Una chica sentada en un banco. El día despunta y los estragos de la fiesta de ayer aún se palpan en el ambiente. El tránsito de los que van a trabajar se mezcla con el de los que vuelven a casa arrastrando la borrachera bajo los portales. De camino hacia la parada del autobús, Tallie se detiene de golpe en el bulevar. Le ha parecido reconocer a su amiga Miriam sentada en el banco con el pelo revuelto y la cara desfigurada por ríos de rímel. Solo unos días antes, los jóvenes apuraban las vacaciones en la piscina, felices y despreocupados. Y, aunque le cueste reconocerlo, Miriam sigue colgada de Jordan, pero la frustración de haber sido siempre la chica invisible, y más ahora que a él le gusta Paola, lo va a complicar todo mucho. Mira a esa chica es la historia de Miriam, de su grupo de amigos y de cómo, a veces, durante la adolescencia podemos encontrarnos con situaciones para las que nadie nos prepara. Porque... ¿se puede preparar a alguien para lo peor?
Hace ya unos cuantos años yo presentaba un programa de televisión en Extremadura. Por aquella época utilizaba mucho Facebook y menos Twitter. También por aquella época había hombres que me mandaban mensajes privados por FB intentando ligar conmigo. Algunos de esos mensajes no decían nada. Solo eran imágenes adjuntas. Imágenes de sus pollas, empalmados. A veces eran vídeos cortos, de apenas cinco segundos, eyaculando o masturbándose. No hubo ni una sola vez cuando recibía aquellos mensajes en los que no me cuestionase: ¿qué has respondido, qué has dado entender, has provocado tú esto? Dudo mucho que haya una sola mujer que alguna vez no se haya hecho esta pregunta cuando ha sido increpada, agredida, abusada, violada por un hombre. Y sucede porque llevamos siglos siendo nosotras las señaladas como provocadoras de las peores bajezas de los hombres. Y es un mensaje instalado en nuestro cerebro, pero también en el sistema judicial impregnado de pensamiento patriarcal. Y por eso es necesario leer mira a esa chica, una novela adictiva que narra con una increíble habilidad psicológica los entresijos de una violación grupal. La de Miriam, una chica que está abandonando la adolescencia después de años siendo víctima del acoso de sus compañeras por no ajustarse a los estándares de los cuerpos normativos. Una chica que quiere gustar, como gustan las otras chicas, y que acaba en un portal, una noche cualquiera, rodeada de unos tipos que la follan por cada una de sus cavidades, como si fuera lo más normal del mundo, como si ella lo hubiera buscado. Y ese es el inicio de una pesadilla aún mayor. La misma que vas a vivir como lectora, desde el dolor, la incredulidad, la indignación y la rabia.
Trigger Warning, un libro basado en un hecho real de "La manada" que sucedió en España. La autora solo toma esa historia para hacer su propio universo con una chica llamada Miriam que es la víctima de la violación masiva. El libro se divide en dos partes, como la vida de cualquier víctima, antes y después de. Se convierte en una novela dolorosa, al ser coral, escuchamos las voces y plenteamientos de sus "amigos" antes y después de. En la segunda parte escuchamos las voces de los abusadores sin que la autora nunca pierda el foco de que es Miriam la importante.
Testimonios, chismes, prejuicios y opiniones de su cuerpo, de su pelo, de cómo se relaciona con los demás y de que si ella se lo buscó o no. Como siempre, las mujeres somos las culpables de los terremotos que nos provocamos ¿no? La carnicería mediática en la que se convierte su vida y su situación.
Durante un año, después de, vemos la vida de Miriam desmoronarse con un nuevo terror diario, de sus propias dudas al respecto de lo pasó esa noche ¿no estará exagerando? de ahora las voces de sus "amigos" que no quieren tener nada que ver con ella. La angustia, la soledad profunda, el aislamiento de la sociedad, los ataques de pánico y las dudas que la carcomen mientras intenta levantarse.
Más lo que pueda decir de cómo me gustó esté linbro es la manera en que te deja pensando ¿qué haces tú como parte de una sociedad cuando te enteras de una noticia como esta? tiendes puentes, te deslindas, prefieres no opinar, opinas de más....
Una crítica brutal a una sociedad que se conmociona cada que escucha una historia de estas, que pasan diario) pero que no hacemos nada para prevenir. Ul libro durísimo donde, como Miriam dice... no importa cuántos años les den, mi vida, como la conocía, no va a existir nunca más.
