El amor es una droga dura

by Cristina Peri Rossi

La contemplación, el deseo y la posesión de la belleza son episodios del alma que no necesariamente concluyen en la destrucción de los amantes, pero la proximidad entre la muerte y la intensidad pasional, la fugacidad del placer y el dolor de una retención imposible, nos inducen a temer y sortear la extinción que la lucha amorosa anuncia. Contemplar el mundo a través del objeto de su cámara fotográfica no impide a Javier el gozo pasional de todos los excesos. Pero sexo, alcohol y drogas lo empujan al borde del colapso y la muerte. Acto seguido, emprende una rehabilitación arrepentida. Se casa con una colega de la agencia publicitaria donde trabajaba y se retiran lejos de la ciudad. Pero la casual aparición de la bella Nora despierta de nuevo en Javier la fascinación y el deseo y una obsesión todavía mas profunda: atrapar la belleza, poseerla y lanzarse al abismo abierto de nuevo bajo sus pies. A sus cincuenta anos, Javier desafía otra vez los limites y regresa al torbellino pasional del sexo y a todos los exitantes que mantengan viva una fuerza que, lenta e implacablemente, parece agotarse sin remedio.

Genres: Latin American Literature, Spanish Literature

256 pages, Paperback

First published January 1, 1988

About the author

Uruguayan novelist, poet, and author of short stories.

Considered a leading light of the post-1960s period of prominence of the Latin-American novel, she has written more than 37 works. She was born in Montevideo, Uruguay but was exiled in 1972, and moved to Spain, where she became a citizen in 1975. As of 2005[update] she lives in Barcelona, where she continues to write fiction and works as a journalist. She studied at the University of the Republic.

Reviews

[stephanie · Rating 4 out of 5]

Por primera vez, tengo que decirlo, termino de leer un libro de Cris en el que me quedo un sabor a desagrado. Pero creo que porque siente el rechazo en carne propia a los personajes y cómo estos se dejan llevar en el frenesí incontrolable de las pasiones.

La historia de Javier y Nora, resulta cómo un adicto cae ante la tentación de lo que ha logrado recuperarse (o simplemente controlar por cierto tiempo). Además, agregándole los fetiches propios para potenciar todos esos desagrados. Pero ojo, entiendo perfectamente que este libro no es para sentirse cómodo.

Este es un libro que te enfrenta a preguntarte: ¿te has dejado llevar más por el deseo en su estado puro o por el amor? Porque a fin de cuentas, ¿uno que tan seguro está de distinguir esas cosas?

[Carlos · Rating 2 out of 5]

Honestamente, lo único que me mantuvo leyendo el libro hasta el final fue el hecho que había sido escrito por una mujer. Mi problema era que el libro se leía como la historia de un cretino que solo quería acostarse con una mujer que era más de 30 años menor que él y con la cual él estaba obsesionado solamente por su apariencia. Solo la creencia que una mujer no escribiría un libro tan patentemente sexista me mantuvo leyendo hasta que el libro pudiera transformarse en algo más interesante. Al terminarlo me doy cuenta que Peri Rossi trato de usar esta historia cliché de un hombre mayor que se obsesiona con una mujer despampanante de la edad de su hija para resaltar las motivaciones diferentes que dominan esta relación. Aun así, el hecho que el centro narrativo era el del hombre le quito mucho del valor que esta obra podría haber tenido de un punto feminista. Finalmente, aunque la autora introduce bastante análisis psicológico de las necesidades del hombre obsesionado, y un poco de las de la mujer perseguida, todavía sentí que el libro había perdida una gran oportunidad de dar la perspectiva femenina de este tipo de historias.

[Lupe]

No es lo q esperaba pero me permitió pensar muchas cosas acerca del amor q estuvieron buenas 👍

[Belén Dalmaso · Rating 4 out of 5]

La excelencia literaria de Cristina Peri Rossi nos adentra en un relato que explora los laberintos del deseo y las complejidades de las relaciones humanas. Su forma tan sensible de describir el deseo me vuelve a sorprender.
Si bien la trama de la novela no me enamoró, ya que el personaje me pareció bastante nefasto en varios aspectos, admiro la capacidad de Cristina de meterse en la piel de este, y detallar como lo hace su experiencia.
La forma en la que está narrada, la sutileza de la escritura, hicieron que tenga que releer varios párrafos, por el simple deleite de la palabra.

