Tras separarse, después de trece años de matrimonio, la paisajista Amelia Tonet se refugia en su casa cerca del mar, en busca de la tranquilidad que siempre le han brindado su querido jardín y los cerros alrededor. Sin embargo, la paz anhelada se quiebra a causa de las visitas de su hermana, de un antiguo amante, de su ex marido y de Roque, su actual pareja. En cada una de estas conversaciones se ve obligada a repensar los motivos de su separación, a recordar los eventos que siguen hiriendo su presente.En esta novela, el paisaje flora y fauna nativa del bosque chileno de hoja dura adquiere el papel de un segundo protagonista al proyectar, interpelar e incluso modificar los pensamientos y emociones de Amelia. La barrera del pudor expone el conflicto de una mujer entre el deseo de salvar su matrimonio y la búsqueda de la plenitud sentimental y sexual. Para aclarar sus contradicciones, Amelia deberá romper las barreras morales establecidas por la relación con sus padres y su esposo. Esta nueva conciencia sobre la sexualidad y su ideal de relación de pareja será su guía para tomar decisiones que por tanto tiempo han sido postergadas.
Estudió en el Instituto de Humanidades Luis Campino; en 1984 se tituló de Ingeniero Civil en la Universidad Católica y posteriormente obtuvo un máster en Ingeniería Económica de la Universidad Stanford. A partir de 1996, se consagra a la literatura y ya al año siguiente gana el concurso de cuentos de la revista Paula, con el que se ha convertido en el más conocido de sus relatos, Santa Lucía. En 1999 publica en Alfaguara su primer libro, Vidas vulnerables, una recopilación de cuentos que obtuvo la Mención Especial del Premio Municipal de Santiago y que incluye el premiado por Paula. Su primera novela, Madre que estás en los cielos, sale en Planeta en 2004 y se convierte en un éxito de ventas en Chile que ha sido traducido a varios idiomas. Después han aparecido las novelas La razón de los amantes (2007) y La barrera del pudor (2009), esta última en Norma. El 11 de abril de 2011 debutó como presentador de un microprograma de literatura en CNN Chile denominado Letras Privadas, en el que el entrevistado comentaba un libro de su elección. El programa salió hasta fin de año y en él Simonetti entrevistaba todas las semanas a tres personas: cada lunes, miércoles y viernes se emitía un nuevo capítulo de Letras Privadas. A fines de 2011, Simonetti firmó contrato con Alfaguara para publicar su nueva novela en 2012, sello que reeditará también sus tres anteriores. Al respecto, Simonetti explicó: "Luego del término con Norma, empecé una negociación con las grandes editoriales, Random House, Planeta y Alfaguara, y ahí salió este reencuentro, que me da mucho gusto. Siento que Alfaguara lo está haciendo muy bien en Chile, en el resto de Latinoamérica y en España. El compromiso es publicar todos mis libros en estos lugares".
Colabora en los medios de prensa más importantes del país, entre ellos los diarios El Mercurio y La Tercera, con artículos sobre los más diversos temas y participa en programas culturales de radio y televisión.
Ha confirmado su homosexualidad ante los medios y en su sitio oficial tiene una sección sobre derechos sexuales. En medio de la discusión para la extensión de derechos a parejas homosexuales, Simonetti se presentó ante la Comisión de Constitución del Senado de Chile defendiendo el derecho a permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.Es uno de los que instituyeron la Fundación Iguales, que busca "la plena igualdad de derechos de la diversidad sexual" y, como uno de sus voceros, ha participado en los debates del proyecto de ley de Acuerdo de Vida en Pareja. "Nuestra finalidad es trabajar por la igual dignidad de todas las personas en Chile y el reconocimiento legal del amor", dice Simonetti.
Entre sus actividades académicas, ofrece un taller avanzado de narrativa y dicta charlas en diversas universidades, bibliotecas, seminarios y ferias del libro, tanto en Chile como en el extranjero. Ha sido miembro del jurado de diversos concursos literarios.
La temática que Simonetti aborda en _La barrera del pudor_ es importante y diestramente elaborada: los problemas de deseo e intimidad en las parejas, la lucha con la identidad propia y la de su pareja, el crucé de la barrera del pudor para rescatar la relación.
Si bien, al inicio y hasta el intermedio del libro la narración fue cautivadora en adentrarse en los sentimientos cruzados de Amelia, con el paísaje dando matices importantes y cautivadores, y consiguiendo una simpatía humana del lector, la narrativa se consume en su personaje egocéntrico y crítico en el desenlace del libro: Durante todo su retiro los sentimientos más profundos de Amelia son de añoranza por Ezequiel... 90 días dias de retiro quizá, y sin embargo, su histeria obsesivamente angustiada y egocéntrica, y una desilusión que la hizo vulnerable en un lapso de 4 horas, marcó su paso final.
