Atravesados por la muerte y el viento quemante de la Patagonia, los diez relatos que componen «Terremoto blanco» sorprenden por su estilo cautivador. Un niño al que todo el pueblo cree embrujado, la disputa comunitaria contra un sacerdote involucrado en una masacre de perros callejeros, el acoso sufrido por dos adolescentes en manos de marinos rusos mercantes, o una niña que vive recogiendo erizos y sueña con visitar las profundidades del mar. Todo -o casi todo-, parece fluir en estos punzantes y enigmáticos cuentos que, cruzando épocas y voces, comparten parques y avenidas, tallando así una cartografía subterránea de la zona más austral y recóndita del país
Me encantó. Me tuvo con un nudo en el estómago todo el rato. Excelente debut de Natacha Oyarzún como autora. Me gustaron todos los cuentos, especialmente"Este fragmento de playa".
Un imperdible de este año. Natacha muestra un instante de cada historia, algunos días o simplemente media hora de la vida de uno de los personajes, le da voz a un perro, a la vejez, a la muerte. Y todo, atravesado por la territorialidad magallánica. De lo mejor que he leído en cuentos x editorial y autora chilena este año (junto con "Islas de calor")
Una serie de 10 cuentos situados en Punta Arenas, algunos de un tono lúgubre, otros de nostalgia, pero todos dentro de la “cotidianidad” de una vida en el sur; la lluvia, la tragedia, lo cotidiano.
Excelente esta novedad de Alquimia. Se los recomiendo mucho, perfecto para salir de bloqueos lectores y para regalárselo a gente a la que le gusta leer pero no tiene mucho tiempo.
Precioso libro de cuentos, me encariñé con muchos personajes. Cami me dijo “no conozco Punta Arenas, pero me lo imaginé TODO” y es tan cierto! No es necesario conocerlo, porque con las descripciones de la autora uno se empapa de sur.
Diez cuentos marcados por la australidad, paisajes y clima del sur de Chile. Algunos narrados por niñas, mujeres y otros por animales, pero todos en cierto modo desoladores y desesperanzadores.
Mis favoritos fueron Camino a la fiesta, Testimonio de un perro envenenado y Dile a tus papás que va de regalo.
Últimamente he pensando mucho en lo que significa nacer en el sur del hemisferio sur, pero este libro me hizo pensar que el sur de este sur es aún más terrible e insondable, con sus paramos de nieve y temporadas de frío extremo. Imagino que esto mismo debe haber calado e inspirado a Natacha Oyarzún, porque el sur es más que un mero escenario de fondo, es el verdadero protagonista.
Si bien el estilo de Oyarzún me pareció una voz fresca que viene a apoyar y mucho en la nueva literatura chilena, su libro va perdiendo fuerza a lo largo de las páginas. Me quedo “Última esperanza”, el relato que abre “Terremoto blanco” y me pareció extraordinario.
Me sorprendió, cada cuento es un mundo oscuro, a la vez cercano e intimo, con reseñas patagónicas que abrazan el relato entre el frío, los árboles y el estrecho. Lo amé ❤️
Quizás es porque ando algo nostálgico del sur, pero este libro me parece maravilloso. Espero leer más de la autora y que sea algo de fantasmas, si no es mucho pedir.
No sé si sea la mejor manera de empezar el mes Digo, los cuentos son bastante buenos, hay una forma narrativa, la del narrador protagonista omnisciente, porque esta muerto, que me gusta mucho... rompe el espíritu realista de golpe... y si bien en los cuentos no se usa como plot-twist (como suele ser) se usa bien y te logra descolocar 2 segundos
Cuentos también que te dejan descorazonado un buen rato, esa idea del sur mágico se rompe por un extremo austral trágico, que de todas maneras refresca la idea de la vida en región
Una gran mayoría son cuentos que se apuran y te dejan la sensación de un puñal clavado repentinamente y que luego desaparece y no alcanzas a ver la sangre ni sentir el dolor ni comprender nada. No sé si es un tema de edición o autoría, pero no creo que haya sido la mejor decisión. No alcanzas a sumergirte para luego rememorarlos, a pesar de que las historias son realmente buenas, por eso las 4 estrellas.
Me gustaron mucho los cuentos, duros y punzantes como el viento de la Patagonia. Valoro que haya cuentos en los que se le da voz a personajes que por lo general no la tienen, como perros, niños, muertos. Valioso como se tocan algunos temas, aunque me parece que varios de los cuentos de este libro podrían haberse desarrollado un poco más y no terminar tan abruptamente.
