Maldita Alejandra. Una metamorfosis con Alejandra Pizarnik

by Ana Müshell

En pleno episodio de agorafobia y tras una ruptura amorosa, la protagonista de esta historia decide sumergirse en la enigmática vida de Alejandra Pizarnik, en cuyos diarios y poemas encuentra las palabras exactas para describir sus temores. Hasta que la poeta irrumpe en su apartamento sin previo aviso, con su abrigo negro e inundándolo todo de versos, papelitos llenos de palabras y humo de cigarrillos. Con ella también llegan las flores, los discos de jazz y una multitud de escritores que se mezclan con los platos sin fregar, las cajas de ansiolíticos y antidepresivos, y las copas de vino. ¿Podrá ayudarla la historia de la poeta mítica a comprender sus propios miedos y reconducir su vida?

Genres: Comics, Poetry, Graphic Novels

192 pages, Hardcover

Published November 3, 2023

About the author

Ana Müshell (Jerez de la Frontera, 1989) es licenciada en Bellas Artes y está especializada en diseño editorial.

Es ilustradora habitual en la revista GQ España (Condé Nast), ha colaborado con Zara en la cápsula Women in Art Collection (2019) y ha publicado en Vogue (Instagram Residency, 2019). También ha colaborado con el Museo ABC de Madrid y con Coca-Cola, además de publicar sus ilustraciones en diversos medios digitales, portadas de libros y artículos para revistas.

Ha editado sus propios fanzines, entre los que se encuentran Aquí dentro y convivir con las bestias (2018) y Sadness Motel (2018). Su primera novela gráfica, titulada Pink Mousse, vio la luz en 2017 (Ediciones Hidroavión).

Desde siempre ha utilizado el dibujo para escapar de todo, incluso de ella misma. Le dan miedo los sitios cerrados y los días raros, aunque todo ello le inspira para crear personajes, viñetas y dibujos que publica casi como un diario en su cuenta de Instagram.

Puedes encontrarla en:

Instagram: @ana.mushell

mushellmushell@gmail.com

Reviews

[Laubythesea · Rating 4 out of 5]

A veces leo libros que me llegan tan dentro que no soy capaz de hablar de ellos. Es como que su lectura se convierte en algo tan íntimo para mí que no me apetece compartir mis impresiones en detalle con nadie.
 
Esto me pasó con ‘Maldita Alejandra’. En su día deje claro cuantísimo me había gustado, porque necesitaba gritar al mundo que me parecía un libro importante (aparte de precioso), pero hasta ahí. Ahora, meses después, por fin me apetece hablar de él y en el fondo, es mi pequeño agradecimiento a lo que este libro me hizo sentir.
 
Ana Müshell se abre en canal en este libro para hablarnos de una experiencia propia a la que tuvo que enfrentarse. Una crisis vital que la mantuvo con miedo a salir de casa, recluida en sí misma, alejada de todo durante un tiempo. Un proceso solitario, como suelen ser los problemas de salud mental, aun cuando estás rodeado de gente que te quiere (familia, amigos, pareja…). En momentos así, oscuros y que se sienten sin salida, también solemos sorprendernos por encontrar apoyo en personas, experiencias, cosas… inesperadas. En el caso de Ana, llegó Alejandra Pizarnik, “en forma de fantasma” a vivir con ella este periodo. Así, sumergiéndose en la vida y obra de la poeta argentina, estuvo acompañada, apoyada y comprendida en su dolor. De alguna manera, la recuperación que hace Pizarnik forma parte de su terapia y su proceso de sanación, entre otras muchas cosas (como la terapia real, las salidas con las amigas, proyectos… y todo esto paso a paso, con prueba y error).
 
Así, a pesar de estar leyendo una experiencia muy dura, este libro fue en cierta manera un abrazo para mí. Una forma de ponerse en los ojos de quien sufre, y cuando estás ahí de recordatorio de que lo estás haciendo, quizá no perfecto, pero si lo mejor que puedes.
 
Un testimonio ilustrado donde Ana Müshell lo ha dado todo. Una belleza a nivel gráfico (empapelaría mi casa con estos dibujos) y un texto relevante. Me encanta pensar que cada vez estamos un paso más cerca de que hablar de salud mental no sea un tabú para nadie, que no haya que sentir vergüenza o fingir cuando no se está bien… de que todos tengamos más recursos para pedir ayuda y para darla, sin perder de vista que ahora, parte de la lucha debe estar en conseguir que la ayuda profesional no sea un privilegio que la mayoría no podemos pagar.
 