[Java · Rating 5 out of 5]

Deja claro la distinción entre el amor y el deseo: "La diferencia entre desear a una mujer y amarla es que, cuando se la ama, la conversación es tan erótica como tocarla, como besarla, como acariciarla, como estar con ella."

Al nivel filósofico es una tésis sobre la "mirada" focuaultiana, véanla en este diálogo:

-Dónde tienes colocado el narcisismo, querido? - preguntó ella, interesada.
-si fuera mujer - respondió Javier, - lo tendría posiblemente en el cuerpo. Como soy un hombre, lo tengo en la profesión.

Lo recomendaría a todas que se sientan confundidas por el amor o decepcionadas por él.

[Viki · Rating 5 out of 5]

siento que nadie nunca va a hacer nada mejor o sea me gustó
empecé a leerlo remil irritada, estuve por dejarlo como en la página 40 hasta que lo cerré y vi de vuelta quién era la autora, y me senté a leerlo de vuelta. lo que no me gustó me hace amarlo muchísimo más porque habla de todo aquello que me duele que pase pero pasa, y sólo lo escucho si me lo dice un libro. no sé qué más decir en realidad la sensación de cada palabra o argumento particular o general son muy personales como para compartir o sea que mueran todos los varones

[Rafa · Rating 4 out of 5]

Poco le falta para 5*

[Nora Calderón · Rating 1 out of 5]

Me ha recordado a Perdona si te llamo amor. No estamos ya para estas historias.

[Nicolas · Rating 4 out of 5]

“A la más perfecta de las fotografías siempre le faltaba algo: el hálito de la vida misma. Siempre era un acto fallido; como, luego del orgasmo, se experimenta una leve decepción. Quizás, la decepción de haber terminado. Años de profesión lo acostumbraron a padecerla sin demasiada importancia. Pero la ilusión y el deseo iban disminuyendo, porque el objeto era perpetuamente inalcanzable.”

“En este caso, sin embargo, no se trataba de un rayo. Se sentía subyugado. La mujer – era un mujer joven, mucho más joven que él – lo atraía como un imán. Un poderoso imán colocado por azar en su campo, pero cuya fuerza era irresistible. De todos modos, para disimular su turbación desvió la mirada, pero enseguida comprendió que se trataba de una maniobra inútil: el rostro y el cuerpo de esa mujer fuera quien fuera, había quedado fijado en su retina como un trozo de celuloide: otra vez su mirada, esa mirada que fijaba las imágenes como el ojo de un Dios todopoderoso había atrapado un fragmento de realidad, pero había quedado prisionero, encerrado en su propia trampa. Se sintió en peligro… Su cerebro emitía señales de alarma. ¿Qué trataba de advertirle?”

“En realidad – dijo – creo que el amor es una dependencia. Si la sonrisa de una persona nos puede provocar la dicha, y su indiferencia, un dolor muy agudo – afirmó -, no hay independencia posible. Ella lo miró muy sorprendida. – Jamás la sonrisa de alguien la ha trasladado al paraíso, jamás la indiferencia la hecho sufrir – dedujo Javier.

¨Tenía sueño, quería dormir. El fantasma de Nora le había concedido una tregua. Todo lo que no se hace carne, se hace fantasma, había apostillado un escrito argentino con cierto talento. La ansiedad del deseo frustrado había desaparecido, en parte…”

¨la ebriedad le producía – en la primera etapa – una sensación de placentera plenitud. Estaba lleno. Y si estaba lleno, quizás dejaría de amar a Nora. Porque solo se enamoran aquellos que creen que algo les falta, lo fantasean en otra persona.”

¨La diferencia entre desear a una persona y amarla es que, cuando se la ama, la conversación es tan erótica como tocarla, como besarla, como acariciarla, como estar con ella. La conversación sostiene el deseo”.

