te sorprende, porque, aunque no quiera, sus raíces lo persiguen y su hermana Liria siempre está muy presente. El resto de los personajes, todos están muy bien dibujados, algunos tienen más suerte que otros, otros son más malvados y unos cuantos han venido a este mundo para sufrir o para hacer daño, según quien sea. Y no os voy a contar más. Solamente deciros que lo recomiendo a los seguidores de Víctor porque os va a encantar y si no habéis leído ningún libro suyo aún os aconsejo que lo hagáis. También aviso de que no se guarda nada en el tintero, por muy desagradable que parezca lo va a contar porque es parte de la historia.
Coger un libro de Victor del árbol implica varias cosas:
1- Que sabes de antemano que vas a disfrutar de su impecable pluma, sus tramas y sus personajes
2- Que vas a sufrir porque sus historias están impregnadas de una crudeza que he visto en pocos autores
3- Que necesitas atención plena para no perderte y captar hasta el último detalle
Y es como sabéis los que hayáis leído a este autor, sus historias son intensas, llenas de realismo y con finales que dejan todo bien atado.
La historia comienza con una especie de diario o cartas de Diego Martín dirigidos a un receptor desconocido, estos escritos nos acompañarán a lo largo de todo el libro alternándose con capítulos contados por un narrador omnisciente.
Hay un asesinato, pero no vamos a encontrar una trama policial, lo que vamos a conocer es la historia de una familia y los acontecimientos que viven a lo largo de tres generaciones distintas vistos a través de los ojos de los hombres de la familia. Las diferentes vivencias a su vez se entretejerán para componer el mapa que nos guía hasta el por qué.
La historia de Diego, no es solo de Diego porque queramos o no, estamos hechos de trocitos de nuestros antepasados, de nuestros padres y abuelos y las mochilas que ellos llevaban a la espalda. Secretos, venganzas, resiliencia, familia.. todo esto y mucho más vais a encontrar en las poco más de 400 páginas de esta novela.
Si no habéis catado al autor os lo recomiendo encarecidamente, sus historias merecen mucho la pena.
¡Ah! Y mencionar el final de la novela, un digno cierre para una historia que merece ser leída.
Este es el primer libro que leo de Victor del Árbol. Nunca me he atrevido con él porque sé que sus libros son de temática dura y últimamente no es una lectura que me apetezca. Pero con este libro no he podido resistirme, y mientras lo leía me reprendia a mi misma porque me removia por dentro, y a la vez no podía parar de leer. Necesitaba saber más y más sobre la historia de estos tres hombres, abuelo, hijo y nieto. Este último es Diego Martín y es el que nos va narrando la historia de su familia y la suya propia a través de unas cartas que en principio no sabemos a quien dirige ni con que finalidad.
Y no cuento más, es preferible leerlo y en mi caso releerlo, para no perderme ningún detalle por duro y escabroso que sea, porque este señor escribe muy bonito y me he quedado prendada de su pluma.
Desde luego voy a seguir leyendo sus libros, pero a partir de ahora en papel, para poder subrayar todo lo que merece ser recordado.
Un hombre que relata sus memorias desde la cárcel, un padre ausente y un abuelo superviviente y traumatizado de la Segunda Guerra Mundial.
Mientras Diego Martín espera sentencia en la cárcel, su memoria nos lleva a un pasado turbulento en el que, a saltos, va reconstruyendo la historia de su familia y los pasos que le han llevado a asesinar a Martin Pearce. Un amable enfermero que cuida de su hermana Liria en un centro psiquiátrico hasta que algunas situaciones empiezan a no encajar. Diego es ahora un exprofesor universitario que ve como su mundo se viene abajo siguiendo los pasos de su padre y de su abuelo. Una terrible herencia que se remonta al enfrentamiento de su familia con los Patriota en el Pueblo varias generaciones atrás.