A pesar de la oscuridad que rodea la vida de la autora en el momento que plasma el libro, es también inspirador y luminoso.
 
Por cierto, imposible leer y solo salir corriendo a la librería más cercana para comprarte los poemarios, textos en prosa, diarios y cartas de Pizarnik, y también, por si te sabe a poco, todas las biografías que caigan en tus manos. Yo aviso.

[Elena Carmona · Rating 5 out of 5]

Luna Miguel dice en el prólogo de este libro que, a pesar de que Alejandra Pizarnik temía que nadie quisiera sus poemas, ahora éstos se han inscrito en muchos cuerpos: «son tatuajes, y son canciones, y son asignaturas en las escuelas de escritura, y son conjuros que cantan las niñas góticas, y son cartas de amor entre amantes a un lado y al otro del charco». Pizarnik también es una figura importante para mí porque cuando conocí a Matías él me mandaba letras de tango y yo le respondía con versos de la poeta argentina. Leerla me acercaba a él y al lenguaje con el que me ama. El cincuenta aniversario de la muerte de Pizarnik coincidió con el día en que cumplimos el primer mes juntos; «la primera brizna de literatura que nos unió», le escribí a Matías en una carta nada más mudarme a Salamanca, donde también me llevé los diarios de la poeta, que todavía no he terminado porque acudo a ellos como si fueran un oráculo.

Ana Müshell relata e ilustra en «Maldita Alejandra» no solo un diario de salud mental sino también de una obsesión, obsesión por un personaje —o fantasma— literario que a pesar de su oscuridad acaba ayudándola a atravesar episodios de agorafobia y depresión. Para mí en la obsesión hay enamoramiento y al mío le ha puesto palabras Alejandra Pizarnik, entre otros. También en Salamanca acudí a la presentación de este libro un poco por casualidad y solo recuerdo la voz de Ana explicando la ilustración de la portada mientras yo distraída curioseaba las de otros libros. Gracias a Lucía (otro enamoramiento), que me lo regaló después de haber estado en una situación exactamente igual, pero en otra ciudad. Dice la autora que, a pesar de la pulsión de muerte, hay en los textos de Pizarnik un ansia de vida que se te adhiere al leerla. Desde que leo a la poeta maldita puedo decir que he iniciado uno de los períodos en los que más he vivido, escrito y amado escribiendo de toda mi vida. ¡Ojalá pudieras ver el bien que haces, Alejandra!

[Alejandro · Rating 5 out of 5]

Un homenaje precioso a Alejandra Pizarnik en el que la autora se abre en canal para hablarnos de salud mental, resiliencia y superación personal. Me ha gustado muchísimo.

[quim · Rating 4 out of 5]

Cuando me leí los diarios el invierno pasado le dediqué como sólo tres líneas a Alejandra en forma de agradecimiento y usé la palabra crisálida. Un año más tarde Ana publica literalmente un libro para dar las gracias a Alejandra por su escritura y titula la segunda parte 'Crisálida'. Es emocionante que hayamos recurrido a la misma palabra para hablar de ella (de nosotros en realidad jajaja) ahhh qué chulo qué chulo qué chulo y qué bonito que Lumen haya publicado esto ❤️❤️

[Noe herbookss · Rating 4 out of 5]

Este libro ha sido toda una sorpresa y una revelación. Una pequeña obra de arte, muy íntima y personal en la que Ana Mushell comparte un trocito de su vida, una etapa en la que, sin poder evitarlo, se vio rodeada de oscuridad. A modo de diario va contando cómo se sentía en sus días más sombríos, en medio de la angustia y la ansiedad, y cómo encontró refugio y abrigo en la literatura. Fueron las palabras de Alejandra Pizarnik las que la acompañaron en su transformación, en esa metamorfosis de larva a polilla, dando voz a sus propios sentimientos y emociones, llevándola de la mano en el duro proceso. Y es por eso que Alejandra es parte también de la historia de Ana, una pieza fundamental, siempre presente. Las vidas y experiencias de las dos mujeres se unen y separan constantemente, conversan, interactúan, mezclando partes biográficas de la poeta con espejismos al límite de la realidad.

