Los textos que María Zambrano (1904-1991) reunió en "Hacia un saber sobre el alma", publicados entre 1933 y 1945 en diversas revistas de España y América, recogen el germen de su pensamiento más original y el nacimiento de una de las fórmulas más afortunadas de su trayectoria intelectual, así como una de las cumbres del desarrollo de la filosofía de todo el siglo la «razón poética». Si la verdad "se nos revela" de alguna manera, es sólo a través del común ejercicio de la pasión y la razón. En este libro fundacional, en el que dialoga con Nietzsche, Ortega y Gasset o Freud, entre muchos otros, la filósofa nos ofrece «la trayectoria, el nacimiento, de la razón poética, llegado a mí casi a ciegas, en la penumbra del ser y del no ser, del saber y no saber». Introducción de Juan Fernando Ortega Muñoz. [Esta edición reproduce la fijación del texto que hizo Fernando Muñoz Vitoria en el Vol. I de las OO.CC. de María Zambrano, 2016.]
Ensayista y filósofa española. Discípula de J. Ortega y Gasset, Zubiri y Manuel García Morente, fue una de las figuras capitales del pensamiento español del siglo XX.
Profesora en la Universidad Complutense de Madrid, se exilió al término de la Guerra Civil y ejerció su magisterio en universidades de Cuba, México y Puerto Rico. Tras residir en Francia y Suiza, regresó a España en 1984. Fue galardonada con el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades (1981), y el Cervantes (1988).
Su pensamiento, vinculado a las corrientes vitalistas del siglo XX, giró en torno a la búsqueda de principios morales y formas de conducta que fueran aplicables a los problemas cotidianos. Su preocupación mística, la forma de abordar los conflictos éticos, y el estudio de la interrelación entre realidad y verdad, reclamaban la necesidad de un profundo diálogo entre el ser y su entorno.
Para ella era preciso establecer tres modos de razonamiento: el cotidiano, el mediador y el poético. Desde este último se aproximó a lo sagrado, el lugar donde se encuentra la explicación de lo trascendente, la lógica del misterio.
En su amplísima producción destacan: Filosofía y poesía (1939), La confesión, género literario y método (1943), El pensamiento vivo de Séneca (1944), La agonía de Europa (1945), Hacia un saber sobre el alma (1950), El hombre y lo divino (1955), España, sueño y verdad (1965), El sueño creador (1965), La tumba de Antígona (1967), El nacimiento. Dos escritos autobiográficos (1981), De la Aurora (1986), Senderos (1986), Delirio y destino (1988), y Los sueños y el tiempo (1992), entre otros.
"Agarrándonos a la verdad, a la verdad nuestra, asociándonos a su descubrimiento por haberla acogido en nuestro interior, por haber conformado nuestra vida a ella, arraigándola en nuestro ser, sentimos que nuestro tiempo no pasa, al menos, en balde. Algo de su pasar queda, como el fluir del agua en el río, que pasa y queda. -Todo pasa-, corre el agua del río pero el cauce y el río permanecen. Mas, es menester que haya cauce, y el cauce de la vida, es la verdad." Ahí está todo!!! Para Zambrano la filosofía es el cauce, porque sin cauce se pierde la fuerza de las ideas, y la filosofía ("cuando es fiel a sí misma") es el camino, y es lo que hace el gozo del caminante.
Siempre me cuesta un poco leer filosofía, pero tomo a Zambrano como una maestra, porque ella habla de la creación, de la verdad, del alma, y de la filosofía con la importancia que tiene para hacer bonito el camino de conocer. Y lo hace con un lenguaje poético, que tiene todo el sentido del mundo. Me sorprendió Diótima de Mantinea, no sabía que había escrito un texto así, es más poético, aunque es filosófico, pero es más cercano a Clarice Lispector que a Ortega y Gasset.
