Ya puedes ser superprofesional en inglés o aprender chino que, si no dominas el lenguaje del Boletín Oficial del Estado, pringas. Este diccionario ilustrado traduce, de forma directa y clara, sin rimbombancias jurídicas, los conceptos que necesitas entender porque, quieras o no, lo que se publica en el BOE te afecta. Y el libro lo explica con retranca —habrá que reírse al menos— y con una retahíla de ejemplos de abusos perpetrados por quienes sí entienden, y bien, el lenguaje de la burocracia. ¿Por qué cada vez que un titular reza «el Gobierno aprueba tal ley» está mintiendo? ¿Qué pasa si bajamos el lenguaje administrativo a lo cotidiano y usamos una cosa que se llama «disposición derogatoria» para tumbar todo lo feo que hemos dicho hasta ese momento, así de golpe? ¿Qué es un decreto ley, cómo se ha usado y por qué en realidad es un poco como hacer trampas? ¿Por qué quienes nos gobiernan tienen esa manía de mezclar el tocino con la velocidad en un mismo texto legal? Todo está conectado, y las normas son una maraña más enrevesada que la pizarra de un detective investigando a un asesino en serie. Pero si las entiendes, ni te pierdes ni te engañan. Estás ante un libro raro, sí, que combina la capacidad de Eva Belmonte de entender y traducir a los humanos el lenguaje del BOE con la visión aguda y sarcástica de las viñetas de Mauro Entrialgo.
Una forma divertida y sencilla de adentrarse en el farragoso vocabulario judicial que permiten formar una base para entender algo de lo que se decide en el Congreso o en los Consejos de Ministros. Todo amenizado por unas viñetas cómicas (o no tanto cuando te desvelan los chanchullos que se hacen prostituyendo este lenguaje jurídico)
Un libriño simpático que explica de forma amena e con exemplos reais termos habituais do BOE e nada habituais na vida real fora da administración. A cada entrada acompaña unha tira cómica de Entrialgo, que sempre entran ben.
Gustaravos se vos despedides sempre “agradecendo los servicios prestados”.
Muy bien libro para entender el lenguaje, a veces arcaico y tedioso que nos gobierna a todos.
Muy recomendable para prácticamente cualquier persona (el BOE es omnipresen). Aunque no tabto para gente que esté ya dentro del "mundillo", salvo para echarse unas risas.
Eva lo cuenta todo con humor, a la vez que seriedad. Las ilustraciones también si buenísimas.
Maravilloso. Hilarante. Altamente pedagógico y divulgativo.
Y como con "Españopoly": leerlo estando preparado para que a uno le entre una mala leche considerable entendiendo mejor algunas cosas que ocurren en nuestra Españistán.
De una forma divertida, amena, punzante y, sobre todo, tirando mucho de ironía se ofrece al lector un acercamiento a conceptos jurídicos que se oyen mucho pero no siempre se entienden.