Rocío Quillahuaman nació en Lima, y diez años después se trasladó con su familia a España. Su primera experiencia al llegar fue la de que destripasen su peluche de Winnie de Pooh en el aeropuerto, en busca de droga. A partir de ahí tan solo le quedó acostumbrarse a vivir en un mundo profundamente racista y misógino, que no perdía una sola oportunidad de recordarle continuamente que, allá donde estuviese, estaba fuera de lugar.
Marrón, su primer libro, son unas memorias rabiosas, a corazón abierto, en las que repasa los momentos más significativos de su infancia y adolescencia. Un viaje lleno de humor hacia la búsqueda de sí misma, y de un lugar (y las personas) que al fin pueda reconocer como casa.
rocío me ha caído increíble, y admiro muchísimo lo catártico que ha sido el proceso de escribir este libro para ella.
dicho esto! no sé si soy yo que soy muy exigente con los memoirs y me suele gustar que crucen más fronteras en cuanto a estilo, profundidad y lenguaje cuidado… pero me he quedado con ganas de más! creo que había más chicha que sacar, querría haber sabido más de la relación con sus hermanas, con su madre, con su proceso creativo, con sus trabajos antes de ser ilustradora… siento que se notaba mucho la diferencia entre las partes en las que ahondaba más y en las que quería mantener distancia. es algo que respeto pero me ha dejado con una sensación medio hueca
aun así, es un libro majísimo, muy entretenido y muy fácil de leer, pero me hubiese gustado que diese un pasito más
Me lo he leído de una sentada, tiene una prosa muy inmersiva y fácil de leer, pero es que además todo lo que cuenta es tan interesante como devastador. He sentido como si me lo contara mi novia, y es que por desgracia muchas de sus vivencias son las que comparte Rocío Quillahuaman en este retazo de memorias marrones. Lectura recomendada y necesaria, gracias por dar voz a las experiencias de tanta gente que no la tiene.
Me ha gustado mucho 💔 se lee del tirón porque Rocío escribe como si te estuviera hablando. Ne he sentido profundamente identificada con muchas cosas que relata y agradezco infinito que, por fin, alguien, escriba sobre las chicas marrones como nosotras. Gracias Rocío!
“El hecho de que los inmigrantes latinos no existiésemos en las películas, las series, los libros o la televisión más allá […] de los estereotipos racistas […], no solo era peligroso para la idea que la gente de aquí se hacía de nosotros. También era peligroso para nuestra identidad. Que no saliéramos nunca en ningún sitio significaba que no contábamos para nadie, que nuestras historias no importaban. En definitiva, que no existíamos.”
Con sus memorias, Rocío Quillahuaman no solo viene a demostrar que las chicas marrones existen, sino que su voces y sus historias DEBEN y MERECEN ser escuchadas.
Leí en una entrevista que uno de sus temores era que la gente que no se viese representada prefiriese desentenderse y no leer el libro, ya que sus vivencias les resultarían del todo ajenas. En mi opinión, son estos los que más deberían leerlo. No creo que sea necesario haber vivido exactamente lo mismo que otra persona para poder llegar a empatizar con ella y su historia. Cuántas más voces escuchemos y más diferentes sean, más se verá enriquecida nuestra vida, permitiéndonos abrir los ojos a realidades que, por afectarnos de manera directa, quizá nunca habíamos prestado atención.
En “Marrón”, Rocío hace un ejercicio de valentía y honestidad enfrentándose a recuerdos a los que preferiría no hacerlo, reviviendo aquello que en su momento le hizo daño, a un pasado que, aunque duela, es el que le ha hecho ser quién es, y hacerle frente es la única manera de sanar y seguir avanzando.
Se tratan temas como las dudas sobre la propia identidad y esa sensación de no encajar en ninguna parte, motivado muchas veces por esa falta de representación en los medios que te hace crecer sin referentes culturales en los que verte reflejado; el racismo o el clasismo, los cuales han estado, están y estarán (ojalá cada vez menos) presentes en nuestro día a día, y que tenemos tan interiorizados que directamente ignoramos si no nos afectan en primera persona. Con sus vivencias nos muestra cuánto nos queda por avanzar como sociedad.