Una nota más: tengo que remarcar que la escritura de Cristina es brillante.
Íjoles, buenísimo, desgarra, enoja, frustra, solidariza Se basa en una historia verdadera que se dio a conocer y en muchas más que desconocemos y son igual de dolorosas Creo que me impacta más lo del sobrepeso y sus consecuencias que todo lo demás Fuera de algunas cuestiones literarias que no me gustaron (por ejemplo, se puede reflejar el rostro en una taza de café, las facciones los gestos? igual y si) me gustó mucho aunque en estos temas no puede haber nada que le guste a uno. A leerlo, es necesario incomodarse un poco en la vida y en las letras
(ups, me corrijo, ya lo traté y si, la autora tiene razón, si se puede ver el reflejo de uno en una taza de café)
Es una novela brutal, muy honesta y escrita en base a decisiones narrativas (como los narradores) muy inteligentes. Va más allá de la revisión del caso de la Manada. La visión social muestra una cultura de la violación, esa que a muchos les cuesta entender.
Mi mejor lectura del 2025 y de mis libros favoritos en general. Es un libro que toda persona desde la pre adolescencia hasta el final de los años debe leer. Como mujer puedo decir que es muy fácil empatizar con la historia, hay tantas acciones, tantas situaciones que a uno le pasaron en su vida iguales a las descritas en el libro. La historia va de Miriam, mujer que como muchas, por diferentes inseguridades, actúa o toma decisiones que en ocasiones minimiza con tal de pertenecer o de ser aceptada aún cuando afecten su comodidad. Todo esto recae en un abuso, y en cómo la sociedad misma te hace dudar en tu verdad como víctima, “será mi culpa? Lo habre provocado?”. Recomendadisimo!!!
Podemos ir tapadas hasta arriba, con un escote hasta el ombligo. No hablar mucho o no parar. Ser comedidas o hablar de sexo con total naturalidad. Y mucho mucho más. Pero eso no debería dar pie a nadie a llamarte puta ni a pensar que pueden hacer contigo lo que les de la gana. El respeto a los demás en todos los sentido, incluso hablando del sexo, debería estar marcado a fuego en toda persona.
Una ficción demasiado real. Muy duro leer este libro porque es conocer las conversaciones y el mundo interno de quienes están alrededor de un abuso sexual.
Miri tiene 18 años, vive con su madre quien la ha educado con mucha libertad y confianza. Miri es “gordita”, no es popular, es amiga de algunos hombres de su escuela, no tiene muchas amigas, las populares la rechazan; sin embargo, es como cualquier chica que vive y sobrevive a la adolescencia y todo lo que ésta conlleva.
Conoce a un tipo por una app de citas, y ahí sucede lo que ninguna mujer merece que le pase.
El sentimiento de culpa, la negación o minimización de lo sucedido, el rechazo, el apoyo a los victimarios, machismo, masculinidad tóxica (iniciaciones a través de la objetivación de la mujer), todo esto se ve en este libro.
Al comienzo me costó conectarme con la narración en segunda persona, pero es tan fuerte e importante lo que hay adentro que me dejé llevar, y debo decir que es un libro que HAY que leer. Es una denuncia, una muestra clara y sin tapujos de lo que debemos exponer del abuso. Es muy clara esa delgada línea que hay entre lo que una mujer quiere y lo que los hombres creen que pueden.
Basado en hechos reales, en el famoso caso de “la manada de Pamplona” una violación grupal a una chica de 18 años ocurrida en el 2016, Lo que más me gustó es la manera en que está contada la historia, más que todo desde el punto de vista de la Víctima (la autora la recrea desde su imaginación) y otras historias alternas que hila con el nudo principal.
Tiene ese ingrediente que agradezco de un libro y es que no pueda despegarme de él, y además una vez finalizado me pusiera a investigar, leer, sacar mis propias conclusiones acerca de una situación que le pudiera ocurrir a cualquiera. Para ser el primer libro de la autora le auguro una carrera brillante. Premio TusQuets 2022!!
No me siento cómoda calificando un libro así con estrellitas, como si no fuera una historia de la vida real. No siento que haya sido escrito con la intención de gustar o entretener, o al menos no debería de ser así. Me hizo llorar del enojo y de la rabia.
¿Cómo se hace una crítica de un libro como este? No entretiene, hace meditar. Lleva al lector a la incomodidad, lo lleva a plantearse muchos valores. Muy recomendable.
