Jump to ratings and reviews
Rate this book

O Reino #2

آلة جوزيف فالسر

Rate this book
العشب دائمًا أكثر اخضرارًا على الجانب الآخر، هكذا تكون الرتابة بالقرب منّا بينما الأشياء المذهلة بعيدة المنال دائمًا. يعرض تافاريس مجموعة من الأفكار التجريدية، في روايته تجريد الحرب والمجتمع والعمل وعلاقة الإنسان بالآلة والعلاقات الإنسانية وأخيراً القدر، كل هذه الأفكار التجريدية بالبعد الكافكي الصارم. وبالتالي، لا يمكن اختزال كل حدث فردي، بل وفق رؤية الرواية؛ الأحداث بمجملها مترابطة بعلاقة سببية أو غيرها، وإذ أنّ الفرد المبدع دائمًا ما يكون أكثر من مجموع أجزائه، لكن التافهين، بطريقة ما، يتمكنون من البقاء أقل من مجموع أجزائهم، ولذلك الوجود البشري بأكمله بالنسبة إلى فالسر البطل ليس إلا مجرد مجموع بسيط. حين تقرأ الرواية تجد نفسك تحت تأثير عدة متناقضات مترادفة حي وجامد، تعاطف ولامبالاة، حب وكراهية.

Paperback

First published January 1, 2004

11 people are currently reading
887 people want to read

About the author

Gonçalo M. Tavares

113 books976 followers
Gonçalo M. Tavares was born in Luanda in 1970 and teaches Theory of Science in Lisbon.
Tavares has surprised his readers with the variety of books he has published since 2001. His work is being published in over 30 countries and it has been awarded an impressive amount of national and international literary prizes in a very short time. In 2005 he won the José Saramago Prize for young writers under 35. Jerusalém was also awarded the Prêmio Portugal Telecom de Literatura em Língua Portuguesa 2007 and the LER/Millenium Prize. His novel Aprender a rezar na Era de Técnica has received the prestigious Prize of the Best Foreign Book 2010 in France. This award has so far been given to authors like Salmon Rushdie, Elias Canetti, Robert Musil, Orhan Pamuk, John Updike, Philip Roth, Gabriel García Márquez and Colm Tóibín. Aprender a rezar na Era da Técnica was also shortlisted for the renowned French literary awards Femina Étranger Prize and Médicis Prize and won the Special Price of the Jury of the Grand Prix Littéraire du Web Cultura 2010. In 2011, Tavares received the renowned Grande Prêmio da Associação Portuguesa de Escritores, as well as the prestigious Prémio Literário Fernando Namora 2011. The author was also nominated for the renowned Dutch Europese Literatuurprijs 2013 and was on the Longlist of the Best Translated Book Award Fiction 2013.

Gonçalo M. Tavares nasceu em 1970. Os seus livros deram origem, em diferentes países, a peças de teatro, peças radiofónicas, curtas-metragens e objectos de artes plásticas, vídeos de arte, ópera, performances, projectos de arquitectura, teses académicas, etc.
Estão em curso cerca de 160 traduções distribuídas por trinta e dois países. Jerusalém foi o romance mais escolhido pelos críticos do Público para «Livro da Década».
Em Portugal recebeu vários prémios, entre os quais, o Prémio José Saramago (2005) e o Prémio LER/Millennium BCP (2004), com o romance Jerusalém (Caminho); o Grande Prémio de Conto da Associação Portuguesa de Escritores «Camilo Castelo Branco» (2007) com Água, Cão, Cavalo, Cabeça (Caminho). Recebeu, ainda, diversos prémios internacionais.

Ratings & Reviews

What do you think?
Rate this book

Friends & Following

Create a free account to discover what your friends think of this book!

Community Reviews

5 stars
258 (29%)
4 stars
409 (46%)
3 stars
168 (19%)
2 stars
31 (3%)
1 star
8 (<1%)
Displaying 1 - 30 of 69 reviews
Profile Image for Vit Babenco.
1,782 reviews5,779 followers
April 26, 2022
The grass is always greener on the other side…
Distance was proportional to astonishment. When events took place just a few inches or feet away: no big deal, just monotony. Monotony exists in close proximity to mankind, while astonishing things are always out of reach.

On reading this, I at once fell under the spell of the novel.
Alive and inanimate… Empathy and indifference… Flesh and steel… Love and hatred…
Soldiers go into the houses that are near the site of the explosion, ask questions, respond brusquely to insignificant answers, but there’s no other kind of answer to be had; they make great haste, there’s a certain nervous excitement in the people, the enemy is sought with an inexplicable enthusiasm, love has never been sought after like this, never at any time, never in any place has anyone ever been so passionate in love as they now are in hatred…

Joseph Walser's Machine is a set of abstractions: abstraction of war, abstraction of society, abstraction of work, abstraction of relationships and at last the abstraction of fate. And Gonçalo M. Tavares limns all these abstractions with the strictly Kafkian aloofness.
Each individual event could thus be, not reduced, but likened to – the question was one of equivalence, identity, not of reduction or a loss – the sum total of one’s gestures, the way that a machine – as complex as it might be, as marvelous as its actions might be – is nevertheless nothing more than the sum total of its parts, which, under certain circumstances, perform actions. Walser didn’t think it right for Man – purely by virtue of being able to reflect upon the mechanisms of his existence – to pride himself on being so very different from machines. Merely being able to distance oneself from one’s constituent mechanisms doesn’t mean that those mechanisms cease to exist. Thus, a human existence was, for Walser, a simple sum.

A creative individual is always more than the sum total of his parts but philistines, somehow, manage to remain less than the sum of their parts.
Profile Image for Guille.
1,004 reviews3,272 followers
November 3, 2023

“¿Qué es más inmoral en estos tiempos, matar o aprender geometría?”
“Era un hombre extraño…”. Así empieza la novela de Tavares, la segunda de su tetralogía “El Reino”, compartiendo paisajes, momentos, atmósfera, dificultades y algún que otro personaje con su predecesora, “Un hombre: Klaus Klump”. Y no encuentro una forma mejor para empezar estos comentarios que esas mismas palabras.