“Marrón” resulta fácil de leer, ya que uno tiene la sensación de estar hablando con una amiga, pero no es una lectura fácil. Nos pone frente a situaciones o actitudes en las que podemos haber caído más de una vez, ya sea de forma consciente o no, y en las que no resulta agradable reconocerse. A pesar de abordar temas muy serios desde el humor y un punto de mala leche, esto no le resta fuerza y, bajo la broma o el chiste, se puede percibir ese poso de dolor y tristeza que esconden sus palabras.
En palabras de su autora “Marrón” son unas “memorias rabiosas” en las que, de forma fresca y honesta, Rocío Quillahuaman da voz a su propia historia, que a su vez es la historia de muchos otros que no tienen ocasión de ser escuchados.
Lectura muy recomendable.
“Porque al final, más allá de los sitios geográficos, sólo pertenecemos a todo lo que hemos vivido”
Es una especie de audio de Whatsapp demasiado largo, y que no dice nada.
La ausencia de talento literario destaca por encima de las anécdotas que cuenta, tan graves y desoladoras como cuando escuchó de refilón que la ropa roja no le queda bien a las personas con su misma tez, y procedió a traumarse para siempre, o mi favorita: cuando optó por instrumentalizar la pobreza al regalar un paquete de arroz a un mendigo, mirando fijamente al guardia de seguridad de un súper, para hacerle saber con su acto que ser marrón no implicaba ser una delincuente.
Cabe mencionar que la autora parece ser alguien de cortas miras: está tan obsesionada con ella misma y con sus experiencias racistas que no es capaz de dar el salto hacia una abstracción de la problemática, o a tratar de hacer literatura a partir del racismo objetivamente más violento que sufren tantos otros. La narrativa es tremendamente insustancial, predecible y carente de profundidad alguna.
Claro está que nunca ganará un Premio Cervantes, pero lo que sí que está consiguiendo, en mi opinión, es estafar con una sonrisa a sus miles de seguidores en Instagram. El enésimo caso de influencer que busca generar un ingreso pasivo constante para cuando sus ilustraciones ya no le den de comer, o para comprarse un piso en Gracia.
Ea, terminado. Me ha costado más de la mitad darme cuenta de quién es la autora y como no es alguien cuya carrera haya seguido de cerca no he conectado más de lo poco que ya estaba conectando (a nivel personal, quiero decir; el tono no me ha enganchado). Evidentemente son memorias así que no tienen por qué reflexionar a modo ensayo pero me ha faltado un poco de teoría quizá y tampoco me ha hecho risa cuando tenía que hacerla y el estilo es sencillo y yo prefiero los adornitos siempre, pero por supuesto un libro de innegable importancia sociocultural. He aprendido cosas y algún que otro capítulo me ha gustado bastante.
Las ganas que tengo de abrazar a Rocío después de haberla leído son inmensas.
Las razones por las que una persona termina viviendo en uno u otro sitio son tan diversas y tan particulares que cuando encuentras lecturas que te miran de frente, te confrontan y te hacen entender o confirmar que compartes experiencias complejas y dolorosas -más allá del hecho de estar lejos de tus raíces- no puedes evitar emocionarte y querer saber más, preguntar más… leer más.
Su narración está llena de matices, lo mismo puedes reírte en una línea que tragarte un nudo en la garganta en la siguiente. Hay honestidad, vulnerabilidad, cariño, sentido del humor, indignación y agradecimiento conviviendo en armonía en cada página.
Me parece que ha habido algo catártico para ella al escribirlo, y también para quiénes, de cierta o de muchas maneras, hemos logrado identificarnos o tener empatía con varios momentos de su historia. No necesita ser un libro «redondo» o «dibujado» a la perfección, porque es un reflejo hermoso y muy elocuente también con su trabajo creativo: es directo, ruidoso, inteligente y muy conmovedor.
