Su voz cercana y original, su sentido del humor, su forma de combinar ambición literaria y lenguaje diverso, adecuados a la variedad de temas y voces, se estructuran de manera cohesionada para ofrecernos un libro de relatos. Los siete textos que componen el volumen fluyen de manera fresca y alegre. El conjunto se dota así de una musicalidad a través de la cual la autora desliza, con una brillante sutileza, una velada crítica a la inmediatez, al mundo acelerado en el que vivimos. Obra ganadora del Premio Literario La Central 25, modalidad en castellano.
Me topé con este libro por casualidad mientras buscaba, buscaba y buscaba hasta dar con alguno que me llamase la atención… y ahí estaba. Con su portada morada, acorde al color de las ciruelas, “finito” y con la pegatina: “lectura recomendada”.
Pensé: “¿por qué no? ¡Tiene un título divertido y es de mis frutas favoritas”. Lo cierto es que resultó ser una lectura entrañable con temas pintorescos y críticos de nuestra sociedad.
Una forma alegre de comparar unas ciruelas con personajes graciosos y grandilocuentes pues “las ciruelas resisten; son independientes y fuertes”.
No obstante, se queda a medio camino en lo que a crítica se refiere. Un poco corto para mi gusto.
Lectura súper ligera ideal para el verano. Se lee rápido y usa las ciruelas como conector entre historias que se pueden leer por separado y que juegan con lo fantástico.
Me ha parecido un libro escrito con una gran sensibilidad. Usando las ciruelas como hilo conductor, la escritora comparte distintas historias, cada una sobre un tema diferente.