Un escritor menor al borde de una jubilación no demasiado brillante, recibe la propuesta de escribir una autobiografía del general Franco. El encargo le parece un sarcasmo. Toda su vida ha sido condicionada, y no para bien, por el dictador, pero el editor aprecia sus cualidades de excelente redactor de libros de divulgación y biografías de personajes célebres. Marcial Pombo, un antifranquista de toda la vida, empieza a escribir como si escribiera Franco, pero de vez en cuando no puede más, replica al autobiografiado, es decir se replica esquizofrénicamente a sí mismo o trata de ofrecer el contrapunto de algunas notas de su vida personal a lo largo de la era franquista. El dictador habla desde la Historia, el escritor teme que la Historia sea tan objetiva con la crueldad de una época que se olvide de sus víctimas y lo reduzca todo a quince líneas de Diccionario Ilustrado.
Franco, algunos miembros de su familia y de su entorno profesional y político, muchos de sus adversarios y enemigos, se convierten en personajes de novela sin salir de la Historia. Marcial Pombo finalmente ha conseguido una autobiografía de Franco entre otras posibles. Una obra abierta, una novela y él es a la vez escritor y personaje. Novela llena de hechos y actos comprobables, históricos y de personajes supuestos. Vázquez Montalbán nos ofrece el esfuerzo narrativo más importante de su vida y de su Historia.
Manuel Vázquez Montalbán was a prolific Spanish writer: journalist, novelist, poet, essayist, anthologue, prologist, humourist, critic, as well as a gastronome and a FC Barcelona supporter.
He studied Philosophy at Universidad Autònoma de Barcelona and was also a member of the Unified Socialist Party of Catalonia. For many years, he contributed columns and articles to the Madrid-based daily newspaper El País.
He died in Bangkok, Thailand, while returning to his home country from a speaking tour of Australia. His last book, La aznaridad, was published posthumously.
Sembrava una bella idea, il dittatore intervistato da un biografo comunista. Ma ne è venuto fuori qualcosa di noioso e ripetitivo. Franco non ne esce male: è ovviamente un megalomane bugiardo ma a tratti è persino spiritoso, mentre gli interventi dell'intervistatore sono piuttosto banali.
Es una prueba de paciencia meterse en la cabeza de este personaje repulsivo, obsesionado, cocidioso y narcisista durante novecientas páginas. Montalbán ficcionaliza pero no falsea la voz de Franco, no lo ridiculiza ni fuerza ningún discurso que no venga de la construcción del personaje real. El retrato psicológico desde el aprendizaje de la infancia es consecuente en la carrera militar y en todos los razonamientos que explican las decisiones durante la guerra y la posguerra, se basa es una construcción narrativa pero también en textos reales como discursos, publicaciones, diarios, cartas y entrevistas. Un narrador necesario señala omisiones y engaños, amplía con contexto, responde a los fragmentos de autobiografía con testimonios y crónicas de observadores reales, de secundarios relevantes, y también aporta una biografía del antifranquismo que, aunque no exacta, imita a la del propio autor.
Una novela interessante pero no me gustó el aspecto no histórico o sea me hubiera interesado algo real escrito por Franco con comentario de un autor pero bajo la forma de novela me parece que el tema no cuadra …
Un espediente narrativo per scattare una fotografia sulla storia recente del paese, un finto dialogo fra un letterato ed il caudillo per descrivere il livello del dibattito pubblico e storiografico sull'esperienza autoritaria spagnola. Vázquez Montalbán con "Io, Franco" non mira, per sua stessa ammissione, a una narrazione esaustiva dei fatti, ma prova a dare un significato esaustivo alle azioni. Com'è nata la crociata falangista, cosa ha prodotto nella penisola iberica, quali fratture profonde ha creato nella società ispanica e quali vette ha raggiunto la repressione degli sgherri del regime. Montalbán descrive tutto questo immaginando un dialogo con l'ex dittatore, laddove all'intervistato spetta più il ruolo di testimone che quello d'imputato, complice un clima culturale di oblio che ha annacquato nel calderone della storia torti e ragioni di ogni protagonista, quasi che la violenza fosse stata distribuita in parti uguali dal Novecento, eredità e frutto acerbo del secolo scorso. In controluce appaiono tutte le tensioni ancora irrisolte della Spagna, dall’indipendentismo catalano sino al ruolo della casa reale nella persona di Juan Carlos. Il tema della successione, quello della transizione democratica, perfino i silenzi delle opposizioni trovano nella trama il loro posto e una ragionevole spiegazione. Ne vien fuori un'opera che è al tempo stesso monito e j'accuse nei confronti dei contemporanei, per non soffrire collettivamente di amnesie e vuoti di memoria.
«[…] Porque el Estado, lo oficial, se ha portado bastante bien con ustedes y con usted. Apenas si ha habido revisiones críticas, nadie ha querido tirarse la memoria por la cabeza y aquella idea parida por el sociólogo Linz, hijo de madre dirigente de la Sección Femenina de que usted no había sido «totalitario» sino «autoritario» ha causado estragos y ha lavado la cara de todos los que se la ensuciaron, impasible el ademán, más o menos firmes, cara al sol del amanecer y a la luna de tanto fusilamiento y tortura. Usted fue declarado material humano para la sanción de la historia y hoy tienen la sartén por el mango una raza de historiadores objetivos que reparten culpas repartibles y olvidan la culpa inicial de que usted empezó el tiroteo en medio de tanto alboroto y que conservó el tiroteo hasta el final de sus días, totalitario o autoritario, a usted le daba lo mismo, no hay mal que por bien no venga y hoy yunque, pero mañana sin prisas pero sin pausas… martillo. Sin prisas pero sin pausas le estamos olvidando general y olvidar el franquismo significa olvidar el antifranquismo, el esfuerzo cultural ético más generoso, melancólico y heroico en el que se resistieron puñados de mujeres y hombres…».