Me encantó su ensayo sobre Freud, habla sobre Nietzsche, me mató cuando habla sobre como la audacia de descubrir solo se puede hacer con humildad. Los movimientos de la filosofía a través del tiempo son hermosos al ser contados por ella, las distintas escuelas de pensamiento. Todo esto lo escribe cuando Europa está en crisis, y bueno, España en medio de una guerra civil, y es super actual en todo sentido. Ya que estamos viviendo épocas sin sentido. Me parece super importante regresar a la filosofía, es la pura verdad. Y por medio de Zambrano, por todo lo que enseña, me abre el mundo para conocer más, y estudiar más. Maravilloso.
Pongo tres estrellas a esta colección de artículos de la filósofa española, pero quiero recalcar que no es una lectura fácil, ni para todos los paladares. Te tiene que gustar la filosofía y estar acostumbrado a cierta densidad del lenguaje. Al menos, eso creo que se necesita para que alguien que empieza el libro, lo termine. Por supuesto, puedo equivocarme.
Los artículos son desiguales en cuanto a lo que me han generado, algunos me resultaron interesantes, del último apenas si saco nada en claro, y esto es literal, en cuanto a “Por qué se escribe”, debo decir que es razón más que suficiente para haber leído todos los demás. Creo que esas nueve páginas son sencillamente maravillosas y se las recomiendo a cualquiera, especialmente, a cualquiera que haya sentido alguna vez la necesidad de escribir.
"Por qué se escribe" está lleno de ideas profundas y de frases que se quedan marcadas a fuego. Es un artículo para ser releído cuantas veces haga falta, pues inspira y da fuerza a todos los que escribimos, y, sentimos, que nos falta el aliento muchas más veces de las que nos gustaría para continuar haciéndolo.
Tampoco quiero ser injusto con el resto de la colección, e invito a que os echéis encima, porque solo tengo que ver lo mucho que he subrayado y las páginas que anoté, para saber que hay otros artículos que me gustaron bastante.
Me ha resultado una lectura especialmente histriónica, a pesar de la relevancia que pretende concederle a la razón. Sin embargo, es una lectura serena y dulce, como un cauce, y presenta de forma precisa las grandes influencias de la autora.
O coração: ''(...) é como um espaço que dentro da pessoa se abre para acolher certas realidades. (...) É amplo e também profundo, tem um fundo de onde saem as grandes resoluções, as grandes verdades que são certezas. E às vezes arde nele uma chama que serve de guia através de situações complicadas e difíceis (...). Nesta cultura permanente do coração, não arde como fogo mas como chama, chama que não produz dor mas felicidade. (...) Nesta mesma cultura, o coração tem feridas; lentas, ás vezes impossíveis de sarar; dir-se-ia que as feridas nele nunca se fecham porque têm um certo carácter activo, são feridas vivas, como feridas das quais mana constantemente uma gota de sangue que impede a cicatrização.'' (p. 22, Assírio & Alvim)
''O centro de gravidade da pessoa deslocou-se para a pessoa amada primeiro, e, quando a paixão desaparece, ficará esse movimento, o mais difícil de estar «fora de si». «Vivo já fora de mim», dizia Santa Teresa de Ávila.'' (p. 58, Assírio & Alvim)
''(...) toda a palavra é uma libertação de quem a diz.'' (p. 68, Assírio & Alvim)
''E se fosse possível num instante determinado juntar tudo o que temos e cremos (corpo, alma, pensamento) veríamos que tínhamos pouca coisa, que a unidade continuava a faltar. E isto, que o filósofo devia ter sabido, soube-o o poeta. Não porque ao poeta não lhe importasse a unidade, mas sempre soube que nunca a conseguiria a não ser saindo de si, entregando-se, esquecendo-se. «Já não guardo meu gado / nem já tenho outro ofício / pois é somente amar meu exercício» (S. João da Cruz, ''Cântico Espiritual''). Só no amor, na absoluta entrega, sem que fique nada para si, vive o poeta, enfim. A poesia é um abrir-se do ser para dentro e para fora, ao mesmo tempo. É um ouvir no silêncio e um ver na escuridão.'' (p. 128, Assírio & Alvim)
Este livro é, sem dúvida, um dos livros da minha vida. Para ter por perto - sempre.