“La máquina de Joseph Walser” es un libro extraño, unas pocas páginas que requieren una lectura lenta, reflexiones constantes, insistentes relecturas, tiempo para digerir y entender. El terreno que pisamos no es del todo conocido y está minado. Se avanza, pues, con desasosiego, con inquietud, a veces a oscuras, desorientado, expectante. Es una aventura leer a Tavares.

Su Reino es frio y frías son las personas que lo habitan, un lugar indeterminado en un tiempo indeterminado. No es nuestro mundo, no somos nosotros, aunque señala deficiencias propias que rápidamente identificamos y sitios que reconocemos como posibles. Una literatura fría que en este caso denuncia precisamente la frialdad del ser humano, lo que nos impide acercarnos, la indiferencia de los que se esconden en sus casas tras los cristales “endurecidos por la escasa curiosidad de sus ocupantes”.

Walser, la cara oculta de la luna visible que fue Klaus Klump, está preparado para no querer a nadie, se ha alejado tanto del mal como del bien. ¿Quién o qué es el objeto del título, la máquina de trabajo de Walser, la que adora, cuyo sonido del motor se confunde con el latido de su propio corazón? ¿O es Walser la máquina en cuestión?
“…más repartida que la maldad está esa indiferencia universal que nace del hecho de que los cuerpos se hallen violentamente separados incluso en tiempos de tranquilidad.”
La ciudad está en guerra, hay quién la defiende, hay quien se resiste, hay quien mete su coraje en una bolsa de plástico y espera, “muchos ciudadanos quieren aumentar sus conocimientos laterales mientras otros mueren fusilados en plazas evidentes y nada ocultas”. Los indiferentes tienen una mayor probabilidad de sobrevivir, se quedarán con las mujeres de los caídos, ilustrarán los libros de historia que están por llegar, los escribirán.
“La existencia humana, su esencia, no se había desplazado un solo centímetro treinta siglos después de tres mil conflictos. Si quieres desplazar la existencia es evidente que no lo lograrás con la guerra… Pero ni siquiera la paz cambiará al hombre, claro. La suerte está echada desde hace mucho tiempo.”
Walser ama a su máquina, se hace uno con ella. La máquina hace una y otra vez lo mismo, las repeticiones tranquilizan. Las máquinas hacen exactamente lo que queremos que hagan, qué puede haber más indiferente que una máquina. Pero a veces hay accidentes, el azar interviene, “ninguna máquina es pacífica”. Walser sufrió un accidente, una pieza suya, un dedo, tuvo que ser amputado, sin arreglo posible, dejó de servir para su cometido, fue apartado de la máquina. Su vida cambió.

Walser no nació para protagonista, “ningún acto de su existencia había provocado un solo silbido, insulto o aplauso”, uno más entre muchos más, influenciable. Klober Muller, su patrón, el amante de su mujer, le condicionó con su filosofía de la individualidad, del odio al otro, a lo diferente.
“…somos creativos porque queremos encontrar una explicación solitaria, una explicación individual, una explicación que no tenga par, que no tenga un doble, que no sea posible acompañar, una explicación egoísta, dirán algunos, sí, egoísta, claro. Más que eso: rencorosa: una explicación que odia a las demás, que las combate; pero las combate no solo para vencer a las demás explicaciones, sino para vencer, derrotar, eliminar a los propios hombres portadores de otras explicaciones solitarias. La explicación solitaria, la ciencia individual por excelencia, en el límite, quiere eliminar todas las demás existencias, porque las odia; y las odia simplemente porque otra inteligencia y otra posibilidad de soledad son la prueba de que solos no ocupamos el mundo.”
Pero Walser está orgulloso de su individualidad. Walser se encierra cada día en su habitación a disfrutar de su colección de piezas metálicas, nunca mayores de 10 centímetros, sin utilidad alguna más que la de formar parte de su colección. Se recrea en ella indiferente a la guerra, a los amigos fusilados, a su mujer adúltera, a los muertos encontrados en la calle, una oportunidad para aumentar su colección con una hebilla. Una colección que lo diferenciaba de los demás hombres, que disfrutaba apartado de los demás hombres, una colección irracional para alguien educado en la racionalidad absoluta, su huella en el mundo.
“Joseph Walser jamás se había acercado a nadie. Todavía no era el verdadero hombre, como decía Klober, el hombre que cuando se acerca lo hace para matar, pero ya había en él algo harto significativo: cualquier acercamiento a otra existencia, no siendo aún para eliminarla, era ya, desde hacía mucho, para no amar.”
“El Mal, a veces, tan extrañamente como aparece, desaparece” y así la guerra se fue diluyendo ante la desidia de unos y de otros. Pero el fin de la guerra no trajo la paz a Walser ni mucho menos a Klober. La indiferencia de Walser difícilmente podía coexistir con el afán de dominio de Klober, con su afán totalitario. Y no es lo menos extraño, lo menos inquietante, que el azar intervenga en la lucha y decida el vencedor.

Joseph Walser y su máquina es de la estirpe de Bartleby, de Mersault, de Josef K. Ya saben a qué atenerse.
Profile Image for Mariel.
667 reviews1,209 followers
April 22, 2012
"Walser tries to figure out if the brutal division of the functioning of his heart from the functioning of the machine's motor, whenever it stops, is anything like the division of a man's heart from the man himself. He has read that a non-fatal heart attack is sometimes described in this way: the organ retreats from us, at great speed... but then it comes back. The heart retreats from the rest of the body."

