Coast to Coast: Un viaje por los márgenes de los Estados Unidos a través del baloncesto / A journey through the edges of the United States Through Basketball (1)
El 17 de mayo de 2019, Fernando Mahía se embarcó, con una vieja furgoneta Dodge Grand Caravan del 2001, en un largo viaje por Estados Unidos. El hilo conductor era entender la idiosincrasia estadounidense a través del baloncesto. «Los Estados Unidos son un concepto complejo, poliédrico. Una realidad mestiza, pese a lo que se clama desde dentro y fuera de sus fronteras. Y pocas de sus expresiones autóctonas han mimetizado tanto ese carácter multicolor como el baloncesto.» Entre notas de viaje, diálogos con personajes inolvidables, amenas lecciones de historia y visitas a lugares recónditos de la América olvidada y a algunas de las catedrales del baloncesto, el autor relata, con humor y mala leche, las peripecias de un viaje por carretera que arranca en Nueva York y discurre por Springfield (Massachussetts), el Rust Belt, el Medio Oeste, los Apalaches y el Sur profundo hasta llegar a la Costa Oeste. James Naismith, Holcombe Rucker, Luis Felipe López, Dorothy Gaters, Otis Redding, LeBron James, Ryneldi Becenti, Pete Maravich, Marc Gasol, Earl Mannigault, Stephon Marbury, Schuye LaRue, Larry Bird o Jorge Gutiérrez son algunos de los protagonistas de unas maravillosas historias que descubren una nueva forma de contar el pasado y el presente de este apasionante país.
Quienes entiendan de baloncesto, sabrán que «coast to coast» hace referencia al movimiento en el que un jugador agarra la pelota en su campo y no la suelta hasta llegar a la canasta rival. En este caso, también es el título de este libro con alma de crónica escrito por Fernando Mahía, que, dispuesto a sacar todo el provecho a dicha expresión, se hizo con una furgoneta Dodge para cruzar los Estados Unidos de costa a costa. ⠀ Este viaje es, ni más ni menos, una manera de definir a un país que por su propia idiosincrasia resulta indefinible. Aquí se dejan en un segundo o tercer plano las etiquetas, aunque aparezcan, y se centra la atención en los hechos. Para ello, el vehículo escogido y que mejor retratará estas tierras será el baloncesto. ⠀ No hace falta ser amante de este deporte ni sentir un interés particular por el país que tanto ha batallado por sentirse centro del mundo. Basta con querer aprender sobre la vida de muchas personas distintas, sobre el espíritu de muchas microsociedades que quedan tan lejos y a la vez tan cerca. A lo largo de esta lectura, suenan el «jazz», el «blues», el «rock», pero también la salsa, el son, el merengue. Suenan también los triples encestados por leyendas de comunidades segregadas, los mates que chicos y chicas de color realizaron para cambiar el porvenir no solo de sus vidas, sino también de sus vecinos, de sus barrios, incluso de sus ciudades. ⠀ En estas páginas, se rescata del olvido a estrellas rutilantes de otros tiempos y se rinde homenaje a quienes no alcanzaron la gloria que tal vez merecían; aquella que, en todo caso, podrían haber llegado a alcanzar si la fortuna les hubiese entregado otros dados. No es un viaje ni iniciático, ni espiritual, ni catártico el que se emprende a lo largo de estas páginas. Es un viaje de enseñanza, de amor por un deporte que tiene mucho que ver con la identidad. Y, para llegar a conocerse a uno mismo, conviene conocer también a los demás.
Es un libro hecho por y para amantes del baloncesto, pero hay muchísimo más. Hay (mucha) historia, hay (mucha) cultura, y principalmente junto al basket hay un retrato de un país tan diverso como queda reflejado en el propio libro durante un viaje que desde fuera parece apasionante. El autor consigue que seamos un pasajero más, empleando la canasta como pincel para dibujar un cuadro de la idiosincrasia estadounidense, de punta a punta del país.
Todo funciona mejor con historias. La vida se recorre mejor si es narrada. Y si unes pasión, profesión, dirección, y sentido, tienes el pack completo.
Fernando, a través de coast to coast, consigue transmitir todo aquello que le movilizó (física y psicológicamente) a través de un viaje que abarcó todo el territorio norteamericano. Parándose a escuchar y dar micrófono a aquellos a los que querían escuchar, y ser escuchados.
Dicen que una de las mejores formas de escribir un libro es trasladar al papel aquello que te remueve, que te interesa, que vives, o que sientes. Si además, le añades la transcripción de todo aquello que te hizo recorrer ese trayecto, matas dos pájaros de un tiro, creando así una obra diferente, especial y muy amena.
Coast to coast te mete de lleno en la caravana de Fernando, a su lado, y eso tiene un mérito tremendo. Disfrútalo.
Buenísimo. Radiografía de una sociedad y un momento. Y con el baloncesto como motor. Baloncesto del bueno. De hombres y de mujeres. De pueblos y naciones. Genial
Un libro de baloncesto americano narrado a lo largo de un viaje por los EEUU, que no habla de lo que siempre se suele hablar cuando se habla de baloncesto. ¿De qué habla? De todo, de nada.
Buen viaje de la mano de Fernando Mahía por la cultura del baloncesto en Estados Unidos, aunque no sólo se queda ahí, si no que raspa sobre la superficie social, cultural y económica del país. Muy entretenido y fácil de leer.
Para todo aquel que haya jugado al básquet y disfrutado de la NBA, este aro a aro, como se dice en Argentina, es un regalo al alma lleno de datos e info relevante al mundo del básquet y de la cultura yankee. Lo disfruté mucho.
Lo mejor de lo mejor de este año. No te lo esperas. No lo ves llegar. Crees que será una historia de mil y un nombres de jugadores y técnicas de baloncesto, pero Fernando rasca en lo irrascable. Se zambulle de lleno en un sinfín de 'untold stories' para dar voz a unos personajes cuya fama no les hizo famosos
El autor, partiendo de un eje central como es el baloncesto, y viajando de norte a sur y de este a oeste de los EEUU, se dedica a narrar cientos de historias de baloncesto, y de miles de cosas más. Muy interesante.