Un bellísimo libro de reflexión bajo la original forma de un conjunto de cuentos ensayísticos unidos por un personaje entrañable. Manuel Pérez Aguado (Manolito para los amigos, don Manuel en el estrado) es profesor de literatura, además de lector y escritor. Nació en un pueblo, donde creció entre las clases de historia sagrada, la llegada de la Coca-Cola y la leyenda de Hollywood, y fue a la capital a estudiar la carrera. Ahora, convertido en un enamorado de los libros y un amante de la vida, reflexiona sobre su pasado y sobre un presente lleno de contrastes. Como contrapunto, una segunda voz, la del propio Luis Landero, narra otras historias y, casi, acaba transformándose en otro personaje.
Luis Landero Durán, nacido en una familia de agricultores extremeños emigrados a Madrid en 1960, tuvo que trabajar muy joven para pagarse los estudios en los oficios más variopintos, en especial como profesor de guitarra flamenca. Estudió filología hispánica en la Universidad Complutense de Madrid y ejerció en la misma como profesor ayudante de Filología Francesa. También fue profesor de Lengua y Literatura españolas en un instituto de bachillerato de Madrid. Actualmente está jubilado, tras impartir clases en la Escuela de Arte Dramático de esta misma ciudad. Desde la aparición de su primera y exitosa novela, Juegos de la edad tardía, donde se da un singular diálogo entre la fantasía y la realidad de raíces cervantinas, y que fue galardonada con los premios de la Crítica de 1989 y el Nacional de Literatura en 1990, ha publicado otras novelas y artículos en la prensa (El País, principalmente) recogidos en ¿Cómo le corto el pelo, caballero? (2004).
Siempre es un verdadero placer leer a Landero (1948-), su magnífica prosa, su estilo preciso y limpio, su amplio vocabulario... Solamente por este motivo he disfrutado de esta obra: Entre líneas. El cuento o la vida (2001).
Hablo de obra, porque entiendo que no nos hallamos ante una novela al uso. Su estructura es poco habitual: dos relatos diferentes que se alternan capítulo a capítulo y que en lo formal están marcados por el cambio de primera a tercera persona y en lo tipográfico por el empleo de una grafía cursiva y otra normal.
El argumento es simple. En un relato se nos cuenta la historia de Manuel, maestro de escuela, su infancia rural, no muy feliz, y sus ansias por abandonar el pueblo y de ser escritor. En el otro encontramos también escenas de la vida de una persona que, en principio, no podemos identificar. Los capítulos se suceden como sencillos retazos de vida, narrados sin un orden cronológico, ni otra relación aparente y se quedan escasos para mostrar en complejidad a los personajes y para construir una novela contundente.
Porque lo que veo claro es que esas escenas de la vida de los dos personajes son simples excusas para reflexionar sobre el mundo de la escritura y todo lo relacionado con él: qué significa ser lector, escritor, profesor, conferenciante… Un hilo argumental con el propósito de rendir un emotivo homenaje a este universo, aunque su tono no sea triunfante y refleje, en todo momento, la dureza de esta vida y las dudas de quienes deciden dedicarse a estos oficios. No dejamos de percibir un constante tono de derrota en la vida de Manuel, nuestro maestro de escuela.
Partes de la obra son pequeños ensayos, pero siempre construidos con una habilidad para la síntesis digna de apreciar. Un sucinto taller literario para el que lo quiera apreciar, repleto de referencias literarias, lingüísticas, filosóficas y culturales. Una lección magistral donde aparecen múltiples autores y personajes de sus novelas, en un intento claro de dignificar la profesión de escritor.
Landero ha construido un híbrido entre novela (la vida) y ensayo (el cuento) y por eso nos resulta en cierto modo extraño. A algunos le puede interesar más las lecciones de literatura y otros podrán ir hilando esas escenas de vida de las que hablaba al principio para ir construyendo un mosaico vital hasta llegar admirar el dibujo, la composición final.
Como siempre, el maestro Luis Landero deleita con su genial estilo, esta vez para regalarnos un precioso alegato en favor de la literatura, de los libros y de la cultura en general.
No es novela pero está implícita toda la magia, así como la técnica, para entenderlas y atreverse a escribirlas
No son cuentos cortos pero sí hay fragmentos que se proyectan y cuyos ecos resuenan y dan sentido
No hay protagonista pero sí: uno que es tres, lector y escritor y profesor. Y los tres son definidos a través de una profunda satisfacción de qué son los tres y cómo son uno.
No es ensayo ni libro de historia, pero en unas frases se entiende España como en pocos sitios; y se aprende sabiduría disfrazada de broma
Hay una semilla de El Balcón de Invierno aquí.
Es un magistral libro, si es que debe llamarse así
Um 4,3. Não tinha qualquer expectativa em relação a este livro nem sabia o que esperar dele. Mas, para dizer a verdade, é um livro que arranca a literatura que temos em nós e nos faz querer e fazer algo mais pela literatura. Há um desdobramento da personagem, do autor e até o próprio leitor é levado ao desdobramento e à análise dos seus vários "Eu". E concordo com a avozinha: "[Los cuentos no se pueden cambiar] porque entonces ya no serían verdaderos".
Novela de 162 páginas, que alterna la ficción con tintes autobiográficos y metaliteratura. Describe de una forma hermosa la época histórica donde se desarrolla nuestro protagonista, que utiliza como ejemplo de mucha gente que vivió aquellos años y todo ello enriquecido con verdaderas perlas de lo que la literatura significa para la humanidad, como tejido colectivo de memoria histórica y sentida. Una verdadera joya que os recomiendo absolutamente.
Otro libro maravilloso de Luis Landero. Se publicó mucho antes que El Huerto de Emerson, pero hay una ligazón literaria que los une, un trasvase mágico que solo la escritura de Landero puede lograr. Y es que aquí también aparece la memoria, la infancia, el mundo rural, los sueños, los principios que marcan su escritura y sus peripecias de escritor.
Es un libro que está lleno de vida y literatura porque funcionan como las caras de una misma moneda. El capítulo titulado "El manantial secreto" es una delicia para cualquier escritor; es imposible no sentirse identificado. Como siempre, Landero aparece como una luz que ilumina el camino. Otro libro que deja huella, y decenas de frases para el recuerdo. Señor Landero, a sus pies.
Una maravillosa clase magistral de literatura y metaliteratura. Ideal para admiradores de Irene Vallejo. Desconozco si es un libro que rompe con el estilo habitual de Landero porque es lo primero que leo de él, pero sin lugar a dudas, no será lo último.
Una preciosa clase magistral de literatura. Espero que sus estudiantes llegaran a darse cuenta de la suerte que tenían por tener a Landero como profesor.
Un placer siempre leer a Landero. S un ensayo camuflado de relato donde explixa qué es literatura. Diferencias entre lector, escritor y profesor de literatura, entremezclando como siempre de esa forma delicada y magistral momentos ficticios/verídicos.
Esta obra me ha sacado el corazón más filólogo que tengo y me ha permitido disfrutar con ambición de las reflexiones sobre la literatura que muestra Luis Landero.