Las ilustraciones forman parte de ese todo, son un elemento más, totalmente integradas. No solo complementan al texto, lo refuerzan y aportan otra perspectiva y visión para hacer aún más completo el relato. Creo que transmiten a la perfección cada sentimiento y sensación, además de ser otra de las claves en el proceso de recuperación de la autora. Porque, a pesar de la oscuridad y desasosiego, de la tristeza y desesperación en las palabras de Pizarnik, Ana es capaz de encontrar un poco de luz. Son varios los factores que la ayudan a salir poco a poco del pozo, a transformarse, a comprender, a conocerse.

No quiero contar mucho más porque creo que es mejor que descubráis esta peculiar historia por vosotros mismos. Si habéis leído a Alejandra Pizarnik y os gustaría saber más de ella y de su vida tenéis que leerlo, si aún no la conocéis también, y si buscáis algo diferente, personal y con un mensaje potente y necesario este es el libro. Me ha gustado mucho.

[Antonia · Rating 5 out of 5]

“miles de lectoras están vivas por ella”. 🥀
te quiero mucho ana müshell y alejandra, por supuesto, quien también viene a visitarme en mis periodos depresivos.

[Lucía Urquiaga · Rating 5 out of 5]

Preciosas las ilustraciones.
Preciosa la metamorfosis.
Preciosa mi amiga Elena, a la que le dediqué el libro por recordarme a ella cada vez que veía su portada en una librería.
Preciosa la prosa de Ana Müshell relatando qué se siente al estar en lo más bajo.
Preciosa y eterna Pizarnik.

Me pasó con La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero y me vuelve a pasar con este libro tan precioso (repetiré "precioso" todas las veces que sea necesario, sin cortarme): entrelazar la biografía de una figura admirada con la autobiografía me parece, además de un ejercicio literario valiente como pocos, una técnica rompedora y deliciosa. Ojalá poder proyectarme así, es algo que envidio (sanamente).

La autora entreteje las vivencias propias con las relatadas en los diarios y escritos de la maldita una y mil veces Alejandra Pizarnik, y a mi gusto no puede salir mejor. Desde el prólogo ya estaba llorando con hipo, y no logré pasar más de tres páginas seguidas sin derramar lágrimas. Este libro es un homenaje en mayúsculas.

[María Vaquero · Rating 5 out of 5]

Necesito recomendar este libro a todo el mundo. Me he encontrado en los miedos y los pensamientos de alguien perdida. He sonreído con frases que minutos después se me han clavado en el pecho para quitarme un poquito de aire. He descubierto a Pizarnik en un ámbito diferente y he querido hablar con ella a altas horas de la madrugada en mi cocina.

Como la protagonista de esta historia. Que me ha parecido uno de los personajes más crudos, valientes y complejos que he leído.

Este libro es muy necesario 🫶🏻

[Pal · Rating 4 out of 5]

Sentimientos encontrados.

Es un libro bellísimo y me da mucha pena que el viaje de superación (con esa metamorfósis) vaya de la mano de la psiquiatría y su violento discurso (sin culpas "reales" a la autora), si bien la principal acompañante es Alejandra, y es una compañera de viaje creada de una forma muy mimada y cuidada y bella. Cómo habla con ella, esa forma diálogo, resuena perfectamente.

Y en este sentido es una PENA que se caiga en biografías que no hacen más que corromper ese mimo y respeto hacia Alejandra, que se caiga en la psicopatología (no, no era bipolar, por ejemplo, Ostrov nunca hizo público ningún tipo de diagnóstico, y jugar a leerlo después es cuanto menos morboso -esto no es para la autora, es para sus célebres biógrafas-), es una pena. Por suerte, no abundan excesivamente.

Aún así, la historia -que al final es de la autora, conversando con Alejandra- me parece que está contada de una forma súper ágil, cercana y se siente muy real.
Las ilustraciones son una auténtica pasada, pero una maravilla.

[Elia López · Rating 4 out of 5]

Cuando lo empecé no pensaba encontrarme esto. Las ilustraciones son preciosas y la historia de Alejandra mientras coge de la mano a Anna para hablar de poesía, vida bohemia y salud mental es muy bonita.

[Iris ☾ (iriis.dreamer) · Rating 3 out of 5]

Hasta hace unas pocas semanas no conocía a Ana Müshel y siendo sincera, tampoco a Alejandra Pizarnik, vaya, nada más allá de que fue y es una de las más aclamadas poetas contemporáneas. Gracias al envío sorpresa de @lumenedit he podido finalmente, conocer y disfrutar de estas dos mujeres, dos figuras superpuestas que se unen, funden y entrelazan en este especial y original título que os invito a descubrir.