“Mira a esa chica, la que está sentada en el banco, debe de llevar un pedo brutal, pero no te pares, joder, disimula. Qué pinta tiene esa niña. Hay que ver... Seguro que está borracha, o drogada... A saber dónde ha pasado la noche. Y con quién...” ~ Mira a esa chica de Cristina Araújo Gámir.
Una historia dura como la vida misma. Una joven sale con un grupo de jóvenes durante las fiestas del barrio y la noche acaba con ella sentada en un banco. Cuando una amiga la encuentra la acompaña a urgencias donde ella denuncia que ha sido violada por el grupo de amigos en un portal.
A partir de ese momento y hasta el juicio se abre el juicio público: ¿es realmente inocente?, ¿su forma de actuar justifica la agresión?, ¿ha sido un mal entendido entre un consentimiento de mantener sexo en grupo y una violación? Supongo que el caso os suena. Pues eso, dura como la vida misma.
Un libro que me ha gustado y aburrido a partes iguales. Me parece fundamental que se plasmen estas situaciones, que se conciencie, en primer lugar, de la necesidad de dejar de hacer esos juicios públicos contra nadie cuando no se conocen los hechos y sobre todo que haya más concienciación de la vulnerabilidad a las que se enfrentan las jóvenes hoy en día –las estadísticas son la prueba más fehaciente de los hechos que suceden–.
Por otro lado, me ha crispado la protagonista y su forma de ser que vamos conociendo en las primeras cien páginas del libro –páginas que se me han hecho eternas y repetitivas–. Esto no ha ayudado mucho a que haya podido llevarme bien con ella cuando la historia, la verdad, requiere de esa empatía pero yo, más bien, he sentido cierto distanciamiento.
“Pestañea. Y en esa fracción de segundo en que su cerebro establece las conexiones, y un montón de dendritas se excitan y se despolarizan y derraman la información, sus labios se curvan y dejan al aire una fila de dientes blanquísimos, una sonrisa carnívora. Miriam contiene el aliento. Él la recorre de pies a cabeza. Y ella baja la vista hacia sus uñas mordidas. Y se pregunta. Siempre lo mismo. Si de verdad ha pasado. Si es real. Si era él, si la ha mirado. O si todos aquellos segundos han transcurrido quizá en la pesadilla de otra persona, en el interior de otro cuerpo. A miles de vidas de allí.”
No hay nada que pueda decir, escribir, opinar o reseñar de este libro que esté a la altura. Porque no hay nada que nadie pueda decir que alguna vez me haga entender los abus0s a los que miles de mujeres se ven sometidas día a día. Y nadie hace nada. Salvo mirar y señalar.
Porque ibas borracha. Porque le besaste. Porque llevabas una falda muy corta. Porque estabas con cinco tíos. Siempre hay razones. Nunca eres la víctima. Siempre es tu culpa.
“Mira a esta chica” es la historia de Miriam, una chica señalada, observada, ac0sada y vi0lada. No tengo palabras para explicar lo mal que lo he pasado leyendo este libro. La angustia que he sentido, la rabia, las ganas de llorar y la impotencia. Por pensar que en algún lugar, hay una mujer sintiéndose así: señalada.
Es un libro durísimo de leer. Narrado desde distintos puntos de vista.Una protagonista que, en ocasiones, se hace difícil empatizar con ella. Porque no entiendes su actitud, no entiendes su postura. Porque quieres darle una bofetada, quieres darle una lección. Mientras ella espera en un banco de un parque a ser rescatada. Mientras todos la miran. “Mira a esa chica”.
Leer este libro es leer esas sensaciones que esperas no experimentar nunca. Esa humillación, esa desazón, ese dolor, esa impotencia. Es pensar, una vez más, qué injusta es la Justicia. Porque que te vi0len, te ac0sen, te graben, y aún así, tú seas la culpable, perdón, pero es algo que a mí no me entra en la cabeza.
Me encantaría deciros que ojalá todos y todas leyeráis este libro, pero creo que no es un libro que todo el mundo sea capaz de leer. Porque al terminarlo, sientes náuseas, sientes ganas de gritar. Porque quizás tú también has mirado alguna vez a una chica, y has pensado: “Mira a esa chica…”. Y eso es algo que nadie está dispuesto a asumir.