¨Para que ella siguiera sonriendo de esa manera (para que ella le sonriera a él de esa manera) estaba dispuesto a cualquier cosa en la vida. ¿A cualquier cosa? Ese era el verdadero placer, no otro: devorar, con los ojos, esa dulce sonrisa algo infantil, que transformaba los rasgos de su cara, que venía del interior, como una suave marea”.

[Fernanda Hincapié · Rating 5 out of 5]

Los personajes de esta historia transitan los límites de sus desordenadas pasiones. El protagonista principal es el goce. Vivir hasta las últimas consecuencias, la fugacidad del placer. El deseo los lleva al fondo de sus vanidades. La relación entre ambos provoca fisuras que van desdibujando los límites de sus identidades, por momentos se genera una tensión que te hace sentir culpable, cómplice de tanto exceso. "Esa intensidad en la que vivir se confunde con morir, esa intensidad en la que morir parece el acto más vivo de todos. Siempre había sido así, sólo que su profesión le había dado un buen pretexto para vivir al límite, sin que pareciera una elección personal. No quería que nadie volviera a salvarlo de sí mismo. Era un hombre con suerte"

[Andrea Gil · Rating 1 out of 5]

No me ha gustado):
Después de leer “Julio Cortázar y Cris“ quería seguir leyendo más de Peri Rossi, me encanta como escribe pero no he conectado nada con la historia de esta novela. Lo intentaré con otro de sus libros o poemarios.

[Stéfani Tedros · Rating 4 out of 5]

Cristina escribe de una manera que atraviesa. Esta novela vale la pena por la trama, la creación de personajes, la agilidad al leerla; pero también vale para reflexionar y criticar. La recontra recomiendo. Es una joya.

[Joaco · Rating 4 out of 5]

Me gusta mucho más la poesía que la prosa de Cristina Peri Rossi. Aún así, este libro me gustó bastante.
Me pareció interesante como se construyó el personaje de Nora a través de la mirada retrógrada de Javier.

También me parece que en un mundo donde el amor es un lugar común, Cristina tiene una forma muy única de mostrarlo, y de alguna forma vuelve este tema nuevo e interesante.

Un concepto que me gustó y que ya vi plasmado en algunos poemas de ella es que el amor dice más del que ama que del que es amado.

Destaco también el poder que tiene la autora de crear personajes que me caen mal, pero aún hacer la historia interesante.

[Inés Kaplun · Rating 5 out of 5]

Esta lleno de teoria estética y psicológica. Recomiendo especialmente para quienes estudian historia del arte. Es atrapante y conmovedor.

[Mili K · Rating 3 out of 5]

indignada con que la peri rossi haya usado este título para una historia que no es de lesbianas que son la droga más dura que hay

[Ashtar · Rating 4 out of 5]

Peri Rossi es tan increíble 😭 la amo sjjsjsjsjs
Javier y Nora me caen re mal, pero bueno, es lo que hay.

[Pocoyo lector · Rating 3 out of 5]

Me resultó mega denso de leer, a pesar de que la prosa de Cris(que confianza!!) es realmente espectacular y se entiende perfectamente que la intención de la misma es causar incomodidad y desespero en el lector, la historia me sobre paso. Luego de mucho tiempo lo pude terminar y reconozco que el libro me ha dejado pensando mucho y con reflexiones muy interesantes no solo acerca del amor si no de todos los conceptos que vienen arraigados a él. Supongo que no era el libro para mi :(

[Victor Pineda · Rating 3 out of 5]

Dice Peri Rossi, a colación del cuadro del mar tranquilo frente al que Javier dormita al final del libro: “No era, por tanto, el mar lo que había querido pintar, sino otra cosa, y esa otra cosa no se podía nombrar, del mismo modo que se dice para no decir, se escribe para no escribir y se representa para no representar”. Eso es El amor es una droga dura: un pasaje que reflexiona sobre el deseo y el amor, sobre el deseante y lo deseado, sobre el querer y el querer-se queriendo. Peri Rossi toma como pretexto la historia de un fotógrafo entrado en edad, consumido por el ritmo frenético de una ciudad sin nombre que devora a los pocos protagonistas que pueden sucumbir a todos sus placeres. Javier, purificado tras problemas cardiacos y expiado de sus pecados, cae embrujado por el hechizo de Nora, una joven modelo que recuerda los placeres que habían sido relegados al abandonar la urbe.