Me alegra mucho que su libro sea lo que es. Que diga lo que dice y el cómo lo dice. Sin pretensiones ni expectativas vacías o creadas desde la superficialidad de quién únicamente opina desde sus privilegios, o la superioridad moral de considerarse un gran y distintivo lector y/o escritor.
Es un ensayo bastante amable de leer sobre la identidad y el orgullo (de ser) marrón. Explota la dualidad pertenencia/desarraigo; habla de reagrupación familiar, infierno burocrático de los trámites de residencia, permisos de trabajo, asilo, ahonda en nuevos (y viejos) colonialismos pero todo con un tono satírico bastante simpático.
En fin, un libro muy político. Una herramienta maravillosa para acercarse a la perspectiva interseccional y entender el propio privilegio de raza. Te recuerda que por muy deconstruidas que nos creamos nadie nos quita lo de blancas y europeas.
Nada más que decir, son sus memorias, no están sujetas a crítica ni juicio.
Tant de bo a tots els instituts i concertades i privades. Seria una lectura fàcil, àgil i còmica si no fos perquè, de tant en tant, se t'encongeix el cor.
Un saludu al segurata del (meu) Bonpreu de confiança que també soc la seva clienta preferida i m'acompanya a tots els passadissos. 🥰
Hermoso libro de memorias. El tono de esta lectura es super fresco, divertido, Rocío es una amiga que te cuenta sus vivencias agregando un toque de comedia a situaciones más bien difíciles de su infancia y adolescencia marcadas por el racismo, el colorismo, la xenofobia y esa dificultad de encontrar un lugar en el mundo cuando se es una persona migrante. Me he divertido muchísimo con su humor. Y he aprendido y he entendido mucho también.
Siendo contemporánea de Rocío (nacidas en los early 90') y latina además, he encontrado en cada episodio de este libro y de la vida de Rocío un poquito de inspiración para recordar mi propia vida y mirar atrás con más amor y agradecimiento por esa niña que fui y esa familia que me acompañó. Un viaje de nostalgia precioso y divertido por la vida de una niña marrón 🍩
Rocío Quillahuaman constrúe un relato coa tenrura e forza dunha amiga que comparte a súa vida contigo nunha cafetaría: acabas sentindo esa vulnerabilidade e agradecendo poder observala e incorporala á túa mirada. Mantén un ton aparentemente sinxelo que é moi complicado de construír (penso eu!!!). Este é un libro que espero que lea moita xente porque o que fai é precioso é importante. O último que podo dicir é joooooo, que chulo 📖💌💐
Me ha gustado muchísimo y me ha ayudado a entender las situaciones que viven las personas migrantes. Hay que ver lo poco que pensamos las cosas y las preguntas "inocentes" antes de hacerlas. Rocío nos habla desde su yo más íntimo y nos cuenta todo lo que supuso para ella tener que mudarse a Barcelona desde Lima siendo tan sólo una niña. Un libro que tendría que leer todo el mundo.
Me ha encantado. Creo que consigue que te pongas en su piel y vivas sus experiencias, ya que el libro está escrito de manera muy directa y sin rodeos. Además, Rocío me ha caído genial y me ha parecido muy entrañable su manera de contar algunas viviencias bastante duras. Sin duda lo recomiendo cien por cien.
qué puedo decir, este libro me pilla de cerca, gracias amor (Lucía) por dejármelo y por meterte de lleno en los temas que me atraviesan y me importan por muchas historias de y contadas por chicas marrones y ojalá leídas por todxs lxs demás
en cuanto qué cita poner, la verdad que hay muchas reflexiones con las que me he sentido tocada e identificada, pero me quedo con: "La esperanza es esto. Es aceptar que no tengo que ser de un sitio o de otro, sino que puedo ser de los dos a la vez. (...) Soy de Lima y de Barcelona. Soy peruana y sóc barcelonina. Y así con todo."