I'm bothered again with the ridiculousness of someone like me thinking about this stuff. I can only do it half assed (hey, too generous) before my brain strokes out. There is precious little written about Joseph Walser's Machine on the internet (unless I don't know where to look) so I'm on my own here. "That's close enough," and then I can set my home made crafts work in the garage. It's a heart made of clay. I could go on touching the parts like some kid who got a hold of some magnets for the first time. "Look, ma! They oppose each other." It feels stolen, somehow, for someone like me to have philosophical rumblings in my tummy or some other place (my biology isn't too good either. It's a machine that pulls against me). The last time I got my hair cut I was in the chair next to some chick who wouldn't shut up. One of the things she said that stood out in my mind was blah blah "My spiritual adviser is Tim Teebo..." (people here are still far too pleased to have met him during his college ball years). The guy cutting her hair says in a way that I've been trying to emulate ever since: "That's great.... BUT HAVE YOU SEEN AVATAR?!" (followed up with some Ferngully type of earthly togetherness shit) I sat in my own chair (my hairdresser didn't care about my philosophical or spiritual nothing) couldn't think of anything better to say to that. I've got nothing.

Joseph Walser works on his machine every day. The world would not be more than a stretching out gray space under the lines of his arm and his machine. Mind to gears and peace of concentration. Maybe not peace but somewhere to go like a force field that isn't going to bounce back anywhere else. He works on his collection of small, unattached metal pieces under four inches wide to line up in his top secret no girls allowed private home workshop. I couldn't explain what makes up his life any better than my own impulses. Blind bats in cave, in wartime, and moved towards routinal (ooops, spellcheck says that you CAN'T combine routine with retinal) workings.

"Like a member of a completely different species, Walser did something on that day that he never dared to do again: when the machine was resting, with its motor turned off, he walked over to it and, with his right hand, the hand that was now deformed and reduced in size, he touched the side of the machine, touched its metal lightly, and as he touched it he felt, strangely, something like the reconstitution of the finger that had been amputated- and he smiled. "It's still hot," he said."

I know how he feels. Laverne and Shirley laugh at me and reject my conveyor belt dreams of security. Bitches.

"I can draw near to anyone without fear because I know I won't love them. I am prepared to not love anyone- and this sentence, thought in this way, felt like a powerful weapon- in wartime- a powerful defense against the hostility of the century. Walser didn't even own a pistol, but he had eliminated the great weakness of existence, he had made the principal fragility of the species disappear: he had no inclination toward love or friendship!"
Not that I've ever done this! ....

I don't understand the die in the hand or the will required to roll either. It's a mysterious pull and I could lose my hand in its factory. I don't know how to talk about this either (I never do. Damn machine). I don't know about what people look like when I'm concentrating on my own machines and I don't know how to do more than stand there as everything falls apart or puts itself back together. Past forgotten, replaced, noisy . Walser probably wouldn't read his own book either. It's too hard to listen to more than one machine synchronizing with your tin man heart beats. Where the hell is that philosophy factory located, anyway? They only make prisons here.

Dammit but I do suck at describing books on the internets. It reminded me of some Kids in the Hall skits in tone. I wish that I could write one. Scott Thompson would play Klober. I would laugh in the dark and my mental moths would fly at the glare from the television screen at Scott's face who sounds like he knows what he's talking about but damned if I don't know why it shouldn't be so. In times of woe and war people do this... Are you a man or a mouse? No man is an island! I fucked your wife. I always liked you, you know. Look at all the people go by.

"When you see a body that constantly changes position, you are looking at a child," says someone. I know.

My reviews always come out sounding like this bull shit. It really is silly for someone like me to try and talk about philosophical shit. Thank you for reading and you are probably some kind of a saint. I have seen Avatar. Sighs.

P.s. I accidentally skipped the first in the series. I already have Jerusalem so methinks I'll read that one next.
Profile Image for João Carlos.
670 reviews315 followers
December 18, 2016

Wilhelm Heise (1892 - 1965) - Self Portrait, 1926

”A Máquina de Joseph Walser” (2004) é o segundo romance da denominada tetralogia do escritor português Gonçalo M. Tavares (n. 1970) intitulada O Reino; ”Um Homem: Klaus Klump” (2003) – 4* é o primeiro volume, ”Jerusalém” (2004) - 5* o terceiro e ”Aprender a Rezar na Era da Técnica” (2007) o quarto.
A acção de ”A Máquina de Joseph Walser” decorre no mesmo período e no mesmo cenário do que ”Um Homem: Klaus Klump”, numa cidade, uma paisagem de guerra, possivelmente, durante a Segunda Guerra Mundial.
O protagonista de ”A Máquina de Joseph Walser” é um homem enigmático, um coleccionador, casado com Margha Walser, sem filhos, que se veste e calça de uma forma “irresponsável”, ”Não eram apenas os sapatos, todo o vestuário era antigo, fora de moda, descuidado. Não viviam com dificuldades excessivas: Joseph não poderia comprar roupas caras, mas era evidente que o seu desleixo não se devia a limitações financeiras. Joseph Walser era um homem estranho, falava pouco. O descuido na sua forma de vestir não era mais do que o reflexo de algum descuido em relação ao exterior.” (Pág. 21 – 22), trabalha na fábrica que pertencia ao império de Leo Vast, operando com uma máquina que exige a máxima atenção e concentração: ”Tal concentração não constituía, aliás, uma opção individual, mas algo inerente à perigosidade da máquina: qualquer distracção poderia provocar um acidente com repercussões graves.” (Pág. 22)
Na fábrica, ”Dada a natureza do seu trabalho e da máquina perigosa com que contactava, Joseph Walser não precisava de maior intensidade na vida. A chegada da guerra e a invasão da cidade foram encaradas por ele como acontecimentos quase enfadonhos.” (Pág. 26), Walser repete horas a fio os mesmos movimentos; em casa, no seu escritório colecciona pequenas peças metálicas que não podem ultrapassar os dez centímetros de dimensão, e onde ninguém a não ser ele pode entrar.
Joseph Walser desloca-se todos os sábados a casa de Fluzst M., onde juntamente com o anfitrião e mais três amigos, jogam aos dados, apostando quantias baixas. ”Os cinco homens trabalham todos na mesma fábrica. (…) Todos eram casados, e as mulheres eram os principais incómodos para cada jogador.” (Pág. 29)
É nesta conjuntura de vida, entre o dia-a-dia laboral e guerra que Joseph Walser pretende manter-se neutral ”Via guerra como uma ciência que não dominava: não percebia o que era, não entendia os métodos, as estratégias, as formas de calcular. Não devo falar do que não entendo, (…), muito menos devo agir sobre o que não entendo. Deve assistir-se àquilo que não entende. Apenas.” (Pág. 35)
Tudo estava, pois, calmo, a sua vida mantivera-se intacta, inalterável. (Pág. 36), até que um dia, ”(…) acabada de sair de uma casa Joseph vê uma mulher (…). Joseph Walser, com as mãos nos bolsos, sorriu: Mais um adultério, murmurou. Mas o sorriso terminou logo ali: (…). Reconheceu o casaco, reconheceu os sapatos: era a sua mulher.” (Pág. 36 – 37)
Depois deste longo enquadramento narrativo o que é que pode acontecer a Joseph Walser?
”A Máquina de Joseph Walser” tem uma estrutura narrativa singular, linear na cronologia mas fragmentada nos conceitos, com um suspense susceptível de manter o leitor interessado na história e no seu desenvolvimento, aumentando progressivamente a tensão entre as diferentes personagens, entre a neutralidade e a indiferença, mas, sobretudo, pelas omissões e pela maldade de Joseph Walser, chocando-nos pelas suas atitudes, pela falta de escrúpulos e da forma como reage ou, melhor, como não reage.
Gonçalo M. Tavares escreve mais um excelente romance, manipulativo, alegórico e metafórico.
Profile Image for Alma.
751 reviews
July 7, 2020
"A maldade é uma categoria do raciocínio. Não é uma invenção sobrenatural., nem cresce a partir de substâncias inscritas nos vegetais comestíveis. A maldade é uma categoria do instinto, sim, mas também do raciocínio, da inteligência."