Pero ojalá más gente leyera este libro. Y abriera los ojos. Y dejase de usar esa mirada acusadora para juzgar a las mujeres.
Me es difícil valorar el libro. Le pongo 4 porque hay cosas que me gustan a la hora de reflejar los acontecimientos y las reacciones. Pero hay algo que me ha, no sé si decir “chirriado”, a lo largo de la lectura. ¿Lo recomiendo? Pues según la persona, sí. Creo que es un libro difícil y que en algún momento me ha parecido oportunista. Pero quizá sea necesario que lo cuente un libro para que algunos vean lo que ocurrió.
Brutal. Tremendamente honesta. Cuántas cosas nos quedan como sociedad y como individuos por superar, por entender, por mejorar.. y esas últimas 40 páginas?!.. qué gusto sentir que las piezas se van ordenando y que las cosas no tienen que ser blancas o negras.. que más allá de la razón existe el instinto.. 💜
Acabo de leer el premio Tusquets de novela 2022. Se trata de la ficcionalización de una agresión sexual por parte de un grupo (una manada) de chicos. La historia no es -desgraciadamente- nada sorprendente; sí lo es para bien la introspección psicológica que la protagonista realiza, y lo mismo sucede respecto a algunos de los 4 chicos agresores. Me ha parecido de lo más interesante la presentación de la manera de actuar de unos jóvenes adolescentes a punto de entrar en la mayoría de edad legal; es una edad caracterizada por la falta de certidumbres, de muchos complejos, de búsqueda de una autoestima satisfactoria, de afirmación identitaria frente a los otros, lo que muchas veces lleva a acciones poco planificadas y poco deseadas incluso por quien las realiza. Es la adolescencia una etapa vital caracterizada por el deseo de agradar a los otros, la necesidad de no ser apartado del grupo, la necesidad de ser aceptado por los otros. La protagonista, Miriam, es una joven típica en este sentido: con unos kilos de más, ella se siente fea y además es objeto de burlas y chanzas en el IES al que acude; incluso los considerados amigos, sus compañeros de clase y sus vecinos de domicilio, le hacen bromas y chanzas muy hirientes para ella. Todo esto hará que se despierte en ella un deseo de agradar teñido de mucha sexualidad o de equívocos al respecto que le ocasionarán más de un disgusto. La familia (Pattie, la madre soltera de Miriam), las amigas (Vix, la guapa Paola, la bailarina Tallie...), los chicos de clase (el guapo Jordan, el vecino Lukas, etc.), las redes sociales para logar (Tinder y los engaños que en personas poco avezadas y algo débiles como Miriam pueden llegar a hacer estragos)... Todo esto y más aparece en esta novela que está muy bien contada con una narración alternante en 2ª y 3ª personas narrativas que hace que veamos el conflicto desde el interior del personaje y también desde fuera de éste. El lenguaje literario utilizado tiene momentos estelares que hacen que se disfrute mucho de la lectura. He disfrutado más con la forma de contar que con la historia en sí, desgraciadamente demasiado familiar por haber sucedido el suceso en el que se inspira no hace muchos años. Precisamente la conmoción social que la agresión sexual que se presenta ocasionó en España ha provocado reformas legislativas que están dando muchísimo que hablar en los últimos meses.
«Porque es gratis. Porque es anónimo. Porque no hay consecuencias. Porque te odian. Y porque pueden. Por eso».
«Mira esa chica» es una novela para leer. Leer y punto. Leer porque existe cierta obligación por nuestra parte en adentrarnos en capítulos oscuros de nuestra historia actual como es la realidad que se esconde tras la ficción magistralmente redactada por Cristina Araujo Gámir, que la hizo merecedora del Premio tusquets 2022.
Se trata de un relato denso y lleno de aristas. La obra es compleja, no por la forma de narrar elegida (que también, un narrador en segunda persona, a veces en tercera), sino por el objetivo de los diferentes análisis que hace la autora. Encontramos aquí un auténtico desafío de pensamiento y conciencia. Encontramos la realidad detrás de un fenómeno tan mediático como lo son las violaciones en manada, y cómo han cambiado la manera de vivir el feminismo en nuestro país.
Miriam (con quien comparto nombre) se ve sumida en un terror que la hace manejarse en una realidad llena de negros y grises. Ser víctima de una violación grupal la hiere en muchos más de los sentidos imaginables. La han desposeído de todo lo que tenía. No sabe cómo recuperarlo. Esta joven es una fotografía realista, lejos de sensacionalismos, y con una compleja psicología personal.