Há quem pense no coração como uma extenuada e contínua transfiguração barroca; e há ainda quem defenda que a metáfora do coração é não ter metáfora alguma. De uma forma ou de outra, María Zambrano une neste livro as margens do rio, criando uma terceira, a invisível, que sagaz e fulminante, nos penetra pele adentro.
Los ensayos son todos interesantes, aunque le falta un punto de unidad temática. Lo más destacable s el estilo de Zambrano, poético y a la vez preciso y su interpretación, muy viva e inteligente, de la historia de la filosofía. Destacando en este último aspecto, el ensayo sobre Freud es el que más me gustó del libro.
Antes de empezar el libro me preocupaba no llegar a entender los conceptos filosóficos que hay en él, pero Zambrano los simplifica y los vuelve a explicar desde la didáctica y con un marcado estilo poético. Leer a María Zambrano ha sido una experiencia maravillosa que solo espero repetir muy pronto. <3
algunos MUY interesantes, otros los he pasado por encima. Lo más destacables es la escritura de Zambrano, poética y densa pero a la vez amable a la lectura
Otro paso más hacia un saber sobre Zambrano. He tardado unos meses en leer este libro porque no es un libro sencillo y he tenido unos meses bastante ocupados. Como ya he comentado en alguna que otra reseña de Zambrano, hay que meterse en las palabras para poder leerla y navegar los claroscuros de su conocimiento. Además, no sé si se debe a mis limitaciones cognitivas, pero hasta que no me siento a escribir estas reseñas sobre los libros de Zambrano, no llego a ese momento *Ahhhhh* tan gustoso. Así que ahí les va.
A través de un recorrido ensayístico, agrupados "según el tema y las preocupaciones predominantes" que Zambrano considera relevantes en su camino, nos quiere acercar a su pensamiento desde el alma humana, más que sobre el alma humana. Son ensayos separados en el tiempo, aunque con la sensación de "que aquello que hicimos antes sigue siendo nuestro en el después". Dice "aparecen aquí, en su germinación, esas dos formas de razón - la mediadora y la poética - que han guiado todo mi filosofar", esta segunda razón, la poética, nacida "en la penumbra del ser y del no ser, del saber y no saber". Esta ambivalencia de métodos cognoscitivos se explica en parte por su atracción "por igual según estaba por la 'oscuridad' de Zubiri, y la claridad, transparencia le llamaría, del pensamiento de Ortega y Gasset". Todo su pensamiento enmarcado en una ética de filosofar como en la "pureza diamantina [de] la Ética de Spinoza y en el adentramiento singular, único, de Plotino".
Una ética de filosofar también cercana al eterno retorno de Nietzsche, como se desprende de los ensayos, veremos más adelante, como en Mary Shelley, en tanto a su obsesión multidimensional por el límite entre vida y muerte. Para Zambrano, "parece ser condición de la vida humana el tener que renacer, el haber de morir y resucitar sin salir de este mundo". El exilio por la Guerra Civil, la falta de oportunidades, el homicidio de su marido, su aborto... El hombre, sí, hombre, empleando el uso amplio que tiene Zambrano de la palabra, de carne y hueso, que diría Unamuno, hecha filosofía en movimiento, que quiere volver al origen, no necesariamente a su origen. "Los poetas más lúcidos como Rimbaud no parecen, a pesar de todo, haberse engañado nunca; saben que su nostalgia es de un tiempo anterior a todo tiempo vivido".
Así, la verdad, específicamente sobre el alma, según Zambrano, no es tanto ideal, a lo Platón, como humana, tanto individual como colectiva. Para Zambrano, "cada época se justifica ante la historia por el encuentro de una verdad que alcanza claridad en ella". Fíjense en que habla de "una verdad", no de la verdad. Esto no significa que no exista, porque tomando a Heráclito por bandera, "todo pasa (...) [pero] es menester que haya cauce, y el cauce de la vida, es la verdad". Para Zambrano, "entre el yo y el fuera de la naturaleza se interpone lo que llamamos alma".