"Enquanto a sombra repetir no chão o teu corpo inteiro eis que te encontras vivo e completo."

"A única hipótese de sermos permanentemente racionais é obrigarmos a emoção a manter-se, em qualquer circunstância, a um nível constante."
Profile Image for Teresa.
1,492 reviews
August 16, 2017
Este é o segundo volume da tetralogia O Reino. Cronologicamente, está situado no mesmo ponto do anterior; decorre a guerra que serve de pano de fundo a uma outra guerra: a do indivíduo com as máquinas, as quais exigem dedicação absoluta sobe pena de perda física e mental.

"Ser feliz já não depende de coisas que vulgarmente associamos à palavra Espírito. Depende de matérias concretas. A felicidade humana é um mecanismo."

Ao contrário do primeiro livro, mantive-me sempre distanciada emocionalmente, quer das situações, quer das personagens. Também me pareceu haver alguma falta de coesão entre a acção e os pensamentos filosóficos.
Mas, talvez esta minha indiferença, e em certas passagens repulsa, seja reveladora da arte de bem escrever de Gonçalo M. Tavares; pois afinal o tema é a ligação homem/máquina onde não há espaço para a emoção. Faltam-me dois livros para tirar as teimas...
Profile Image for Eric.
310 reviews3 followers
November 29, 2017
”If individual happiness depends on these mechanisms and also become predictable, existence itself will, therefore, be redundant and unnecessary: there will be no expectations, struggles, or apprehensions.

“They speak of machines of war, but there is no such thing as a peaceful machine, Walser.”


Dancing dreadfully close to nihilism, Joseph Walser’s Machine is the second of Gonçalo Taveres’ four-book Kingdom series.

The first, Klaus Klump, walked us through the transformation of a man who learns ruthlessness as a response to itself; he being the citizen of a city under siege in the midst of an unnamed, unidentified conflict. Walser’s Machine uses the same setting, its events occurring in parallel, placing Joseph Walser, a machinist, into a position where he struggles to find some order in the chaos.

Tavares’ writing is, as in Klump, wandering, but also abrupt, direct, and curt. The character’s thoughts and motivations blend with that of the author's to deliver the narrative, and take the reader along on Taveres’ ponderings regarding the nature of man in the face of its most despicable of actions.

Walser lives a relatively normal life. Some would say a dull one. He works as a machinist, fulfilling the same mundane task daily, week after week, month after month; he loves his wife distantly, in a comfortable and banal marriage; and he collects small metallic objects of a certain size, useless objects to others, but everything to him, carefully measuring, and logging them into his 'collection'. It's this strange collection in which he finds greatest value when the other parts of his life are called into question.

There is some very strong commentary on how individuals find interior calm within peripheral madness, whether it's the struggle of daily life in monotony, or the threat of death at the hands of an invading army - Tavares balances the two well, displaying them in parallel. How one works to find fulfillment, whether through lechery, hoarding, an occupation, or rebelling against chaos itself, is at the very heart of the story, as Walser grasps for the straws that keep him grounded.

The only way we can be permanently rational is by forcing our emotions to remain steady in any and all situations.

“Like the oil inside a machine,” joked Klober, “which has to remain within certain defined areas in order to be effective!”


Despite the quotes I've clipped for this review which make it seem quite hopeless, there is a quiet and distant optimism that runs through the narrative. I am, however, concerned that Tavares is weaving a post-modernist tale of humanity gradually learning to accept and adopt its ‘evolutionary rawness’; that the relinquishing of conscience and morals is the only thing that makes sense in the face of our depravity, and it's actually the next step in our progression. That, in order to survive as a species, we must exchange our moral selves for an emotionless machine one. Down that road lies hopelessness and nihilism, and it’s not a path that I care to read about or see this series commit.

My concern is compounded by the praise heaped upon Tavares by José Saramago, an author who I also admire, and who was an unabashed atheist. His adoration of Taveres’ writing is warranted, though I wonder if this respect was also rooted in an underlying cynical dismissal of the spiritual self, particulary within this Kingdom series.



I’d like to believe that, rather, Tavares is presenting to us a fable of what happens when we do make that exchange; that this is all intriguing meta-narrative on the devolution of humanity when such views become accepted, and the dehumanized figures which it produces. I think, at this point, it's possible to read the first two books as exactly that, even if that is Tavares' aim with his characters.