Aparentemente puede parecer una historia un tanto banal, plana, con personajes estereotipados hasta la saciedad en el culmen de la sociedad aburguesada del siglo XX. Yo mismo sucumbí a esa trampa durante las primeras páginas. Pero sólo hace falta llegar a uno de los excursos de Rossi para abrirse a las lentas cadencias de una poeta que ensaya en el medio narrativo sobre el deseo. Y sí, aunque lo repita hasta la saciedad, este libro es un vaivén para barruntar aquello que llamamos el deseo. A veces se deja llevar por los ritmos melódicos de la metáfora, otras muchas el psicoanálisis precisa en definiciones sosegadas y detalladas, y otras tantas el deseo se muestra crudo en pasajes donde el sexo, las drogas y el sudor son los protagonistas. Y todas estas descripciones tienen como centro de gravedad la siguiente pregunta: ¿cuándo se desea, qué es lo importante, el objeto que se anhela o el sujeto que lo anhela? Claro está que por eso el protagonista es fotógrafo: es la lente que mira (y se deja penetrar) por aquello que tiene delante. Ahora bien, no creo que haya respuestas, si bien parece inclinarse por el sujeto que con su mirada construye lo que tiene delante (la cita de Platón que abre el libro nos adelanta semejante conclusión: “El amor es quien ama, no lo amado).

Pero pese a que, a mi parecer, estas cavilaciones deben de ser vistas como el centro del texto, ello no significa que las tramoyas de la reflexión, Javier y Nora, sean un decorado sin importancia. A excepción de una página cerca del final, estamos siempre bajo la mirada de Javier. Por supuesto que parece obvio: nos ponemos en la situación del que ama. Sin embargo, al principio, no pude evitar extrañarme acerca de esta decisión: es el personaje masculino, con su virilidad, la voz que vehicula la narración. Y ello parece relegar a Nora al plano de ser objeto de disfrute, que, errática y misteriosa, adopta un papel pasivo en la historia. Entendía que partiendo de la dicotomía amado y amante esta debía de ser la disposición elegida, pero tuve miedo, ingenuamente, de que la historia adoptase una carácter casposo. Acostumbrado a historias que en las primeras páginas encandilan, no supe esperar a un pausado desarrollo. Al igual que en la poesía, esta novela se construye verso a verso, y no es hasta el final que se obtiene la panorámica completa de ambos personajes (especialmente de Nora). Y es que, pese a ser lo otro de lo que mira, Nora está plagada de ambigüedades y vacíos que la completan como un personaje fuerte y fantásticamente construido.

En definitiva, ha sido un placer leer a Rossi en el contexto narrativo. A todo aquel que se quiera acercar a esta obra: déjate encandilar por la congoja que produce la belleza efímera, sucumbe, al igual que Javier, al síndrome de Stendhal que le produce esa fotografía de Nora colgada en la habitación de su hotel.

[JBN · Rating 5 out of 5]

A escrita de Cristina Peri Rossi é, também ela, uma autêntica droga dura: vicia, extasia, deixa-nos em vertigem, cria dependência. "O Amor é uma droga dura" dá-nos o retrato de um amor sensual, visceral, dependente, vulnerável, obsessivo, como um dínamo de energia todo ele concentrado no ser amado. Uma insanidade de amor, e de escrita.

Em Portugal, a edição é da Sr. Teste Edições (vénia lhes seja feita).

"Não lhe toco: apalpo-a com o impudor de um cego."

"Os cegos não vêem: reconhecem. Os olhos sem luz dos cegos não se dirigem às coisas ou aos seres - que não vêem - mas a uns modelos ideais, abstractos, que estão na caverna. Os olhos dos cegos não estão à altura dos objectos terrenos, mas mais elevados: no espaço do sonho. Só as suas mãos estão à altura dos objectos. A sua operação é essencial: a mensagem das mãos - forma, textura, calor, frio, humidade, peso - é remetida para a memória da espécie, para uns modelos ideais dos quais o objecto é apenas uma das representações possíveis.
Por outro lado, nós, os que vemos, permanecemos sujeitos à diversidade do aparente, à multiplicidade do sensível, ao particular enganador. Seduzidos e apanhados na diversidade inesgotável, não elevamos os olhos."