Según Zambrano, el papel del pensador es clave en el avance de la historia de la verdad sobre el alma, ya que "las verdades tienen sus precursores que han pagado en alguna cárcel de olvido el delito de haber visto desde lejos". Nos ejemplifica a Ordo Amoris y Muerte y Supervivencia de Max Scheler, a que 'hay razones del corazón que la razón no conoce' de Pascal, al Amor Dei intelectualis de Spinoza o al "más allá del hombre" de Nietzsche. Olvidando esa razón poética están Leibniz, Hume, Locke, o Kant, quienes "no escriben sino sobre el Entendimiento Humano", olvidándose de "esto que se llama psique, que se llama alma". El alma se evidencia en la contraposición del siglo XIX, enfrentando el estudio en base a razón los fenómenos de la naturaleza frente a "la conciencia romántica de lo irresistible de la naturaleza" que se evidencia "mirando los dibujos de Gustavo Doré que ilustran la Divina Comedia". Es el alma desnuda frente al abismo, "toda soledad ha sido sentida en un principio como un pecado". Un alma, por cierto, que sigue siendo un tema de rabiosa actualidad en la filosofía de la mente.
Zambrano se justifica a sí misma en esta soledad a la que se ve abocada en este pecado, que podríamos definir como pecado original personal, en el hecho de escribir para ver y comunicar la verdad, "el secreto", que le ha sido revelada y que es la gloria que puede alcanzar. "Todo libro es un hecho dramático (...), escribir es defender la soledad en que se está; es una acción que sólo brota desde un aislamiento efectivo, pero desde un aislamiento comunicable, en que, precisamente, por la lejanía de toda cosa concreta se hace posible un descubrimiento de relaciones entre ellas". Por eso, aunque no lo diga explícitamente, es tan importante leer y pensar. "Un libro, mientras no se lee, es solamente ser en potencia, tan en potencia como una bomba que no ha estallado". Hay en los libros algo de ese origen, algo de ese ya escrito que es nostálgico.
Para navegar la visibilidad intermitente de la realidad, el faro de luz y sombra es la metáfora. Zambrano hace hincapié en el corazón y el río, entre otras. "Especialmente desde Valery, (...) la metáfora ha desempeñado en la cultura una función más honda, y anterior, que está en la raíz de la metáfora usada en la poesía. Es la función de definir una realidad inabarcable por la razón, pero propicia a ser captada de otro modo". Habla Zambrano del proceso de catacresis, por el cual las metáforas se convierten en lenguaje cuasi literal. Por ejemplo, pensemos en alguien que 'luce joven'. Salvo que ande equivocado, yo que no soy filólogo, la etimología de lucir viene de la luz y no del parecer. No parece descabellado pensar que se empezó a hablar de lucir porque comparte el emitir, ya sea luz o ya sea ser, y se quedó la metáfora incrustada sin que nos demos cuenta. Tampoco parece descabellado vincular la luz a la juventud en la cultura española. De ahí, para mí, y creo que para Zambrano, que las buenas metáforas no son las que esconden significados, sino las que van más allá de los límites del lenguaje. Como dijo Borges alguna vez, citando de cabeza, el objetivo de un gran escritor es terminar siendo folclore.
Cuando Zambrano habla de filosofía, es de forma amplia, como intentando dar cabida a otras expresiones. Prueba de ello es el capítulo sobre la guía como forma de filosofía totalmente válida frente a la forma sistemática, para tocar en las creencias, destacando la Guía de Perplejos de Maimónides. "Las creencias, tal como Ortega las ha descrito, son algo previo a las ideas, 'hijas de la duda'", de esa duda que no nos saca "este último período (...) lleno de ciencia y conocimiento puro (...) pobre, inmensamente pobre, de todas las formas activas, actuantes, del conocimiento", consecuencia de la filosofía celosa de la poesía. Lo de formas activas despista un poco, pero bueno, el caso que en un tiempo en que "la quietud se hacía imposible" y "el tiempo se adueña de las vidas", que nos suena bastante, "han fomentado la subversión intelectual sin crear en cambio convicciones". El taylorismo en educación, y en general en todo lo humano, no funciona, como ha demostrado (ver el caso No Child Left Behind Act en EEUU).
