Pese a su espíritu trasgresor y a esa aura pretendidamente iconoclasta que lo caracteriza, el mundo del arte parece más bien regido por una serie de reglas y convenciones quizá demasiado solemnes y acartonadas que los artistas rara vez están dispuestos a romper, y que se han perpetuado a lo largo del tiempo alcanzando un grado de sofisticación sin precedentes. Prácticas y rebeldías esquematizadas, sumisiones sobreentendidas, así como puntillosas coreografías sociales dominan la escena artística contemporánea, y a tal grado los valores estéticos se han dejado invadir por unas reglas de etiqueta tan peculiares como estrictas, que el propio Manuel Antonio Carreño -ese gran censor del comportamiento humano, autor del célebre Manual de urbanidad y buenas maneras- habría palidecido de envidia ante el actual estado de cosas.
Pedagogo, artista visual y escritor reside en Nueva York donde es director de programas educativos del Museo de Arte Moderno (MoMA). Sus estudios se centran en temas como historia, pedagogía, sociolingüística, etnografía y memoria. Autor de libros como “Endingness”, “Manual de estilo del arte Contemporáneo”, “Estela y las Hojas”, “The School of Panamerican Unrest”, entre otros.
Mitad en serio , mitad en broma Pablo Helguera nos da un paseo rápido por el mundo del arte convertido en bolsa de valores , oficina burocrática y basurero sobrevalorado.
Helguera's insights into the social quirks of the contemporary art world are funny and cynical, but ultimately pretty accurate. Anyone who has spent any amount of time fraternizing with artists will recognize the situations described. The one downside to the manual is that if taken seriously it presents a fairly bleak view of the art world and its relevance beyond a socialite parlor game..