Emilia Pardo Bazán fue una autora muy prolífica, escribió novela, teatro, biografías, libros de viajes… Y la que es considerada como la primera novela policíaca escrita por una mujer en Españ La gota de sangre. En 1909, dos años antes de escribir La gota de sangre, confesaba doña “Cuando leo en la prensa el relato de un crimen, experimento deseos de verlo todo, los sitios, los muebles, suponiendo que averiguaría mucho y encontraría la pista del criminal verdadero”. Nuestra autora, que nunca concedió el subtítulo expreso de policiacos a ninguno de sus muchos cuentos, no solo los escribió, sino que, como Poe en El misterio de Marie Roget, aventuró sus conjeturas en el caso de otro crimen no resuelto. En esta colección, reunida aquí por primera vez, encontrará el lector la maestría de una estupenda narradora y la aportación del matiz psicológico a la investigación del crimen.
Emilia Pardo Bazán was a Galician author and scholar from Galicia. She is known for bringing naturalism to Spanish literature, for her detailed descriptions of reality, and for her role in feminist literature of her era. Her first novel, Pascual López (1879), is a simple exercise in fantasy of no remarkable promise, though it contains good descriptive passages of romance. It was followed by a more striking story, Un viaje de novios (1881), in which a discreet attempt was made to introduce into Spain the methods of French realism. The book caused a sensation among the literary cliques, and this sensation was increased by the appearance of another naturalistic tale, La tribuna (1885), wherein the influence of Émile Zola is unmistakable. Meanwhile, the writer's reply to her critics was issued under the title of La cuestion palpitante (1883), a clever piece of rhetoric, but of no special value as regards criticism or dialectics. The best of Emilia Pardo Bazán's work is embodied in Los pazos de Ulloa (1886), the painfully exact history of a decadent aristocratic family. A sequel, with the significant title of La madre naturaleza (1887), marks a further advance in the path of naturalism. She was also a journalist, essayist and critic. She died in Madrid.
Emilia Pardo Bazán escribía sobre cualquier cosa y en en cualquier género. Si me dicen que escribió una historia de ciencia-ficción me lo creo.
En este caso se trata de una novela corta de detectives, un murder mystery, al más puro estilo del Auguste Dupin de Poe o las novelas de Émile Gaboriau. Y la verdad es que imita el género bastante bien. Incluso parece estar escrito por un hombre (sin duda, Pardo Bazán tenía muchas amistades masculinas y sabía cómo hablaban en privado).
No es el misterio de la vida, no es el puzle más complicado del mundo, pero es una imitación bastante conseguida y entretenida de leer.
Una novela corta, que no me ha terminado de convencer; todo pasa demasiado rápido. Pero al ser tan corta quizás sea una buena manera de empezar con alguna obra de Emilia Pardon Bazán.
Al final me ha dado tiempo a terminar también esta antología de relatos. Si solo tuviese que puntuar el audiolibro con el que he alternado esta lectura le caerían 1.5 estrellas. La narración y la calidad del audio son pésimas, de verdad. Lo encontré en Podimo y se supone que es la colección Cuentos de Navidad y Año Nuevo (también tengo esta edición en digital, lo comprobaré y si coincide con esta colección, pues cambiaré la reseña). Como incluye el relato La gota de sangre he preferido reseñar esta edición aunque no sea la que he leído. También los he leído en una edición digital que incluye toda la bibliografía de Pardo Bazán menos, curiosamente, La gota de sangre. Vamos, que el lío que me traigo con las ediciones que tengo de los relatos individuales, colecciones y antologías es impresionante. Tengo la sensación de que la bibliografía de Pardo Bazán está bastante descuidada. Debería investigar mucho más sobre ella, pero es lo que parece.
Lo lei solo porque la autora es gallega y me encanto. Verdaderamente es uno de los grandes principios de la novela negra española y ademas de una mujer y gallega, ¿ que mas se puede pedir?
Doña Emilia nunca falla, ya sea para una novela larga, un relato o una novela corta, como es el caso. Una historia de poco más de cien páginas donde la autora derrocha su talento y demuestra, una vez más, que podía dedicarse al género que quisiera, en este caso, una novela de detectives.
El protagonista es Ignacio Selva, un señorito que se ve implicado en un crimen, todas las pruebas lo acusan, pero el sabe que es inocente y se propone demostrarlo. La historia tiene pocos personajes, pero no necesita más, yo destacaría el de "Chulita" la única mujer importante que, además, es el personaje más destacado de la historia.
Las obras de esta mujer, para mí, son atemporales, animáis porque se lee en un ratito y va bien para desconectar.
Este corto relato es lo primero que he leído de Emilia Pardo Bazán y me ha encantado. Es de esas historias que enganchan desde el primer párrafo y si no para muestra:
«Para combatir una neurastenia profunda que me había agobiado —diré neurastenia, no sabiendo qué decir—, consulté al doctor Luz, hombre tan artista como científico, y opinó sonriente: —Usted no necesita cuidarse... sino todo lo contrario. —¿Descuidarme? —Casi... Tratamiento perturbador. Hacer cosas que presten a su vida violento interés. Lo que padece usted es atonía, indiferencia: le falta estímulo. ¿No podría usted enamorarse? —Me parece que no. Las mujeres, para un rato. Y aun ese rato lo suelen envenenar. Y las que no lo envenenan, empalagan. Mal remedio, doctor, mal remedio.»