Víctor del Árbol nos sumerge en una historia protagonizada por hombres (Diego Martín, su padre y su abuelo) donde los secretos y la venganza son los ejes que mueven un mundo de falsas apariencias y secretos en el que sale lo peor del ser humanos. Una novela que trata sobre la familia, el amor, la supervivencia, la mentira, la traición, el silencio, el odio, la familia, la guerra y el abuso.
✔️ Puntos fuertes: un arranque que engancha para conocer el motivo por el que el protagonista está donde está, lectura adictiva y amena de capítulos cortos y lenguaje sencillo, las descripciones, la alternancia de líneas temporales que van componiendo la historia completa, los giros de la trama y de las subtramas, la evolución del personaje de Diego Martín y la historia de su familia y de su pasado.
❤ Te gustará si: buscas una lectura autoconclusiva, de suspense/negra y/o con carga psicológica o si te gusta el estilo narrativo de Víctor del Árbol.
Aunque el estilo del autor me gusta mucho, no he conseguido disfrutar esta historia. Los primeros capítulos sí me han gustado pero después he empezado a sentir una profunda desconexión. Por un lado la historia no me ha atrapado, he sentido demasiada fragmentación, no todas las líneas temporales me han interesado de la misma manera, y en cuanto a los personajes, no me han disgustado, pero no he conseguido empatizar con ninguno y han contribuido al sentimiento de apatía. Como punto a favor, el libro se lee bien. Es lo suficientemente ágil y el estilo del autor invita a seguir leyendo.
Esta novela nos relata la historia de Diego Martín, que esta ingresado en un psiquiátrico por haber agredido a Martin Pearce, el enfermero de su hermana Liria que lleva años ingresada en un centro psiquiátrico.
Esta novela alterna las historias del abuelo, Simón y el padre de Diego, al que se refieren todo el libro como el hijo de Alma Virtudes, hasta el final del libro no sabemos su nombre, historias que transcurren en diferentes años, con la narración de Diego de lo que escribe en su diario desde el psiquiatrico y también la vida de Diego en el año 2010 hasta que conoce a Martin y se precipitan los acontecimientos.
La novela está dividida en 4 partes y consta de 46 capítulos y un epílogo, que son cortos, lo que hace que se lea de forma ágil.
Me ha gustado esta novela, sobre todo, es una saga familiar, llena de malentendidos, intrigas, secretos, verdades a medias y cosas que recriminarse.
La narración es sencilla y los acontecimientos van sucediendo poco a poco, no esperes un ritmo trepidante porque en esta novela no lo vas a encontrar, pero tiene ese punto de intriga que logra que sigas leyendo y quieras saber más.
Esta novela no cuenta una historia fácil, ni lo pretende. Nada más empezar, sabes que no estás ante una novela convencional: el protagonista, Diego Martín, confiesa sin rodeos que ha matado a un hombre. El misterio no es el crimen, sino el abismo que lo ha llevado hasta ahí. Pero es el peso del legado familiar, lo que realmente impulsa la novela. Diego es alguien que ha intentado construir una identidad a la medida de sus aspiraciones, alejándose de sus orígenes humildes, de un padre autoritario y de una infancia marcada por la dureza emocional. Ha estudiado, ha ascendido socialmente, ha levantado muros entre su pasado y su presente. Pero la novela te lanza una pregunta incómoda: ¿es posible romper por completo con aquello de lo que venimos? A través de Diego, el autor muestra cómo las heridas familiares no se borran con éxito profesional o distancia geográfica. Las raíces emocionales —esas que a menudo negamos— siempre encuentran la forma de aflorar y acabamos viendo a Diego repetir los patrones que odia. La forma en que la novela retrata la violencia no explícita: la emocional, la que se hereda en silencio, te remueve por dentro. El padre de Diego no es solo un hombre frío y distante; es el producto de su propia historia, de un abuelo marcado por la guerra y por un entorno que enseñó a los hombres que mostrar afecto era sinónimo de debilidad. No hay justificación para sus actos, pero sí contexto, y eso es lo más perturbador: entender cómo la dureza emocional viaja de generación en generación. Pero la historia no se queda solo en el dolor. En medio de tanta fractura, la relación entre Diego y su hermana Liria ofrece un resquicio de ternura. Liria, vulnerable y encerrada en sí misma, se convierte en el único vínculo puro de Diego con su pasado, la única persona que le recuerda que, a pesar de todo, es capaz de sentir amor. Esa necesidad desesperada de protegerla, añade una dimensión profundamente humana al personaje. Porque la violencia de Diego no nace del odio, sino del miedo a perder el último hilo que lo une a algo auténtico.