"(...) só podem falar do mundo aqueles que não amam. Não posso oferecer prazeres sociais (já que o amor não é gregário: é para deixar de amar - ou para fugir do amor - que o homem se torna social), nem alegres futilidades (o amor é tão grave como a morte e só se parece com a agonia: a mesma consciência, a mesma intensidade, a mesma dor misturada com prazer, a mesma vivência do instante como único, irrepetível, efémero e profundo)."

"Não posso dizer, no entanto, que sou um homem apático. Muito pelo contrário: tenho uma grande energia e esta está completamente concentrada. Mas o amor é uma energia socialmente improdutiva: não constrói fábricas, não levanta casas, não gera mais-valia, nem benefícios, não circula, como o dinheiro, não acumula bens, não institucionaliza, não serve ninguém."

"Os homens normais que não amam, escandalizam-se com a vida do apaixonado. Com efeito: ele não faz nada. No entanto, se se pudesse medir a sua energia intelectual, a energia da sua imaginação e da sua sensibilidade, possivelmente seria o homem que mais faz."

[Santiago R. · Rating 3 out of 5]

Una lectura ligera. El segundo que leo de Cristina y, la verdad, es diametralmente opuesto a "La nave de los locos". Hay poco de existencial, mucho más de pasiones mundanas.

Quien es buena escritora no puede disimularlo. Y, aun y cuando la historia se siente como un relato de varietés, las últimas páginas transpiran magistralmente ese imperativo de autorreflexión. No es una lectura cómoda, porque escoge un ángulo muy puntual para contar una historia: la de un adicto recuperado que, a falta de capacidad para asimilar una vida sobria, usa un vínculo romántico como excusa para regresar a sus vicios.
Javier, como personaje principal, es irreflexivo. No tiene agencia. Es pertinente que su profesión sea fotógrafo, porque contempla mucho, pero asimila poco (de ahí las múltiples referencias al síndrome de Stendhal). Nora, como contraparte, es incontenible. Es todo menos estática. También es irreflexiva, tampoco tiene agencia. Pero, a diferencia de Javier, esto no es porque esté perdida en la contemplación, sino porque sus experiencias la han llevado a elegir el desarraigo en todas las dimensiones de su vida - incluso en su relación con ella misma. Tenemos, entonces, a un sobre-contemplador que quiere congelar la belleza, por una parte, y a una desterrada que, para no perder nada, se obsesiona con la impermanencia - i.e., con no tener nada.

Reitero que Peri Rossi es brillante. En este libro, sin embargo, siento que esa capacidad de introspección fue intencionalmente relegada al último acto para hacer la narración más digerible (o, quién sabe, más cruda). Tal vez por ello disfruté mucho las partes de Francisco - así el hecho de tener un personaje psicoterapeuta en este tipo de historias sea un poco sobre-explicativo.
Quedan, de esta lectura, dos mensajes: el primero, una advertencia, es repasar cuántas veces no experimentamos por tener fijaciones de contemplación; el segundo, es la denuncia a una sociedad que - ya desde el siglo pasado - glorifica los vicios, pero sí y solo sí estos pueden presentarse ascéticos [congelados].

[anemox · Rating 4 out of 5]

Este libro habla de la adicción a lo intenso, la pasión, el deseo, la belleza, la obsesión, el amor... desde el punto de vista de un hombre que se "enamora" o "cree que se enamora" por primera vez de una mujer, que es mucho más joven.

Hay fragmentos bellísimos aunque a lo largo del libro el protagonista me produzca mucho rechazo.

Mi interpretación de la historia es la siguiente. Considero que lo que intenta mostrar Peri Rossi en esta historia es el desequilibrio entre el deseo del hombre y el de la mujer. El deseo desmedido de Javier construido a través de la cultura y la historia quiere imponerse sobre Nora a toda costa. Este deseo choca de lleno con Nora, una joven cuya única herramienta para enfrentarse al mundo en el que vive es jugar con el efecto que crea su belleza. Aquí se encuentra lo trágico de la historia. No hay tragedia en que Nora y Javier no acaben juntos, algo a lo que estamos acostumbradas. El elemento trágico lo representa la propia vida de Nora: el único modo en el que es percibida es a través de la mirada deseosa de los otros. La mirada que apresa, oprime. Lo único que ella desea es escapar de esa mirada. Y aunque finalmente se vaya y se libere del deseo de Javier, nunca escapa del deseo de los otros, de la contemplación y admiración de su belleza a través de una fotografía suya.