El elenco a su alrededor tampoco son meras marionetas. El entorno de Miriam cambia con ella, fluctúa de inmediato ante un suceso tan aterrador. Todo se arranca de cuajo. Todas miran a esa chica.
«Preguntas que ella marea desde hace ya varias noches: ¿de qué los conoces?, ¿adónde vais?, ¿es tu novio?, ¿no te parece raro?, ¿no te parece que solo te quiere follar?, ¿adónde te llevan?, ¿y por qué fue tan seco en el coche?, ¿por qué te pidió tantas fotos desnuda?, ¿y por qué habla tanto de sexo, con esa obsesión?, ¿no es todo muy raro, no es todo tan tremendamente raro que casi deberías morirte de miedo?»
“Mira a esa chica” es la historia de Miriam, una joven violada por una “manada”; del calvario de la denuncia y el juicio, de la opinión pública, de la relación con su familia y amigos, de su sentimiento de culpabilidad y la huella psicológica que este hecho marca en su futuro. Ha sido imposible leer esta novela sin sentir empatía por la víctima, sin pensar en todas esas chicas que son protagonistas del telediario de nuestro mundo real, del juicio injusto al que las someten (¿para qué se fue con ellos? ¿por qué iba así vestida? ¿no será que se lo está inventando todo para llamar la atención?), de la impunidad de algunos agresores… Esta historia te removerá por dentro, te hará sentir rabia, dolor, indignación… Ojalá fuese sólo ficción.
"Mira a esa chica" recrea una historia real, el famoso caso de la Manada en el que a veces, pienso que la tortura ya no fue únicamente la agresión sexual sino todo lo que la envolvió después: el juicio, el tratamiento, la presión mediática y la reacción de todos los que rodearon a este suceso.
Las páginas te golpean con ferocidad porque se ve la realidad normalizada y asumida la cultura de la violación. Toda esa terminología que a veces molesta porque nos centramos más en la acusación que en la consecuencia o en las víctimas. Este libro da para debate extenso, extensísimo ... no en vano, parte de esta historia ha salido a la luz tras la ley del "sólo sí es sí".
Como mujer he sentido mucha rabia. Y la he sentido porque me he visto reflejada y poco empatizada. Cuando hay hombres que tienen miedo a que los denuncien no deben pensar que hay mujeres que tienen miedo a caminar solas o a ser cuestionadas por simplemente, vivir con libertad. Y este libro plasma toda esa basura a la perfección.
Dejando aparte el fondo y centrándome en la forma, la "primera" parte parece un libro totalmente para adolescentes, pero creo que es el recurso que utiliza la escritora para meterte en la cabeza de la protagonista. Lo consigue, vaya si lo consigue.
No sé por dónde empezar. Una historia durísima, devastadora, con una implicación mucho más impactante de lo que me esperaba. Ya no se trata solamente de la agresión, si no del sentimiento que tiene la protagonista durante toda su vida. Se aceptada, se guapa, se simpática, aguanta insultos, insinuaciones, se atrevida para estar dentro de un grupo. De verdad que leía y se me ponían los pelos de punta, traspasa totalmente el sentimiento de soledad que padece Miriam antes y sobretodo después de la violación. He llorado de impotencia y también de ánimo. Lo peor (a parte de lo obvio), la charla entre Lukas y ella. Terrible. De ánimo, cuando la invitan las compañeras de universidad a charlar con ellas. Qué difícil pensar que no encajas en ningún lugar. Un libro necesario, seamos realistas, todavía queda mucho por recorrer. Aprender a respetar, a no invadir, a no agredir, a no acosar. A no aprovecharse de los demás y buscar atenuantes de las agresión (que ropa llevabas puesta? habías bebido? seguro que te insinuaste...). Que largo camino nos queda.
¡Qué buen libro! Me hizo pensar muchísimo, no en la mejor manera de actuar, sino en cómo reaccionaría yo en cada uno de los roles de los personajes, cómo mujer, cómo amiga, o cómo madre de cualquiera de estos adolescentes que están buscando su lugar en su -pequeño- mundo. Un libro que me lleve a esta introspección se merece totalmente mi recomendación y respeto. La autora en esta su primer novela ha hecho un excelente reflejo del comportamiento humano.