La filosofía es buscar respuestas, aunque veamos que se tropiece. Para Zambrano, las guías tienen la practicidad del objetivo, "toda la guía lo es para", haciendo de la filosofía una apertura de vida, "en períodos como éste de la cultura occidental, en que lo visible es tan aplastante que sume en la sombra más opaca a lo que con ella no se aviene". "Vivir bien no es solamente cuestión moral sino de estética", que acoja y pelee con el misterio, no que se esconda en la razón técnica. Tampoco hay que "resbalar sobre la propia vida, sin adentrarse en ella, puede ocurrir con suma facilidad". Para eso están también las guías, porque, "como dice Ortega, el hombre tiene que hacerse su propio ser, se manifiesta por lo que llamamos esperanza", que es su motivo para buscar respuestas del conocimiento. En la esperanza anida "el germen de los anhelos revolucionarios".
La filosofía racionalizante puede llegar a ser mala, como el freudismo. "Uno de estos bienes y males de nuestro tiempo, es todavía la doctrina llamada 'freudismo'", que es "una de las religiones de nuestra época", casi hablando en términos marxistas de la religión como algo malo, lo que sorprende en Zambrano. El problema es "el afán de Método" como medicina, incluso frente a las enfermedades "nerviosas", aunque no se conociesen realmente; incluso frente a los sueños.
El conocimiento real es el que se asimila, es la "encarnación de las ideas" que nos dé una verdad que podamos sentir en la piel. Conocer implica un dejarse conocer, como quien no fuerza demasiado ennoviarse de una chica o chico para que se revele a sí misma o mismo. Esa es su razón poética, que no nubla a la razón filosófica o mediadora, sino que la completa. "La Filosofía (...) ha hecho visibles todas las cosas, permaneciendo casi invisible ella misma". Una filosofía que es, para Zambrano, "hija de la Poesía, la Filosofía vino a crear en sus momentos de madurez", hija del no saber, tal como en algún otro libro que no recuerdo ahora mismo remonta a los antiguos griegos.
La otra pata del conocimiento es la religión, como timón del barco donde la filosofía vendría siendo la carcasa y la poesía las velas. Parece ver en Nietzsche, "héroe del extremismo", un pilar frente al monopolio de la filosofía en el pensamiento, donde "la vida vuelve a ser lo que era antes de que naciera la Filosofía occidental", "más allá del bien y del mal" hacia lo poético y lo religioso, lo místico. Para Zambrano, "más allá de la Poesía y Filosofía, está la unidad última de la Religión". De hecho, yo diría que las pone en mayúsculas para darles ese nombre propio que es, para Zambrano, cada una de ellas. Aunque en cierto punto hable del "demonio de la Filosofía", yo creo que la sigue queriendo, que quiere más bien que puede ser tóxica si no se toma con moderación. Para Zambrano, como ve en la Escuela de Alejandría, "en el eclecticismo es donde más resplandece el amor intelectual más acrecentado".
Pese a que esté de acuerdo con mucho de lo que explica, creo que a Zambrano se le escapan nociones de la práctica no intelectual, como ocurre con más de un pensador, por mucho que haya dado el paso de la razón poética. Como bien nos habla de la encarnación de ideas, hay que estar ahí para entender mejor de qué estamos hablando.
Con todo, otro libro magnífico de Zambrano, que destaca mucho también en la confesión final, de pelos de punta. En ocasiones me pierdo un poco, pero siempre vuelvo alumbrado por sus luces y sombras. Que así siga siendo en la próxima parada, que no será la última, aunque sí quizá por un tiempo, de mi estadía en el mundo Zambrano.