Comenzaré este escrito hablándoos de lo que posiblemente ya sepáis y es mi gran sensibilidad lectora por las historias que de alguna manera relatan algún episodio influenciado por la salud mental en la vida de una mujer y si a eso le añades que las presentes son dos artistas admirables, el nivel aumenta. Dicho pues, he disfrutado una vez más de un relato íntimo, en ocasiones desgarrador y teñido de oscuridad suavizada por la débil pero constante luz que brinda la esperanza.

Este libro es muchas cosas: es un diario, es un testimonio liberador, es una galería de arte ilustrado, es una especie de biografía de Pizarnik pero sobre todo es una novela de aprendizaje y superación personal. Transmite fuerza, coraje y una valentía inusual, rompe con las barreras impuestas y destruye estigmas y supone toda una revelación para el lector.

Porque en esta novela lo importante no es Alejandra, ni Ana, lo esencial radica en que todas podemos ser ellas o sentirnos aplastadas por una realidad que muchas veces nos arrastra a un abismo del que cuesta salir. En este caso, Ana nos cuenta cómo se convirtió en salvavidas Pizarnik, su figura, su obra y el sentirse tan reflejada en ella lograron difuminar los miedos.

En conclusión, me ha gustado tener este viaje y acercamiento intenso, intimista y ameno a dichas mujeres. Ana ha logrado transmitirme sus sensaciones, incluso su admiración hacia Alejandra, de la que tengo claro que quiero leer todo lo que caiga en mi poder. Un regalo sensible, humilde, creado con magia y amor, cada una de sus páginas lo revela así.

[natura · Rating 3 out of 5]

Valiente relato de la enfermedad mental de la autora, relacionándola con la poeta maldita. Asistimos a la salida de una de sus crisis depresivas con todas sus dificultades (no poder salir de casa durante días, ataques de pánico, pesadillas…) y sus pequeños pero importantísimos logros (empezar nueva terapia con un psiquiatra, seguir dibujando..). Desde la “larva” acaba llegando al “suave insecto con alas”, dejando por el camino la vida y la compañía de Alejandra Pizarnik, sus problemas y su forma de ver la vida, tan similar a la de la autora.
Bien, buena manera de exorcizar y salir adelante de tus demonios.

[Álvaro López Ludeña · Rating 5 out of 5]

Ha sido un viajazo increíble en el que Ana y Alejandra han venido a casa, se han sentado, han abierto un vino y, cuando me creía cómodo viendo cómo el humo del incienso se compenetraba con el del cigarro, me han abofeteado y han empezado a traer demonios de vuelta. He sufrido, y he descubierto que mi dolor es también el de otras, incluso de figuras a las que admiro como Pizarnik o Woolf. No sé si el dolor compartido es menos doloroso, pero sí sé que ha merecido la pena y, antes de irse, Alejandra y Ana me han dicho que también puedo volar.

Un libro increíble para conocer más a Alejandra Pizarnik, pero también es un abrazo a una generación invadida por el miedo y la incertidumbre, en la que la salud mental deja de ser tabú para darnos de la mano unas a otras. Un libro completamente ilustrado que hay que tener en casa como libro tesoro, que decora la estantería lleno de manchas de dolor, sangre y vino.

[Jimena Pérez · Rating 5 out of 5]

Escogí este libro como lectura complementaria a la Poesía Completa de Alejandra Pizarnik y no puedo estar más feliz de haberlo hecho.
Ana Müshell, con una narrativa autobiográfica, nos presenta a la poeta argentina como un salvavidas en medio de lo que fue la época más oscura de su vida. De alguna forma, las heridas de Alejandra, sanaron las suyas; sus versos tristes, funcionaron como bálsamo; su oscuridad, arrojó luz...
Alejandra Pizarnik y los efectos colaterales de su poesía están siendo mi descubrimiento del año.
"Nadie quiere mi poesía", decía ella... Yo ya la quiero, maldita Alejandra.❤️‍🩹

[p33€3 · Rating 4 out of 5]

Estaba muy entusiasmado con este libro, me enganchó muchísimo, pero llegó un momento de pausa, un parón en el que me daba pereza continuar, lo veía en mi mesita juzgándome hasta que volví a él. Que gozada de final y es que todo el mundo está enamorado de flora.