Esto es lo trágico. La tragedia de la belleza y el deseo.

[Marga IT · Rating 3 out of 5]

Es el primer libro de Cristina que leo, tenía muchas expectativas y no sé si ha sido la obra acertada para comenzar con ella.

Su escritura es magnífica, pero, necesito reposarlo. Me ha costado mucho terminarlo y, en numerosas ocasiones, he querido dejarlo y no volver más. La única cosa que me mantenía leyéndolo es la esperanza de que Cris le diera un giro, de que se cayera por fin la máscara del denso patriarcado, de que Javier perdiera en su deseo y quedara en evidencia. Pero no ocurre.

Me inquieta el por qué de esa mirada tan específica, me hace preguntarme ¿por qué Cristina escogería plasmar el deseo patriarcal, psicoanalítico así? A veces se siente una oportunidad perdida, pero tal vez esto nace de mis propias expectativas e incomodidades. Tal vez el objetivo era justamente ese, plasmar clara y llanamente la mirada masculina.

¿Cómo hubiera escrito los deseos de Nora? ¿Hacía falta otra novela cuyo personaje es un hombre misógino cuyo deseo es un abuso de poder obsesivo? ¿Realmente son tan críticos los momentos de lucidez de Javier o los comentarios de Nora como para justificar el resto de narrativa?

Es un libro incómodo, no sé si era la intención de la autora, tal vez ahí está su riqueza, en la sensación que te deja al terminarlo y las reflexiones que evoca.

[april · Rating 3 out of 5]

Me dejó sensaciones encontradas. Se nota la ironía con la que describe ciertas situaciones, sobre todo cuando se trata de Javier proyectando sus deseos irrealistas e insoportables de cómo debería ser Nora en lugar de verla realmente por quien es. Por momentos empaticé con Nora y su hartazgo de los hombres y de su posición de mujer objeto, pero a su vez muestra la hilacha de desequilibrio y masoquismo de sentirse deseada, perseguida, necesitada de algún modo.
Por ende, terminé detestando a ambos personajes (creo que es el punto de Cristina), ambos son sumamente tóxicos y desequilibrados.
Me pareció muy interesante el análisis psicológico del deseo y su relación con el arte. Me hizo re pensar acerca del deseo y el erotismo, el último sumamente castigado y manoseado en estos tiempos que corren.
El final me decepcionó un poco, si bien entiendo el cinismo y la intención, creo que podía haber una búsqueda más interesante.

[Agnes Bonavita · Rating 4 out of 5]

Una prosa exquisita y el clásico uso sutil de la pluma de Peri Rossi para adentrarnos en una historia de deseo, descontrol e incomodidad

Javier reconocido fotógrafo atrapado por el síndrome de Stendhal ante la belleza de Nora, joven y sensual. El argumento es tan básico como la historia de la relación visceral entre hombre y mujer. Lo que hace mágico este relato es como la autora nos sumerge junto a ellos en esa sensación permanente de insatisfacción, incomodidad, rechazo por ambos personajes, a veces disgusto, asco, repulsión e indignación. Uno sigue leyendo deseando que aquello se termine de una vez, pero no, y como y hasta donde llega el deseo y donde empieza la autodestrucción y la locura

Poseer la belleza, esa es la constante del libro, pero a qué precio ? Vale la pena el recorrido ? Lo que sí vale es el trazo de Cristina que hace que nuestra lengua española y su riqueza se vuelva aún más sublime. Un casi 5 si no fuera que a veces me exasperaba

[Fer · Rating 3 out of 5]

Un libro que construye de manera muy detallada el enamorarse visto como una enfermedad o como una adicción. Esto, no porque así sea, sino que la autora de manera explicita, relaciona esta manera de amar o de enamorarse con características especificas en algunos individuos. Amamos como somos realmente, es entrar en un estado puro, casi animal.