He leído algunas críticas acerca de él y también que la autora despreciaba las novelas policíacas al estilo inglés y pensaba que jamás caería en la tentación de escribir una de ellas pero, sin embargo, sí escribió este cuento. Y por eso ahí va mi teoría al respecto: creo que es una enorme sátira a este tipo de historias que se pusieron tan de moda en sus tiempos. Es por esa razón que me ha parecido brillante. Si la vas a mirar con el purismo del género de misterio evidentemente no te va a gustar, pero si la ves como lo que realmente es, te encantará.
PD: Una de las cosas que más me ha gustado es ese lenguaje recargado y redundante que emplea y eso a pesar de que me encanta el minimalismo en los textos. Pero aquí queda genial.
Me parece que este relato se puede leer como un relato clásico policíaco sin más, como una parodia de ese tipo de novelas, como una sátira o simplemente una adaptación del género en España. No sé cuál fue la intención de la autora, yo diría que un poco de todo.
Esta claro que esta autora tenía suficiente destreza para escribir acerca de lo que le diera la gana y con una habilidad envidiable, es toda una literata que por eso creo que fue tan denotada en su época, dado que podía escocer todo lo que sabía hacer esta pedazo de autora
La gota de sangre podría describirse como la primera obra policiaca escrita por una española. El mundo ya había recibido a grandes autores del crimen, siendo Arthur Conan Doyle y Agatha Christie los más representativos de finales del XIX y de gran parte del XX, pero en España aún nadie se había atrevido a dar el paso.
Selva, nuestro personaje principal, se siente hastiado por la vida. El médico le receta emociones fuertes, como enamorarse, aunque Selva concluye que las mujeres solo para un rato. Necesita algo que lo mantenga ocupado, algo que estimule su mente. Va a la ópera y, en el teatro, un hombre se encara con él sin motivo aparente. De vuelta a casa, junto al hotel que regenta, en un solar y oculto por la oscuridad de la noche, Selva descubre el cuerpo sin vida de un hombre. Nuestro protagonista no puede ser más feliz; había encontrado ese punto de giro que le permitiría salir de su rutinaria y aburrida vida. Y es que, desde un principio, Selva se convierte en el principal sospechoso del crimen.
La obra llegó a mi conocimiento gracias a la última novela de Carmen Posadas, El misterioso caso del impostor del Titanic, donde Emilia Pardo Bazán, una de sus protagonistas, inicia una investigación para tratar de aclarar si el hermano de una joven avilesina, que había muerto en el Titanic y que, diez años después ha vuelto a aparecer, es o no un impostor. Y lo más divertido de todo esto es que Carmen Posadas incluye al joven que inspiró a Emilia para crear a Selva, el protagonista de La gota de sangre. Y, para más inri, nos describe a aquel Madrid de los años veinte maravillado por la obra de Pardo Bazán que acosa al que sería Selva en la realidad para que les ayude a resolver sus propios casos de robo, desaparición o asesinato. Y, más a más, Carmen incluye a Cordelero, el inspector de policía de La gota de sangre, que en realidad se llamaba Corralero en la vida real.
No me negaréis que, después de caminar junto a estos personajes en la novela de Carmen, no hubiera crecido vuestro interés por la obra de Emilia Pardo Bazán. Una mujer con una seguridad en sí misma tan arrolladora que ya me hubiera gustado conocerla en persona. Y, siendo así, no dudé en hacerme con un ejemplar de La gota de sangre, que recientemente ha sido reeditada por Siruela.
Es muy posible que, si Emilia fuese una escritora en 2025, esta novela corta no se hubiera publicado en esta vorágine de thrillers que inunda las librerías. Cada vez buscamos casos más complejos, con mucha acción y que tarden en resolverse.
La investigación que realiza Selva, siendo el principal sospechoso, pero con el beneplácito del juez y de la policía, a regañadientes, se resuelve en unas pocas páginas gracias a diversas casualidades muy oportunas. Incluso se hace notar la cultura machista de la época, en la que se da por supuesto que en un crimen de aquel calibre era casi obligado que hubiera una mujer de por medio; cosa que menciona el propio Selva en sus deducciones.
Con una narrativa impecable, Pardo Bazán nos describe un Madrid de principios de siglo XX, sin grandes detalles, donde la prensa juega un papel importante para mantener a la población al tanto de todo lo que ocurre. Sin los medios tecnológicos actuales y mediante métodos deductivos, Selva se abrirá camino hasta dar una explicación clara sobre quién ha sido el actor del crimen y por qué lo ha hecho. Y, como es muchas otras obras, sacando de quicio a los verdaderos policías que no dan una.
En definitiva, una novela corta, sin una trama que hoy en día pudiera llamar mucho la atención, y que debe ser tratada como la precursora de lo que estaba aún por llegar.