[Gonza M Fontán · Rating 4 out of 5]

Las ilustraciones me gustan mucho e ir conociendo la vida de Alejandra, también. Me encanta la idea, pero se me hizo dura y, a veces, me pareció demasiado insistente. Me gustó mucho de todas maneras y me gusta cómo va evolucionando.

[Lucia · Rating 5 out of 5]

“Y en esa pulsión de muerte queda flotando un ansía de vida que se adhiere a sus poemas, a sus textos. Por eso leerla es desear estar viva, aunque tantas veces nos hable de la necesidad y de la urgencia de morir.”

5⭐️

[Tami Secrettland · Rating 4 out of 5]

Primera lectura del año ♥️

Tengo que reconocer que ha sido un gustazo terminar y empezar año acompañada de Ana Müshell y Alejandra Pizarnik. Tenía ganas de conocer la poesía de Pizarnik y no sabía si era buena idea comenzar este libro sin conocer todavía nada de la autora, ahora se la respuesta. No pude haber tomado mejor decisión.

En este libro ilustrado con mimo y cuidado por Ana Müshell, ella misma en forma de diario nos acerca a la autora de una manera magistral. La autora decide comenzar un diario durante una época que no pasa por su mejor momento en cuanto a salud mental. Sin darse cuenta va entrelazando sus días con el refugio que le ofrece la vida y obra de Alejandra Pizarnik.

Poco a poco la vida de estas dos mujeres se entrelazará, y las similitudes de ambas vidas será el eje central de esta historia. Aunque lo mejor sin duda serán todos los matices que nos ofrece, como la figura de una de las grandes poetas de la historia consigue impulsar e inspirar para salir de ese pozo sin luz a esta joven treintañera.

🦋Un libro inspirador, cargado de un mensaje liberador. Que bonito ha sido descubrir a Alejandra a través de la pluma y los pinceles Ana. Gracias por este viaje, y por tanta carga sentimental en cada una de sus páginas.

[Gorgowood · Rating 4 out of 5]

Un libro crudo, con una Pizarnik fácilmente reconocible para las que la conocemos de su poesía.

Una protagonista con una voz fuerte y sin medias tintas.

Unas ilustraciones muy acordes. Un tesoro de estantería

[Sol · Rating 5 out of 5]

''Aprender a andar sin caerse por un mundo escorado.''

A Pizarnik la siento ya como una vieja amiga, aunque sólo hayan pasado 5 años desde la primera vez que la leí y lo revolviera todo. Ella fue la puerta a muchísima más poesía en mi vida, aunque ella misma entrara por una creciente necesidad de expresión en esos años. No fue el momento exacto, pero sí que recuerdo su lectura en momentos de espirales de deseperación, en compañía, en momentos que pensaba demasiado a menudo en cómo y cuándo se suicidaron ciertas poetas. La lectura sobre la muerte, sobre la separación con el mundo y sobre el sentimiento de desesperación ante esa imposibilidad comunicativa y de conexión, tiene algo de placer masoquista, de tonteo con la completa desaparición, pero es extrañamente en ese lugar donde a veces encuentras la cura y las ganas de vida. Y me alegra haber encontrado esto en este libro, me alegra que este libro sea esto y en una hermosísima forma de ilustraciones y palabras (empezando con el bonito prólogo de Luna Miguel).

''Y esa pulsión de muerte queda flotando un ansia de vida que se adhiere a sus poemas, a sus textos. Por eso leerla es desear estar viva, aunque tantas veces nos hable de la necesidad y de la urgencia de morir.''

Además, poco antes de descubrir a Alejandra, leí la Naúsea de Sartre y me quede prendada, enganchada a ese sentimiento, a ese estilo narrativo en forma de diario de la locura. Este libro también esta narrado como una sucesión de días en los que se van entremezclando el estudio y caminino vital que tuvo Pizarnik y los pasos que da la autora en lo relativo a su vida personal acompañada por la autora que se le presenta en su espacio. Es una historia que me ha parecido la forma perfecta de hacer un homenaje a la figura de Alejandra Pizarnik, de conocerla, y casi que me parece el único modo de poder hacerlo de forma honesta y vulnerable (últimamente nos gustan mucho esas palabras). En el dolor encontramos acompañamiento. Y en este libro he encontrado lo que significó leer a Alejandra Pizarnik por primera vez, al menos en gran parte, cada una con nuestros torbellinos y soledades.

''Lloro porque había olvidado que a veces la soledad se evapora.''

Cada una con nuestras metamorfosis y caminos de sanación.