This was a good read, and hopefully a layered deconstruction of depravity resulting in barbarity resulting in emotionless machine-men. If, however, it turns out that Tavares is just spouting post-modernist nonsense I’ll be very disappointed.

”Being happy no longer depends on the things that we commonly associate with the word Spirit. It depends on concrete substances. Human happiness is a mechanism.”
Profile Image for Os Livros da Lena.
298 reviews320 followers
October 16, 2022
REVIEW 📚 Livros de Maio 📚 A Máquina de Joseph Walser, de Gonçalo M. Tavares ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
35/2020
.
Foi a segunda vez (no mesmo mês) que li Gonçalo M. Tavares e fiquei novamente rendida! 🤓📖📚
.
O Mestre Saramago disse que há um antes e um depois de Gonçalo M. Tavares. Não podia concordar mais! Qualquer um há-de transformar-se depois de atravessar e ser atravessado por tamanha crueza e verdade nas palavras.
.
.
E que ligação que ganhei aos personagens! O Encarregado Klober, que abarca em si o poder incontornável (?), a hegemonia do capital, a revolução industrial, as limitações da modernidade, a altivez do mercado do conhecimento, a máquina castradora. Uma personagem igualmente brilhante e repugnante, pelo que abarca!
.
.
E Joseph Walser! Que, no silêncio, nos trata como iguais, que nos faz adorá-lo por ser tão humano.
Profile Image for Anna Catharina.
626 reviews60 followers
December 4, 2021
Nicht mein Buch. Ich kann mit solchen metaphorischen Texten nichts anfangen, bei denen ich das Gefühl habe, die Hälfte der Bedeutungsebenen weder zu erkennen noch zu begreifen.
Profile Image for João Pinho.
50 reviews30 followers
January 16, 2022
Num gabinete de uma fábrica, num Domingo monótono e aparentemente normal, e numa sociedade regida pela razão, pelo método científico, que organiza os indivíduos de forma útil, eficaz, produtiva, um homem quer suicidar-se, deixando tal acto às mãos da sorte de um jogo. Mas não joga sozinho. À sua frente tem Walser, um homem que demonstra uma indiferença radical pelos acontecimentos exteriores, pelos seres humanos. Mais uma vez, o seu quotidiano é afectado por algo irracional, que não é controlado pelos pequenos movimentos dos seus dedos: o mundo é caótico
Profile Image for Carolina.
166 reviews40 followers
June 16, 2016
Embora este #2 da tetralogia «O Reino» não seja tão visceral como o #1, levanta algumas reflexões similares: novamente, o corpo enquanto locus de estudo. A guerra também aqui toma lugar (é o mesmo universo), mas de forma mais distanciada. Dela só encontramos o cadáver, mas não tanto a violência.

Porém, a força que conduz esta narrativa é outra: a máquina social, que reproduz no infinito e que castiga o produto desenquadrado. A solenidade do policiamento das intenções humanas enquanto complacentes com os desígnios em vigor, implantados convencionalmente pelo que acidentalmente acabou em posição de poder. A exclusão implacável daquele que não é conivente.

Também neste volume, a deficiência assume-se como condição que separa o indivíduo da sociedade – uma separação que começa quer do lado de fora, quer do lado de dentro. Também a natureza da deficiência é simbólica: a mutilação do dedo indicador, dedo que aponta e denuncia, como consequência da inadequação de Joseph Walser à máquina que lhe fora pré-destinada.

E a pérola nesta narrativa, a coleção de Joseph Walser – o louvor ao inútil como espaço de libertação dos modelos estabelecidos. Não é na execução eficiente do pragmatismo que nos exercemos satisfatoriamente mais humanos que os demais animais, mas sim no para além da máquina, onde os sapatos são irresponsáveis e nada tem propósito. Há quem lhe chame “imaginação”.
Profile Image for Lee.
171 reviews
November 14, 2015
"Não devo falar do que não entendo, dizia a si próprio Walser, muito menos devo agir sobre o que não entendo. Deve assistir-se àquilo que não se entende. Apenas."

"Enquanto a sombra repetir no chão o teu corpo inteiro eis que te encontras vivo e completo."

"(...) procura-se o inimigo com uma força inexplicável, nunca se procurou o amor assim, em momento nenhum, nunca ninguém esteve assim tão apaixonado pelo amor como pelo ódio (...)."

"Somos todos do mesmo mundo e da mesma eternidade, se me permite usar esta palavra, deveríamos conhecer-nos melhor. Talvez assim existisse amor uns pelos outros, quem sabe?"
Profile Image for Eddie Watkins.
Author 48 books5,557 followers
October 3, 2014
Usually I can write a review to exorcise the grip of obsession a book has on my mind, but I have not been able to go that route with this book, and instead have been rereading it, which of course tightens the grip...
Profile Image for Paul Dembina.
694 reviews163 followers
December 11, 2025
Yet another intriguing book by Tavares. Apparently it's part of a loosely connected series of which I've now read 3. But having read them with large gaps between I have no recall of any particular connections.
Profile Image for jeremy.
1,202 reviews309 followers
March 5, 2012
the third book of gonçalo tavares' acclaimed kingdom series (aka the "black books") to appear in english translation (after jerusalem and learning to pray in the age of technique), joseph walser's machine (a máquina de joseph walser) explores the monotonous, ordered life of its eponymous protagonist, a factory machinist in an unnamed city on the cusp of war. leading a disciplined and predictable existence, walser's life consists almost entirely of routine: the long hours at the factory in front of the same machine, an unremarkable marriage to his wife margha, the weekly dice games with coworkers, and, most notably, acquiring, measuring, and cataloging the small pieces of metal that make up his prized collection and sole hobby. as a military occupation and the ensuing bombardments begin, walser's invariable life is disrupted by a workplace accident, an act of insurrection, and, later, a betrayal that culminates in a frightful confrontation.