Víctor del Árbol no da respuestas fáciles. Sus personajes no encuentran redención completa, porque la vida rara vez funciona así. Y esa falta de un cierre reconfortante es lo que hace que la novela duela, pero también lo que la vuelve honesta. El hijo del padre no es una novela cómoda, es una historia sobre las cadenas invisibles que nos atan a nuestros orígenes, sobre la violencia que se arrastra sin palabras y sobre cómo, a veces, incluso cuando creemos que hemos escapado, seguimos siendo prisioneros de un legado que nunca pedimos.
Desde que conocí a Victor del Árbol con su novela, “La tristeza del Samurai”, no he dejado de leer sus novelas, y es que es un autor que gusta, que su pluma engancha… Esta novela, Victor nos vuelve a enseñar la peor parte del ser humano. Nos encontraremos con tres generaciones de una misma familia, donde los hombres, los cabezas de familia, están “condenados” a no demostrar el amor por la familia, y además mostraran una violencia que ejercerán sobre quien no lo merece. La novela está escrita en diferentes tiempos, con dos voces, por un lado tendremos a Diego Martin, en primera persona y por otro un narrador omnisciente en tercera persona. Como he dicho el peso caerá sobre los hombres, y aunque también haya mujeres en la historia y muy importantes y mucha presencia, los hombres son los protagonistas en esta historia. Tenemos a Simón, abuelo de Diego (nuestro protagonista) y su padre, por ello tendremos a tres personajes y con ellos nos moveremos en tres épocas diferentes, para ir descubriendo la historia de porque todo en su familia es como es. Estamos acostumbrados a novelas negras de Víctor, y esta es sin duda, una novela negra, pero no por tener crimenes… Una novela super recomendada, de un gran autor.
Quién es Diego Martín? Un hombre que a pesar de haber alcanzado el éxito no es capaz de dejar atrás su miedos y traumas. Poco a poco,se da cuenta de que está convirtiéndose en lo que más odia, una copia de su padre. Una historia dura, que habla de secretos familiares , escrita de manera impecable.
Personajes poco agradables, situaciones y realidades decadentes, miserias humanas al descubierto y sin embargo es un libro que no podés dejar de leer. La maestría del autor es admirable.
4,5 ⭐ Tremenda. Una historia sórdida y dura como todas las de Víctor del Árbol. Tres generaciones de una familia disfuncional. Un hombre que quiere huir de ese pasado, que no quiere convertirse en su padre, para acabar formando parte de esa rueda. Todo ello enmarcado en el transfondo de nuestra historia reciente, la guerra civil, la potsguerra, la división azul, la legión y la inmigración interna son partes integrantes, de una trama desarrollada mediante saltos temporales. Bien documentada y mejor ambientada. No se le puede poner un pero. Acostumbrada a los libros de este autor me esperaba una trama dura y angustiosa, lo es. Sin embargo lo que me ha sacudido más no ha sido el desarrollo sino el final. Ese sí que me ha supuesto un directo en el plexo solar. Solo Víctor del Árbol podía hacer algo así. Por lo demás, una prosa impecable (que bien escribe este hombre),unos personajes redondos y una novela que no hay que dejar pasar.
Me ha gustado bastante, como todo lo que he leído de este autor. A lo largo de la lectura vamos conociendo la historia real del protagonista, Diego, y por ende, la de su familia, en el presente y hasta unas generaciones anteriores. Un libro escrito sin artificios ni florituras, el autor nos cuenta la historia de esta familia con toda su dureza.