Al principio me costó un poco leerlo. Pero después ganó tod mi interés. Me gustó que los finales de las historias queden a la imaginación. Me gustó que es fácil Imaginarse el viento, las calles, recordar incluso eventos que sabemos que pasaron y son narrados de una forma ya fantástica. Mis favoritos: 1. Consuelo. 2. Testimonio de un perro envenenado 3. Zánganos
Definitivamente va a estar entre mis libros favoritos de este año. Los cuentos son cortos, pero cada uno te deja con una sensación que recuerda al terror latinoamericano que suma la pobreza y la periferia. Mi favorito: Testimonio de un perro envenenado.
Grata sorpresa este libro, me gustó mucho. Siento que la gran mayoría de los relatos te dejaba con esa sensación linda de que todo estaba redondito. De lo mejor que en cuentos que he leído este año.
Oyarzún escribe bastante bien, en sucintas narraciones logra expresar mucho. No obstante, si bien, hay cuentos que destacan como "Última esperanza", "Terremoto blanco" y "Consuelo"; hay otros que a mí personalmente me parecieron que no tienen la misma fuerza: "Testimonio de un perro envenenado", "Parque María Behety" y "Dile a tus papás que va de regalo". Estos a ratos me parecían inconexos, con falta de desarrollo y/o explicaciones no inferibles, y algunos finales abruptos.
Sin embargo, el libro en general es bueno y en la suma/resta el saldo es positivo. Hay narraciones en este librito que merecen ser leídas.
Quedé encantada con los relatos, la capacidad de describir el entorno que tuvo la autora en cada uno de los cuentos, te hacía trasladar a los paisajes magallanicos tan entrañables. Totalmente recomendables ya que es una lectura ligera y rápida en tiempos donde la vorágine nos atrapa y la lectura es refugio necesario.
Son cuentos cortos, muy rápidos de leer y lentos de digerir. Están brutales las historias, me gustó mucho la escritura de la autora y cómo te va ambientando en el territorio, es fácil de visualizar. Quedé shock con varios textos, en el de los rusos me desesperé. Lo recomiendo mucho, la autora logra atraparte y provocar sensaciones mientras lo lees.
No es algo que suela leer, me sacó completamente fuera de mí zona de confort.
Cada uno de los cuentos es un (oscuro) universo en sí mismo, todos sus personajes son interesantes y la manera en la que escribe te transporta a los fríos parajes de Punta Arenas lo que provoca una experiencia novedosa al adentrarse en cada voz presentada en el libro.
Muy buena pluma, te construye escenarios y personajes con 2 líneas o frases, utiliza bien el entorno geográfico del extremo sur para darle una breve mezcla de realismo mágico y suspenso del estilo Mariana Enríquez. Solo se echa de menos que los cuentos se desarrollen más pues en varios casos se sentía como que sólo se leyó la introducción de la historia.
Este corto conjunto de historias me pareció brutal. Logra transmitir una atmosfera de claustrofobia y frialdad que pocas veces he visto. A través de una narrativa que es muy fácil de seguir y con la que se siente rápida conexión, a pesar de que los relatos no tienen relación directa entre cada uno de ellos.
Que buenos cuentos! Me encantaron todos. La ambientación, lo tétrico pero no siempre evidente (xq pa q..?) esa oscuridad me fascina. Tb la tristeza. O eso de quedarse pensando “q hubiese pasado si…?” Que ganas de leer más!
Me encantó. Historias breves, pero con mucho que decir. La forma en la que Natacha puede posicionarse desde distintos personajes es simplemente maravillosa. Mis cuentos favoritos: “Este fragmento de playa” y “Consuelo”
En su primer libro de relatos, Natacha Oyarzún Cartagena presenta un conjunto de cuentos basados en distintos tiempos y con diferentes personajes que habitan el extremo sur de Chile. La Patagonia, el Estrecho de Magallanes; nieve, ovejas, viento y más nieve. Las historias vienen desde distintas épocas y con personajes que van desde una niña que pudo haber sido asesinada en 1923 hasta otra niña (o mujer joven) que está efectivamente muerta y contando su situación en una playa ya en el tiempo de los celulares en todos lados. En realidad, algo de lo que más abunda en estos relatos son los muertos: personas y animales, varios de ellos contando sus pasares desde el más allá. Como es común con los libros de cuentos, algunas historias resultan mejor logradas que otras, pero en general, el estilo de la autora, directo y sin adornos innecesarios, presenta una voz propia y por sobre todo, habla de una región poco presente en la literatura chilena, que tiende a enfocar sus relatos en la zona central. Los cuentos Última esperanza, Testimonio de un perro envenenado y Dile a tus papás que va de regalo fueron para mí los más destacados