Quizá puede parecer clichésudo, pero quiero pensar que fue una estrategia de la autora para que comprendiéramos el estado del protagonista y con ayuda de esta segunda voz narrativa, omnipresente, pudiéramos considerar que no se justifican todo los actos y actitudes del protagonista, sino que más bien nos interesa rastrear que de sus características personalidad, experiencia y además hace que se enamore de esta manera, que no está por demás es autodestructiva y potencialmente peligrosa.

Lo recomiendo, es sencillo como entrada a la autora, y engancha con un drama clásico bien hecho y sin ser rimbombante.

[Mathías · Rating 3 out of 5]

Quizás un personaje como el de Nora, hoy, a fines de 2024, nos parezca alguien convencional que perfectamente podríamos encontrar en nuestro grupo de amigos, en la familia, o en nosotros mismos. Sin embargo, en el año 1999 en el que la novela se publica por primera vez no era tan común. Para quienes no leyeron el libro, Nora es una mujer joven que sabe lo que quiere. Decidida a no enredarse en compromisos, anda de aquí para allá, viviendo aventuras a gran escala sin sumergirse en ningún vaso lleno de agua que pueda ahogarla. Una mujer directa, humilde y audaz que se propuso para su vida, nada más ni nada menos que vivir sin ataduras en una sociedad que no era la de su tiempo. Casi como su autora.

Nora se entrecruza con Javier, el otro protagonista del libro, un fotógrafo entrado en años que ha dejado atrás diferentes tipos de consumo, que, con su frecuencia y voracidad llegaron a transformarse en adicciones. Sin embargo, el deseo, el amor, o la combinación de ambos, provocan en él una obsesión tan fuerte y tan parecida a otras drogas que ya conocía.

Quien ya haya leído libros de Cristina Peri Rossi sabe cuáles son los temas que la apasionan: no el amor que empalaga, sino el frenesí del amor, el deseo, la asimetría y los vericuetos de cuerpos que hablan. No creo que sea su mejor libro, pero tiene pasajes memorables que valen la pena.

[Sean Higgins · Rating 4 out of 5]

I translated this novel, though it has yet to be published. It’s one of her better novels. She won the “Cervantes Prize,” in 2022 at the age of 82.

It’s an award bestowed on “the best contemporary writer in the Spanish language,” (more accurately, the best living writer in the Spanish language with the most compelling body of work).

I’ve known Cristina since 1984. I’ve translated a number of her works: essays, poetry, short fiction, one novel and one novel-like memoir (“When Smoking Was a Pleasure”).

[Nohelí Romero · Rating 3 out of 5]

Me traté de convencer que sería una buena lectura, que no sería predecible, que habría algo de diferente en los roles de género o algo interesante visto desde una mirada de una escritora. Sin embargo, hasta la página 137 hubo algo que me atrapó y que le di mucha esperanza, pero también admito que es dejarle mucha responsabilidad a Cristina y a la lectura. Creo que podría haber tomado otro rumbo para no dejar este sentir de algo terminado porque tenia que terminar por fines prácticos, no por esencia de la historia. No se. Extraña novela.

[Ailín Albamonte · Rating 5 out of 5]

Busqué este libro durante cinco años, en cada ciudad que visitaba, a cada país que iba.
librería a la que entraba, preguntaba por este título.
Venta de productos usados físicos y online; nada. El libro agotado.
Lo encontré porque alguien decidió desprenderse de esta maravilla y por fin lo tuve en mis manos.
¿Despegarse del libro por un ratito? Imposible.
De esas lecturas totalmente necesarias.
De una prosa exquisita, simple y de ideas y frases complejas.
Una hermosura.

[Lucía Aranda · Rating 3 out of 5]

En general no me ha gustado en absoluto. Pero hay algunos momentos (en los que tenía la sensación de estar leyendo a la autora y no al protagonista, que da ante todo bastante lache) que me han capturado: la forma de hablar de la estética, del abandono, de la obsesión (con algo de Annie Ernaux, no he podido evitar relacionarlo), de las relaciones, de la adultez... Eso ha hecho que lo haya podido disfrutar y que esté deseando comentarlo con más gente.