Muy en la línea del autor. Una historia familiar, con sus odios, sus mentiras, silencios y amor a su manera, pero eso sí, una historia dura, que se compensa con la impecable narración del autor.
Es el primer libro que leo del autor y no se por qué me imaginaba una prosa distinta, más sutil, más tierna incluso poética...🤭
El autor es directo y crudo y en esta historia entrelazada diferentes generaciones de una misma familia, con algún otro personaje y saltos temporales continuos. El resultado es una novela compleja y complicada, ya que demanda del lector bastante para seguirle el hilo.
Los traumas, miedos, vivencias y penas que cargamos de nuestro linaje. Guerras, hambre, violencia, humillación y culpa. De pronto algo hace click y todo eso sale como un volcán en erupción.
A mi ha gustado bastante y el final ha sido muy pero que muy intenso, realmente.
(4.5) Hace ya tiempo que me cuesta leer historias escritas por hombres sobre hombres, me parece que son lo que llevo casi toda una vida leyendo. Sin embargo, cuando esas historias hablan sobre los efectos del patriarcado en ellos, sobre lo que se espera que sean/hagan/piensen/digan y las consecuencias dramáticas e irreversibles que tienen en ellos y en todos los que les rodean...entonces sí me engancha la historia, me interesa cómo viven lo que les toca en gracia, cómo intentan gestionarlo. “El hijo del padre” habla de todo ello desde la verdad más desgarradora, llegando a capas tan profundas como necesarias para entender las raíces de tanta violencia, odio, deshumanización, rencor, soledad, remordimientos. Con un pellizco final que te provoca a una congoja infinita, Víctor del Árbol vuelve de nuevo a llegar mucho más allá.
Que le voy a hacer, me gusta cómo escribe Víctor del Árbol, como va tejiendo historias que atrapan sin necesidad de recurrir a tramas vertiginosas basadas en diálogos y capítulos de página y media (conste que estas también me gustan, no critico, solo diferencio). Lo de este autor es generar tensión llevándote a las raíces del asunto con una excelente calidad literaria. Desde las primeras páginas queda despejada la duda. Un hombre ha matado a otro y lo asume. No hay que llamar al CSI. No hay enigma policial, pero si vital, el misterio en el que Víctor nos invita a sumergirnos se basa en la naturaleza, no en el hecho. Qué ha llevado a Diego a actuar así, donde está el origen de su comportamiento, que circunstancias lo determinan... Para completar el puzzle, nos adentra en la historia de tres generaciones. Hay que tener mucha calidad para salir exitoso de semejante batalla. Y este autor tiene calidad de sobra. En el Hijo del Padre vuelve a demostrar que domina con maestría la técnica de desarrollar la trama en diferentes planos temporales, aportando las notas justas para crear una melodía sin estridencias. Y vuelve a dar a luz un conjunto de personajes cargados de matices, complejos, pero a la vez interesantes y muy atractivos desde la perspectiva narrativa. Y sin necesidad de desvelar nada, he de decir que me ha parecido espectacular el epílogo, un cierre magistral para un gran libro que, al menos para mi gusto, lo confirma con un gigante de la novela negra, o del drama, o simplemente de la narrativa... qué más da, es un grande. A pesar de expuesto, no es un libro que recomendaría a todo el mundo. Es algo así como vivir en el Casco Antiguo de Badajoz, no me imagino viviendo en otro lugar, me encanta vivir aquí, pero tengo amigos que nunca encajarían en este barrio. El hijo del padre es un librazo, pero entiendo que para algunos lectores puede resultar árido y prefieran otras opciones. Y me parece perfecto, lo importante es seguir leyendo, hay mil opciones para todos los gustos, y el mío no es mejor que otro. Y voy a por otro que este año el trabajo no me deja coger ritmo de crucero.
La 1era vez q leo algo d Víctor del Árbol. Ha sido una novela dura y descarnada, con una pluma impecable. La historia trata d 3 generaciones, abuelo, padre e hijo.
