Este libro puede ser leído de distintas maneras. Como registro autoetnográfico de un científico que va perdiendo la cordura a medida que avanza su investigación. También como crónica narcótica redactada al calor de la escena de la música electrónica underground en Porto Alegre, San Pablo y Belo Horizonte. O como un compendio de textos de crítica de arte, que en lugar de pinturas o instalaciones analiza fiestas en galpones derruidos y calles cortadas, los efectos prolongados de la ketamina o las sesiones de los DJs.
Escrito en primera persona mediante textualidades diversas (cartas, recortes periodísticos, apuntes poéticos en el umbral de la muerte por sobredosis), su autor examina un momento reciente en la coyuntura latinoamericana: la reconquista del espacio urbano por parte de colectivos político-identitarios que buscan no una promesa de felicidad, sino, al menos, un remanso (des)organizado frente a la violencia del capitalismo en el Brasil de los 2010. Tomando distancia de las lecturas utópicas sobre la música electrónica blanca, Historia universal del after propone un materialismo sudamericano de la fiesta en el que lo universal es alcanzado mediante las historias particulares de aquellas y aquellos que dejaron todo en la pista: cuerpos negros, cuerpos trans, cuerpos drogados y agazapados en las ruinas de la imaginación moderna, esperando volver a nacer en lo que sea que venga después del fin de la fiesta. Si Barthes se preguntaba cómo vivir juntos, Leo Felipe podría responder diciendo “agotados pero llenos de fuerza; esperando que llegue el dealer”.
El delirio de grandeza de una investigacion que prometia. Tuvo frases iluminadas de mucha profundidad filosofica, pero falló en su objetivo primario que fue contar la breve historia universal del after. Leo Felipe deja anecdotas, cartas, y otros textos inentendibles en este libro sin un hilo conductor o una perspectiva filosofica o academica en la mayoria de los casos. No lo recomiendo pero me quedo con algunas buenas frases.
Es un gran escritor cuando quiere, ojala quisiera mas.
"El texto es un relato de la escena de la música electrónica underground, que reúne mis inquietudes teóricas sobre la fiesta y mi interés por el humor como dispositivo de producción crítica. Se está armando como un collage que también recoge textos que se colgaron en las redes, notas que escribí para la prensa, correspondencia, poemas, chistes internos, etc. El narrador es un poscientífico que divaga sobre las drogas, el arte y la política y que va perdiendo la cordura progresivamente, a medida de que avanza el proceso de su investigación." (p. 157)
Historia universal del after no es un libro de teoría, ni tampoco una novela. Es un registro documental (¿auto etnográfico?) que reúne, en primera persona, las memorias de un grupo de fiesteros y DJs entre Porto Alegre, San Pablo y Belo Horizonte, Brasil. Distintos "gestos" conforman el texto y echan luz al universo interno de un colectivo unido por una búsqueda hedonista común mediante el baile, las drogas y las relaciones afectivas, pero sin perder de vista la necesidad de "articular el placer de la fiesta con alguna forma de crítica sobre lo dado" (p. 33). Un laboratorio de micropolítica, a los ojos del autor (p. 23).
El texto está lleno de anécdotas, chistes y referencias internas que revelan la intimidad de un colectivo que va mutando a lo largo del relato. Las drogas, así como la teoría, tienen un lugar privilegiado, cumpliendo una función prostética, para ejercitar la sensibilidad, el pensamiento, el afecto y la subjetividad. Las preguntas por la opresión y la emancipación política atraviesan como telón de fondo los distintos capítulos del libro. Si en la pista de baile, en el sistema del arte, en los colectivos, etc., se replican "las mismas relaciones de poder que sostienen el tejido social" (p, 74); o, también, si "el deseo y el poder comparten la misma infraestructura" (p. 98), ¿de qué manera será que podrán los cuerpos juerguistas y narcotizados corroer los grandes (y pequeños) monumentos que componen la arquitectura del capitalismo contemporáneo?
Toda narrativa esconde una mentira en su interior, pero no todo el mundo está dispuesto a admitirlo. Todo es mentira, todo es representación.