El elefante en la habitación es que Simonetti usa a Ezequiel como el hombre de paja, convenientemente presente, sin mucho fondo, para montar la historia del desasogiego de Amelia. Por lo tanto, no es convincente la separación final como un crecimiento personal de ella, más bien como un ataque de histeria de un dolor profundo que ya no soportaba. Y curiosamente, como si se le hubiera escapado al autor, no aborda temas de la ansiedad de Amelia como un trastorno médico en sí, que agraviaba el malestar de Ezequiel (otro tema de envergadura en la sociedad de hoy en día).
Más aún, en el desenlace, Simonetti pinta a una herida, vengativa y egocéntrica Ameila, por habérsele escapado que a lo largo de la narración, su protagonista aceptó en palabra, pero no en actos, las dos sugerencias de su marido para salvar su matrimonio (1. si tuviera un amante, no engancharse y seguir unidos; 2. tener paciencia en el proceso, porque él también sufrió una arrolladora desfiguración emocional por el problema funcional sexual y las acciones adonde siempre prima el "yo" de Amelia).
Simonetti nos da un libro temáticamente importante, estilísticamente bien narrado, sin embargo falla en darnos una historia satisfacente de una relación, puesto su narrativa es tanto monopersonájica como monotemática (Amelia y el sexo).
Es un buen libro. Refrescante la forma en como se aborda un tema (que podría ser tabu o al menos reprobado por muchos) en forma simple y directa, pero con la suficiente delicadeza para que no choque.
La trama bajaba en intensidad en ocasiones, y en otras me hacía perder el contexto, pero en general es un buen libro. Recomendable.
Qué libro más malo. Lo primero que leo de Simonetti y, probablemente, lo último. La protagonista y sus historias son una lata. Además, qué manera de escribir cursi.
Al principio me gustó el monólogo, la descripción del ambiente y de su sentir. Esto que me atrapó al inicio me terminó por cansar después. Quizá esa desesperación que despertó en mi el personaje principal es intencional por parte del autor: querer agarrar a Amelia y cachetearla, decirle ¡tonta, despierta! No te quiere y estás dejando de quererte tú también.
Es mi primer libro de Simonetti y lo volveré a buscar para seguir leyendo sus historias.
Oh por dios, pensé que no terminaría nunca esta lesera.
Tengo que reconocer que lo odié un poco menos que cuando lo empecé hace como 6 años xd, pero lo odié de todas maneras. No porque la historia no tuviera mérito; el libro habla de la separación y superación de Amelia y Ezequiel, sino porque Amelia es un personaje odioso, de esos personajes odiosos que sienten que el resto del mundo es demasiado conformista y, de alguna manera, menos conscientes de su entorno que ellos, demasiado preocupados de sus propios ombligos como para ver lo que pasa más allá, pues adivina qué, m'ija, eres peor que todos los personajes de los que te quejas.
El tono condescendiente y peyorativo sobre lo que hacen o no los demás le quita todo el peso al dolor y a cualquier sentimiento de empatía que pudiera generar su situación. Lo mismo que sus demandas constantes para con los hombres que son sus intereses amorosos, aunque esa parte es un poco más comprensible.
¿Cómo defino un libro que representó los diferentes matices de mi vida? Un libro perfecto para reflexionar sobre las relaciones y como ellas muchas veces no son blanco y negro, están llenas de matices. Me encanta la voz de la narradora y la forma en la hace que el lector se adentre en sus pensamientos. Durante muchas escenas me sentí identificada con la protagonista, su forma de ver el mundo, su historia y deseo de salir del dolor.
Aunque a veces pensé que tanto pasaje sexual era mas que una técnica para atraer lectores y que me daba ganas de abandonar la lectura por repetitivas, por lo bajo si hay una historia, el alcanzar la madurez, que tal vez lo que elegimos de jóvenes no debe ser para toda la vida.
Una narrativa hermosamente poética pero el final pierde un poco de fuerza, me gusta como detalla los anhelos de los personajes y como me hace divagar en mi imaginación.
Ya había tenido oportunidad de contarles, el cómo, cuándo y dónde lo adquirí, pero no había tenido ocasión te hacer la reseña de él, y creo fielmente que esto les gustara. LA Barrera del pudor del chileno Pablo Simonetti es sencillamente un libro directo: relata la historia de Amelia, su esposo Ezequiel, Roque y algunos tantos otros. Amelia es una paisajista joven casada con un hombre que trabaja en un diario como columnista de críticas literarias, por cosas de la vida se han enamorado y casado sin que ninguno de los dos se opusiera a ello, con el tiempo Amelia hace notar a su marido lo infeliz que resulta ser su vida sexual, al punto de buscar alternativa no muy pudorosas para solucionar aquel “problemita”, es así como da con Roque, un hombre que tiene su propia historia, pero que hace lo que Ezequel nunca hizo con tal de formar una nueva vida con Amelia. No les contare el final, porque estoy segura que será algo que no esperan y que te producirá tanta controversia como las que vivirás desde el comienzo.
