Federico García Lorca desembarcó en Cuba procedente de Nueva York en marzo de 1930, invitado por una semana. Pero discurrieron más de tres meses hasta que el poeta andaluz decidió volver a España, embriagado de música y belleza caribeñas, soneros y santeros, terrazas y palmeras, ron blanco, sensualidad negra y noches de Malecón.
¿Qué hizo el poeta en «los días más felices de mi vida», como definió sus días cubanos? ¿Cómo Cuba tiñó la obra, la persona y el destino de Federico? «Si yo me pierdo ―advirtió por carta a sus padres― que me busquen en Cuba.» Y se perdió. ¿Para encontrarse? Esta novela lo cuenta.
Víctor Manuel Amela Bonilla lleva más de media vida como periodista. Desde 1984 firma en 'La Vanguardia' crónicas, críticas y entrevistas. Hoy es el decano de la crítica televisiva en la prensa española, además de cocreador de «La Contra», donde lleva 1.500 entrevistas publicadas.
Es colaborador habitual en programas de radio y televisión, imparte clases magistrales de periodismo y comunicación y ha sido distinguido con numerosos premios, entre ellos el de la Asociación de la Prensa de Madrid, el del Gremi d’Editors de Catalunya, el Protagonistas, dos Micrófonos de Plata, el Antonio Mompeón Motos, el Catalunya de Comunicació i Relacions Públiques, el Ferrer Eguizábal de Periodismo, el Àngel de Bronze de la Comunicació, el Goliads y el Premi La Llança 2011 de Òmnium Cultural.
No he podido disfrutar de la lectura por diferentes motivos.
El primero es que el autor te entierran en un sinfín de nombres y personajes diferentes (músicos, poetas, escritores, parejas sentimentales de estos, etc.) que, a menos que seas una persona muy bien documentada de la época, te pierdes por completo en un mar de nombres y menciones constantes.
La mezcla de historias que combina la propia experiencia personal del autor mientras estuvo en Cuba siguiendo los pasos de Lorca con la historia del pasado del poeta también me ha descolocado y me ha evadido por completo del supuesto objetivo de la novela que era explicar al lector que hizo Lorca. El autor no desaprovecha la oportunidad de explicar como se saltó el confinamiento obligatorio sin tener aún si PRC negativo o hacer mención a la historia de su abuelo. Esto ha hecho que en ningún momento pudiera conectar con el supuesto protagonista de la historia que era Lorca sino que lo he vivido como un personaje secundario tras el propio autor.
Por último el estilo de escritura se me ha hecho altamente pesado mezclando diferentes tiempos verbales, diferentes personajes, saltando de un tema al otro y tratando al poeta de una manera en un capítulo y de otra en el siguiente.
No dudo que alguien la pueda disfrutar pero todos estos elementos han hecho que yo no pudiera hacerlo ni recomendarla.
Es una novela que trata de los 98 dias que pasó Federico Garcia Lorca en Cuba tras salir de Nueva York.
Una novela que mezcla la realidad con la ficcion, el pasado de Lorca con el presente del autor. Bien documentada, bien descrita. Te invita a recorrer Cuba con Lorca, a adentrearte en sus costumbres, en su gente, en su vida.
Me encanta que intercale poemas variados en la historia, tanto de Lorca como de otros personajes.
Si eres fan del poeta te recomiendo leerla porque vas a sentir muchas emociones muy chulas y si no lo eres leela igual porque seguramente acabes siendolo.
Me han dado unas ganas tremendas de visitar cada rincón de Cuba 🫶🏼
Ha sido todo un privilegio poder sentir a Lorca tan de cerca. Sumergirme en este libro fue como percibir cada uno de sus latidos. Volveré a él para leer esos poemas y esas líricas palabras que aparecen entre las páginas.
«Si me voy, te quiero más, si me quedo, igual te quiero. Tu corazón es mi casa y mi corazón tu huerto».
Dos relatos paralelos: el viaje y andanzas de Federico García Lorca por la Cuba de 1930 y la del autor siguiendo sus pasos en 2020. Revivimos sus amistades, sus amores, sus conferencias y sus anhelos con este viaje, todo en un lenguaje en ocasiones tan poético como el del gran poeta y con retazos de coplas, poemas y canciones de esa época.
Este libro se podría decir que es una bitácora sobre el recorrido de Federico García Lorca en su visita a Cuba en donde permaneció más de tres meses. Se nos narra sobre las experiencias que lo marcaron profundamente, y como esta isla y su gente lo inspiraron en sus poemas, lo transmite también en su correspondencia. "La Habana es fundamentalmente española, pero refleja lo más característico y profundo de nuestra civilización. Naturalmente, me siento como en casa… Esta isla es un paraíso. Cuba. Si nadie me encuentra, que me busquen en Andalucía o en Cuba”.