Que jornada este livro, colecção de vários ensaios da escritora que mais me tem acompanhado neste final de 2025, querida María Zambrano. Os primeiros, vindos de Hacia un saber sobre el alma, já me eram conhecidos, e foi bom reencontrá-los em português. No entanto, foi a seguir a esses ensaios que diria estar o início do meu percurso por este livro: Dois fragmentos sobre o amor, que parece ser ponte entre os ensaios anteriores e o livro inteiro de nome Filosofia e poesia, testemunho do amor que engendra. Foi, acima de tudo, sobre esta segunda parte que me deparei nesta leitura. Filosofia e poesia foi um livro iluminante em vários sentidos, sendo que radicou muito do meu pensamento acerca destas duas maneiras de ser, de pensar e de fazer em contextos concretos. Agradeço a sua leitura acima de tudo nisso. Mas foi no último texto de todos, o Diotima de Mantineia, que encontrei a aurora deste belo livro compilação. Ora, este ensaio faz, habitualmente, parte do livro de onde alguns destes ensaios são retirados, mas a minha edição em espanhol não o contém... Percebo porquê, tendo-o acabado de ler agora mesmo, e agradeço tê-lo encontrado apenas nesta curadoria de textos, porque assim pude estar com ele tendo já passado por alguns dos textos da Zambrano a que sinto que estas palavras aludem. María Zambrano, sinto que podia ler tudo o que já escreveste - ou tudo que já li teu - à luz deste pequeno texto final, que tudo se alumia diante de mim e se faz clareira por onde posso estar e olhar, em instantes, para o sopro auroral que nos deixas. Continuarei o caminho por entre este teu bosque-jardim de pensamento. Espero continuar a ressoar essa velha canção das águas primeiras que cantas em minha direcção.
Compilación de varios y diversos ensayos que fueron escritos entre 1933 y 45 -sobre todo diversos- En lo personal vine en búsqueda de la génesis y apuntes sobre poesía y filosofía, así como de razón poética por lo que se me hizo muy útil. Sin embargo, destaco los escritos sobre educación y pedagogía, así como las críticas a Nietzsche, en ambos temas se desenvuelve con un tino y lucidez únicos. Por último, destaco la narrativa de María Zambrano, que sin duda alude a una Filósofa corazón de poeta 🤍
Zambrano, ler-te tem sido uma das melhores descobertas dos últimos tempos... Que o pensamento possa ter tanto disto, de poética, de cuidado com a experiência, de rigor de mão dada à criatividade e à simplicidade da vida, é tão inspirador. Espero um dia poder soltar este ar que me entregas e dar a ver um horizonte que me seja concernente, como este a ti é. Há que fazer do sonho acto e aceitá-lo na sua revelação e desentranhamento. Há que ir em busca das entranhas, e trazê-las, aos poucos, e em certa medida, àquelas que por tal peçam, à claridade.
En esta colección de ensayos de Zambrano he encontrado algunos que sinceramente no me han interesado mucho, no por la calidad del contenido en sí, sino por el punto vital en el que me encuentro. Sin embargo, aquellos ensayos que me han llegado, me han llegado muchísimo y considero que textos como “Por qué se escribe”, el fragmento de la metáfora del corazón o “Más sobre la ciudad de dios” es de lo mejor en cuanto a ensayo que he leído en mi vida. ¡Que preciosidad!
Sumergirse en este libro ha significado una reconciliación con la filosofía, entendida como práctica viva y fundamental del ser humano. Zambrano combina el lenguaje poético y el sistemático para generar imágenes y conceptos que profundizan en sus ideas originales y relevantes. Sin razón, no es posible entendernos. Sin poesía, no es posible resolvernos.
Qué pena no haber tenido más nociones de filosofía para haber aprovechado mejor esta lectura, pero de otros artículos sí que he podido disfrutar de la inteligente mirada de María Zambrano.