tavares' prose is often stark and detached, yet always remains punctuated by a reflective undercurrent. the portuguese novelist is a skilled storyteller, although joseph walser's machine lacks some of the vehemence found in jerusalem and technique. the books that comprise the kingdom series share many existential themes, namely the ways in which an individual, despite attempts to the contrary, often finds himself at the whim of an unforgiving world.

the final volume of the kingdom series, klaus klump: a man (um homem: klaus klumo) is apparently set for future publication by dalkey archive. presumably, the ten books that make up tavares' neighborhood series (o senhor valéry, o senhor calvino, o senhor brecht, o senhor breton, et al) will also find their way into wide-release translation (it appears texas tech university has secured the rights to at least half of these ten titles). the neighborhood series ("o bairro") books seem to be characterized by their playful and philosophical nature, an obvious departure from the cruelty, violence, and indifference that mark the kingdom titles. the prolific gonçalo tavares, somewhat unbelievably for a writer of his relative youth, has also composed works of drama, poetry, and short fiction, as well. as more of his works make their way into translation, english audiences may come to recognize tavares, as much of the international community seemingly already has, as one of the finest and most accomplished lusophone authors as work today.
nonetheless, there are still some remnants of happiness to be found, growing. a woman is selling flowers, a dog is sniffing around with his snout in the air, as if the birds or the clouds were giving off a strong scent. but the sky doesn't really have a scent, except after a heavy rainfall; the sky smells like water for three hours afterward, and there's no smell gentler than this on days with no rain. the city breathes. it speaks of distant harvests, and crops stream into the city from every direction: they grow on trees, then invade the domain of mankind. nature pays no attention to the conspiracy of machines, the frenzied ecstasy of helicopter rotors so eager to show off their deadly capabilities.

*translated from the portuguese with a brief, yet interesting introduction by rhett mcneil (antonio lobo antunes, machado de assis, etc.). curiously, this is the third translator employed by dalkey to undertake the task of rendering tavares into english, following anna kushner (jerusalem) and daniel hahn (learning to pray in the age of technique).
Profile Image for Nuno R..
Author 6 books72 followers
July 1, 2019
Same events and places (as in the first book), different characters. The shift seemed to me this one: now we have a character which aims to be neutral. Not in the sense of having a sort of equanimity to events and people, but actually an indifference to what matters. Peace, war, all the same to him. The character of the first book tried to change radically his morality so that he could "remain" adaptable to changing events around him. This one feels there is nothing to adapt to. The language does not feel as sharp (and violent). Maybe that comes from the personality of the main character and the fact that, unlike in the first book, here everything is felt paradoxically uneventful. One thing that now becomes clear, in the two books's style: politics and personal life have no boundaries. Or, in a more precise way, there is only personal life. Only it is of interest, in terms of political morality.
Profile Image for Alice.
164 reviews
July 31, 2019
Resenha aqui, para relembrar o que a indiferença possa vir a apagar: https://periodicos.ufsm.br/LA/article...

(A MÁQUINA DE JOSEPH WALSER: INDIFERENÇA E TOTALITARISMO
Maria Isabel Bordini

O presente artigo faz uma análise da figuração da guerra no romance A máquina de Joseph Walser, do escritor português Gonçalo M. Tavares. A guerra é apresentada como momento em que se evidencia a relação entre uma postura individual de isolamento e indiferença e a perpetração coletiva das formas mais radicais de violência: aquelas engendradas pelo domínio totalitário. A ligação entre indiferença e totalitarismo encontra-se iconizada, segundo nossa leitura, na relação destrutiva que os personagens Klober Muller e Joseph Walser desenvolvem entre si. A indiferença que ambos manifestam, decorrente do atrofiamento da consciência e da capacidade de julgar, é a contraface da violência exercida em moldes totalitários.)

This entire review has been hidden because of spoilers.
Profile Image for Rafa .
539 reviews30 followers
April 13, 2012
Es la novela Bartleby de la tetralogía.
Profile Image for Kobe Bryant.
1,040 reviews182 followers
April 30, 2020
there was a woman with big boobs, I remember that
Profile Image for João Novo.
29 reviews
December 31, 2020
Joseph Walser é uma homem simples, porém raro e divergente. Ao contrário do que seria de esperar, não aspira alcançar grandes feitos ou ser reconhecido. No fundo, é um homem sem objetivos, satisfeito com a vida que lhe foi atribuída e desejoso de que assim se mantenha. Será errado ser como Joseph Walser? Teremos todos que ter sonhos elevados e apontar a desígnios ambiciosos? Gonçalo M. Tavares reflete sobre estas questões num livro que toca ao de leve nos temas da guerra e do industrialismo.
Profile Image for Ariana Amorim.
50 reviews
March 14, 2021
Releitura:

Sou uma amante assumida da escrita do Gonçalo M Tavares. O convite constante a reflectir sobre temáticas importantes sobre o ser humano e a sua relação consigo mesmo e a sociedade envolvente, conquista-me de cada vez que me encontro entre as suas linhas.
A máquina de Joseph Walser apresenta-nos um retrato de um mundo em guerra, não apenas militar mas também interior de cada um dos personagens. Para entrar neste mundo ,acredito ser necessário desconstruir cada personagem, chegando ao seu âmago e traçando os seus próprios dilemas morais, assumindo desde logo que qualquer ser humano erra.
Este livro é o encontro de refúgio no amor (ou no desejo), o julgamento social, o preconceito perante a diferença, as obsessões irracionais, a guerra, a morte.
December 29, 2022
3,5 ⭐

É curioso, este pequeno livro. Estava aqui guardado há anos, com uma tentativa de leitura que não pegou e que agora, com o desafio que lancei, #lerosdanossaestante, me obriguei a concluir.

Pensei que fosse muito pior. Mas está longe de ser o livro da minha vida.

Joseph Walser é um homem que trabalha com uma máquina, sem erros e há muitos anos. Faz o que mais gosta e transporta o racionalismo da máquina para si próprio, evitando a mínima interferência dos sentimentos ou emoções. É um homem metódico e precisa de ordem para se sentir vivo.