Bonito y relevante. Un gran ejemplo de un testimonial que refleja, sin grandes aspavientos ni asunciones, problemas mucho más grandes que el individuo. Rocío es muy chistosa y muy franca. Mis partes favoritas fueron el capítulo dedicado a la música,"Yo perreo sola y a escondidas"(jajjajaj gran título), que habla de cómo el gusto en música también está atravesado por el clasismo y el racismo, y de cómo negar cierta música que nos gusta en secreto está determinado por ello; y "No todas las señoras se llaman Teresa" porque me parece muy relevante su reflexión acerca de las complicaciones de trabajar cuidando. El capítulo dedicado a Shakira me hizo reír mucho y me gustó porque yo también amo a Shakira jajajj. Termina: "Quizá tenga que poner un cuchillo debajo de mi almohada para protegerme del miedo. Quizá tú también tengas que ponerte un cuchillo bajo la almohada para que no venga el duende de Hacienda." jajajjajajajaj. Buenísimo para reflexionar acerca del racismo cotidiano, los problemas de la identidad y la pertenencia, y sobre todo, las batallas diarias que viven las mujeres racializadas. Tqm, Rocío.
"Mi madre es esclava también de ese afecto que supone trabajar cuidando:" p.118
Són moltes les maneres d’entendre i gaudir de “Marrón”, les memòries de la il·lustradora Rocío Quillahuaman ✨.
D’una manera interseccional, veiem totes les capes de la vida de la Rocío que es veuen afectades per la seva persona: gènere, raça, classe, color de pell… Totes aquestes circumstàncies fan que totes les persones ens puguem sentir interpeŀlades per la vida de la Rocío, tot i no haver compartit les seves experiències 📝.
Tot i la denúncia que mostren aquestes memòries, la manera d’escriure de la Rocío fa que fins i tot els fets més durs siguin amèns de llegir, i és que no falta l’humor.
A més, gràcies a l’editorial, ens vam poder reunir en un Club de Lectura i parlar del llibre amb la pròpia autora 🤭.
4.5 🌟 Me ha gustado un montón. Está escrito súper ameno y entretenido. Enfrentarse a otras realidades y ser conscientes de los privilegios que tenemos. Libros y voces así son muy importantes.
Decidí regalarme Marrón por Navidad porque leer un libro de Blackie Books es una apuesta segura. Sus libros son muy interesantes y algunos de ellos —sobre todo los que he leído— tienen mucho de literatura testimonial, diario, autobiografía, coming of age... cosa que me fascina. Además, tenía ganas de leerlo.
Me he encontrado con la historia de Rocío, una historia muy interesante y que sirve para conocer un poco más la situación de las personas que, por un motivo u otro, llegan a un país nuevo en busca de nuevas oportunidades. Es la parte del «ni de allí ni de aquí» que me resulta tan triste y tan frustrante. Es una historia que se mueve entre distintas emociones, la mayoría de ellas negativas.
No todo es tan bueno en Marrón. El estilo que utiliza la autora para narrar sus experiencias no acaba de parecerme del todo atractiva. Sí, tiene partes buenas, pero muchas veces tengo la sensación de que quiere ser graciosa, pero solo se queda en el intento (perdón). Evidentemente, tiene momentos muy chulos, por ejemplo, el capítulo en el que cuenta su historia como si hablara con Shakira; para mí uno de los mejores momentos del libro.
"Ya no sabíamos cruzar las carreteras con los ojos cerrados. Esa vergonzosa experiencia nos confirmó que ya no encajábamos allí y teníamos que irnos." Muy identificada (salvando las distancias y desde el privilegio que me proporciona haber nacido en el norte global y ser blanca) con el sentimiento de desarraigo, la no pertenencia, ser forastera en el sitio donde has crecido y también en el que vives.
Te abrazo, Rocío. Ojalá este libro le haga compañía a muchas niñas marrones que se hayan topado con un mundo blanco y hostil. Ojalá sepamos liberarnos de la obligación de sentir cosas por los sitios para darnos la oportunidad de volver a conocerlos.
"...más allá de los sitios geográficos, solo pertenecemos a todo lo que hemos vivido."
Un relato muy directo de su vida y experiencia como migrante. A los 11 años se fue de Lima a Barcelona. Nos cuenta lo terrible, lo chocante, lo bueno y lo vergonzoso. No se guarda nada. Una lectura que nos ayuda a empatizar con esa gente marrón que nos rodea.