Entre el humor, la crónica y un ensayo de investigación, desde Brasil para el mundo, Leo Felipe trae esta historia (no tan) universal del after. Me divirtió y me pareció una lectura interesante y enriquecedora, súper para cortar con la novela e ir a algo fuera de, al menos, mi zona de confort.
Este libro es una auténtica carta de amor a un sueño: la creación de una escena de música electrónica subversiva, contracultural, política en lugares desocupados de las ciudades de Porto Alegre y São Paulo. Una escena que buscaba que los jóvenes volvieran a ocupar lugares públicos entregándose al baile, eligiendo el placer como forma de disidencia. Nos muestra una realidad en la que los jóvenes se inician en política gracias a su asociación con colectivos musicales en vez de con sindicatos, una genuina forma de expresión del sujeto posmoderno que conecta directamente con lo que el ser humano fue antes de la creación de las ciudades. «La pista de techno era una oda al colapso total de la humanidad. La inversión de todo lo que antes se había invertido. Arte total para una sociedad especializada en producir basura».
Siguiendo esta línea el libro reúne gran parte de las «inquietudes teóricas sobre la fiesta», se preocupa de posicionar al club como un objeto cultural tanto desde la perspectiva de la alta cultura (representada por los colectivos Goma y Arruaça impulsados por movimientos estudiantiles universitarios) como de la cultura popular (de los colectivos populares que aunaban el trance y que surgían de barrios obreros). Hay lucha de clases, pensamiento subversivo, arrogancia elitista, fiestas filosóficas, drogas, vida inteligente en los afters, locura, amistad, arte y por supuesto, música y pistas de baile.
A pesar de la distancia geográfica encontré muchos paralelismos entre la creación de estas escenas musicales en Porto Alegre y las experiencias que yo viví como periodista y promotora de fiestas de música electrónica independiente en Madrid. Ese intento constante de luchar a contracorriente y convertir el caos que subyace en las subculturas nocturnas en algo hermoso y distinto, ese sueño de crear pistas de baile que se conviertan en un lugar de disidencia, sanación y conexión con la música, es decir, de conexión contigo mismo, de reencontrarte con tu alma.
Este libro oscila entre el «qué mierda estoy leyendo» de la mejor forma posible y el «que mierda estoy leyendo» de la peor forma posible. Le pondría 2.5 si pudiera, bien equilibrado en sus extremos.
Relato en primera persona de alguien que quiso cambiar el mundo (o al menos el suyo) a base de fiestas ilegales de música electrónica, y grandes cantidades de Ketamina. Un retrato también de la juventud del sur de Brasil. De los nuevos espacios en que se pueden juntar personas de diferentes razas y géneros para interactuar en espacios de libertad y diversión en un intento de evadirse de lo que les rodea.
El autor consigue retratar de forma caótica pero excelente aquello que ha vivido en primer persona en un estado alterado de la percepción. Ahí es para mí donde reside para mí el valor de este libro
Recuento micro-histórico del renacimiento electrónico paulista, desde los ojos de un ‘adicto’ a la fiesta y sus asistencias químicas. Es poético, confuso y delirante, pero en sus mejores momentos intenso, y narrativamente profundo. Superar la lectura inconexa puede ser un paso a saltar para muchos, pero dentro de la etnografía impresionista que elabora Leo Felipe sobre la fiesta de Belo Horizonte y Sao Paulo, hay una historia de soledad, duda, y honestidad a flor de piel, esa última siendo una que incomoda en los momentos más oscuros de sus remates.
La fiesta después de la fiesta y sus terapias poco estructuradas, un fenómeno de todos los fines de semana que intenta ser documentado por uno de sus usuarios más proliferos del Copán.
La subersión a través de la fiesta. Seguro divertido si eres de los que no sabes cuando es buen momento de regresar a su casa cuando está de fiesta o si crees que la fiesta siempre se puede poner mejor.
Se recogen anécdotas y algunas reflexiones de interés. Muchas tienen que ver con nuestra relación con el espacio público pero, siendo un punto muy relevante, navega por la superficie. A fin de cuentas una muy escasa historia universal del after.
Como experimento sobre la escena brasilera contemporánea y el uso de drogas, está bastante bien. Es ameno, legible. Pero podría haber sido escrito en los años 60, y entonces al menos habría sido original.