Esta es la primera novela de Cristina Araújo Gámir (Madrid, 1980), con la que ganó el Premio Tusquets de Novela 2022. Se trata de una apuesta ambiciosa, pues es una reconstrucción ficcional del terrible caso de “La manada”.
La novela logra algo importante: ser una especie de aparato simulador de lo que puede sentir una mujer joven que no calza en los estándares de belleza establecidos y que se desvive por ser aceptada por sus compañeras y deseada por sus compañeros de colegio. Esta parte de la historia de Miriam Dougan es conmovedora y desoladora. Y con ella, Araújo ha creado un hermoso personaje.
La novela mantiene su ritmo hasta, más o menos, la página 200: el momento en que ocurre la violación y comienza el proceso legal y el infierno de los chismorreos. Después y hasta el final, es decir durante las siguientes 171 páginas, la novela se hace pesada y repetitiva. Araújo opta por imaginar cómo su personaje vive las secuelas de su trauma. Un ejercicio de empatía imaginaria que hubiera podido concretarse con muchas menos páginas. En esta segunda parte, se notan los esfuerzos de la autora por repartir entre los personajes secundarios las distintas opiniones que despertó el caso, en un esfuerzo visible por que su novela no se escorara hacia una posición demasiado definida.
De modo que el gancho de esta novela, el caso de La manada, termina siendo su principal problema. Cuesta mucho quitarse de la cabeza lo fáctico y abandonarse a la lectura. Así, esta obra termina siendo una versión alternativa de los hechos, que no logra alcanzar la independencia plena.
Dicho esto, creo que es marca de los buenos escritores atreverse a correr estos riesgos. Y sin duda leeré con atención la segunda novela de Cristina Araújo Gámir, cuando salga.
Escrito con una enorme sensibilidad, a ratos me ha emocionado, a ratos me ha provocado una enorme rabia y otros muchos he tenido que tomar aire antes de poder seguir leyendo.
“Mira a esa chica” es la historia de Miriam, una joven que, como todos los chicos y chicas de su edad, anhela ser aceptada y que sin embargo, sufre acoso por parte de sus compañeros debido a su peso. A lo largo de los años, Miriam ha desarrollado distintas tácticas para enfrentarse a la situación, entre las que se incluye el contestar a sus amigos con frases aún más burdas de las que ellos le sueltan, porque si parece que no te afecta, que no te hacen daño, que tú dominas la situación, puede que resulte menos doloroso.
Es en su empeño por ser aceptada y para sobreponerse a la nueva relación que el tipo que le gusta ha comenzado con una de las “chicas guays” del instituto, cuando Miriam se abre un perfil en una red que la pone en contacto con el Estudiante, un chico algo mayor y muy atractivo con quien parece haber encajado. Sin embargo, las intenciones de éste serán bien distintas a las que tiene Miriam en mente, quien terminará por ser víctima de una violación grupal. A partir de este punto, el libro establece un gran paralelismo con los acontecimientos de Pamplona en las fiestas de San Fermín de 2016.
Este libro resulta totalmente necesario en una sociedad que todavía sigue juzgando a las mujeres por cómo visten, por su actitud frente a los hombres y que considera que si ocurrió es porque ella no dijo que no lo suficientemente claro.
“Pero, claro, ahora ya nada de eso les sirve. Porque la chica puede de repente no querer, la chica puede quedarse petrificada, la chica puede estar sufriendo el peor momento de toda su vida y todavía callarse, porque la chica está paralizada por el terror, y la chica puede sufrir un shock y permanecer muda. Existe incluso la posibilidad de que la chica piense: no por favor, y que su cerebro lo grite con todas sus fuerzas, pero que ni aun así le salga la voz. Ni la más levísima vibración en su tráquea. Los pulmones hinchándose y vaciándose sin romper la resistencia de las cuerdas vocales. Y ni rastro de la palabra que debió estallarle contra los incisivos y reventarle de puro pavor el diafragma: NO. Porque así son las cosas. La chica puede no decir nada. La chica puede exhibir la serenidad de una ameba. Y entonces: asesino, violador, hijo de puta. No hay derecho. Claro que no, tío, y por eso este juicio lo tienes ganado. Ten confianza. ¿Cómo lo ibas tú a saber? ¿Acaso es tu culpa que ella se quede callada? Esa zorra. Porque esa tía quería, estaba mojada, se metía las pollas hasta el esófago como un tragasables. Sale en los vídeos. Esa puta quería. Ahora dice NO. Ahora dice: cerré los ojos. ¿Y cómo lo ibas tú a saber? Exacto. Los otros tampoco supieron. Ninguno. Es la palabra de cuatro contra la suya. Me sometí porque estaba asustada. Y a mí qué me cuentas, pirada. Cómo lo iba yo a saber.” Página 331
Pero también nos invita a reflexionar sobre la forma en que se tiene de apoyar en casos como aquel a la víctima, en cómo el clamor social, aunque bienintencionado, puede resultar contraproducente.
