La amistad es esencial para el ser humano y este libro nos da las claves para evitar la soledad, contactar mejor con los demás y conservar a nuestros amigos Desde su experiencia profesional y humana Enrique Rojas nos enseña en este libro a conectar con los demás, a tener éxito en la vida social, a iniciar nuevas amistades y a conservar y afianzar las que ya tenemos. Tras examinar las claves de la amistad nos ofrece una serie de remedios para superar las rupturas. «Amigos», la última obra del doctor Rojas es una obra práctica y amena que nos ayuda a mejorar las relaciones sociales, a construir amistades más sólidas y a decir adiós a la soledad.
Enrique Rojas Montes (Granada, 1949). Médico español. Catedrático de psiquiatría de la Universidad de Extremadura en excedencia. Sus trabajos de investigación se centran en dos temas: las depresiones y la ansiedad. Sus ensayos han abordado la sexualidad, las crisis conyugales y la voluntad.
Rojas es autor de varios libros de autoayuda, ensayo, artículos periodísticos y otros textos. Sus libros tienen dos vertientes: los clínicos, dedicados a las depresiones, ansiedad, la crisis del pánico, los trastornos de la personalidad y de la conducta; y otros de ensayo y temas humanísticos, sobre la felicidad, la voluntad, el mundo de los sentimientos o el desamor.
Una constante en su pensamiento es la búsqueda de la felicidad. Desde su punto de vista, una vida lograda exige afrontar adecuadamente algunos de los siguientes problemas que afectan a la sociedad actual: el hedonismo, la permisividad, el nihilismo, la promiscuidad sexual y el relativismo. Esta lucha se expone de forma clara en sus ensayos como El hombre light, Remedios para el desamor, Los lenguajes del deseo y otros. Entre sus recientes trabajos, Adiós, depresión, aborda en un tono divulgativo el tema de los trastornos depresivos.
¡Cuántos textos acerca del amor encontramos! Cientos, miles, quizá hasta millones pero... ¿y la amistad? ¿Acaso uno de los vínculos por elección -a veces más largos- que tenemos en nuestra vida no merece la pena tener igualmente cantidades desbordadas de textos?
Este texto trata justo de eso, de la amistad, de esa relación que delata la abundancia o la escasez de educación afectiva que recibimos en casa y que elegimos o no pulir en la edad adulta. ¿Cuántas veces hemos escuchado a padres estreñidos emocionales decir que "los amigos no existen o generan problemas"? Qué pensamiento más árido, triste y cuánta solitud o analfabetismo sentimental refleja...
Llamar amistad o amigo a alguien desde un punto realista y maduro es mucho más allá de haber compartido situaciones de vida superficiales, más allá de solo tocar la cáscara de las relaciones humanas, "eso no es amistad, eso es conocer gente, tratarse con ella..." Para hablar de verdadera, profunda y madura amistad se requiere de tiempo, escucha, conexión, intimidad... es un arriesgue a dar y recibir ante aquella persona que elegimos como parte de nuestra familia, requiere quizá la misma entrega que una relación de pareja pero sin sexo. Pero qué va a saber de relaciones profundas una sociedad consumista, egocéntrica, hedonista y con un terrible analfabetismo sentimental... ese es el planteamiento del que parte Enrique (el autor) y del que se desencadena una serie de páginas que invitan a la reflexión de la relación personal y con los que nos rodean, es un examen de conciencia sobre las repercusiones que tiene el no sabernos relacionar: depresión, ansiedad, soledad, rechazo, neurosis, entre otros.
La amistad a lo largo de la vida es una aliciente, un bálsamo, un refugio que se ha construido con los años...
"Hoy, con la degradación a la que se encuentra sometida la vida afectiva, llamamos amistad a cualquier relación superficial. Sin embargo, debemos tener el valor de llamar a las cosas por su nombre. En los tiempos actuales los eufemismos lo llenan todo, una nueva situación en la que influyen de manera negativa muchos factores, y particularmente los medios de comunicación, y en especial, el cine y la televisión".
Es un libro excelente desde la Psiquiatría para entender como se desarrolla la amistad entre las personas. Me pareció muy esclarecedor y los casos prácticos que cuenta sin duda ejemplifican de manera muy amena lo que el autor quiere decir.
En la Licenciatura Enrique Rojas me parecía alguien brillante. Después de introducirme en el paradigma sistémico empezó a parecerme demasiado lineal, clínico, sin sentido pos moderno. Trato de recordar todo el tiempo que él es psiquiatra y no psicólogo. Así puedo valorar más su trabajo.