No entanto, o país imaginário onde vive o nosso personagem principal é invadido. Começa a guerra. Há uma súbita mudança na vida das pessoas. Mas como reagem? Permanecendo normais. Fazendo o de todos os dias. A normalidade impõe-se como uma forma de sobrevivência. E não conto mais, senão perde a piada. O resto leiam vocês 🙃

Ainda sobre a matéria do livro, pensei muito nas imagens que passam na televisão e na forma como vemos pessoas na Ucrânia a viverem as suas vidas como se nada fosse. Precisamos da normalidade, da repetição dos gestos banais. Mesmo no meio de uma guerra destruidora.

É também curiosa a forma como o nosso Joseph se torna na máquina que manejava: racional e eficaz. Não se desperdiçam sentimentos com este homem.

Gonçalo M. Tavares escreve muito bem. Deixo aqui algumas passagens que me marcaram. O que faltou, na minha opinião, foi uma maior coerência da matéria do livro: falamos da guerra ou falamos de máquinas? Será o nosso Joseph um autómato ou ganhará alguma humanidade no futuro?

Como não sou um ser muito inteligente, por certo faltou-me alguma coisa importante.

Acho que ainda tenho tempo para mais um livrinho antes de 2023 🙌 Vou ali e já venho. Se não vier, fica encontro marcado para o ano que vem 😃
Profile Image for Sónia.
141 reviews9 followers
September 1, 2024
Gosto da escrita, gosto dos temas abordados. Gosto da mensagem que passa.
Mas o livro em si ficou aquém das expectativas, não me cativou. Li-o com alguma indiferença, não foi uma leitura prazerosa como esperava.
Fica a desilusão de ter sido o primeiro livro do autor que comigo não resultou.

3⭐️
Profile Image for Alexandra dP.
70 reviews
April 5, 2020
«As qualidades essenciais da vida permanecem. E que qualidades são essas? Eis algumas: existe a água e o ar livre, podes mexer os dedos dos pés mesmo estando completamente imóvel, podes mover assustadoramente os dedos dos pés mesmo estando imóvel. A vida tem certas qualidades esquizofrénicas... »
Profile Image for Rodrigo Martins.
31 reviews2 followers
February 28, 2021
Um homem, a sua máquina, uma coleção pessoal e secreta de peças metálicas e a guerra que invade o quotidiano. Walser é um operário fiel ao seu trabalho, à sua mulher e aos seus superiores. A disciplina faz parte de todos os seus movimentos e decisões e a guerra não altera minimamente essa conduta. Aliás, a guerra, ao que parece, muda por completo o estado de espírito da cidade e dos seus habitantes. No entanto, Walser não se mostra minimamente afetado. Está presente em todo o livro uma indiferença quase radical perante os acontecimentos no país sem nome. Walser dedica-se a fazer o seu trabalho rotineiramente. O seu empenho e exactidão no desempenho do seu trabalho com a máquina exigem dele uma continuada atenção. Ele vê a máquina como uma colega de trabalho, uma amiga de longa data de tão próximos que estão entre si enquanto a manuseia. Por outro lado, vê-a como um inimigo, algo que o pode magoar ou até mesmo matar a qualquer momento, sabendo de antemão já ter acontecido uma vez com um antigo funcionário da fábrica. Nunca se esquece que a máquina o vigia constantemente, à espera da mais pequena distração. A máquina e Walser participam todos os dias nessa guerra “abstrata” do racional vs mecânico, daí que durante todo o livro se mostre indiferente perante o advento da guerra “real”. Para ele a guerra já faz parte da normalidade do quotidiano.
É de notar também que Walser é um homem simples, reservado e sem qualquer tipo de ambições, é incapaz de se identificar e consequentemente de se relacionar profundamente com qualquer outro ser humano, inclusive com a sua mulher. Sente-se desintegrado num mundo caótico. A sua máquina e a sua coleção secreta de peças metálicas são um pequeno pedaço de ordem num mundo desorganizado e demasiado complexo para a sua cabeça.
No fundo esta indiferença radical perante as vicissitudes da vida trazer-lhe-à consequências sérias.
Profile Image for Hernán M. Sanabria.
316 reviews5 followers
December 28, 2018
"Sólo hay un verdadero ser no colectivo, no social, como se dice por ahí. Y ese ser no es el que se aísla, no es el que huye a la montaña o al bosque, ese ser es el que mata a los demás, el que quiere matar a todos los demás para quedarse solo al fin, ese es el verdadero ser solitario. (...) No, amigo mío, si uno no está preparado para odiar a los demás hasta el límite no debería haber empezado a ganar fuerza, pues no es todavía lo suficientemente individual. El odio es la gran marca del hombre, de su particularidad propia, de su exhibición de la diferencia".

Fuera de ser un prosista envidiable, Tavares vislumbra reflexiones pertinentes para comprender el panorama político contemporáneo. Las historias de Walser, Klober, Margha, Clairie y los apostadores sintetizan por qué se normaliza con tanta facilidad la indiferencia. La serie El reino se ha convertido rápidamente en una de mi serie de libros favorita.
Profile Image for Bryan Alcazar.
159 reviews2 followers
August 2, 2021
"Él era un hombre común, un hombre que pertenecía a la especia interminable que desde hace siglos recorre el mundo, cargada de ideas nuevas e instrumentos".

Esa definición de Walser es el principal aspecto del protagonista de este texto, serie que pertenece a la famosa serie de "El Reino" de Tavares, donde explora las almas de seres inscritos en acontecimientos extremos, la guerra.
Si bien el texto es una demostración cualificada de la escritura de Tavares, sentí que nunca avanzó mucho al pasar las páginas, como si fuera un libro con 134 páginas de introducción; me faltó algo más de movimiento como se puede apreciar en Klaus Klump. Dicho eso, en una tetralogía es normal sentirnos más a fin a unos libros que a otros, sin embargo, a pesar de que esta historia no me haya gustado tanto como otras, siento que es indispensable a la hora de abordar un juicio sobre el general de la tetralogía.
Profile Image for Miguel.
66 reviews16 followers
January 2, 2021
A cidade bondosa limpa a parte suja que o inferno deixou. Certos corações foram atravessados por um metal claro, amaldiçoados com aquilo que na guerra não é inútil: a matéria densa e incompatível com a vida. O morto confunde-se com uma parte do Outono, três homens roucos ou de voz baixa levantam a massa morta com os dedos fundamentais da higiene; entre as folhas leves castanhas o corpo também castanho, mas pesado. A cidade é eficaz. No céu há um outro mundo impávido.