A pesar del título, los cuentos de esta recopilación, salvo La gota de sangre y quizás Nube de paso, no son policiacos, sino criminales: hay un delito (robo, asesinato…), pero no hay investigación. Ninguno de ellos es demasiado intrigante, ni siquiera La gota de sangre, pues la investigación se desarrolla alejada de las grandes deducciones de Poirot o Holmes, en parte porque a la autora no le hacía gracia el método empírico del detectives inglés y recurre, en cambio, a acertadas intuiciones para detectar algunas pistas.
Al principio, esta falta de intriga me frustró un poco, al igual que el no encontrarme con cuentos policiacos tal y como rezaba el título de la antología, pero después fui capaz de disfrutar de las historias sencillas, cortas, diversas (alguna moralizante, otra claramente marcadas por Poe, etc.) y que en muchas ocasiones trasmiten las inquietudes y pensamientos de la autora (como la violencia machista).
Con todo mi respeto a los clásicos y a una autora que se lanza a la narrativa de detectives, me parece una novelita muuuuuuy ligera. Selva, el protagonista, es un poco creído, la verdad y me ha caído regular. Creo que haber leído el libro de Carmen Posadas y el prólogo de La gota de sangre escrito por Alicia Giménez Bartlett me habían creado unas expectativas que se han ido desvaneciendo a lo largo de las 70 páginas del libro…
Escrito de manera impecable pero me ha resultado aburrido. Y eso que me encantan las historias clásicas de detectives. La manera de escribir de Pardo Bazán una delicia.
Hice mi monografía del Bachillerato Internacional sobre los cuentos policíacos de Emilia Pardo Bazán, así que ya conocía la faceta detectivesca de esta mujer, que es increíble.
La novela es muy entretenida de leer como suele pasar con la novela negra. Me gusta especialmente que es una historia que suena muy muy moderna pero redactada en un lenguaje y en un ambiente propios de su época (fue publicada en 1911).
En ese momento, la novela negra se consideraba un género de segunda, así que solo el hecho de que ella escribiese relatos de misterio era una declaración de intenciones de no dejarse amoldar por la sociedad. Además de un género de segunda, se consideraba un género de hombres, hecho que tampoco impidió a esta autora escribir esta novela y sus numerosos relatos (que también recomiendo encarecidamente, no son difíciles de encontrar).
Me hubiese gustado mucho conocer a esta autora, seguro que tenía muchas cosas muy interesantes que decir. Era una mujer que le sacó todo el jugo a su condición de noble y a su inquietud mental. Así que le agradezco al mundo que no enterrase su producción como seguro que ha ocurrido en más de una ocasión con otras artistas.
Justo a tiempo para el día de la mujer y ni siquiera fue tan intencional, solo un producto de ver este video
Interesante, fresco, satírico. Nos hace entrar de pleno en lo inverosímil de que un simple aficionado acabe por probar su propia inocencia a la zaga del sistema jurídico y las fuerzas policiales, armado solo con su espíritu romántico y su amor desbordante por las novelas policíacas del s. XIX.
Me esperaba un giro al final, como que en realidad me encontrara ante un narrador no fiable, pero no. Divertido, de todos modos.
Una sátira (de cada tropo y tópico) de las novelas de detectives que se estaban poniendo de moda en Inglaterra en aquella época.
Tenemos un detective sabihondo, arrogante, clasista y machista que hilvana ideas por a̶s̶t̶u̶c̶i̶a̶ su facultad de semiadivinación, sacándose conclusiones de la manga cual faroles, y que disfruta viendo cómo al explicarle al magistrado cómo hacer su trabajo a éste la frente se le encapota más que un día de tormenta.
Los diálogos son chispeantes y toda la historia está envuelta por una pátina de humor que, en varias ocasiones, me ha llevado a la carcajada.
Y qué decir del lenguaje y del vocabulario (infinito): elegante, descarado, culto, irónico, corriente, sonoro, gracioso...
Historia cortita, entretenida y muy fácil de leer, en la que Doña Emilia habla en primera persona, pero convertida en un hombre -incluso con los rasgos de la mentalidad de los hombres de esa época - dispuesto a resolver un crimen. Me ha gustado mucho. Es el cuarto libro que leo de esta autora, y no me ha defraudado.
Relato corto detectivesco de Doña Emilia. Una maravilla como en pocas páginas retrata la sociedad de su época y también los gustos literarios por la novelas de misterio en un ambiente muy castizo. El “detective” Selva es de los que no se olvidan, así como el de Chulita.
De lectura rápida y deliciosamente escrito, como es habitual, por doña Emilia. Sin embargo, el género me es poco atractivo. Y el final me resultó apresurado.
(3,5) Voy a fingir que no me molesta la opinión que tiene Pardo Bazán de los andaluces y en cambio me voy a meter con el prota: ya hay q ser pringao para meterse a policía por estar aburrido. Parguela. Por lo demás todo bien.
«[…] se atusó el híspido bigote. » « […] monjas recoletas del demonio […] » ¿¿A quién no le va a gustar leer maravillas así?? Vaya personaja debió ser Emilia P.-B.