''Vas a tener que crear nuevos caminitos en tu cerebro para esa bolitas que te hacen sentir bien.''

Cada una con nuestra valentía.

''Que quizá este sea el momento de recoger raíces y llevarlas conmigo a donde me quieran llevar los días, ahora que soy tan volátil.''

Cada una con nuestros miedos a los que sonreimos con cierta cotidianidad porque los miedos se pueden convertir en motores y en un aviso de lo que nos importa y queremos. En la ausencia. Aunque ya no estés.

''Tú te irás y yo me quedaré preparando el café, preparando los días, preparando la soledad.
Preparo las crisálidas para cuando el miedo vuelva , porque volverá y no pasa nada.''

[Cecilia · Rating 5 out of 5]

"Ella lo esperaba todo de la palabra y muy poco de la vida en sí."

El día que empecé este libro no pude soltarlo hasta terminarlo. Me sumergí por completo en el diario de la protagonista y en sus páginas llenas de ilustraciones, en los fragmentos biográficos de Alejandra Pizarnik y en la metáfora de la metamorfosis que involucran los procesos de sanación en salud mental a través de las tres partes en las que se divide el texto: 

1) Larvas: nos presenta la depresión, fobias, ansiedad, crisis de pánico y la soledad o la sensación de esta.

2) Crisálida: la búsqueda de ayuda, ir a terapia, indagar en unx mismx.

3) Suave insecto con alas: aprender a curarnos, entendiendo que la medicación es solo una parte del proceso de recuperación y que "entender es también tener menos miedo"

A medida que avanzamos en esta metamorfosis iremos en el sentido inverso con la historia de la poeta hasta llegar al momento de su prematura muerte , generando un contraste agridulce pero con un final reconfortante en la historia de la protagonista, terminando con esta frase: 
"maldita Alejandra. No sabes cuánto me has ayudado."

TW: suicidio, agorafobia, depresión

En resumen, toca temas de salud mental, el famoso síndrome del impostor, sexualidad, amor propio, amistad y literatura. Todo esto envuelto en un humor negro muy particular y rodeado de ilustraciones que lo hacen aún más adictivo de leer.

Menciones a otras escritoras y escritores: Julio Cortázar, Sylvia Plath, Vicente Huidobro, Simone de Beauvoir, Federico García Lorca, Virginia Woolf, entre otrxs.

¡Lo recomiendo de todo corazón! Se fue directo a mis favoritos del año.

[Javier · Rating 4 out of 5]

Hablemos en primera persona de un trastorno de ansiedad, de una ruptura y de un naufragio personal y hagámoslo hablando con Alejandra Pizarnik amando su obra y su vida.
El texto precioso, sincero y valiente.
Las ilustraciones maravillosas.

[Mar&Lecturas · Rating 4 out of 5]

Hay que ser muy valiente para abrirse de esa manera… como profesional de la salud mental lo agradezco, este libro me ha ayudado a entender más a mis pacientes. Llegué a él porque me estoy leyendo los diarios de Pizarnik y qué maravilla ambos libros. Qué sensibilidad.

[Noèlia · Rating 4 out of 5]

Totes portem a Piz al coret.

[Marina Ortega · Rating 3 out of 5]

https://www.cargadaconlibros.com/mini...

[Terremoto · Rating 2 out of 5]

Ufff, no era para mí. Un mal momento para leerlo o simplemente no he conectado con él. Me llevo conmigo las bellísimas imágenes y alguna que otra cita muy hermosa.

[Mara · Rating 5 out of 5]

“Hacer café para soñar más rápido y así despertar y seguir leyendo” 🧚🏽‍♀️

[Silvia March · Rating 5 out of 5]

Me ha dejado el corazón blandito.
En todo caso, me ha encantado.
Gràcies per apropar-nos a Alejandra Pizarnik i per contar-nos la teua història.

[Sand · Rating 3 out of 5]

Un paseo por la salud mental, la desesperanza, esperanza, y finalmente la ansiada resiliencia. Me ha pillado en un momento que no he conseguido verme inmersa del todo, pero es un paseo que merece la pena recorrer.

[val · Rating 4 out of 5]

4.5. De primeras me pareció bien extraño y casi obsesivo el tema de las apariciones de Alejandra. El final me dejó melancólica, me terminó gustando a pesar de que no conecté con la historia de la protagonista. Alejandra una grande, siempre estarás viva en tus letras🤍.