Acabara de medir a largura da peça roubada ao hospital. Dado o facto de ser a primeira vez que fazia as medições depois do acidente, estava satisfeito: realizara a tarefa com relativa eficácia- Segurando a caneta, com três dedos a empurrarem de um lado e o polegar do outro, Joseph Walser, ainda com a letra tremida e hesitante, debaixo da coluna onde estava registado largura, escreveu: 1,15.
Como o mundo é simples, pensou.


A tristeza de Walser era, teremos de o dizer de novo, lógica e racional; era aquilo que podemos expressar como: melancolia infiltrada nos sentimentos da eficácia.


Um instante antes de os dados saírem da sua mão a sensação era a de que “tudo pode mudar”. Mas os dados saíam e nada mudava de concreto, após o instante de júbilo ou desilusão relativamente à face do dado que ficava para cima: “Nada mudou” era o que exclamaria se os seus pensamentos se tornassem subitamente visíveis.


A cabeça, Walser, estamos num período em que a cabeça é importante. Mantê-la acima do resto do organismo, entende?, acima. Em períodos conturbados a hierarquia deverá ser mantida a qualquer custo: e a cabeça, vossa excelência já o reparou concerteza, foi colocada, no organismo, em local, se assim se pode dizer, privilegiado. Em cima, entende?, no topo. Claro que, por vezes, quase seria melhor que o nosso cérebro estivesse colocado num outro local do organismo, mais protegido. Vim há pouco da rua, Walser, e vi um corpo, um homem - praticamente um homem, diria eu, agora - com a cabeça desfeita por duas balas. E é nestes momentos que se percebe que a inteligência deveria estar mais protegida, deveria ter sido colocada em sítios baixos e não em sítios altos, que são os mais visíveis. Bem vê: não há solução.


(...) o que nunca conseguira era ser exterior à indiferença; ser exterior a si nos momentos, inúmeros, em que se encontrava neutro face às coisas, inerte e em estado de espera perante a possibilidade de um acto ou do seu contrário. Quanto mais intensidade existia no corpo, mais fácil era afastar-se, ser testemunha de si próprio.


À medida que as semanas passavam tornava-se evidente que a guerra teria de ser interrompida. Havia como que uma saturação, digamos, obscenamente, estética: certo modo de a cidade se fragmentar tornara-se irritante, primeiro aos olhos e, a pouco e pouco, intolerável. Não era pois tanto uma imposição moral ou de sentimentos firmes que regressaram; tratava-se acima de tudo de um cansaço no olhar: a repetição das imagens tornava-se excessiva; a exaltação medrosa em frente a um cadáver desaparece, a violência explícita abandonara o espaço central das narrativas para ser integrada, de modo objectivo e neutro, em relatórios. O mais um dito em frente aos cadáveres tornara-se mais violento que a própria matéria, ali, caída, matéria desprovida já do algo humano que desaparecera da mesma forma imediata e misteriosa com que aparecera, no meio da família, no dia do seu nascimento. O desejo de guerra era derrubado, dia após dia, por via dessa fórmula puramente verbal, existente apenas no mundo da linguagem, sem ligações visíveis ao mundo das coisas, esse “mais um”. Era esse mais um que estava a terminar com a guerra. Porque a guerra desde há meses que se repetia, a sensação de já se ter visto isto começava a dominar até os mais ingénuos e os menos lúcidos.
(...)
Como manter a ansiedade no momento em que, de novo, se entra na primeira página? O que ocorreu a cidade, nas ruas, na casa, no país inteiro, nas facas da cozinha, o que ocorreu foi algo de semelhante ao cansaço estético; tão semelhante que se confunde. A guerra começou a entediar; primeiro os menos envolvidos, os que tinham menos a ganhar ou a perder, e depois, a pouco e pouco, até os mais pertos do centro, os que eram mais fortes e portanto mais ambiciosos. Sendo talvez a última das qualidades a enfraquecer, a ambição também entediou, também foi vista, a partir de certa altura, como uma repetição: quero mais, outra vez: E quando o tédio chegou aos mais fortes, aos que mais podiam perder ou ganhar, eis que estava próximo o fim daquilo que se repetia há tempo excessivo. Um sinal, a pouco e pouco, foi ganhando grossura e aproximando-se daquilo que é visível, ansiando por entrar materialmente no mundo. O fim da guerra aproximava-se.


Há quanto tempo, homens e mulheres não tinham direito à preguiça, aos momentos desprovidos de actos úteis, e mais que isso: aos momentos desprovidos de significado.
(...)
Em tempos de grande intensidade alguém que não soubesse para onde caminhava ou para que fazia aquilo que fazia, estaria louco, pois estaria abstraído dos acontecimentos. Afundar-se no mundo abstracto em período de guerra - momento absoluto do concreto, da matéria e das forças que chocam e combatem - era o mais violento dos actos. Talvez mesmo o mais imoral.

Acabou. Murmurava para si próprio, várias vezes no mesmo dia, e vários dias seguidos, parecendo não se cansar de o repetir, pois ainda não o sentia como repetição mas sim como algo surpreendente; repetia: acabou e estou vivo! Como se estranhamente estar vivo pudesse ser o final de alguma coisa.


No jardim, entretanto, avança-se, mas de modo dissipado, como se os corpos fossem matéria que se deixa evaporar. A preguiça instalada. É domingo e o céu não comete erros. Nem uma nuvem.
Displaying 1 - 30 of 69 reviews

Can't find what you're looking for?

Get help and learn more about the design.