Os traigo la reseña de un libro que leí a principios de año y que por circunstancias varias he ido posponiendo. Este es el segundo libro que leo del autor y voy intuyendo cuál es su estilo. Sin duda, sus novelas son intensas y llenas de matices.
La historia nos cuenta la vida de Diego Martín, un profesor universitario, padre de familia que se ha distanciado de su familia y de su paso. Pero su padre y la familia Patriota está más presente de lo que podría intuir. Martin, un enfermero que cuida de su hermana Liria, internada en un centro psiquiátrico será el vuelo de la mariposa que desatará el tsunami. Descubriremos poco a poco, con saltos temporales, la historia de Diego, su padre y su abuelo. Viajaremos a los años 40, 80 y a una actualidad indefinida. El centro de la novela nos lleva a reflexionar sobre si es posible dejar el pasado atrás o si siempre estaremos vinculado a él.
Aunque la historia se centra en la familia de Martín, creo que sería más adecuado decir que se focaliza en los hombres de la familia. Víctor del Árbol nos presenta una maldición que pesa sobre ellos, con la excepción de Liria, la única voz femenina destacada, pero que sigue orbitando alrededor de un universo dominado por lo masculino. La falta de más voces femeninas es palpable, aunque Liria juega un papel importante en la trama.
El autor construye una historia dura, a veces desgarradora, que nos muestra lo peor de la condición humana. La guerra, la falta de educación emocional y muestra de afectos, la distancia y la dureza como forma de educar a los demás. Generaciones que tuvieron dificultades en explorar una paternidad diferente a la que ellos mismos habían experimentado. Explora también los vínculos que nos unen a la familia en la que nacemos, que no elegimos y todo lo que ello implica.
Desde mi punto de vista, me han faltado voces femeninas y me ha sobrado algo de drama, pero si os gustan las historias que exploran las profundidades del alma humana y las relaciones familiares complejas, este libro es una lectura que os gustará. 📖🔍✨
Es una buena novela porque es un gran escritor. Yo, de haber sabido cómo me iba a hacer sentir, quizá no la hubiera leído en este momento. Es dura, cruda, realista y descarnada. Es existencialista y tiene ese tinte de oscuridad que parece un lugar común en nuestro panorama nacional del siglo XX. Sin embargo, está muy bien escrita, tanto en estructura como en el manejo de la palabra, que no por ser llana o más popular, deja de brilla puesta en la hábil pluma o tecla de este escritor. Así que, una buena novela para el que no le importe sufrir acidez y reflujo durante su lectura. Al final, esos sentimientos están ahí y los buenos escritores saben ahondar en ellos como es este caso. Está en ese tipo de novelas, pero tiene calidad para estar entre las grandes de ese tipo de novela. Es de esas lecturas que, en función del momento en que la leas, la vas a disfrutar más o menos.. graecis tincidunt.
Primer libro que leo de Victor de Árbol y la verdad es que me ha decepcionado! Si que llevaba buenas expectativas pero.... Historia de tres generaciones ddeuna familia pero que en ningún momento me ha atrapado lo más mínimo. Pero aún así habrá que dar otra oportunidad al autor!
Me encanta como Víctor del árbol describe a los personajes y a la familia de manera detallada. Siempre hay un por qué del crimen que se comete en la historia y el autor lo describe muy bien. No es cuestión de un asesinato y ya está, el tipo de familia que tiene una persona y las vivencias que ha tenido tiene mucho que ver.
Si he leído este libro ha sido porque me lo dejaron con toda la buena intención y no podía negarme. Ha cumplido su cometido de acompañarme durante los últimos días laborables y los primeros días de vacaciones, y está bien escrito y engancha pero nunca lo habría escogido. Del Árbol propone demasiadas tramas para hablar de tres generaciones de machos muy machos obligados a actuar como lo hacen a causa de las circunstancias heredadas. Y al final, los topicazos se suceden y prevalecen en el regusto final de la lectura donde lo que más me ha gustado ha sido el componente de clase. La conclusión es clara: casi siempre es mejor no decir que te gusta leer.