Con soltura podría decir que este libro es uno de aquellos que tiene el nombre bien puesto, si eres de esos que acostumbra leer historias de vampiros, ficción, romance u otros que parecen más ligeros, te tire que tu primera barrera a romper será la de tus propios prejuicios morales, y estoy segura llegaras al punto de preguntarte si quieres seguir leyendo o dejarlo de lado. Su lenguaje explícito y bien definido te ayudara a formar cada imagen como si la estuvieras viendo o viviendo, te prometo que habrá muchos momentos en que tu cara se sonrojara y otras en que miraras a los lados para ver quien lo noto, Simontti no le teme a las palabras.
Algo muy especial de esta historia es la verdad de los argumentos, no sólo de las locaciones, que por cierto son hermosas en naturaleza y motivantes en conocimiento, sino también en la sinceridad de reconocer sentimientos, dilemas existenciales, cambios de pensamiento y sobre todo en reconocer que lo bueno para ti no es lo que es bueno para el otro. Es la libertad de decidir qué cosas te hacen feliz y hacer lo que sea para lograrlo.
más que una historia de amor, es una historia de vida, aunque siendo responsable con lo que diré, algo que me impacto fue ver que cuando amamos, nuestras propias barreras van cediendo a tal punto que las sobrepasamos sin notar lo lejos que hemos llegado, y créeme cuando te digo que por cosas menores me he detenido, Amelia lo intenta hasta donde no todos llegaríamos ¿pudor, falta de amor, cobardía, traumas de la infancia, estatus social? no lo sé, pero hoy sé que cuando rompes la primera barrera, las demás van cayendo solitas..
En conclusión, la barrera del pudor es un buen libro, tanto en estilo, escritura, fotografía, emoción y rapidez. Puede que te sea más fácil engancharte de él si fuiste o eres o serás casado, si convives por mucho tiempo con alguien o estas teniendo problemas íntimos que no sabes cómo resolver, este no es en ningún caso un libro de autoayuda, es una novela tan bien hecha que te permitirá desarrollar empatía con alguno de los tres personajes principales al punto de pensar qué harías tú en su caso.
Creo que ya te he dicho mucho, espero lo leas, rompas barreras y me cuentes que tal te fue…
Hasta ahora este ha sido el libro que menos me ha gustado de Simonetti. Relata los vaivenes emocionales de una mujer —prácticamente todo ocurre desde su perspectiva— en torno a su vida de casada, los problemas sexuales con su marido y su posterior vida de divorciada. Está dividido en "visitas" que corresponderían a un capítulo nuevo cada vez.
Me costó digerir el habla cursi de la protagonista, es que no me cabe en la cabeza que alguien diga "su última foto coincidía con su último período de vigorexia", "seguía los meandros de mi curiosidad" o "era la única estrategia que había pergeñado". Está bien, es parte de la personalidad con que la vistió el autor, pero no pude dejar de distraerme cada vez que me encontré con palabras rebuscadas o ideas expresadas con evidente cursilería. Eso no sería un problema si el personaje y su lenguaje se correspondieran, pero en vez de sentir eso, cada vez que leía las palabras de Amelia solo imaginaba a Pablo Simonetti consultando un cuaderno con frases hechas o un diccionario online.
THIS BOOK IS THE SHIT! I have read and loved Pablo's books before, but I did not believe the same thing would happen would this one because the story seemed too adult for me, but damn was it a surprise. I love how the story goes back and forward without warning; like I am continuously surprised throughout every page with a different part of the big picture. I relate to Amelia in several parts, although we are quite different, we both meditate a lot and search tirelessly for what we want, no matter how difficult that journey turns out to be. I read this book in three days, I love it when that happens and it makes me wanna write a book myself. Do I have a book in me though? Also, I want the money and lifestyle the characters in this story have.
Nunca lo terminé... me quedé entrampada en la mitad, porque sentía que no avanzaba, que le daba vueltas a lo mismo una y otra vez, pero desde distintos ángulos. Aparte la vida de una mujer separada nunca me ha llamado la atención, la verdad.
Un libro con una temática interesante, que se relata de forma que captura la atención del lector. Sin embargo, redunda en los pensamientos y ansiedad de la protagonista, lo que hace perder el interés en este libro.
...le hizo sentir que ella era muy diferente a su viejo ser, como si estuviera hundiéndose muy profundo, muy profundo hasta el centro de toda femineidad y el sueño de la creación. D. H. Lawrence