En cuanto al estilo narrativo de la autora, Cristina Araújo demuestra un claro manejo de la prosa, consigue hacer amena y ligera la lectura, sin renunciar al uso de distintos recursos literarios, que la hacen incluso bella, pese a que lo que está narrando resulte desgarrador.
Un premio TusQuets bien merecido, del que lo que extraña es que no le acompañen más.
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Cómo explicaros cuanto he llorado con esta novela? El mal cuerpo que me ha dejado, la rabia, impotencia, desesperación… este libro es la pesadilla de cualquier mujer, una viol4ción, una grupal de “coleguitas”, una Manada.
Y es que aunque TODOS entendéis lo terrible de esta situación, creo que un hombre nunca podrá leerlo con el miedo, el significado que tiene para una mujer, el pasar por esto y encima sentirnos juzgadas, menospreciadas, “tú te lo buscaste”, “no se calienta lo que no se va comer”, “eres activa s3xual? Eres una put4, te lo mereces”…
Tuve que parar varias veces de leer, sabéis que devoro libros, tengo un ritmo ágil de lectura y esto me ha partido por la mitad. De mirar al infinito, de sentirme francamente mal… de pensar solo en leer durante una temporada alguna pastelada y mucho manga… lo necesito.
➡️ Si os digo que la protagonista es simplemente una nena de 17 años? Miriam ya tiene suficiente con la adolescencia, durísima…, sentirte invisible, gorda, no querida… frustar con sus inseguridades y descubrir que puedes empezar a llamar la atención a través del s3xo… ahí le hacen caso, se siente mejor 💔 destaca por fin en algo. Esto ya solo me parte el alma… el adaptarte y permitir situaciones para mendigar cariño o simplemente atención.
Un día, Tallie, su mejor amiga, de camino a la parada de autobús, la encuentra en un banco, despeinada con la cara desfigurada por ríos de rimel… (seguro que esta situación os suena)
Ha terminado su pesadilla? No, eso no se va acabar nunca porque ahora empezará su terrible juicio social… Creo que no hace falta que os diga más… sabéis como somos como sociedad, seguimos avanzando pero somos machistas, nos falta mucho mucho por evolucionar… Miriam lo va sufrir todo, se va ver juzgada de todas las maneras posibles y quizás sería una lectura que le daría a todos aquellos que no quieren ver la realidad: que una mujer puede ponerse la falda más corta, salir a bailar hasta las tantas, beber, acostarse con quién quiera y cuantos quiera, dar paseos nocturnos solas porque somos libres y NADA, ABSOLUTAMENTE NADA incita a que un hombre o un grupo abusen de ella.
Al resto, los que sabéis lo que os vais a encontrar, el daño tanto físico como mental de estos hechos…Leerla, es dura, la primera novela de Cristina, y es tan sumamente brutal y actual que tiene que estar en vuestra lista.
3,5 en realidad. con la actualidad que nos encontramos viviendo, este libro es, cuanto menos, un recordatorio de todo lo que aún nos queda por avanzar. si bien está basado en un hecho ocurrido hace unos cuantos años, parece que todo podria haber pasado hace simplemente una semana. ojalá pronto una realidad en la que se deje de juzgar a las víctimas. un relato duro, real y que conmueve por dentro.
llegué a este libro por una muy mala reseña de tiktok que me dio curiosidad (tal vez morbo), sin pensar en lo demandante y doloroso que sería. El libro mide con precisión la culpa de cada personaje y retrata la manipulación y la confusión adolescente. Me impresionó tanto cómo usa distintas voces y hace comprensible (nunca digerible) la violencia. Estoy exhausta, fue tan claro todo el libro, está tan cuidado y se nota una extensa investigación de fondo. En momentos, lastimosamente me sentí tan involucrada con los sentires de Miriam, me quedo con lo que dice la autora en el podcast conversación infinita: “leyendo es cuando me he sentido más comprendida.”